Urgente consideración – Por Felipe Paullier
La campaña por el referéndum sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC) avanza y a medida que nos acercamos al 27 de marzo su tono aumenta.
Naturalmente, en este último mes, ambos comandos apretaron el acelerador y la opinión pública está más pendiente de la discusión sobre los 135 artículos que se pretende derogar.
Todavía con varios días por delante y probablemente aún muchos indecisos sobre su voto, voy a intentar reflexionar sobre algunos de los puntos de la LUC que se pretende derogar, argumentos y formas de la campaña.
Vale la pena recordar primero el origen de esta Ley, para responder a algunos cuestionamientos. La LUC refleja el marco legal de las transformaciones que se plantearon en el Compromiso por el País, acuerdo de campaña de los partidos de la coalición de gobierno, y agenda de transformaciones que la ciudadanía validó con su voto al elegir a Luis Lacalle Pou como presidente del Uruguay en el balotaje de noviembre del 2019.
En cuanto a transparencia, visibilidad y conocimiento, seguramente los artículos de esta ley hayan sido más discutidos públicamente que la enorme mayoría de las normas que pasan por el Poder Legislativo. Incluso, más de la mitad de la LUC se aprobó con votos del mismo Frente Amplio que hoy pretende derogar estos 135 artículos.
Sobre su impacto y las consecuencias de la derogación de parte de la norma, es evidente que en materia de seguridad ciudadana es donde se verían los principales retrocesos. La LUC no solo es relevante por el contenido particular de cada artículo sino como señal y herramienta de respaldo a la policía. Parece bastante tirado de los pelos, querer explicar el continuo y sostenido descenso de los delitos en nuestro país sin considerar que se relaciona con el período en vigencia de esta Ley y el nuevo gobierno.
En materia de vivienda, los promotores de la campaña por el “SI” a la derogación han insistido falsamente que con esta Ley se habilitan los desalojos express y se perjudica a quienes alquilan. Basta leer la norma para entender que la misma no deroga ninguna de las otras formas de alquiler y agrega una nueva que, de ser elegida tanto por el inquilino como por el propietario, permite alquilar sin garantía. Esto entonces, es una ampliación de los derechos y las oportunidades, particularmente para aquellas personas, buenas pagadoras, que no pueden acceder a una garantía de alquiler o al hacerlo aumentan los costos del mismo.
Respecto a la portabilidad numérica, se impuso la realidad. A los cucos y miedos que quisieron generar sobre el desmantelamiento de Antel, los datos matan el relato, y estos primeros meses de vigencia demostraron que la empresa uruguaya fue la que obtuvo mayor cantidad de nuevos clientes. Ni que hablar la enorme ganancia de todos los usuarios uruguayos que hoy somos dueños de nuestro número y no rehenes de las compañías: más libertad.
En lo que resta de la campaña, esperemos que el debate se eleve, en particular por parte de aquellos que proponen derogar estos 135 artículos. No podemos acostumbrarnos a una campaña de mentiras y falsedades, de difusión de contenidos con verdades a medias y fake news, muy distinto a lo que estamos acostumbrados en Uruguay. Estemos a la altura.