Aída García Naranjo, educadora y política peruana: “Debemos hacer un esfuerzo por recomponer la alianza entre Pedro Castillo y Perú Libre”

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Entrevista a Aída “Mocha” García Naranjo, educadora y política peruana

 

Por Denise Godoy, de la redacción de NODAL

Pedro Castillo asumió la presidencia de Perú el 28 de julio tras un largo conteo de votos provocado por las denuncias de fraude hechas por el fujimorismo y aliados. A pesar de este proceso que dilató la proclamación, el presidente es reconocido en todos los organismos internacionales. Sin embargo, a nivel interno afronta renuncias de ministros que son increpados desde la oposición parlamentaria y siempre se especula con el pedido de vacancia para removerlo del cargo. Para conocer en profundidad cómo es la actualidad social, política y económica peruana, NODAL dialogó con Aída “Mocha” García Naranjo, educadora, exministra de la Mujer y Desarrollo social y exrepresentante ante Mercosur y Aladi.

¿Cómo evalúa la gestión de Castillo en sus primeros meses de gobierno?

La gestión de Castillo se viene dando de manera muy positiva. Entre los elementos centrales de la demanda popular se encuentra el combate a la pandemia. En este momento ya han sido vacunadas más de 27 millones de personas con la primera dosis y más de 16 millones con las dos. Eso es muy importante ya que el país ha sido uno de los más afectados por la pandemia con más de 200 mil muertos.

Otro elemento fundamental era el tema de la reactivación económica. La economía supera por primera vez niveles de pandemia, es decir, la actividad económica ha demostrado un buen desempeño en agosto y en septiembre, a pocos meses de iniciado el mandato del presidente. El Instituto Nacional de Estadística e Informática reportó que el sector minero y el de hidrocarburos crecieron más del 12% en el noveno mes del año. También desde el ministerio de Economía se ha entregado el bono Yanapay a cerca de 5 millones de personas como subsidio permitiendo la recuperación de aquellos que durante el confinamiento no tuvieron recursos económicos. En relación a la inversión pública, en el mes de octubre hay una base de casi el 53% que supera los 20 años previos del país. Si bien es cierto que la recuperación del empleo aún no se produce a niveles previos de la pandemia, la lectura de la salud, la economía y los subsidios como apoyo a la población es importante.

En cuanto a los déficits, primero en un nivel de impericia, es importante recordar que después de 500 años de la colonia, del virreinato y de repúblicas, por primera vez asume la presidencia un campesino maestro que viene del mundo rural y es otra clase social la que gobierna el Perú. Indudablemente habría que esperar que se produjera una torpeza en el primer momento. También se suma el nivel de carencia de los suficientes recursos humanos para asumir la responsabilidad de coordinar y estar presente en la totalidad de las representaciones del Estado. Además, ha habido algunos desaciertos en nombramientos. Es un problema que el país tenga conflictos sociales que complican la situación del gobierno, conflictos que tienen su origen previo al mandato de Pedro Castillo.

¿Qué opina sobre las maniobras de la oposición en el Congreso en contra de la gestión de Castillo?

Debemos recordar que en este momento tenemos un Congreso considerado obstruccionista y vacador, lo cual ha significado un entorpecimiento permanente de la labor del Ejecutivo con una única estrategia que es la de vacar al presidente. Sin embargo en este momento a través de las diversas encuestas y criterios de opinión, los números están hablando y el Congreso hoy en día tiene el 75% de desaprobación y efectivamente es porque la población ve que el único objetivo del Congreso es vacar al presidente. Resulta inaceptable que el Congreso tenga una comisión que investiga los resultados electorales del 28 de julio de 2021 y que sigan sin aceptar los resultados que han proclamado a Castillo como presidente, que no solamente está consagrado y juramentado sino que además ha logrado legitimarse con su presencia en la Celac, en la OEA, en Naciones Unidas y se dispone a participar también en el foro de Davos.  Es decir, no existe comunidad internacional que no reconozca a Pedro Castillo como mandatario de Perú. La derecha ha pasado de la grieta de fraude  que retrasó la proclamación del presidente durante 43 días a la grieta de vacancia que se puede ver en la calle. Sin embargo, el Congreso está dejando de leer adecuadamente que la vacancia y el cierre de la asamblea más bien se está planteando en relación al legislativo. De ahí la desaprobación tan alta de un Parlamento que efectivamente en más de 100 días no tiene nada que mostrar.

¿Cómo analiza la ruptura entre Perú Libre y Castillo?

En relación a la ruptura entre Perú Libre y el presidente Pedro Castillo, nosotros debemos relativizar la propia palabra. Efectivamente se ha producido un distanciamiento, un nivel de disconformidad con la toma de decisiones en diferentes aspectos. En primer lugar, con haber pedido la renuncia del ministro Bellido que ha sido el primer presidente del Consejo de Ministros y ahora estamos a la espera del voto de confianza de la segunda jefa de gabinete que se produce antes de los 100 días de gobierno. Perú Libre evalúa eso como un retroceso y como una colocación del presidente  en una posición defensiva. Nosotros tenemos la expectativa de que ese gabinete reciba el voto de investidura, se le de la confianza y pueda trabajar. El esfuerzo que debemos hacer es no distanciar al presidente Castillo del conjunto de la fuerza de Perú Libre que fue el vehículo electoral que llevó al presidente al triunfo y a la asunción del mando. Mal haremos en exacerbar esas contradicciones y más bien ser una fuerza unitaria que recomponga esa alianza. En la historia del Perú es muy grave que un presidente no tenga una bancada oficialista porque eso indudablemente genera no solamente una crisis de gobernabilidad sino que la experiencia del Perú nos ha significado que el primer mandatario pierde el cargo. Por lo tanto, nosotros debemos hacer un esfuerzo por recomponer esa alianza política.

¿Cuál cree que sea el posicionamiento del gobierno en el escenario latinoamericano?

El posicionamiento de Castillo en el terreno latinoamericano lo considero altamente positivo porque el presidente se ha sumado al esfuerzo de reinstitucionalización de la Celac que, desde mi punto de vista, es uno de los referentes principales para la integración regional. Su participación en México fue muy importante con un mensaje de aliento al proceso de integración. Esto es un elemento absolutamente relevante. Su presencia en la OEA tuvo que ver con que el organismo reconoce que el gobierno ha sido elegido legítimamente a partir de elecciones efectivamente limpias, transparentes y garantistas. Eso hizo que el presidente asistiera a la reunión de la Organización de Estados Americanos más allá de la opinión que los peruanos tenemos en relación a la gestión de Almagro, injerencista en procesos electorales que se han venido produciendo en la región. También debemos decir que ha sido importante la presencia del presidente Castillo en el recientemente producido gabinete binacional con Bolivia. Históricamente Perú y Bolivia han sido una sola nación y encontramos muy valioso que ese mundo aymara andino, de nuestras naciones originarias, tengan un encuentro en donde se atiendan temas de frontera y de integración. Tiene una gran significación el rol y el posicionamiento del actual gobierno en el escenario latinoamericano. Esperamos que el presidente siga aportando en ese sentido por convertirnos en un pueblo regional en un mundo multipolar.

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