El gobierno argentino amplió la denuncia contra Macri y consideró probada su participación en el golpe en Bolivia

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Armas a Bolivia: el Gobierno amplió la denuncia contra Macri y apuntó a otros funcionarios clave

El Gobierno amplió la denuncia contra Mauricio Macri por el envío de municiones a Bolivia e incorporó elementos para que se investigue el rol del exjefe de Gabinete Marcos Peña, el excanciller Jorge Faurie y el exsecretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo en la trama por el apoyo argentino al golpe contra Evo Morales. «El contrabando de armas a Bolivia fue ordenado y organizado en forma directa por las máximas autoridades del Gobierno Nacional, con el expresidente Mauricio Macri a la cabeza», sostiene la presentación a la que accedió PáginaI12.

La presentación de los ministros Martín Soria (Justicia) y de Sabina Frederic (Seguridad) y de la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) Mercedes Marcó del Pont apunta a los sucesos que tuvieron lugar el 12 de noviembre de 2019 en la Casa Rosada. Ese mismo día, al filo de la medianoche, partió el Hércules con el contingente de once gendarmes hacia La Paz con las municiones que iban a quedar en poder de la Policía y de la Fuerza Aérea de Bolivia.

El 12 de noviembre de 2019, hubo, al menos, dos reuniones claves en la Casa de Gobierno. En primer lugar, Macri se reunió con Faurie. Después de ese encuentro, el entonces canciller envió una nota a los ministros de Seguridad y de Defensa para pedir que se enviara una comitiva de Gendarmería para proteger la embajada. La nota nunca fue cargada al sistema que usa la administración pública. Es curiosa la fecha del pedido de Faurie. Para entonces, ya era sabido que los gendarmes viajarían a La Paz e incluso el embajador Normando Álvarez García había tramitado las autorizaciones ante las autoridades bolivianas.

Cerca del mediodía, llegó la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich y se encaminó hacia la oficina de Marcos Peña. Allí se realizó una reunión con la primera plana de Seguridad y en la que participó el jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero. Cuando la reunión ya había comenzado, ingresó al despacho de Peña el ayudante de Órdenes de Otero, Ramón Domínguez.

A los minutos del ingreso de Domínguez, se hizo un nuevo pedido a la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC). Lo firmó el director de Logística de la Gendarmería Rubén Yavorski. Pedía sacar — casualmente– las 70.000 balas antitumulto que terminaron en poder de la Fuerza Aérea Boliviana y de la Policía del Estado plurinacional. «No hubo jugadores sueltos ni actores aislados: la nota mediante la cual se incluyó en el Hércules C-130 el material contrabandeado fue firmada por Yavorski, pero fue ordenada por las máximas autoridades del Gobierno Nacional», agregan Soria, Frederic y Marcó del Pont.

Los gendarmes llegaron al aeropuerto de El Alto en la madrugada del 13 de noviembre de 2019. Ese mismo día se repartieron las municiones. Según surge de un sumario de la Fuerza Aérea Boliviana revelado por PáginaI12, las 40.000 balas antitumulto que le dieron a esa fuerza quedaron en el hangar. A la Policía le entregaron 26.900 balas en la residencia argentina. Cuando los policías bolivianos pidieron detalles, les respondieron que el tema había sido acordado por los «altos mandos». A las horas, llegó a la embajada de Bolivia en la Argentina un sobre cerrado de Otero. Iba dirigido al jefe de la Policía Boliviana. Es probable que allí estuviera el detalle de la entrega.

Aún resta que se defina quién va a ser el juez que lleve adelante el trámite de la causa que se originó a partir de la denuncia del gobierno del 12 de julio pasado. El juez Javier López Biscayart instruyó el expediente durante las primeras semanas, pero entendió que debía ser su colega Alejandro Catania quien lo continuara. Catania lo rechazó. La competencia debería resolverse en los próximos días.

En el expediente, ya están imputados Macri, Bullrich, el exministro de Defensa Oscar Aguad, el exembajador Álvarez García y el exjefe de Gendarmería Otero. Hay otros tres integrantes de esa fuerza a quienes el fiscal Claudio Navas Rial también pidió investigar: Yavorski (que tramitó la salida de las municiones), el exdirector de Operaciones Carlos Miguel Recalde y el exagregado en La Paz Adolfo Caliba. El gendarme Caliba es señalado por el gobierno de Bolivia como el enlace con la policía de ese Estado y como quien gestionó la entrega del material represivo a esa fuerza.

Página 12


Basteiro: Solicitud de pertrechos se hizo de forma verbal y directa a Macri

El embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, señaló este jueves que, según las investigaciones realizadas en el país vecino, las gestiones para el envío de pertrechos argentinos durante los conflictos poselectorales de 2019 se realizaron mediante comunicaciones verbales, para evitar dejar evidencias.

«Tengo certeza, porque fue un método utilizado por (el expresidente Mauricio) Macri al final de su gobierno, de mandar todas las ordenes a través de comunicaciones verbales, nada escrito, nada que quedara asentado en el sistema informático o como registro de notas del sistema informático que la embajada tiene con la Cancillería, todo se hizo de forma verbal», informó en el programa de streaming Piedra, Papel y Tinta de La Razón.

El escándalo por el despacho de pertrechos por parte de Argentina a Bolivia estalló tras develarse una nota de agradecimiento por esa acción que había enviado el 13 de noviembre de 2019 el entonces comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jorge Terceros, al embajador argentino en funciones, Normando Álvarez. Aunque luego Álvarez negó haber recibido la misiva, una de cuyas copias fue encontrada por su sucesor Ariel Basteiro y la otra se encuentra archivada en la FAB.

A su juicio, las autoridades operaron de forma similar en el caso del envío de armamento de Ecuador a Bolivia, que también apoyó al gobierno transitorio de Jeanine Áñez, mientras se registraban conflictos sociales en Bolivia.

«Fue un método de encubrir todo y segundo que fue un método utilizado con Ecuador, llamado de la exministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, yo creo que con Argentina se actuó de la misma manera: un contacto directo con Mauricio Macri, u otras autoridades para que enviaran ese material», subrayó.

El diplomático explicó que todo el trámite «muestra que hubo intencionalidad de encubrir ese contrabando, en Argentina».

Asimismo cuestionó que la justicia argentina avanza las investigaciones de manera más activa que la propia justicia boliviana, porque en la Argentina está imputado el expresidente, cuatro ministros, cuatro comandantes de gendarmería, el responsable de la Aduana, «muchas personas involucradas de alta jerarquía», mientras que en Bolivia sólo se imputó a tres personas.

La Razón


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