Uruguay | Dodecálogo de la política exterior de Lacalle Pou – Por Gabriel Mazzarovich
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Gabriel Mazzarovich *
El episodio de confrontación verbal entre Lacalle Pou, presidente de Uruguay y Alberto Fernández, presidente de Argentina, en la cumbre presidencial por los 30 años del MERCOSUR, tuvo un solo aspecto positivo: abrir el debate público sobre la política exterior del actual gobierno. Con el argumento de la “desideologización” y de una “restauración” de una “política de Estado”, en realidad se está instrumentado una política altamente ideologizada y de alineamiento absoluto con EEUU. Con el agravante de que EEUU cambió en medio del signo de gobierno, y más allá del mantenimiento de líneas troncales de su política imperial, la apuesta embelesada y apresurada a Donald Trump, dejó a Lacalle Pou, igual que a Jair Bolsonaro, con las ruedas para arriba.
Al participar hoy lunes de un debate sobre el tema en La Tertulia, del programa En Perspectiva del periodista Emiliano Cotelo, plantee 12 hechos de esa política, como recibí muchos pedidos para que los pusiera por escrito, una suerte de Dodecálogo de la política exterior de Lacalle Pou, aquí los resumo.
Es importante señalar que el debate es mucho más que MERCOSUR si o no, o flexibilización si o no, lo que debe discutirse es una política decidida por el Herrerismo, ni siquiera por el Partido Nacional, mucho menos por la coalición de derecha que respalda políticamente al gobierno, y muchísimo menos de Estado, porque ignora al Frente Amplio y al resto de la sociedad, salvo a algunas cámaras empresariales.
Se acusa al Frente Amplio y al movimiento popular de “ideologizar” la política exterior que debe ser guiada solamente por los “intereses nacionales”. Por supuesto que los planteos del FA y de la izquierda sobre política exterior son ideológicos, los de la derecha también, pero de signo contrario. El FA votó a favor del MERCOSUR hace 30 años cuando los presidentes eran Carlos Menem en Argentina, Collor de Mello en Brasil, el delincuente de Wasmosy en Paraguay y Lacalle padre en Uruguay. Así que de “sintonía ideológica” nada. Se trató de una visión estratégica, la de la integración latinoamericana, que viene de nuestra independencia, con Artigas, Bolívar y Martí, entre otros; que se nutrió de las iniciativas conjuntas de la década de los 80 para la democratización del continente, con un gran papel del Grupo Contadora, por ejemplo; que tiene profundas raíces en el presente y proyección hacia el futuro, en un mundo con grandes bloques comerciales, en el que Uruguay se juega mucho y es vital que participe de ese concierto mundial con la mayor integración económica, política y social posible en América Latina.
Habría mucho para decir sobre el MERCOSUR, las diferentes concepciones sobre él, sus fortalezas y debilidades, pero al menos hay que recordar que el MERCOSUR es nuestro segundo socio comercial, luego de China; que nuestras exportaciones hacia los países del MERCOSUR tienen un alto valor agregado y son productos industrializados, por lo que su impacto en el empleo es mayor; que un volumen muy importante de lo que circula en nuestros puertos tiene como origen o destino el MERCOSUR; que una parte importante de la Inversión Extranjera Directa que recibimos tiene origen en el MERCOSUR y que, a pesar del supuesto “corset” y el “lastre” que dijo Lacalle Pou, en los últimos 15 años Uruguay triplicó los países que son destino de sus exportaciones.
También que la inacción de Lacalle Pou y la desidia criminal de Bolsonaro, impidieron que el MERCOSUR tuviera una política común para enfrentar el impacto de la Pandemia, en todas sus dimensiones, sanitarias, económicas y sociales, incluida la compra de vacunas. En lugar de tener una iniciativa para actuar en común, presentar una idea, una al menos, apostamos a jugar solos, “colarnos” en la fila y abrirnos paso a “codazos”. Así nos está yendo.
12 hechos
A cuenta de análisis más largos y documentados, que ya han hecho otros compañeros y compañeras; los varios que han salido en las páginas de EL POPULAR o el del diputado Daniel Caggiani en estos últimos días en La Diaria, aquí va el Dodecálogo enunciado hoy en la radio.
1) Retirar a Uruguay de la UNASUR. 2) Incorporarse al Grupo de Lima, una creación impulsada por EEUU y dirigida por Perú, Colombia y Chile. 3) Reincorporarse al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, una rémora de la Guerra Fría que nunca sirvió para nada, salvo para respaldar dictaduras, golpes de Estado, subordinar a las fuerzas armadas de nuestros países al Pentágono y alinearlas a la nefasta doctrina de la Seguridad Nacional. 4) Votar al candidato de EEUU para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, candidato de Trump, por primera vez en la historia no es un latinoamericano. 5) Provocar la renuncia de Ernesto Talvi a la cancillería, justamente en medio de una cumbre del MERCOSUR. 6) Votar la reelección de Luis Almagro en la OEA. 7) Desarticular el grupo de Contacto Internacional que buscaba construir una salida pacífica en Venezuela, liderado por Enrique Iglesias. 8) Reunirse con Jair Bolsonaro, en medio de la peor crisis sanitaria, económica y social de Brasil, destacando los “amplios acuerdos” que tiene con él. 9) Reunirse con el presidente paraguayo, Abdo Benítez, que es el hijo del secretario privado de Stroessner y que propuso al Partido Colorado guaraní homenajear al dictador, unos días antes de que estallaran manifestaciones populares en Paraguay, contra el hambre, la corrupción y el desastre del manejo de la pandemia. 10) Reconocer al gobierno golpista de Añez en Bolivia, que hizo medidas espejo al de Lacalle Pou, salió de UNASUR, votó a Almagro, votó al candidato yanqui del BID e ingresó al Grupo de Lima, como si fuera un manual, y no ir a la asunción de Arce, que ganó las elecciones y restauró la democracia en Bolivia. 11) Enviar al canciller Bustillo a reunirse con Mike Pompeo, ex director de la CIA y canciller de Trump, pocos días antes que sus partidarios asaltaran el Capitolio y que Trump perdiera las elecciones. 12) Prestarse a un raid periodístico inédito en los medios de derecha argentinos para atacar las medidas del gobierno de Alberto Fernández con la pandemia y destacar “el gran éxito” de Uruguay y el ejemplo del presidente Lacalle Pou.
Hay mucho más, pero como muestra bastan 12 botones.