Las ventas en MLC y el círculo que hay que romper – Por Julio Carranza

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Por Julio Carranza

Hace un par de días escribí un breve comentario en Facebook sobre este importante tema que ahora amplío con argumentos adicionales, pero incluyendo y tratando de mantener la brevedad de la nota original, sin insistir en amplios argumentos, por demás ya expresados otras muchas veces.

Digo que desde el punto de vista económico no existe ninguna razón sostenible para no mantener bien abastecidas tiendas que se autofinancian, puesto que venden en MLC y a precios que dejan un margen notable de ingresos adicionales al estado para financiar otras prioridades.

No garantizar el flujo permanente de abastecimientos a esas tiendas es como “comerse el capital”, las colas en esos establecimientos ni son necesarias ni se justifican, obviamente en las tiendas en MN la situación es inevitablemente diferente debido a la actual situación de escasez que por las razones conocidas afecta hoy a Cuba.

Son dos circuitos comerciales a los que corresponden lógicas económicas diferentes, aunque la razón del primero sea fortalecer el segundo.

No debo dejar de señalar adicionalmente que las actuales tiendas MLC deberían ofertar los llamados productos de alta gama y no productos de primera necesidad.

Resultado de inmensas dificultades generadas por las agresiones y por decisiones que, en mi opinión, deben ser rectificadas, el circuito comercial de la economía se ha ido metiendo en una situación de estancamiento que se repite y refuerza cómo un círculo permanente.

Cómo se sabe, el ciclo de reaprovisionamiento de las tiendas en MLC es tortuoso y largo. A sus proveedores tradicionales se le deben millones de dólares, porque no se destina sistemáticamente y a tiempo una parte de sus ingresos a mantener el reabastecimiento, o sea a reponer el capital, fuente de nuevos ingresos.

Esto hace que los proveedores tienden a no entregar grandes cantidades a credito, porque ya es difícil hasta abrir una carta de crédito. Por lo general, dada las circunstancias entregan pequeñas cantidades de productos y no vuelven a surtir hasta que cobran. Los contratos son a pagar por transferencia bancaria de entre 150 a 180 dias sin mas garantías.

Hay casos donde las tiendas tratan de gestionar antes de que se acabe la mercancía, para acelerar el ciclo. Pero al no haber credito, es muy difícil completar la operación.

Los que financian a los proveedores externos no ceden. La mayoría ha tenido que refinanciar las deudas no pagadas y son reacios a otorgar créditos frescos al país. Algunos incluso se retiran del mercado cubano.

Por otra parte coincidimos varios economistas en que el sistema de obligar a depositar las divisas en tarjetas magnéticas hace que estas se vayan llenando poco a poco y se vayan gastando poco a poco, de manera que cuando se gasta lo poco que, muchas veces por prudencia, se depositó hay que rellenarlas y hacer nuevas colas para eso, en el banco y en la tiendas, lo cual demora y hace más engorroso aún el proceso. Curiosamente un producto al que se trató de aplicar lo de las tarjetas de depósito previo y finalmente se descartó es el combustible, hasta el momento está venta se realiza con mayor rapidez en comparación con las colas eternas de las tiendas.

Finalmente el tema de la prácticamente inconvertibilidad del CUP, es un tema muy complejo, pero habría que buscar alguna forma de darle entrada al mercado de divisas a los poseedores de CUP para que tengan algún acceso a ese circuito a través de un dólar más caro, el cómo viene funcionando el mercado negro de divisas puede ser un referente para eso. Esto además de hacer el proceso más inclusivo y aumentar los incentivos, puede ser también un factor de regulación para restablecer los equilibrios financieros.

Como se puede apreciar, en el contexto de presiones, bloqueo, agresiones e ineficiencia que ha vivido la economía nacional se ha ido creando una especie de empantanamiento financiero y comercial del cual es necesario salir con otras concepciones y alternativas, algunas de ella ya implementadas antes en los también muy difíciles años del período especial.

En economía si te comes el capital no hay futuro posible y en caso de que esto sucediera hay que reponerlo y mantenerlo rápido.

Es necesario salir de la situación de impagos y endeudamientos persistentes. No dejo de tener en cuenta las prioridades y la tremenda escasez de divisas, pero precisamente por eso hay que mantener el flujo financiero y comercial, de lo contrario sería “pan para hoy y miseria para mañana”. No se puede quedar atrapado en el corto plazo.

Por ejemplo, como plantea el economista Joaquin Benavides, una alternativa sería crear una financiera en Zona Franca del Mariel para que financie solo a los proveedores que venden en la tiendas en divisas. Para ello necesitarian garantia de que van a cobrar. Así surgió y se desarrollo el Banco Financiero Internacional incluso antes del Periodo especial, financiando importaciones para la economía y el turismo, garantizados los pagos por el Banco.

Las expectativas de un mejor escenario en las relaciones con EEUU y la probable superación de la pandemia a través de las vacunas, son una razón más para abrir estos espacios y superar las trabas existentes, pero insisto en que esa ruta es, en mi opinión, necesaria con bloqueo y sin bloqueo, con pandemia y sin pandemia, sin desconocer en lo más mínimos lo que estos significan. Es parte de la reforma integral en la cual es preciso avanzar. El ordenamiento monetario no puede quedar aislado.

El Estado como tal

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