Áñez levanta la huelga de hambre luego de 14 días

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Áñez levanta su huelga de hambre un día después que relator de la ONU concluye visita al país

La exsenadora Jeanine Áñez, procesada por los casos denominados golpe de Estado I y II, informó este miércoles que levantó su huelga de hambre, un día después de que el relator de la ONU, Diego García Sayán, concluyó su visita a Bolivia.

“Ante el pedido de mis hijos, mi familia, mis abogados, instituciones, ex Presidentes, Iglesia Católica, amigos, algunos niños, asamblea de la cruceñidad y los valientes huelguistas solidarios, esta noche levanto mi huelga de hambre”, escribió en su cuenta de Twitter.

Áñez es procesada por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes durante los actos preparatorios para la toma del poder en 2019.

Ella se autoproclamó presidenta del Senado y luego presidenta de Bolivia tras recibir el apoyo de una reunión secreta en la Universidad Católica Boliviana (UCB) donde concurrieron actores políticos extralegislativos que le ofrecieron el cargo a Áñez.

Este caso se denomina “golpe de Estado II”. El juicio se iniciará el próximo 28 de marzo.

Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que llegó a Bolivia el año pasado, “para elegir presidente del Senado, paso previo para la designación del presidente provisorio de Bolivia, se debe contar con un quórum de la mitad más uno de los 36 senadores, es decir, 19 legisladores, de acuerdo con su reglamento interno. Según el reglamento interno de la Cámara de Senadores, para elegir el presidente del Senado se debe contar con un quórum de la mitad más uno de los 36 senadores, es decir 19 legisladores. El mismo reglamento tiene normas que, de un lado, atribuyen a la segunda vicepresidenta reemplazar a la presidenta y a la primera vicepresidenta cuando ambas se hallen ausentes y, de otro, define que corresponde la presidencia de la Cámara al bloque de la mayoría. En reunión del Senado sin el quórum previsto en reglamento, Jeanine Áñez se proclamó como presidenta de la Cámara de Senadores, en sucesión por vacancia de los cargos de presidente y primer vicepresidente. Luego, también sin el quórum requerido, en el recinto de la Asamblea Legislativa, Áñez se declaró presidenta interina del Estado Plurinacional de Bolivia”.

“Ese mismo día de noviembre, Jeanine Áñez ingresó a Palacio Quemado y el jefe de la Casa Militar le puso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando”, agrega el informe del GIEI.

Además de ese proceso, Áñez es acusada en el caso denominado “golpe de Estado I” referido a los delitos de “terrorismo, sedición y conspiración» por los hechos luctuosos de noviembre de 2019.

ABI


Relator de la ONU no encontró muestras ni pruebas de persecución política en el país

La visita del relator de la ONU, Diego García-Sayán, derrumbó el relato de persecución política esgrimido por actores de la oposición, la jerarquía católica y algunas instituciones. Tras reunirse con dirigentes partidarios, familiares y abogados de Jeanine Áñez, el funcionario internacional estableció que ninguno de ellos pudo sustentar que existe acoso por razones políticas.

“Se ha hablado de persecución política, yo no he tenido entrevistas con ninguna persona que me haya manifestado hechos que sustenten una persecución política; si hay otras situaciones que yo no he conocido, podría ser, pero en este caso yo no puedo responder con conocimiento de causa en sentido afirmativo a la pregunta que usted me ha hecho”, indicó el martes ante la consulta de los periodistas.

Esa declaración se produjo luego de que García-Sayán se reunió con dirigentes políticos como Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC); Luis Fernando Camacho, de Creemos; del denominado Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) así como los familiares y abogados de la exsenadora Jeanine Áñez. Todos ellos, con distintos matices, sostienen la existencia de una “persecución política” a opositores.

A ese relato se suman instituciones como la jerarquía católica que, el 13 de marzo de 2021, pidió a “los poderes del Estado Plurinacional a desistir del control total del poder, de la revancha y la persecución”.

El 8 de febrero de este año, Carlos Mesa, en su cuenta de Twitter escribió que “el MAS habla de reforma de la justicia, y al mismo tiempo mantiene la mentira del golpe para justificar la persecución contra opositores”. Este miércoles reforzó su idea al asegurar que el informe del relator de la ONU confirmó que la justicia es usada presuntamente para “perseguir a los que piensan diferente”.

Carolina Rivera, hija de Jeanine Áñez, también afirmó que existe “persecución política y judicial”.

«Es una persecución política», dijo en esa misma línea el dirigente cívico cruceño Rómulo Calvo, acusado de incumplimiento de deberes y ejercicio indebido de la profesión en la Caja Petrolera de Salud, donde cobró sueldos sin trabajar, según la denuncia.

Pese a esas y otras afirmaciones de que en el país existe persecución política, el relator de la ONU no encontró muestras ni pruebas que sustenten esas aseveraciones.

Por el contrario, García-Sayán puso énfasis en la urgente necesidad de encontrar justicia para los familiares de los 36 fallecidos en 2019, durante el régimen de Jeanine Áñez, gestión respaldada por actores políticos como Mesa, Camacho y otros.

El funcionario internacional dejó en claro que lo que se busca no es venganza sino justicia.

“Yo la siento como una situación de abandono (de las víctimas de 2019) y de las necesidades de que los temas que ahí se han generado, en daños físicos, en daños a la salud y en las pérdidas de vidas de las 36 personas que han fallecido, es un asunto que debe resolverse ¡pronto y ya!”, manifestó.

“Creo que las respuestas que deberían de venir del Ministerio Público, tendrían que ser previamente reforzadas. No se trata, como en los demás casos tampoco de venganza sino de justicia”, recalcó García-Sayán.

Según el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia), durante el régimen de Áñez se produjeron masacres y ejecuciones sumarias de manifestantes, todos ellos indígenas.

ABI

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