Ecuador: gobierno y médicos enfrentados por el Código Penal

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La posible mala práctica médica tipificada en el Código Penal como homicidio culposo puso una vez más a los médicos fuera de su consulta. Esta vez el escenario de protestas fue el Hospital Oncológico Solón Espinosa Ayala (Solca) de Quito. La consulta externa en este centro especializado en cáncer arranca a las 8:00, pero los galenos decidieron concentrarse en el auditorio y no atender. Rosa Vivero, de 31 años,  viajó desde Ibarra a las 05:00 para su control de rutina, debido a un tumor en su pierna izquierda. Esperó al menos dos horas hasta que los médicos cambiaron de opinión, luego de que los directivos se reunieron con la ministra Carina Vance. Su próxima cita será el 5 de mayo. “Una cita no se puede perder”,  insistió antes de  retomar el viaje de regreso. Solo se enteró de la manifestación en el trayecto a la capital. En el carro escuchó que Solca iba a suspender el servicio, pero aun así llegó a Quito. Espinosa explicó que si continuaban con la protesta, el Gobierno retiraría la asignación presupuestaria para Solca, que solo en el primer semestre del 2013 fue de USD 7,9 millones.
Aunque el presidente de la Asociación de Médicos de Solca-Quito, César Bueno, reiteró que seguirán analizando las implicaciones de la ley.  En este hospital trabajan 252 doctores, entre especialistas, generales y los residentes. Vance, en cambio, mostró su desacuerdo a la interpretación que el gremio tiene sobre el inciso tercero del art. 146, que habla de la mala práctica. Según dijo están siendo influenciados con un fin político. El plan de contingencia de traer 750 médicos extranjeros, aseguró, que espera no se concrete, tras el anuncio de la renuncia masiva de los galenos.  Gloria Gilce, de 61 años,  llegó a las 8:00 a Solca. La idea era que los doctores la revisen, tal como estaba programado hace una semana. Pero al arribar a los consultorios médicos se enteró de la suspensión del servicio y  su cita fue reagendada para el 9 de febrero. Ella se fue sin el análisis del tumor maligno que tiene en su útero. Ninguno de los médicos que dejaron de atender quisieron dar declaraciones. En la misma ventanilla donde le cambiaron el turno a Gilce se  informó que más de 50 personas reprogramaron consultas. Pero ayer no solo se dejó de atender en consulta externa. María Antonieta Borja, de 54 años, tenía programada una cirugía de tiroides, desde hace un mes.   “Llegó el día, pero de pronto nos dicen para otro día”, explicó José Cabrera, su esposo. Cuando su médico tratante les manifestó que era necesaria la operación y los riesgos que esta implicaba, aceptaron firmar un documento que deslindaba de responsabilidades al doctor y al hospital ante cualquier eventualidad.

El especialista no trabaja los martes, por lo que acudirá  mañana para conocer la fecha de su nueva cirugía. Cabrera se lo veía preocupado pues su estado emocional es delicado y desgastante, debido a la espera. Los anuncios de que las actividades médicas en Solca se paralizarían comenzaron la semana pasada. El fin de semana, Bueno remitió un comunicado y allí se dijo, por ejemplo, que se atenderán solo a pacientes en proceso de tratamiento que estén bajo manejo exclusivo de tecnólogos y que no intervenga directamente el médico, como radioterapia en curso. Carmen Carrión, de 40 años, llegó a las 7:30 a Solca para ser atendida. Tenía permiso hasta el mediodía para acudir al doctor a su control periódico del cáncer de útero, después de que hace tres meses tuvo una cirugía. Pero cuando llegó se encontró con la sorpresa de que los médicos no estaban atendiendo. “Nos tuvieron de caja en caja”.  Junto a ella estaba sentada Sandra Obando y su suegra Delia Chuquitarco, quien tiene cáncer al estómago. Ayer tenía que ingresar para su onceava quimioterapia. “Si para le toca comenzar todo”, dice Obando con preocupación.

Protestas en otros sitios Ayer en la mañana los médicos del Hospital San Francisco del IESS, en el extremo norte de Quito, colgaron sus mandiles por unas horas. En tanto, en el  Hospital Público Enrique Garcés emitieron un comunicado en el que se solidarizaron con los médicos que anunciaron sus renuncias y acompañaron la  marcha de la tarde de ayer. Esta fue organizada por el personal del Carlos Andrade Marín del IESS (HCAM).  En esta marcha que se concentró en las afueras del Ministerio de Salud, en el norte, Alberto Narváez, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, anunció que el próximo 4 de febrero se realizará una protesta nacional. “Los médicos privados van hacer una protesta de brazos caídos, cerrando consultas por un día, tal vez nos toque atender dos días a la semana”. indicó Narváez. A las mismas horas que los galenos salieron a las calles, en los exteriores de Carondelet se concentraron los simpatizantes del partido oficialista Alianza País, para respaldar el Código Penal con banderas. En una tarima, el presidente Rafel Correa, recordó que no es la primera vez que las “mentiras sirven de base para tratar de desestabilizar al Gobierno y al país”. LOS DATOS 252 doctores entre tratantes, generales y residentes constaban en el distributivo de sueldos de 2013 en el núcleo de Solca Quito. 30,4 Millones  de dólares fueron los ingresos del Núcleo de Quito y sus cinco unidades oncológicos, de enero a junio del 2013. 7,9 millones  de dólares recibió el Núcleo de la capital, como asignación del gobierno, en el primer semestre del año pasado.

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