México | No habrá paisaje después de la batalla – Por Subcomandante Moisés
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Subcomandante Moisés(*)
Como zapatistas que somos no apoyamos a uno ni a otro Estado, sino a quienes luchan por la vida en contra del sistema. A quienes firmaron la Declaración por la Vida. A la Sexta nacional e internacional. Les decimos nuestras palabras y pensamientos sobre lo que ocurre actualmente en la geografía que llaman Europa:
PRIMERO.- Hay una fuerza agresora, el ejército ruso. Hay intereses del gran capital en juego, por ambos lados. Quienes padecen ahora por los delirios de unos y los taimados cálculos económicos de otros, son los pueblos de Rusia y Ucrania (y, tal vez pronto, los de otras geografías cercanas o lejanas). Como zapatistas que somos no apoyamos a uno ni a otro Estado, sino a quienes luchan por la vida en contra del sistema.
Cuando la invasión multinacional a Irak (hace casi 19 años), con el ejército norteamericano a la cabeza, hubo movilizaciones en todo el mundo en contra de esa guerra. Nadie en su sano juicio pensó que oponerse a la invasión era ponerse del lado de Sadam Hussein. Ahora es una situación similar, aunque no igual. Ni Zelenski ni Putin. Alto a la guerra.
SEGUNDO.- Distintos gobiernos se han alineado a uno u otro bando, haciéndolo por cálculos económicos. No hay ninguna valoración humanista en ellos. Para estos gobiernos y sus “ideólogos” hay intervenciones-invasiones-destrucciones buenas y hay malas. Las buenas son las que realizan sus afines, y las malas las que perpetran sus contrarios. El aplauso al criminal argumento de Putin para justificar la invasión militar de Ucrania, se convertirá en lamento cuando, con las mismas palabras, se justifique la invasión a otros pueblos cuyos procesos no sean del agrado del gran capital.
Invadirán otras geografías para salvarlas de la “tiranía neonazi” o para terminar con “narco-estados” vecinos. Repetirán entonces las mismas palabras de Putin: “vamos a desnazificar” (o su equivalente) y abundarán en “razonamientos” de “peligro para sus pueblos”. Y entonces, como nos dicen nuestras compañeras en Rusia: “Las bombas rusas, los cohetes, las balas vuelan hacia los ucranianos y no les preguntan sobre sus opiniones políticas y el idioma que hablan”, pero cambiará la “nacionalidad” de las unas y de los otros.
TERCERO.- Los grandes capitales y sus gobiernos de “occidente” se sentaron a contemplar –e incluso a alentar- cómo la situación se iba deteriorando. Luego, iniciada ya la invasión, esperaron a ver si Ucrania resistía, y haciendo cuentas de qué se podía sacar de uno u otro resultado. Como Ucrania resiste, entonces sí empiezan a extender facturas de “ayuda” que serán cobradas después. Putin no es el único sorprendido por la resistencia ucraniana.
Quienes ganan en esta guerra son los grandes consorcios armamentistas y los grandes capitales que ven la oportunidad para conquistar, destruir/reconstruir territorios, es decir, crear nuevos mercados de mercancías y de consumidores, de personas.
CUARTO.- En lugar de acudir a lo que difunden los medios de comunicación y las redes sociales de los bandos respectivos –y que ambos presentan como “noticias”-, o a los “análisis” en la súbita proliferación de expertos en geopolítica y suspirantes por el Pacto de Varsovia y la OTAN, decidimos buscar y preguntar a quienes, como nosotras, se empeñan en la lucha por la vida en Ucrania y Rusia.
Después de varios intentos, la Comisión Sexta Zapatista logró hacer contacto con nuestros familiares en resistencia y rebeldía en las geografías que llaman Rusia y Ucrania.
QUINTO.- En resumen, éstos nuestros familiares, quienes además levantan la bandera de la @ libertaria, se mantienen firmes: en resistencia quienes están en el Donbass, en Ucrania; y en rebeldía quienes caminan y trabajan las calles y campos de Rusia. Hay detenidos y golpeados en Rusia por protestar contra la guerra. Hay asesinados en Ucrania por el ejército ruso.
Les une entre ellos, y a ellos con nosotros, no sólo el NO a la guerra, también el repudio a “alinearse” con gobiernos que oprimen a su gente.
En medio de la confusión y el caos en ambos lados, les mantienen firmes sus convicciones: su lucha por la libertad, su repudio a las fronteras y sus Estados Nacionales, y las respectivas opresiones que sólo cambian de bandera.
Nuestro deber es apoyarles en la medida de nuestras posibilidades. Una palabra, una imagen, una tonada, un baile, un puño que se levanta, un abrazo –así sea desde geografías lejanas-, son también un apoyo que animará sus corazones.
Resistir es persistir y es prevalecer. Apoyemos a estos familiares en su resistencia, es decir, en su lucha por la vida. Se los debemos y nos lo debemos a nosotros mismos.
SEXTO.- Por lo anterior, llamamos a la Sexta nacional e internacional que no lo ha hecho todavía, a que, de acuerdo a sus calendarios, geografías y modos, se manifiesten en contra de la guerra y en apoyo de l@s ucranian@s y rus@s que luchan en sus geografías por un mundo con libertad.
Asimismo, llamamos a apoyar económicamente la resistencia en Ucrania en las cuentas que nos indicarán en su momento.
Por su parte, la Comisión Sexta del EZLN está haciendo lo propio, enviando un poco de ayuda a quienes, en Rusia y Ucrania, luchan contra la guerra. También se han iniciado contactos con nuestros familiares en SLUMIL K´AJXEMK´OP para crear un fondo económico común de apoyo a quienes resisten en Ucrania.
Sin dobleces, gritamos y llamamos a gritar y exigir: Fuera el Ejército Ruso de Ucrania. Hay que parar ya la guerra. Si se mantiene y, como es de prever, escala, entonces tal vez no habrá quien dé cuenta del paisaje después de la batalla.
(*) Subcomandante Insurgente Moisés. SupGaleano. Comisión Sexta del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) desde las montañas del Sureste mexicano.