El gobierno argentino expresa su «enérgico rechazo» a los ejercicios militares del Reino Unido en las Islas Malvinas
Argentina repudió los movimientos militares del Reino Unido en el Atlántico Sur
Por Eduardo Menegazzi
El Gobierno Nacional manifestó en un comunicado que emitió la Cancillería este miércoles un “enérgico rechazo” a la realización de ejercicios militares en las Islas Malvinas por parte del Reino Unido y afirmó que se trata de “un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales para reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores que comanda Felipe Solá informó que el Gobierno argentino “ha tomado conocimiento de que durante los últimos días el Reino Unido ha realizado, una vez más, ejercicios militares en las Islas Malvinas”. Según ese parte, en los movimientos participaron “soldados del Grenadiers Guards y del Scots Guards en conjunto con fuerzas de la Royal Navy de la Royal Air Force” y se consignó que forman parte del “despliegue militar de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores advirtió que la “persistencia del Reino Unido” en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur contraviene la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas, que insta a ambas partes a que se “abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación por ella recomendado”. En ese contexto, sostuvo que la presencia militar contradice también la resolución 41/11 de la Asamblea General, Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur, que “exhorta a los estados de todas las demás regiones, en especial a los estados militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar en dicha región”.
En otro de sus párrafos consideró que “la República Argentina, a través de la Cancillería y la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, rechaza en los términos más contundentes la realización de estas maniobras militares en territorio argentino ilegítimamente ocupado”. E insistió en que las maniobras constituyen “una injustificada demostración de fuerza” y un “deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales”. Esos llamamientos, remarcó el Ministerio, instan a la Argentina y al Reino Unido a “reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas”.
La Cancillería afirmó que la presencia militar británica en las islas “se contrapone categóricamente con la permanente voluntad” de Argentina de resolver la controversia “por medios pacíficos, de conformidad con el derecho internacional y las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”.
“El Gobierno argentino reafirma una vez más su soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes que forman parte integrante del territorio nacional de la República Argentina”, indicó en otra parte el extenso comunicado que se conoció en las primeras horas de la noche.
A fines de diciembre, sobre el filo de los plazos establecidos, el Reino Unido y la Unión Europea habían llegado a un acuerdo comercial para implementar el Brexit y en el arreglo hubo una buena noticia para el reclamo argentino porque en las nuevas reglas de juego acordadas con el bloque regional dejaron afuera a los territorios británicos de ultramar, entre ellos, las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur que están bajo disputa territorial.
De esta manera, el archipiélago perderá los beneficios comerciales, impositivos y aduaneros en el intercambio de los isleños con los países que integran el bloque comunitario, una medida que favorece a la posición del Estado argentino en el conflicto territorial que desató la Guerra en el Atlántico Sur en 1982 en plena dictadura militar. La exclusión de las Islas Malvinas había sido un planteo formal de la Cancillería argentina al alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, uno de los portavoces de las negociaciones del bloque regional con el Reino Unido. En esa gestión, el gobierno de Alberto Fernández reiteró su demanda histórica por la soberanía y volvió a citar las recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas que no son acatadas por Londres.
En el comunicado que ahora elaboró el ministerio de Solá se señaló: “Estando ilegítimamente ocupados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, son objeto de una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas mediante la resolución 2065 (XX) y posteriores de la Asamblea General así como de otras organizaciones y foros internacionales. El Gobierno argentino reitera que se trata de una controversia de soberanía que debe ser resuelta de manera bilateral entre ambos países”. El pasado domingo 3 de enero se cumplieron 188 años de la ocupación de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido.