OEA aprueba con reserva de Guatemala y Chile dos convenciones humanitarias
La aprobación de las dos convenciones se dio durante la segunda sesión plenaria de la 43 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), instalada oficialmente en la ciudad colonial guatemalteca de Antigua.
La representación de Guatemala expresó durante la sesión que mantenía una «reserva a la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia» y una «nota al pie de página a la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia», sin más explicaciones.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, adelantó el martes que su país, por ser «conservador», dejaría sentado en la asamblea general su rechazo a la legalización del aborto y del matrimonio entre homosexuales.
«Nosotros vamos a poner una reserva marcando nuestra posición. Los países tienen la libertad de hacer las reservas del caso y nosotros lo vamos a hacer», afirmó el gobernante.
Chile, por su parte, expresó este miércoles en la sesión plenaria que «desea nota al pie de página en cada uno» de los documentos, explicando que el país «favorece su aprobación pero se encuentra en proceso de consultas internas» sobre los mismos.
«Quedan aprobados (…) Hemos procedido a la adopción de dos importantes instrumentos» que reconocen el «goce y ejercicio en condición de igualdad de todos los derechos humanos» y tienen en cuenta «a las víctimas de discriminación e intolerancia en las Américas», destacó el presidente de la 43 Asamblea General, el canciller guatemalteco Fernando Carrera.
Carrera dijo que la aprobación comprende la «inclusión de las reservas de Guatemala y Chile», y que la «ceremonia de firma» de ambos instrumentos ser realizará mañana, durante la última jornada de la cita regional.
«Las convenciones estarán abiertas a la firma en la Secretaría General» de la OEA, en Washington, para aquellos países que mañana no las suscriban, añadió Carrera sin más precisiones.
El aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo fueron centro de intensas exposiciones el martes en un diálogo entre la sociedad civil, trabajadores y sector privado con la OEA, instalado por el secretario general del organismo, José Miguel Insulza.
Johana Ramírez, una activista guatemalteca por los derechos de los grupos transgénero, habló sobre la discriminación que sufren esa y otras minorías por su orientación sexual, y exigió a los países miembros de la OEA que firmaran, ratificaran y ejecutaran la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia y la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia.
Por su parte, Alejandra Sol, representante de la organización guatemalteca Provida y Profamilia, dijo que «la OEA debe fortalecer el derecho humano a la vida desde la concepción hasta su muerte natural», así como fortalecer «la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer con fines de procreación».