Crisis en el gobierno argentino | Cristina Fernández: «Solo le pido a Alberto Fernández que honre la voluntad del pueblo”

Foto: José Brusco
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La carta de Cristina Kirchner: «Solo le pido a Alberto Fernández que honre la voluntad del pueblo”

Por María Cafferata

En el anochecer de otro día de internas palaciegas en la Casa Rosada, la vicepresidenta Cristina Fernández decidió romper el silencio y publicó una carta en la que le reclamó al Presidente que «honre la voluntad del pueblo argentino». «Cuando tomé la decisión de proponer a Alberto Fernández como candidato a Presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión. Pero por sobre todas las cosas, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino», sostuvo en una larga misiva que tituló «Como siempre… sinceramente». En la carta, publicada mientras el Presidente estaba en Olivos, CFK se refirió a la actual crisis interna que atraviesa el Frente de Todos. Aseguró que ella «no jaquea al presidente», se quejó de las «operaciones de prensa del entorno presidencial», respaldó al ministro Martín Guzmán, aunque insistió en la necesidad de cambiar el rumbo económico invirtiendo los 2,4 por ciento del PBI que todavía no se ejecutó para atemperar «las consecuencias trágicas de la pandemia», y reveló que había propuesto a Juan Manzur como reemplazo de Santiago Cafiero en la Jefatura de Gabinete. Finalmente, desmintió cualquier idea de «golpe» interno: «Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas, eso nunca va a suceder conmigo», aseguró.

Después de la oleada de renuncias «a disposición» de varias figuras de gabinete nacional, la Casa Rosada amaneció el jueves con la expectativa de que se enfrentaría a una nueva jornada de cimbronazos internos. La noche anterior, la llamada de Cristina Fernández al ministro de Economía, Martín Guzmán, para asegurarle que ella no estaba pidiendo su renuncia había calmado momentáneamente las aguas. Pero alrededor de las 13, un trascendido de la misma vocería presidencial volvió a encender un nuevo foco de conflicto en el Gobierno: el Presidente había supuestamente aceptado la renuncia del ministro del Interior, Eduardo De Pedro. Esta información, que fue transmitida por la misma Presidencia, fue luego terminantemente desmentida por la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y por el mismo Alberto Fernández a este diario, generaron la reacción de la expresidenta, quien decidió salir a responder con una carta pública. El objetivo no era solo replicar las especulaciones en torno al reodenamiento del gabinete, sino que buscaba hacer hincapié en la subejecución presupuestaria frente a la magnitud de la crisis y la necesidad de pegar un volantazo en la política económica.

La carta
«El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero muteado y leo un graph: ‘Alberto jaqueado por Cristina’. No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad. Es más grave aún: en la Provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a exfuncionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra», publicó la vicepresidenta ayer por la noche en su página web.

A lo largo del texto, Cristina Fernández realizó un repaso de la dinámica de su relación con el presidente –con quien confesó que se había reunido 19 veces en la Quinta de Olivos en el último año (la mayoría por iniciativa de ella)– y comentó que, luego de la derrota del domingo, esperó «48 horas» a que la llamara para decidir como encarar la siguiente etapa de la campaña: «Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete. Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A», apuntó en referencia a la macrista y actual candidata a diputada de Juntos por el Cambio, Graciela Ocaña.

«¿Por qué cuento esto?», se preguntó entonces CFK, y disparó: «No voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo», declaró, haciendo referencia al secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi, a quien cuestionó con dureza, blanqueando que ella creía que era uno de los «funcionarios que no funcionan». Al respecto, la vicepresidenta hizo hincapié en que ella ya había dicho en el pasado que había que realizar modificaciones en el gabinete, trayendo a la memoria su discurso del 18 de diciembre en La Plata.

La economía
«También señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar ‘muy bien’ las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era ‘no leo encuestas, leo economía y política y trato de ver la realidad'», aseguró.

En esta línea, la vicepresidenta realizó una dura crítica a la política económica del gobierno, reclamando que se ejecutase todo el presupuesto del 2021: «Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su ministro de Economía para mirar los números del presupuesto», sostuvo, y destacó: «Faltan ejecutar el 2,4 por ciento del PBI, más del doble de lo ejecutado y restando sólo cuatro meses para terminar el año con pandemia y delicadísima situación social. No estoy proponiendo nada alocado ni radicalizado».

En ese sentido, la vicepresidenta señaló que lo que propone va en línea con lo que se hizo en los Estados Unidos, en Europa e incluso países de la región en estos últimos 18 meses: «El Estado atemperando las consecuencias trágicas de la pandemia», afirmó.

Finalmente, CFK aseguró que no buscaba ir contra Alberto Fernández: «Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía. Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas, eso nunca va a suceder conmigo», ratificó. Unas líneas después, la vicepresidenta se refirió a su decisión de elegirlo como su candidato a presidente allá por el 2019 y concluyó: «Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión. Pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino».

El texto completo de la carta
Una vez más me dirijo a mis compatriotas como lo he hecho en otras oportunidades. No es la primera vez. Hace ya casi un año, el 26 de octubre de 2020, me dirigía a los argentinos y las argentinas con el documento “27 de octubre. A diez años sin él y a uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas”.

Allí desgranaba reflexiones acerca del funcionamiento institucional, y de lo que considero el problema central de la economía argentina y la necesidad de abordarlo desde un acuerdo amplio de las distintas fuerzas políticas.

Hoy, releo aquellas líneas de inusitada actualidad en las que también mencionaba que las decisiones en el Poder Ejecutivo argentino siempre las toma el Presidente de la Nación y en las que decía sin eufemismos ni operaciones de prensa en off, que había funcionarios y funcionarias que no funcionaban.

También recuerdo el acto que se llevó a cabo en el Estadio Único de La Plata el 18 de diciembre de 2020, del cual participamos muchos compañeros y compañeras del Frente de Todos junto al Presidente de la Nación, cuando expresé textualmente: “… pero ojo, yo no quiero que ese crecimiento -el crecimiento económico del año 2021 que acertadamente pronosticara el compañero que me había precedido en el uso de la palabra- se lo queden tres o cuatro vivos nada más. Para esto, me parece que hay que alinear salarios y jubilaciones, obviamente, precios, sobre todo los de los alimentos y tarifas.”. En esa oportunidad también señalé: “por eso le digo a todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, por favor… hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora… sean para defender definitivamente los intereses del pueblo”.

Como no soy mentirosa y mucho menos hipócrita (nunca digo en público lo que no sostengo en privado y viceversa), debo mencionar que durante el año 2021 tuve 19 reuniones de trabajo en Olivos con el Presidente de la Nación. Nos vemos allí y no en la Casa Rosada a propuesta mía y con la intención de evitar cualquier tipo de especulación y operación mediática de desgaste institucional.

En las primeras 18 reuniones, la última de ellas el 07/09/2021, siempre le plantee al Presidente lo que para mí constituía una delicada situación social y que se traducía, entre otras cosas, en atraso salarial, descontrol de precios -especialmente en alimentos y remedios- y falta de trabajo, sin desconocer, obviamente, el impacto de las dos pandemias: la macrista primero y la sanitaria a los 99 días de haber asumido el gobierno. Igualmente siempre remarqué la falta de efectividad en distintas áreas de gobierno.

También señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales. No lo dije una vez… me cansé de decirlo… y no sólo al Presidente de la Nación. La respuesta siempre fue que no era así, que estaba equivocada y que, de acuerdo a las encuestas, íbamos a ganar “muy bien” las elecciones. Mi respuesta, invariablemente, era “no leo encuestas… leo economía y política y trato de ver la realidad”. Una realidad que me indicaba que en el año 2015 perdimos las elecciones presidenciales en segunda vuelta y por escasa diferencia, con el mayor salario en dólares de Latinoamérica -que representaba más del doble del salario actual-, con una inflación que era menos de la mitad que la actual y con un candidato, Mauricio Macri, que decía que no le iba a sacar a nadie lo que ya tenía, sino que sólo iban a cambiar las cosas que estaban mal.

Fui, soy y seré peronista. Por eso pensaba que no podíamos ganar. Y se lo decía no sólo al Presidente. Muchos compañeros y muchas compañeras escucharon mis temores.

El domingo 12 de septiembre de este año el peronismo sufrió una derrota electoral en elecciones legislativas sin precedentes. Mientras escribo estas líneas tengo el televisor encendido pero muteado y leo un graph: “Alberto jaqueado por Cristina”. No… no soy yo. Por más que intenten ocultarlo, es el resultado de la elección y la realidad. Es más grave aún: en la Provincia de Buenos Aires, termómetro inexcusable de la temperatura social y económica de nuestro país, el domingo pasado nos abandonaron 440.172 votos de aquellos que obtuvo Unidad Ciudadana en el año 2017 con nuestra candidatura al Senado de la Nación… con el peronismo dividido, sin gobierno nacional ni provincial que apoyara y con el gobierno de Mauricio Macri y su mesa judicial persiguiendo y encarcelando a ex funcionarios y dueños de medios opositores a diestra y siniestra.

Recuerdo que, cuando perdimos las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires del año 2009, con Néstor como candidato a Diputado Nacional -después de la 125 y de la crisis global del 2008-, quien Alberto considera con justicia el mejor presidente de la democracia, el día lunes siguiente a las elecciones no sólo renunció a la titularidad del Partido Justicialista, sino que yo como Presidenta de la Nación pedí la renuncia de quien fuera mi Jefe de Gabinete, entre otros. Y ¡ojo!… habíamos perdido en la Provincia de Buenos Aires pero habíamos ganado a nivel nacional. A Néstor Kirchner hay que recordarlo en versión completa y no editada.

Sin embargo ahora, al día siguiente de semejante catástrofe política, uno escuchaba a algunos funcionarios y parecía que en este país no había pasado nada, fingiendo normalidad y, sobre todo, atornillándose a los sillones. ¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?

El martes 14 tuvo lugar, otra vez en Olivos, mi última reunión con el Presidente de la Nación. Habían transcurrido 48hs sin que se comunicara conmigo y me pareció prudente llamarlo y decirle que tenía que hablar con él. Deje pasar 48hs deliberadamente, para ver si llamaba (debo decir que de las 19 reuniones, la mayoría fueron a iniciativa mía). Allí le manifesté que era necesario relanzar su Gobierno y le propuse nombres como el del Gobernador Juan Manzur para la Jefatura de Gabinete. Sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1). Juan permaneció en su cargo hasta que renunció para disputar la candidatura a Gobernador de la Provincia de Tucumán en el 2015, cargo que obtuvo y revalidó por el voto popular no sólo a través de su reelección, sino también en la elección del pasado domingo.

Aunque en realidad, nadie debería sorprenderse por mi propuesta: el 18 de mayo de 2019 le propuse a todos los argentinos y argentinas como candidato a Presidente de la Nación a Alberto Fernández.

¿Por qué cuento esto? Porque no voy a seguir tolerando las operaciones de prensa que desde el propio entorno presidencial a través de su vocero se hacen sobre mí y sobre nuestro espacio político: Alberto Fernández quería que el Dr. Eduardo De Pedro fuera su Jefe de Gabinete y fui yo la que no estuvo de acuerdo. Mal podría ahora promoverlo para ese cargo.A propósito de la categoría de funcionarios que no funcionan… el vocero presidencial escaparía a aquella clasificación. Es un raro caso: un vocero presidencial al que nadie le conoce la voz. ¿O tiene alguna otra función que desconocemos? ¿La de hacer operaciones en off por ejemplo? Verdadero misterio.

Por la misma razón me comuniqué con el Ministro de Economía cuando se difundió falsamente que en la reunión que mantuve con el Presidente de la Nación, había pedido su renuncia. Las operaciones son permanentes y, finalmente, sólo terminan desgastando al gobierno. Es increíble que no lo adviertan. Es una pena tanto daño autoinfligido.

Confío, sinceramente, que con la misma fuerza y convicción que enfrentó la pandemia, el Presidente no solamente va a relanzar su gobierno, sino que se va a sentar con su Ministro de Economía para mirar los números del presupuesto. El año pasado, con ocasión de presentarse el mismo, se estableció que el déficit fiscal iba a ser del 4,5% del PBI sin pandemia a partir de marzo del 2021 -situación que no se verificó como es de público y notorio-. Cada punto del PBI en la actualidad es alrededor de $420.000 millones. A agosto de este año, a cuatro meses de terminar el año y faltando apenas unos días para las elecciones, el déficit acumulado ejecutado en este año era del 2,1% del PBI. Faltan ejecutar, según la previsión presupuestaria, 2,4% del PBI… más del doble de lo ejecutado y restando sólo cuatro meses para terminar el año… con pandemia y delicadísima situación social. No estoy proponiendo nada alocado ni radicalizado. Al contrario, simplemente estoy recogiendo lo que en este contexto global de pandemia está sucediendo a lo largo y a lo ancho del mundo, desde Estados Unidos, pasando por Europa y en nuestra región también: el Estado atemperando las consecuencias trágicas de la pandemia.

He sido Presidenta durante dos períodos consecutivos. En el 2008 nos tocó atravesar la crisis global más grande después de la Gran Depresión del año ’30. Soportamos corridas cambiarias permanentes -con muchas menos reservas en el Banco Central que en la actualidad- y el asedio de los Fondos Buitre. Sé que gobernar no es fácil, y la Argentina menos todavía. Hasta he sufrido un vicepresidente declaradamente opositor a nuestro gobierno. Duerman tranquilos los argentinos y las argentinas… eso nunca va a suceder conmigo.

También estoy convencida que será imposible solucionar los problemas que dejó el macrismo de bajos salarios, altísima inflación, endeudamiento vertiginoso con acreedores privados y la vuelta del FMI con un préstamo de 44 mil millones de dólares, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc, etc… votando al macrismo o votando sus ideas.Cuando tomé la decisión, y lo hago en la primera persona del singular porque fue realmente así, de proponer a Alberto Fernández como candidato a Presidente de todos los argentinos y las argentinas, lo hice con la convicción de que era lo mejor para mi Patria. Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino.

Página 12


En medio de la tensión, Alberto Fernández no va a México y retoma su agenda oficial

En medio de la crisis en su Gabinete, en la que varios funcionarios presentaron una carta con la renuncia a disposición, el presidente Alberto Fernández suspendió su viaje a México este fin de semana para estar en la Cumbre de Estados de Latinoamérica y Caribe (CELAC), en la que Argentina reemplazará al país caribeño en la presidencia pro tempore . Allí estará el canciller Felipe Solá. De todos modos, Fernández retomará la agenda oficial. Después de haber tenido varias reuniones con mandatarios provinciales, el Presidente participará en el Foro de las Principales Economía sobre Energía y Clima.

La reunión fue convocada por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para dar un debate específico acerca de las acciones futuras y necesarias para abordar la crisis global del cambio climático. Se trata de una reunión de trabajo de alto nivel que se desarrollará mañana de forma virtual y que será privada, es decir, no será abierta ni a la prensa ni al público en general.

El miércoles, en Casa Rosada, Fernández convocó a los ministros y las ministras de su entorno más cercano para analizar el nuevo rumbo del Gobierno. Luego, Frederic y Moroni expresaron públicamente su apoyo al Presidente. Tras sumar otros apoyos de empresarios, la CGT y organizaciones sociales, este jueves Fernández ya recibió a dos gobernadores. Si bien todavía no habló con la prensa, lanzó una serie de tuits en los que se refirió al respecto. «Nosotros tenemos que dar respuestas honrando el compromiso asumido en diciembre de 2019, de cara a la sociedad», sostuvo el presidente a través de su mensaje extenso publicado en las redes sociales en medio de los conflictos en el Frente de Todos.

En ese mismo sentido, el jueves tuvo reuniones con con los gobernadores Juan Manzur, de Tucumán, y Sergio Uñac, de San Juan, por separado. También recibió a Santiago Cafiero.

Este viernes, será parte del evento al que fue invitado formalmente. Incluso Biden le agradeció al presidente Fernández por su participación en la Cumbre de Líderes sobre Cambio Climático los días 22 y 23 de abril de 2021, y por ser uno de los anfitriones de la Cumbre sobre Cambio Climático Regional este mes. En ese texto, el mandatario estadounidense señaló que “la crisis por el cambio climático nos enfrenta tanto a un desafío generacional profundo como así también a una oportunidad extraordinaria para crear una economía más próspera y sostenible que nos beneficie a todos”.

Están invitados a participar representantes de Alemania, Arabia Saudita, Australia, Bangladesh, Brasil, Canadá, China, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, la república de Corea, Rusia, Sudáfrica, Turquía. También formarán parte autoridades de la Comisión y el Consejo Europeo y de Naciones Unidas.

El Destape


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