Inserción internacional con rumbo – El País, Uruguay

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

En estos días se viene llevando adelante el Consejo del Mercado Común del Mercosur, que marca el cierre de la presidencia pro tempore de Uruguay y el paso a una nueva liderada por Argentina.

Las exposiciones de los jerarcas uruguayos han sido contundentes, marcando un nuevo rumbo para el bloque y para la política exterior de nuestro país en la que vale la pena detenerse.

El canciller Francisco Bustillo ya había marcado una posición clara respecto al acuerdo Unión Europea-Mercosur. Nuestro bloque regional se encuentra alineado y pronto para la firma y son los europeos los que vienen presentando reparos. La novedad fundamental sería que luego de meses de estancamiento y malas noticias, la insistencia por parte de la presidencia pro tempore uruguaya habría logrado avances significativos que podrían deparar avances sustanciales en los próximos meses.

Este acuerdo es fundamental para el Mercosur, ya que constituiría su primer éxito relevante en el cuarto de siglo que tiene de vida. Sería una gran oportunidad para nuestras exportaciones, así como un nuevo llamador para inversiones en momentos en que son muy necesarias.

El Uruguay debe ser un país abierto, no tiene otra opción. Nuestras características no nos permiten ni siquiera en el corto plazo apelar a las políticas proteccionistas que llevan adelante países más poblados como nuestros vecinos. Es importante señalar, de todas formas, que el proteccionismo siempre es negativo para todos los países y para la economía mundial en su conjunto a la larga. Nadie gana “protegiéndose” y los propios europeos saben que el costo económico de sus prácticas pega en sus tasas de crecimiento y empleo, y solo se explican por razones políticas.

También es importante lo que señaló el Canciller Bustillo sobre la indispensable flexibilización del Mercosur: «la flexibilidad debe ser la norma y no la excepción». Sobre este punto abundó: “Atrás quedó el tiempo de declaraciones y buenas intenciones. La demanda actual de nuestros ciudadanos es de logros concretos y mayor integración, de más oportunidades para nuestras empresas y trabajadores. Una región caminando hacia el mismo sentido».

La flexibilización del Mercosur es un elemento indispensable para que el bloque regional deje de ser la prisión en que se convirtió para nuestro país. Uruguay necesita realizar acuerdos comerciales que le permitan mejorar su apertura comercial. Los escasos acuerdos con que contamos son una pesada carga para el sector exportador y limitan severamente nuestra competitividad. Dentro del Mercosur conviven distintas tendencias hacia el libre comercio, pese al paso positivo de la unanimidad respecto al acuerdo con la Unión Europea.

La posibilidad de realizar acuerdos comerciales que le permitan a nuestro país tener una red de acuerdos acorde a sus verdaderas necesidades es un objetivo de primera magnitud y el gobierno nacional lo tiene presente, como lo demuestra su firme actitud dentro del Mercosur. Como expresa Bustillo, es hora de concreciones, ya no más de cumbres sin sentido ni logros para los países.

Si logramos concretar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, flexibilizar el bloque y modernizar sus instituciones, habremos dado un gran impulso para una mejor inserción internacional del Uruguay.
Sobre el trabajo de Uruguay en la presidencia pro tempore expresó el Canciller: «Trabajamos para un Mercosur más moderno y en constante actualización y presupuestalmente acorde a las circunstancias. Durante este semestre concentramos esfuerzos para modernizar y adecuar el Mercosur a las necesidades de sus estados parte y de las circunstancias críticas de sus economías. Es por eso que trabajamos en la incorporación de nuevas disciplinas y el perfeccionamiento de las existentes».

Sobre la necesidad de modernizar la institucionalidad del bloque también se pronunció Bustillo: «Hemos sentado las bases e iniciado el camino para una progresiva adecuación y transformación de la institucionalidad del Mercosur para que esta sea acorde a las capacidades contributivas de los socios del bloque buscando al mismo tiempo estructuras más ágiles, mejor conectadas y que permitan la utilización transversal de sus capacidades».

Si logramos concretar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, flexibilizar el bloque y modernizar sus instituciones habremos dado un gran impulso para una mejor inserción internacional del Uruguay. Para nuestro país el comercio internacional es oxígeno puro y lo necesitamos para lograr el crecimiento económico al que aspiramos para crear empleo y mejorar los ingresos de los uruguayos. Bienvenida la nueva posición en materia de política exterior que tiene el novel gobierno de nuestro país.

El País


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