Evo solo; Mesa, Áñez y Quiroga acompañados de Página Siete – Por Eduardo Paz Rada

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Por Eduardo Paz Rada*

Con la imagen de un Evo Morales solitario, abandonado por sus bases, con un Movimiento Al Socialismo (MAS) dividido y contradictorio y con la consigna de que el expresidente indígena debe ser sometido a juicio, el periódico Página Siete desarrolla una campaña sistemática contra el proceso nacional-popular iniciado en Bolivia en 2006.

Paralelamente, este medio, que guía a otros medios de comunicación televisivos, escritos, radiales y agencias, promueve abiertamente a los promotores del golpe de Estado de 2019, Luis Almagro de la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho, Samuel Doria y Jorge Quiroga, y defiende a Jeanine Áñez, como figuras democráticas del país, aún después de las masacres de Sacaba y Senkata y del gobierno de facto.

En un estilo ágil, con notas cortas y títulos bien estudiados este matutino, que denuncia “falta” de libertad de prensa en Bolivia, utiliza todos los recursos periodísticos para posicionar una agenda informativa y política proclive a los intereses de las oligarquías locales y de la política norteamericana y que es utilizada por las distintas manifestaciones de oposición al Gobierno, al mismo que lo identifica dividido en tres fracciones: la del presidente Luis Arce, la del vicepresidente David Choquehuanca y la del jefe del MAS, Evo Morales.

Lo paradójico de todos sus argumentos es que Evo Morales no solamente tiene y desarrolla una relación directa con varios millones de hombres y mujeres del pueblo boliviano organizado que lo apoyan con mística y compromiso por las políticas sociales, culturales y económicas que desarrolló de 2006 a 2019, por su origen popular y por su vocación patriótica, latinoamericana y antiimperialista, sino que en los países latinoamericanos que visita es recibido por multitudes de los sectores populares, sindicales, campesinos e indígenas, como lo demuestran las manifestaciones realizadas en los últimos años en Perú, Ecuador, Chile, Argentina, México, Panamá, Venezuela o España.

Asimismo, líderes de todo el mundo y de distintas orientaciones políticas han manifestado su reconocimiento a la importancia histórica y social del liderazgo de Morales, en particular las manifestaciones de aprecio del Papa Francisco, Fidel Castro, Pedro Castillo, Ban Ki Moon (secretario general de la ONU), Lula da Silva, José Mujica, Andrés López Obrador, Alberto Fernández, Angela Merkel, Eduardo Galeano, Xi Jing Ping, Vladímir Putin o Rigoberta Menchú, entre muchos y muchas otras.

Por otra parte, la unidad de los tres dirigentes políticos del MAS –Evo Morales, Luis Arce y David Choquehuanca– es manifiesta y clara en los diversos actos públicos tanto del partido político como del Gobierno con la presencia multitudinaria de sus seguidores en todas las regiones del país.

Por otra parte, Página Siete critica a Morales de dictador y antidemocrático, cuando este ha ganado cinco elecciones con mas del 50% de votos en elecciones nacionales y referéndum y ha transformado la realidad nacional, en tanto que Mesa, Quiroga, Áñez o Doria no han ganado nunca una elección, aunque los tres primeros se presentan como expresidentes del país a partir de las casualidades de la historia como fueron la muerte de Banzer, la huida despavorida de Sánchez de Lozada ante la rebelión popular de octubre de 2003 o el golpe de Estado, respectivamente.

Corresponde recordar que el periódico Página Siete, de propiedad del empresario Raúl Garafulic Lehm, de sinuosa trayectoria familiar en la política y los negocios, se ha convertido definitivamente en el bastión opositor contra el gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca después de haber sido el portavoz oficial y articulador del golpe de Estado de noviembre de 2019, en la misma perspectiva de varios otros medios televisivos, escritos y radiales. Su padre, de origen croata, fue mimado por el dictador Banzer, nombrado director del canal oficial, armó ilegalmente su propio canal privado; fue embajador en España y refundó La Razón, se favoreció con la privatización de empresas estatales de aviación e hilandería y con los fondos de pensiones durante el periodo neoliberal.

* Sociólogo y docente de la UMSA.


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