Carlos Mesa, candidato presidencial: “El MAS es un partido que no cree en la democracia”
Carlos Mesa: «El gobierno argentino tiene que entender que el proceso democrático boliviano es respetable»
Por Rubén Guillemi
El expresidente boliviano de centroizquierda Carlos Mesa (2003-2005) es básicamente un intelectual. No es un caudillo, y tampoco enciende multitudes con sus consignas. Pero en los comicios de octubre pasado logró aglutinar detrás de sí a la gran mayoría de los votantes que quiere poner fin a 14 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales . Hoy es el único candidato en condiciones de pasar a un ballottage el 10 de noviembre contra Luis Arce (MAS), que lidera las encuestas para las elecciones del próximo domingo en Bolivia .
En una entrevista con LA NACION vía Zoom desde La Paz, Mesa no se sorprendió de las últimas declaraciones de Arce, que afirmó que la única manera de sufrir una derrota será mediante el fraude. «Es increíble que el MAS se adelante y diga que habrá fraude si no tienen la victoria. Pero pertenecen a un partido que solo cree en la democracia cuando ganan ellos», dijo.
En este sentido, tras el enorme conflicto que se desató luego de las elecciones de octubre pasado que concluyeron con la renuncia de Evo, Mesa calificó de «crucial» el aval de los países de la región y la comunidad internacional a esta votación.
Y advirtió que el gobierno de Alberto Fernández debería dejar a un costado su cercanía ideológica con Evo y respetar «el proceso democrático boliviano».
-El MAS afirma que hay un fraude en marcha. ¿Cómo ve usted la organización de estos comicios?
-El actual Tribunal Supremo Electoral [TSE, uno de los cuatro poderes independientes en Bolivia] es creíble y presidido por personas con una trayectoria impecable. Es el día y la noche con el anterior TSE que llevó adelante el gigantesco fraude del año pasado. Mi perspectiva es que esta vez no habrá fraude. Por eso le anticipo que, gane o pierda, yo voy a reconocer el resultado. En cuanto al MAS, es lo que es, un partido que no cree en la democracia. Cuando gana las elecciones hace un gran alarde de democracia, pero ya es la tercera votación que ponen en duda porque los resultados pueden serles adversos.
-¿Ve el riesgo de conflicto si el MAS desconoce los resultados?
-No tengo ninguna razón para pensar que no habrá nuevos conflictos porque ya bloquearon el país durante dos semanas en plena pandemia por el desacuerdo en cuanto a días de diferencia por la fecha de votación. Pero lo crucial aquí será el rol de los países de la región y la comunidad internacional. Deben actuar rápidamente y garantizar que las elecciones hayan sido transparentes.
-La pandemia de coronavirus dejó al desnudo la grave situación del sistema de salud boliviano, con 139.000 casos y más de 8000 muertes en un país de 11 millones de habitantes. ¿Cuáles fueron los errores de la gestión del MAS en el área de Salud?
-La gestión populista de Evo estuvo vinculada a aquello que era de rápida gestión, como las canchitas de fútbol o la construcción de grandes industrias pesadas que son hoy elefantes abandonados. El MAS nunca entendió que la reducción de la pobreza pasaba no sólo por mejorar los ingresos sino también el acceso a la salud y a recursos básicos. Sacando Haití y Venezuela , por razones obvias, Bolivia sigue siendo el país con peores índices de salud en América Latina. La pobreza se redujo si solo medimos la cuestión del ingreso. Pero ese es un dato muy frágil, porque una crisis como la actual deja al desnudo las enormes carencias de la población.
-¿Cómo se sale de esta enorme crisis económica que deja la pandemia?
-La reactivación, tanto para Bolivia como para la Argentina y toda la región, pasa por dos objetivos: la recuperación del empleo y la inyección de liquidez. En el caso de una economía pequeña como la boliviana con un PBI de unos 45.000 millones de dólares, estamos necesitando unos 6000 millones de dólares. Pero afortunadamente aún tenemos un margen de endeudamiento razonable y capacidad de pago. Creo que ese es el camino.
-Bolivia tiene también un Estado enorme y paga gran cantidad de bonos. Se estima que este año el déficit fiscal trepará al 15% del PBI. Si llegara al gobierno, ¿habrá ajuste?
-La pregunta del millón es: en la búsqueda de una racionalización del Estado, ¿se pueden hacer despidos masivos en un momento como éste? Obviamente que no. Sería una contradicción. Lo que se puede hacer es agilizar el Estado mediante la digitalización, desburocratización y la meritocracia.
-El MAS divide a la sociedad entre buenos y malos, «pueblo» y «derecha neoliberal». ¿Cómo salir de esta concepción maniquea?
-Creo que precisamente tenemos más posibilidades de derrotar al MAS porque planteamos la reconciliación, el restañamiento de las heridas, y el reconocimiento de las diferencias. En este sentido creo que Evo Morales pudo ser [Nelson] Mandela y terminó siendo lo contrario. Hay que establecer un puente de carácter étnico y regional sobre la base de que no somos 36 ‘Bolivias’, sino 36 culturas, lenguas y cosmovisiones, pero un solo país.
-Teniendo en cuenta la estrecha relación entre Alberto Fernández y Evo¿tiene temor de que la Argentina no reconozca su gobierno si eventualmente usted triunfa en un ballottage?
-No creo. Estoy convencido de que la Argentina finalmente reconocerá el gobierno que gane la elección. Es una relación histórica entre dos pueblos que debe mantenerse inalterable teniendo en cuenta los afectos y los intereses comunes. Espero que Alberto Fernández entienda que el proceso democrático boliviano es tan respetable como el argentino.