Ecuador | Cómo impacta la basura en las Isla Galápagos

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Observar una tortuga marina nadando entre tapas de tarrinas, pedazos de tela y otros residuos plásticos justo en el muelle de Puerto Ayora fue el presagio del difícil panorama que se vio en la jornada de limpieza costera que se realizó el pasado 18 de septiembre en Galápagos.

Guardaparques y voluntarios se levantaron muy temprano para organizarse en las tareas de limpieza en 21 sitios del archipiélago. Uno de los sectores visitados fue Punta Rocafuerte, que está a unos 40 minutos en lancha al sur de la isla Santa Cruz.

Acceder al lugar es complejo y se necesita de un capitán experimentado para poder anclar la lancha y desembarcar. En el sitio las aguas cristalinas, las rocas volcánicas y el mangle se funden en un paisaje único. Sin embargo, bastó con caminar 100 metros adentro para constatar una dura realidad.

Botellas de plástico, tapas, sogas, sacos de azúcar, redes de pesca, los restos de una silla y hasta aretes se encontraron regados por el sitio mezclados con el entorno. “Tomaremos los sacos, nos pondremos guantes y clasificamos por material: plástico, vidrio, metal”, fue una de las indicaciones que dio uno de los guardaparques que estaba en el recorrido.

El impacto de la basura en las especies del archipiélago es brutal. En menos de 20 minutos de recorrido el director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda, encontró un pez muerto dentro de una botella de vidrio. El estado de descomposición del animal no permitió saber qué espécimen era. “Seguro entró al (envase) y ya no pudo salir”, dijo mientras mostraba la botella. Esto también pasa con reptiles pequeños como las lagartijas.

En tanto, una colonia de iguanas marinas se asoleaba a unos 5 metros de la pila de sacos de basura que los voluntarios lograron agrupar. Pero el peligro no termina allí. Muchos de los residuos plásticos han sido “tostados” por el sol y cuando los voluntarios los agarraban se deshacían convirtiéndose en microplásticos.

Toda esta basura tiene etiquetas de Ecuador continental, Perú, Argentina, Chile Colombia o China. “Queremos que todos vean en carne propia la basura oceánica que llega a nuestras costas. Son desechos plásticos que no se generan en Galápagos, pero tenemos la responsabilidad de recogerlos porque afectan a la biodiversidad de nuestro archipiélago y a la del mundo”, dice Rueda en entrevista con este Diario.

Sin embargo, el funcionario es claro e indica que la solución no solo es recoger los desechos: “La matriz productiva de las grandes empresas que generan estos residuos debe ir migrando a materiales que sean completamente biodegradables y reutilizables. Esto debe ser mundial”.

Una de las empresas que ha sido constantemente señalada, por oenegés ambientales, como una de las que más botellas plásticas produce a nivel mundial es Coca-Cola. Paola Palacios, gerenta de Asuntos públicos, comunicaciones y sostenibilidad de la compañía en Ecuador y Perú, afirma que actualmente tienen un objetivo muy claro: reciclar el 100 % de botellas y latas que ellos producen para el año 2030.

Además, indica la ejecutiva, en el país cuentan con el 25 % de resina reciclada en sus empaques y trabajan en una campaña con botellas retornables para que sus usuarios vean los beneficios económicos y ambientales al usarlos.

“Es inaceptable que los empaques terminen en un lugar inadecuado como nuestros océanos o comunidades y por eso nace nuestro compromiso con el Programa de Limpieza Costera y cómo desde el lado educativo y la sensibilización podemos generar un impacto positivo”, dice.

El programa del que habla Palacios es un trabajo integrado entre el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Dirección del Parque Nacional Galápagos, Conservación Internacional (CI) y Fundación Coca-Cola Ecuador. La iniciativa se expande a nivel nacional.

Para Marina Vera, representante de CI, los esfuerzos de este plan en las costas continentales de Ecuador ayuda a que toneladas de residuos no lleguen a Galápagos. “Quisiéramos que este programa se expanda para que la basura de Perú, Costa Rica o Colombia no llegue a las islas”, señala.

La experta dice que también se necesitan políticas nacionales, regionales y mundiales para solucionar el gran problema de la basura que llega al archipiélago: “Gracias a la gestión del Parque Nacional Galápagos los sitios cercanos están bien cuidados, pero en zonas remotas, donde no hay ningún tipo de actividad y es difícil el acceso, la cantidad de basura es enorme”.

Durante los 17 años del Programa de Limpieza Costera se han recolectado 233,8 toneladas de basura en el país. Solo entre enero y mayo del 2021 se recogieron en Galápagos 9,2 toneladas de residuos. Y el 18 de septiembre pasado se recolectaron 1,6 toneladas en las islas. Estas cifras nos dicen que la mentalidad facilista de “usar y botar” debe desaparecer. (I)

El Universo


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