Luis Guillermo Solís, candidato presidencial en Costa Rica: «No acepto el concepto de tregua que el presidente Daniel Ortega propone»

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Desestimado por las proyecciones electorales de las encuestas que lo ubicaban en tercero y cuarto lugar, Luis Guillermo Solís, el candidato del Partido de Acción Ciudadana (PAC) se convirtió en la gran sorpresa política de Costa Rica al terminar en primer lugar en la primera vuelta con 30.9% de los votos superando incluso al favorito, Johnny Araya de Liberación Nacional que obtuvo el 29.6%.

 

Este historiador, académico, político y diplomático, ejerció varios cargos en la cancillería costarricense en los 80 y 90 y militó en Liberación Nacional durante 30 años hasta su renuncia en el 2005, tras denunciar anomalías en una elección interna. En el 2,009 se unió al PAC que fundó otro ex liberacionista, Ottón Solís, y si logra superar a Araya en la segunda vuelta el seis de abril podría convertirse en el primer presidente del PAC de Costa Rica. ¨No hay peor cuña que la del mismo palo¨, ha dicho el propio Solís refiriéndose a su ex partido.

 

Solís se declara «socialdemócrata», y dice que «el  PAC es un partido de centro amplio que va desde el centro izquierda, centro derecha, es un partido que no se define ideológicamente porque tiene componentes que han venido de todas partes, es socialcristiano, es socialdemócrata, socialista, liberales, hay personas que tienen una agenda de diversidad sexual muy clara, y también tenemos miembros del Opus Dei que están en el partido, entonces nosotros respetamos la pluralidad en la reflexión».

 

En términos programáticos, se distancia «del gobierno de Laura Chinchilla y de los gobiernos neoliberales de los últimos 25 años» y aboga por «una economía más próspera que haga que crezca el país económicamente; en segundo lugar, distribuir mejor la riquezas, que es algo que fue un (signo) de los tiempos en Costa Rica;  y finalmente hacerlo con transparencia, rendición de cuentas, y hacerlo de cara al ciudadano y la ciudadana por medio de un diálogo permanente, es lo que nosotros llamamos colocar la ética en el corazón de la política».

 

En materia de política regional, se declara «integracionista» y habla de manejar con «prudencia» las relaciones con Nicaragua.

 

CFCH.- Luis Guillermo, en caso de llegar a la presidencia, cuál sería tu posición sobre la integración centroamericana. En la región existe la percepción de que  el CA 4 intenta acelerar el ritmo. Pero Costa Rica siempre marcha a otra velocidad.

 

LGS.- Yo soy un integracionista convencido, en eso soy un tico muy atípico, yo creo en la integración, he trabajado con la integración, me entusiasma la integración, veo un horizonte de oportunidades en la integración regional, y no voy a improvisar un guión distinto en lo que toca a un eventual gobierno mío, de hecho he decidido asumir directamente el tema de la parte internacional del programa del partido para darle bastante consistencia, y ahí el tema de Centroamérica ocupará un lugar preferente. Así es que en ese sentido tendremos otra vez  a Costa Rica participando pro activamente en Centroamérica, cosa que no ocurría desde la administración del presidente (José María) Figueres en 1994.

 

CFCH.- Cómo visualizas las relaciones con Nicaragua. Las relaciones entre la presidenta Chinchilla y el presidente Ortega han sido tensas y se han deteriorado, al punto de que hay un fuerte diferendo que se está resolviendo en La Haya.  ¿Cuál sería tu posición en caso de ganar la segunda vuelta?

 

LGS.- Lo veo como una realidad, nuestro común amigo, el ex embajador (Edgard) Ugalde Álvarez decía que Nicaragua y Costa Rica son países que no tienen causal de divorcio, y yo lo creo como él. Efectivamente somos países unidos por la historia, por la geografía, por grandes intereses humanos también, y sensibilidades familiares que no podemos dejar de entender, y desde ese punto de vista me parece que tenemos que  ser muy prudentes en el manejo de las relaciones, que son relaciones que han producido a lo largo del tiempo encuentros y desencuentros.

 

Yo quisiera ver el vaso medio lleno, no medio vacío, hemos tenido ocasiones como en el caso del presidente (José María) Figueres y de la presidenta (Violeta) Barrios de Chamorro, en donde fue posible establecer programas muy constructivos para ambos países, y yo quisiera que ése fuera el signo del futuro.

 

En el presente, sin embargo, tenemos varios diferendos en la Corte Internacional de Justicia, que deben ser resueltos ahí. Las relaciones no se va a normalizar hasta que esto no esté resuelto, porque yo creo que Costa Rica ha sido invadida, que tenemos hoy una situación que debe ser aclarada en un tribunal internacional para conveniencia de ambos países, y por lo tanto, si bien es cierto no tendría en mi ánimo un interés de tensar las relaciones, ni de afectar tampoco los vínculos binacionales, que esperaría poder potenciar mucho a futuro, también creo que no puede haber tregua. No acepto el concepto de tregua que el presidente Daniel Ortega propone, creo que es incorrecto, somos países serios, y creo que debemos de resolver nuestros diferendos en la sede (judicial) antes de avanzar a ningún otro escenario de normalización que en la realidad no existe, entonces hay que dejar que fluyan las relaciones normalmente, no meterle mano para tensionar ambos pueblos, pero entender que en el ámbito de la política internacional sí existe una situación que no pueda ser resuelta sino  en el Tribunal de La Haya.

 

CFCH.- La construcción en Costa Rica de una carretera paralela al río San Juan ha venido a complicar más las relaciones. E gobierno de Chinchilla ha sido acusado de corrupción en tu país y Nicaragua lo acusa por daños ambientales en el Río. ¿Cuál es tu visión sobre ese proyecto?

 

LGS.- Lo considero de alta prioridad para el país, lo consideré así desde antes que se construyera la carretera, y no por razones de orden geopolítico, o de seguridad únicamente, sino porque las comunidades de esa zona estaban muy aisladas del resto del país, dependiendo permanentemente de lo que ocurría en el río, que  aprovecho para decir, admito como enteramente nicaragüense, que no quepa la menor duda al respecto, pero de la margen izquierda para acá Costa Rica también tiene responsabilidades con su gente y estaban muy abandonados, creo que la carretera ayuda mucho.

 

Haré lo que tenga que hacer para garantizar que no se contamine el río, entiendo la sensibilidad del tema para la comunidad nicaragüense, creo que si hay formas para evitar esa contaminación, deslaves o erosión de los terrenos que limitan, que contaminen el río San Juan, tenemos la obligación de atender eso, pero la carretera la considero de alta importancia, y por supuesto, no como se hizo, que al final terminó siendo un proyecto de altísimo costo para sociedad costarricense.

 

CFCH.- El tema de los migrantes nicaragüenses no fue un asunto de debate en esta  campaña electoral. Cuál es tu posición sobre el tema migratorio y los nicas en Costa Rica, que por cierto más de 25 mil votaron en la primera vuelta electoral?

 

LGS.- Sí lo hicieron, no sé por qué, pero el tema no salió. En lo que a mí concierne hay que respetar escrupulosamente los derechos de los migrantes, he sido un amigo sincero de las organizaciones que velan por los derechos de los migrantes nicaragüenses, y de todos los migrantes en Costa Rica, guardo por ellos un gran aprecio y una enorme gratitud por la contribución que hacen a la economía nacional, y creo que en el conjunto de la economía costarricense juegan un papel preponderante, habrá, por supuesto, que respetar la ley, y la ley migratoria costarricense dice suficiente del tema, pero creo que ese es un tema de permanente preocupación que yo coloco en el tema de derechos humanos.

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