Brasil | Bolsonaro pide a gobernadores que eliminen la cuarentena y la oposición anuncia un nuevo pedido de impeachment

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Bolsonaro dice que la población tiene que volver a trabajar, ignora el colapso y pide el fin de cuarentena

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pidió a los gobernadores eliminar las cuarentenas pese al colapso sanitario del país porque «la gente tiene que volver a trabajar», al participar del lanzamiento del programa de subsidios de 55 dólares por 4 meses para casi 40 millones de brasileños.

«La vuelta del derecho a trabajar es esencial», advirtió el mandatario durante un pronunciamiento en el Palacio del Planalto, en una nueva embestida contra gobernadores e intendentes, un día después de la crisis militar en la que cayeron los tres jefes de las fuerzas armadas porque se negaron a actuar políticamente contra las cuarentenas.

Bolsonaro contradijo así a su ministro de Salud, Marcelo Queiroga, quien minutos antes, tras la primera reunión del comité Covid-19, recomendó respetar el distanciamiento social en Semana Santa, aunque sin respaldar las cuarentenas y toques de queda.

«Con las restricciones, los gobernadores e intendentes están haciendo un estado de sitio, algo que yo no puedo hacer sin autorización del Congreso», Jair Bolsonaro.

«Les digo a los gobernadores, revisen estas políticas y permitan que el pueblo pueda trabajar. Los empleados públicos tenemos a fin de mes nuestro sueldo, pero hay 40 millones que dependen de salir. Con las restricciones, los gobernadores e intendentes están haciendo un estado de sitio, algo que yo no puedo hacer sin autorización del Congreso», se quejó.

Y dejó entender que los científicos se equivocaron. Dijo que «teóricamente» las cuarentenas eran para preservar el sistema hospitalario, pero igualmente están en situación de colapso.

El mandatario dijo que «hay hambre» en la población y advirtió que «no sabemos adonde iremos a parar si la pobreza sigue avanzando», el mismo día en el que se conoció que el desempleo en enero de 2021 tuvo un índice del 14,2%, el mayor para el período, casi 4 millones de personas más sin trabajo comparado con el primer mes de 2020.

El auxilio de emergencia de 55 dólares fue aprobado por el Congreso y será por cuatro meses, espacio en el que el país espera lograr una vacunación masiva, con producción propia en los laboratorios estatales de la china CoronaVac y la anglosueca AstraZeneca.

El presidente de Diputados, Arthur Lira, dijo que la situación también podrá aliviarse cuando los privados puedan importar sus propias vacunas para aplicarlas a empleados de grandes empresas, lo cual colaborará con el sistema público de salud.

Brasil tiene contratadas más de 510 millones de vacunas -Sputnik V, Covax Facility, Pfizer y Janssen- hasta diciembre y ya ha aplicado dosis al 7% de su población con CoronaVac y AstraZeneca.

Bolsonaro intentó cambiar el foco de su agenda tras la crisis militar mientras evalúa los nuevos nombres para las tres fuerzas armadas, en un Gobierno que se ha montado con un perfil cívico-militar y que ha perdido popularidad con el avance de la pandemia y la reaparición del líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva, habilitado para competir en los comicios de 2022.

Bolsonaro tuvo el año pasado aumento de popularidad luego de que el Congreso aprobara un auxilio de emergencia para casi 70 millones de personas, aunque fue por seis meses y de 155 dólares mensuales, un lapso en el cual desapareció la indigencia en el país.

«El de ahora es poco, es lo que podemos gastar, no podemos pagar esto por mucho tiempo porque desequilibra a la economía», dijo.

En el marco del 57º aniversario el golpe militar del 31 de marzo de 1964 contra el presidente Joao Goulart, que instaló una dictadura hasta 1985, Bolsonaro fue blanco de un pedido de juicio político por intentar un autogolpe usando para intereses personales las fuerzas armadas.

El nuevo ministro de Defensa, Walter Braga Netto, dijo en el orden del día para las tropas que la fecha es para «celebrar» y califica el episodio como un «movimiento» a favor de la democracia.

Telam


Sem máscara, Bolsonaro volta a dizer que não adianta ficar em casa

Apesar do esforço de auxiliares do governo e de parlamentares, o presidente Jair Bolsonaro (sem partido) continua na direção contrária às recomendações sanitárias para conter a disseminação da Covid-19.

Sem máscara, ele voltou a dizer que não adianta ficar em casa. Minutos antes, ao lado dos presidentes da Câmara, Arthur Lira (PP-AL), e do Senado, Rodrigo Pacheco (DEM-MG), o ministro da Saúde, Marcelo Queiroga, discursou desincentivando as aglomerações.

Queiroga participou de uma manifestação conjunta após a primeira reunião do comitê de enfrentamento à crise do novo coronavírus, criado na quarta-feira passada (24). Bolsonaro não participou desse primeiro encontro –a declaração do presidente foi feita em evento para divulgar a nova rodada do auxílio emergencial.

O ministro apelou pelo uso de máscaras e pelo distanciamento social durante o feriado de Páscoa, apesar de se dizer contra medidas «extremas», uma referência velada ao lockdown.

«Sabemos que, nos grandes feriados, há possibilidade de aglomeração desnecessária. As pessoas devem observar o uso de máscara e guardar o distanciamento entre si para que a doença não se transmita», disse Queiroga.

«Se fizermos essas ações de maneira efetiva, teremos melhores resultados. Medidas extremas nunca são bem vistas pela sociedade brasileira e têm dificuldade de adesão. Vamos, então, fazer cada um a nossa parte», disse.

Poucos minutos depois, no salão ao lado, no segundo andar do Palácio do Planalto, Bolsonaro apareceu para anunciar o calendário da nova rodada do auxílio emergencial.

Sem máscara, fez um pronunciamento contra medidas restritivas.

«Tínhamos e temos dois inimigos, o vírus e o desemprego. É uma realidade. Não é ficando em casa que vamos solucionar este problema», afirmou o presidente.

Bolsonaro disse que o governo não pode continuar pagando auxílios porque “custa para toda a população e pode desequilibrar nossa economia”.

“O apelo que a gente faz aqui é que esta política de lockdown seja revista. Isso cabe, na ponta da linha, aos governadores e aos prefeitos. Porque só assim podemos voltar à normalidade”, afirmou. “O Brasil tem que voltar a trabalhar.”

Em nova crítica a prefeitos e governadores, o presidente voltou a comparar medidas restritivas ao estado de sítio, o que é equivocado.

«Queremos voltar à normalidade o mais rápido possível», disse o presidente, que também tornou a falar em medo de «problemas sociais gravíssimos no Brasil».

«Se a pobreza continuar avançando, não sei onde poderemos parar.»

Enquanto isso, em audiência na Câmara, Marcelo Queiroga voltava a defender o distanciamento.

«Fiz agora um pronunciamento em companhia de [o presidente do Senado, Rodrigo] Pacheco e de Arthur Lira, no qual conclamei a população para, nessa época da Semana Santa, que é um feriado prolongado, para evitar aglomerações e festas. Não há o que se comemorar, nossa sociedade tão fragilizada. E [conclamei] a usar máscaras. Vamos começar desde já a adotar essas medidas tão importantes quanto as vacinas e as ações de assistência em saúde.»​

Apesar de defender medidas de prevenção, Queiroga tem feito um aceno ao presidente e se colocado contra medidas como lockdown, afirmando que a população não adere às restrições. Diz o mesmo para leis que obrigam o uso de máscaras.

«Precisa a população aderir a isso, não é com lei que vai resolver. Tem que ter campanhas de conscientização, e uma política emanada do Ministério da Saúde orientando que estados e municípios adotem a mesma prática, a fim de evitar que medidas extremas como lockdown sejam aplicáveis», disse. «A população não adere a lockdown.»

Folha de Sao Paulo


La oposición presenta un nuevo pedido de juicio político contra Bolsonaro

En medio de la crisis política y social que vive Brasil, con una seguidilla de salidas en el gobierno del presidente Jair Bolsonaro y un sistema de salud saturado por la pandemia de coronavirus, la oposición anunció que presentará un documento para abrir un juicio político. No es el primer pedido de juicio político presentado contra el presidente, que todavía tiene respaldo legislativo para no ser destituido.

Firmada por los senadores Randolfe Rodrigues y Jean Paul Prates, y por los diputados Alessandro Molon y Arlindo Chinaglia, la solicitud de impeachment denunciará a Bolsonaro por delitos de responsabilidad y por “amenaza a la democracia”, en relación a los cambios de mando del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas que tuvieron lugar en las últimas horas.

“Bolsonaro nunca tuvo compromiso con la democracia, no logra gobernar porque no tiene competencia, la oposición enfrenta a este gobierno que quiere implantar el miedo y la inseguridad, esta medida es para defender la democracia”, dijo el diputado Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda).

La propuesta de juicio político está respaldada por el PSOL, el Partido de los Trabajadores, la Red de Sustentabilidad y el Partido Socialista Brasileño. Sin embargo, se deba por descontado que tiene pocas chances de prosperar.

Según lo adelantado por el diario O Globo, los parlamentarios argumentarán que el presidente intenta, “de manera autoritaria”, apropiarse de las fuerzas militares y afirmarán que las modificaciones recientes están motivadas por “intereses personales”, por lo que representan una “amenaza” para las instituciones.

El documento de la oposición llega luego de que Bolsonaro relevara a la cúpula de las Fuerzas Armadas apenas un día después de destituir al titular de Defensa, en el marco de una amplia reforma ministerial decidida bajo críticas por su gestión de la pandemia de coronavirus. Ayer Brasil batió su récord diario de muertes al registrar casi 3800 fallecimientos y 84.494 nuevos casos, lo que elevó a 317.646 el total de fallecidos y a 12.658.109 el de contagios desde el inicio del brote.

El Ministerio de la Defensa no informó de los motivos de la decisión, sin precedentes en la historia de Brasil, ni el nombre de los nuevos jefes.

Los analistas estiman que el relevo está relacionado con el descontento de los tres comandantes con la destitución al frente de la cartera del general Fernando Azevedo e Silva, reticente a los intentos de Bolsonaro de politizar las Fuerzas Armadas.

El ya exministro dijo al anunciar su salida que durante su gestión logró preservar “las Fuerzas Armadas como instituciones de Estado”. Uno de los relevados, el general Pujol, dijo en noviembre que los militares “no quieren ser parte de la política” ni que “la política entre en los cuarteles”.

Recién llegado

El flamante ministro de Defensa estrenó ayer su cargo y entre sus primeras frases dijo que el golpe de estado que el 31 de marzo de 1964 instauró una dictadura militar debe ser “celebrado” como un “movimiento” que permitió “pacificar al país”.

Hace 57 años, en plena Guerra Fría, había “una amenaza real para la paz y la democracia”, alegó el general Walter Braga Netto, en un “Orden del día alusivo al 31 de marzo de 1964”.

“Las Fuerzas Armadas asumieron la responsabilidad de pacificar el país, enfrentando los desgastes de reorganizarlo y de garantizar las libertades democráticas que hoy gozamos”, agregó.

Para Braga Netto, “el movimiento de 1964 forma parte de la trayectoria histórica de Brasil” y “así deben entenderse y celebrarse los acontecimientos de aquel 31 de marzo”.

Bolsonaro, un excapitán del Ejército, trató de reflotar las celebraciones del golpe desde su llegada al poder en 2019. El golpe de 1964, que derrocó al presidente Joao Goulart, instauró un régimen que duró hasta 1985.

Según un informe de 2014 de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV, un organismo oficial), la dictadura fue responsable de 434 asesinatos y desapariciones y de cientos de detenciones arbitrarias y torturas. Ese balance no incluye las muertes de indígenas y campesinos resultantes de conflictos por la tierra.

A diferencia de sus vecinos, Brasil nunca juzgó a los agentes del Estado acusados de cometer crímenes durante las dictaduras de los años 70 y 80 en América Latina, invocando la Ley de Amnistía de 1979.

La Nación


Oposição protocola novo pedido de impeachment de Bolsonaro

Líderes da oposição e da Minoria na Câmara, no Senado e no Congresso protocolaram novo pedido de impeachment do presidente Jair Bolsonaro, nesta quarta-feira, 31. A atitude ocorre no momento de mais uma crise, que culminou com as demissões do ministro da Defesa Fernando Azevedo e dos três comandantes das Forças Armadas. Desde o início do mandato de Bolsonaro, em 2019, 74 pedidos de impedimento deram entrada na Câmara contra ele, a maioria depois do início da pandemia do coronavírus.

Segundo o líder da Minoria no Senado, Jean Paul Prates (PT-RN), Bolsonaro “percorreu todo o cardápio de condutas tipificadas na Lei de Responsabilidade”.

O pedido protocolado nesta quarta-feira destaca sete condutas diferentes. Cita, por exemplo, a “pretensão” do presidente de usar as Forças Armadas para a prática de abuso de poder, a aspiração de subverter a ordem política e social por meios violentos ou baseados em graves ameaças institucionais e a incitação dos militares à desobediência à lei ou infração à disciplina.

A ação também menciona como condutas inadmissíveis para o chefe do Executivo a provocação de animosidade entre as classes armadas contra as instituições civis, a ameaça à liberdade dos juízes e o conflito com gestores estaduais, além de intimidações, sob a advertência da possibilidade de decretação de estado de sítio.

Prates argumentou que as Forças Armadas servem para proteger o território, a população e a Constituição Federal. “O tempo dos templários acabou”, disse ele.

Para o líder da oposição no Senado, Randolfe Rodrigues (Rede-AP), a demissão de Fernando Azevedo do Ministério da Defesa “não foi mero ato aleatório”, uma vez que sua saída ocorreu diante da resistência às “intenções golpistas ou de subversão da ordem” de Bolsonaro. Randolfe observou ter plena confiança na lealdade das Forças Armadas e disse que o que interessa ao povo brasileiro é “vacina no braço e comida no prato”.

O líder da Minoria na Câmara, Marcelo Freixo (PSOL-RJ), parabenizou, por sua vez, os militares que não se submeteram a ímpeto autoritário. “Bom general sabe que não deve servir a mau capitão”, afirmou o deputado. “Quem tem ‘meu Exército’ é chefe de milícia, e não chefe de Estado”, disse.

Freixo fazia referência a recentes declarações de Bolsonaro. “O Meu Exército não vai para a rua para obrigar o povo a ficar em casa”, avisou o presidente, no último dia 8, ao protestar contra medidas de isolamento adotadas por governadores e prefeitos para conter o avanço da covid-19. A frase foi repetida pelo presidente em outras ocasiões.

Para o deputado Alessandro Molon (PSB-RJ), líder da oposição na Câmara, os partidos não vão aceitar passivamente um “novo golpe” se desenhar. “Vamos lutar para que o presidente seja afastado conforme pede a Constituição”, afirmou.

Molon lembrou o volume de pedidos que já foram protocolados e disse que “em algum momento o ‘copo d’água do Congresso’ vai transbordar”. O líder da Minoria no Congresso, Arlindo Chinaglia (PT-SP), engrossou o coro, mas advertiu que, para o pedido de impeachment prosperar, é preciso mobilização social.

Estadao


Mourão defende critério de antiguidade na escolha de novos comandantes das Forças Armadas

O vice-presidente Hamilton Mourão defendeu nesta quarta-feira (31) que o presidente Jair Bolsonaro considere o princípio da antiguidade na escolha dos novos comandantes do Exército, Marinha e Aeronáutica.

Na terça (30), os três comandantes foram demitidos. Eles pretendiam entregar os cargos em solidariedade ao então ministro da Defesa, Fernando Azevedo e Silva, demitido por Bolsonaro, mas o presidente se antecipou e determinou a saída deles.

Mourão afirmou que a saída Edson Pujol (Exército), Ilques Barbosa (Marinha) e Antônio Carlos Moretti Bermudez (Aeronáutica) foi “abrupta”, mas que é uma prerrogativa do presidente fazer as mudanças.

Esta é a primeira vez pelo menos desde 1985 que os comandantes das três Forças deixam o cargo ao mesmo tempo sem ser em período de troca de governo.

“Eu julgo que a escolha tem que ser feita dentro do princípio da antiguidade, até porque é uma substituição que não era prevista. Quando é uma substituição que é prevista, é distinto. Então se escolhe dentro da antiguidade e segue o baile”, disse Mourão.

A saída dos comandantes foi anunciada após Pujol, Barbosa e Bermudez se reunirem com o novo ministro da Defesa, Walter Braga Netto, que até então chefiava a Casa Civil da Presidência.

De acordo com Mourão, Braga Netto é um general “provado, testado” que foi responsável por missões como a intervenção federal na segurança pública do estado do Rio de Janeiro e, portanto, tem “pleno conhecimento e capacidade para substituir o ministro Fernando”.

G1


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