Luz al final del túnel – Gestión, Perú
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
COVID-19. El último reporte del Ministerio de Salud en el día 297 de la pandemia revela que hay 960 nuevos contagios, 52 decesos y 5,449 pacientes hospitalizados por COVID-19, de los cuales, 1,305 se encuentran en UCI con ventilación mecánica.
Sin importar si se trata de un rebrote o de una segunda ola, una revisión a todo este periodo de emergencia muestra no solo que las cifras de contagio están en aumento, igual que la ocupación de camas UCI, sino que la toma de pruebas ha disminuido peligrosamente. En este momento se están tomando menos de 14,000 pruebas cuando en algún momento el número de pruebas llegó a 28,000.
Sin embargo, los peruanos pueden empezar a ver la luz al final el túnel, pues ayer el presidente Sagasti anunció la firma del acuerdo final con el laboratorio chino Sinopharm para la adquisición de 38 millones de dosis de su vacuna, y no solo eso, sino que el primer millón de este lote llegará antes que termine el mes de enero.
Además, se ha concretado el contrato de compraventa con AztraZeneca por otros 14 millones de vacunas, y aunque estas recién llegarían en setiembre, tener una fecha cierta es alentador. Se espera que las negociaciones que continúan con otros laboratorios puedan terminar también de manera positiva.
Esta buena noticia requiere que el Ministerio de Salud pise el acelerador para tener listo a tiempo todo el aparato logístico necesario para proceder con la vacunación (cadena de frío, equipos para vacunar y personal) y establecer de manera transparente y por adelantado quiénes serán los beneficiarios de este primer lote.
En más de una ocasión se ha insistido en que los primeros serían los trabajadores del sector salud, las fuerzas del orden y los adultos mayores. Sin embargo, es importante que el Gobierno informe cómo será el mecanismo de selección para que el resto de los peruanos puedan vacunarse: ¿por ciudades, por edades, por comorbilidades? ¿Qué criterio se tomará en cuenta? Mientras más transparente sea este proceso mayor seguridad habrá de que no se generarán filtraciones y, posteriormente, cuestionamientos.
La llegada de la vacuna, sin embargo, no debe ser motivo para relajar los protocolos sanitarios y el Gobierno debería evaluar si hasta que se inicie el proceso de vacunación se requieren de medidas adicionales de restricción.