El Jefe del Comando Sur de EEUU visitó Uruguay y hoy llega a la Argentina
Gesto de los Estados Unidos con Alberto Fernández: Biden envía a la Argentina al jefe del Comando Sur
Por Román Lejtman
Joseph Biden está dispuesto a ejecutar todos los gestos políticos necesarios para mantener una relación diplomática fluida con Alberto Fernández. A la Casa Blanca no le gustó que la Casa Rosada decidiera renunciar al Grupo de Lima, pero la administración demócrata no hará nada que facilite el avance regional de China y la faena discursiva de los sectores más duros del kirchnerismo.
La Casa Blanca asume la ofensiva de Xi Jinping en Argentina -a través de las vacunas, el swap de 18.500 millones de dólares y su intención de controlar la Hidrovía- y rechaza la ambivalencia de Alberto Fernández respecto a Nicolás Maduro y su régimen populista.
Sin embargo, Washington optó por un vínculo diplomático activo que acerque posiciones con Balcarce 50 y que limite las posibilidades de China y Venezuela de ocupar los espacios geopolíticos que Estados Unidos pudiera abandonar por una relación distante con el gobierno peronista.
Desde esta perspectiva, Biden invitó al Presidente a una cumbre virtual de Cambio Climático con participación de líderes mundiales y continúa apoyando la negociación de la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de las pretensiones de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner de modificar los plazos ya establecidos para pagar un probable Acuerdo de Facilidades Extendidas.
Y para que no haya dudas acerca de la apuesta geopolítica de la Casa Blanca, el almirante Craig S. Faller aterrizará hoy en Ezeiza con el objetivo de realizar donaciones humanitarias en Buenos Aires y Ushuaia para enfrentar las consecuencias sanitarias de la segunda ola del COVID-19.
Faller es jefe del Comando Sur, la unidad del Pentágono que monitorea casi toda América Latina, y tiene una posición crítica respecto a Maduro y China. La visita del almirante de los Estados Unidos estaba prevista con anterioridad de la abrupta salida de la Argentina del Grupo de Lima, y Biden podría haber cancelado su viaje al país en repudió a esa decisión diplomática que se leyó en DC como un respaldo tácito al régimen populista venezolano.
Sin embargo, el presidente demócrata privilegió la relación bilateral con Balcarce 50 y autorizó el vuelo de Faller a Buenos Aires y Ushuaia, adonde donará hospitales de campaña y otros insumos para aplacar la pandemia en la Argentina. El jefe del Comando Sur se reunirá con Agustín Rossi -ministro de Defensa- y en ese encuentro a puerta cerradas explicitará la mirada de Biden sobre Maduro y China.
“Lo que mantiene a Maduro en el poder son los intereses que atentan contra los derechos humanos y contra nuestra seguridad común. Pero estamos trabajando para interrumpir el centro de gravedad alrededor de Maduro”, opinó el almirante Faller en un seminario organizado por The Atlantic Council.
La alusión al “centro de gravedad” del régimen de Venezuela no es un hecho azaroso. Faller alude -sin nombrar- a Cuba, Irán, China y Rusia, los aliados estratégicos de Maduro que aportan seguridad, inteligencia militar, armamento y fondos incontables que permiten la estabilidad relativa de la nomenclatura populista.
“China está tratando de reescribir las reglas del mundo, quiere una nueva forma de democracia, que en realidad es una autocracia. (…) No hace falta más que ver los abusos a los derechos humanos, la corrupción, los tratados preferenciales, la diplomacia de las vacunas que tienen ahora. Y buscan convertirse en un socio ante la necesidad”, aseguró Faller en un seminario académico organizado por el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa William J. Perry.
Biden envía al jefe del Comando Sur para que repita estos conceptos frente al ministro de Defensa y otros integrantes del gobierno del Frente de Todos, que tienen una mirada geopolítica más vinculada a la perspectiva de Maduro, Xi y Vladimir Putin.
Rossi es pragmático al momento de evaluar los regímenes de Venezuela, China y Putin, y deberá utilizar toda su experiencia política para explicar al almirante Faller porque China puede quedarse con la Hidrovía y que interés doméstico contempló Alberto Fernández para justificar la renuncia al Grupo de Lima.
Faller estará 48 horas en la Argentina: tiempo suficiente para comprobar in situ que profundidad tiene la relación diplomática del Gobierno con China, Rusia y Venezuela. Después escribirá un memo secreto que llegará sin escalas al Departamento de Estado y al Pentágono.
Uruguay | García recibió al jefe del Comando Sur de Estados Unidos y negocia la adquisición de vehículos blindados, embarcaciones y un helicóptero
El ministro de Defensa Nacional, Javier García, recibió este martes al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el almirante Craig S Faller, en su primera visita al país desde que asumió su cargo en 2018. Luego de una reunión que mantuvieron en la sede ministerial, Faller brindó una conferencia de prensa en la que destacó la “valiosa” relación de cooperación entre ambos países y calificó a Uruguay como un “importante socio en materia de seguridad”. Por su parte, García informó que se iniciaron negociaciones para adquirir tres embarcaciones, vehículos blindados y un helicóptero de las fuerzas armadas estadounidenses.
El Comando Sur es una unidad de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos cuyo objetivo es defender los intereses de ese país en América del Sur, América Central y el Caribe, con excepción de México. Este comando, uno de los diez que Estados Unidos tiene enfocados en su defensa a nivel mundial, tiene sede en Miami, Florida. Entre sus cometidos están los de combatir aquello que el Departamento de Estado señala como amenazas, mediante acciones directas o indirectas. También proporciona capacitación, entrenamiento y coordina operaciones militares conjuntas con diversas fuerzas armadas de la región, como las de Uruguay. Además, el Comando Sur está a cargo de las bases militares estadounidenses en la región como las de Guantánamo en Cuba y Soto Cano en Honduras, de centros de operaciones en Aruba, Curazao y El Salvador, y de redes de radares en Perú, Colombia y países del Caribe. También está vinculado a la Escuela de la Américas, operada por el Ejército de Estados Unidos para entrenar y capacitar a oficiales de los ejércitos de América Latina en “contrainsurgencia”, que funcionó en Panamá y luego fue trasladada a Georgia, y por la que pasaron más de 80.000 militares latinoamericanos. Vale recordar que Estados Unidos realizó entre 1898 y 1994 más de 40 intervenciones militares en países de América Latina para forzar cambios de gobierno.
Faller sostuvo que el Comando Sur está muy involucrado en la educación militar en Uruguay y que cada año invita a entre 30 y 40 oficiales uruguayos para brindarles entrenamiento militar en Estados Unidos. Asimismo, destacó la “contribución significativa” de los militares uruguayos en las misiones de paz de Naciones Unidas, que representan la mitad de los soldados de paz del hemisferio occidental. “Los Estados Unidos se sienten muy orgullosos de apoyar a Uruguay en poder construir este cuerpo, reconocido internacionalmente de alto nivel, de profesionales de operaciones de paz”, afirmó.
Consultado por la diaria sobre los intereses que tiene el gobierno norteamericano respecto de Uruguay en materia militar, el comandante respondió que buena parte de la “larga y duradera relación con Uruguay” tiene que ver con el entrenamiento que brinda el ejército norteamericano a través del International Military Education and Training, y que el “interés” y la “alianza” con el país sudamericano “comienzan con los fuertes valores y compromiso con la democracia” de ambas naciones. “Nuestras fuerzas son profesionales, y las fuerzas profesionales respetan la ley, la democracia, los derechos humanos, las mujeres, la paz y la seguridad. Somos muy profesionales cuando trabajamos juntos”, afirmó.
Faller también hizo referencia al aporte en donaciones a Uruguay que hizo el Comando Sur estadounidense en el marco de la pandemia que, según dijo, financió “más de 20 proyectos con un valor de 4,8 millones [de dólares] para la compra de equipos de primera necesidad, suministros y recursos que han sido usados a través del país”. Asimismo, señaló que el gobierno estadounidense “está comprometiendo más de 260 millones de dólares para apoyar la respuesta de la región [a la pandemia] y recientemente se comprometió con 4.000 millones en apoyo para la vacunación global y distribución del [plan] Covax”. Además apuntó que este aporte es el “más grande” que haya hecho “cualquier país”, lo cual “demuestra su compromiso a nivel global”.
García anunció un “trabajo de cooperación material” para renovar flota de las FFAA
Luego de finalizada la conferencia de Faller, García brindó una rueda de prensa en la que informó a los medios sobre el “trabajo de cooperación material” que está llevando adelante con el gobierno estadounidense, con el objetivo de renovar parte de la flota de nuestras fuerzas armadas. Parte de esta negociación consta de tres patrulleros fluviales que se destinarán al patrullaje del río Uruguay en el área de frontera y, según indicó el jerarca, se trataría de “una donación desde el punto de vista de que no tiene costo material”, sino de “puesta a punto”.
“Estamos hablando de tres embarcaciones que son muy jóvenes para nosotros, porque el promedio de edad que tienen nuestros buques es de 60 años, y estas tienen 15, así que estamos hablando de cuatro veces menos edad que lo que tenemos aquí”, explicó García, y señaló que se están “afinando los detalles” para que los costos de puesta a punto “sean los mínimos posibles”. Asimismo, indicó que estos patrulleros fluviales están operativos en este momento en la Guardia Costera de Estados Unidos, y que la idea es concretar la adquisición este año.
También se negocia la adquisición de transporte blindado para el Ejército Nacional, con la posibilidad de que los vehículos sean armados en Uruguay, para “modernizar la flota actual” y para utilizarlos en misiones de paz, indicó García. Por último, está “la posibilidad de acceder a algún helicóptero, y estamos esperando para concretarlo”, aseguró el ministro, aunque señaló que esa negociación comenzó “recién” en la primera reunión con Faller.
Consultado sobre los motivos de la visita, García manifestó que “es la confirmación de una relación bilateral de dos países que tienen una larga historia de cooperación y de amistad en común”, y que “obviamente la visita de Faller es una visita importante desde el punto de vista militar”. “Como yo le decía recién al comandante: [es] una relación que se ha jalonado de acuerdos y también de desacuerdos, pero eso es justamente lo que caracteriza a las relaciones maduras y positivas”, comentó. Asimismo, el titular de Defensa dijo haberle transmitido a Faller el interés del país en continuar participando en misiones de paz.
Respecto de los cuestionamientos de algunos legisladores por no haber enviado a las comisiones de Defensa del Parlamento la solicitud de ingreso de la tripulación norteamericana, García afirmó que “nunca” fue convocado: “No puedo ir a donde no se me invita”, aseveró. Además, apuntó que “la visita del Comando Sur a Uruguay es un tema que nunca se ha interrumpido” y que “en los últimos 15 años vinieron cuatro veces” representantes del Comando Sur al país: en 2007, 2010, 2012 y 2016. “Es una tarea que es parte de una relación de amistad y de cooperación de hace muchísimos años y que ningún gobierno la ha interrumpido”, aseguró.
Un viejo conocido
El Partido Comunista del Uruguay (PCU) repudió esta visita mediante una declaración en la cual aseguró que el país norteamericano, “bajo la vieja excusa de la ‘cooperación militar entre Estados Unidos y Uruguay, educación profesional y capacitación técnica, asistencia en respuesta a la pandemia y a los desastres naturales’, tiene la clara intención de asegurar su hegemonía en nuestra región”.
Recordó además que en su última intervención en la Comisión de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, el 16 de marzo, “atacó fuertemente a Cuba y Venezuela y la influencia de China y Rusia en la región, mostrándose preocupado por la influencia china en el Cono Sur, incluido Uruguay”, y añade que consideró que “América Latina debe convertirse en la ‘línea del frente’ en la lucha contra el desafío de China a la hegemonía global de Estados Unidos”.
En 2019, Faller publicó un mensaje en Twitter poniéndose a disposición del líder opositor venezolano Juan Guaidó para intercambiar sobre el apoyo de jefes militares de Venezuela a la “restauración del orden constitucional” en el país.
El PCU considera que la actitud de Estados Unidos respecto de la movilización social en la región “será la misma de siempre”: “Apoyo a los sectores más conservadores y represión del movimiento popular”.
Argentina presentó una queja ante Uruguay por colaborar con los vuelos británicos a Malvinas
El Gobierno argentino presentó una queja ante Uruguay por la colaboración prestada por ese país a un avión militar británico de transporte estratégico y reaprovisionamiento que hizo escala en Montevideo para operar entre Gran Bretaña y la base militar de la ocupación en las Islas Malvinas.
Fuentes oficiales confirmaron a Télam que el Poder Ejecutivo argentino le transmitió al Gobierno uruguayo una queja formal a través de la Cancillería por la colaboración prestada a las fuerzas de ocupación británica en las islas, situación que, dijeron, viene repitiéndose de manera regular en los últimos años bajo el argumento de la «asistencia humanitaria».
El vuelo de un Airbus A330 MRTT (acrónimo en inglés de Multi Role Tanker Transport, «Avión de transporte/cisterna multipropósito») había despegado desde Malvinas y voló sobre aguas internacionales hasta Montevideo, donde hizo escala para reaprovisionarse en su regreso, una práctica que contradice los acuerdos alcanzados por Argentina con sus países limítrofes para que la asistencia a la ocupación británica se limite a «cuestiones humanitarias».
El 21 de julio de 2020 el canciller argentino Felipe Solá había recibido al embajador uruguayo en Argentina, Carlos Fernando Enciso Christiansen, a quien le solicitó «información sobre la situación de los vuelos con destino a Malvinas que aterrizan en Uruguay».
En esa ocasión, Solá también agradeció al Gobierno de Luis Lacalle Pou el voto favorable de Uruguay en el respaldo del Mercosur al reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas.
En febrero de 2020, durante la presentación de sus pliegos en el Senado como embajador argentino en Uruguay, Alberto Iribarne apuntó que durante el último año de gobierno de Mauricio Macri «ha habido 13 vuelos militares desde Uruguay a las Islas Malvinas, lo cual viola una suerte de acuerdo tácito» porque, reiteró, «la única posibilidad de abastecer aviones británicos en Uruguay era cuando se trataba de cuestiones de emergencia».
El Airbus A330 MRTT es un avión cisterna de reabastecimiento en vuelo fabricado por la compañía Airbus Military y basado en el modelo civil Airbus A330-200 de transporte de pasajeros.
El Airbus A330 MRTT puedetransportar hasta 380 soldados pertrechados; o 130 camillas en su configuración de evacuación médica básica; o hasta 137.500 litros de combustible en su configuración para reabastecer a otros aviones en vuelo.
Conocidos como KC 2 Voyager según la designación que les asignó la Royal Air Force (RAF), los Airbus A330 MRTT son indispensables para sostener la operación en las Islas Malvinas del escuadrón de aviones de combate Eurofighter Typhoon, que protegen la base británica incrementado su alcance a través del reabastecimiento, y también para sostener un puente aéreo que abastece las necesidades logísticas de una guarnición que ocupa un territorio a más de 12.000 kilómetros de Londres.
Las Fuerzas Británicas Islas del Atlántico Sur (BFSAI) inauguraron a mediados de marzo su cuenta de Twitter e ilustraron su primera publicación con la fotografía de un A400M, un avión turbohélice de transporte estratégico que, de acuerdo a ese organismo militar, se despliega de manera regular en misiones de vigilancia marítima en el Atlántico Sur.
En julio del año pasado, la Cancillería argentina había denunciado ejercicios militares en las Islas Malvinas de los que participaron el buque patrullero HMS Forth, la compañía de infantería británica A y la aeronave A400M, junto a los cazas Typhoons de la 1435 Flight de la RAF que «forman parte del despliegue de ocupación ilegal del Reino Unido».