Golpe en Bolivia | Congresistas de EEUU piden investigar a la OEA por informe electoral de 2019
Congresistas de EEUU piden investigar a la OEA por informe de elecciones en Bolivia el 2019
Por Miguel Gómez
Mediante una carta al secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, congresistas del Partido Demócrata le instaron a buscar mediante “recursos diplomáticos” la revisión de las declaraciones e informes de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los comicios de octubre de 2019 en Bolivia, y que se tomen “medidas correctivas” para que las futuras misiones electorales de esta entidad cumplan funciones de manera independiente e imparcial.
La misiva está fechada este martes 22 de septiembre, en Washington DC. “Estamos profundamente preocupados por la falta de rendición de cuentas y transparencia con respecto al papel de la OEA en las elecciones y la crisis política del año pasado en Bolivia. Como señaló recientemente el New York Times, las denuncias de fraude electoral de la OEA tras las elecciones de octubre de 2019 en Bolivia fueron ‘aprovechadas’ por los opositores políticos del presidente Evo Morales ‘para intensificar las protestas, obtener apoyo internacional y expulsar al señor Morales del poder con apoyo militar semanas después’”.
Los comicios del 20 de octubre del año pasado derivaron en conflictos y violencia por las denuncias de fraude tras la victoria de Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS), sin necesidad de un balotaje por la diferencia de más de 10 puntos porcentuales con su inmediato contrincante, Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), candidato que enarboló la tesis sobre las supuestas irregularidades en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Ello provocó la expansión de las protestas cívicas, que luego fueron alimentadas por un motín policial, la presión de las Fuerzas Armadas para la dimisión de Morales y el informe preliminar de la misión de la OEA que apoyó el discurso del fraude. Todo ello desembocó en la renuncia de Morales, el 10 de noviembre, y dos días después, en la polémica posesión de la entonces senadora opositora Jeanine Áñez, con aval del Tribunal Constitucional Plurinacional.
Pese a que su misión era solo convocar y garantizar nuevos comicios, el gobierno transitorio de Áñez se opuso a la realización de éstos bajo el alegato de que son un riesgo ante la pandemia del coronavirus. Asimismo, pese a que había prometido lo contrario, lanzó su candidatura en enero. Eso sí, dejó de lado esta intención el pasado jueves, ante la caída de su preferencia en las encuestas y, según dijo, para evitar la dispersión del voto en aras de que el MAS no vuelva al poder.
Al final, los comicios se llevarán a cabo el domingo 18 de octubre, y la OEA anunció que su misión estará nuevamente liderada por Manuel González, excanciller de Costa Rica, quien fue precisamente el que sembró dudas sobre la votación, el 21 de octubre, al expresar sus reparos sobre el cambio de tendencia en el conteo que daba el triunfo a Morales. Su futura presencia ha provocado la inquietud tanto del oficialismo como de la oposición.
“Dado que la OEA ha sido invitada a monitorear las próximas elecciones de Bolivia, programadas para el 6 de septiembre y pospuestas hasta el 18 de octubre, instamos a la administración (de Estados Unidos) a utilizar su voz en la OEA para abogar por una evaluación exhaustiva e independiente de las declaraciones e informes de la OEA sobre” los comicios de 2019 en Bolivia, continúa la carta de este martes de los congresistas estadounidenses.
“Como probablemente sepa, las autoridades de facto que tomaron el poder tras la renuncia forzada de Morales han promovido una agenda racista y anti-indígena y han desplegado al Ejército para reprimir violentamente las protestas, lo que resultó en la muerte y heridas de muchos civiles. El secretario general de la OEA, Luís Almagro, se apresuró a reconocer a la presidenta no electa, Jeanine Añez, y no se ha pronunciado sobre el deterioro de los derechos humanos y la persecución de los opositores políticos que tienen lugar bajo su gobierno”.
Los representantes del Partido Demócrata que firman el documento mencionan un estudio del diario The New York Times, de junio, que siembra dudas sobre la auditoría realizada por la OEA al proceso electoral boliviano, en coincidencia con otros análisis independientes de entidades internacionales que indican que la observación de la OEA sobre un “cambio inexplicable” en la tendencia del conteo tras los comicios de octubre, “se basan en un análisis estadístico aparentemente defectuoso”.
La carta remarca que en lugar de responder a esta y otras críticas, “el secretario general de la OEA, Luis Almagro, se ha involucrado en ataques ad hominem contra sus autores, así como en un ataque a los informes del New York Times, sugiriendo que es un proveedor de noticias falsas. La OEA también se ha negado a responder preguntas básicas de investigadores, medios de comunicación o miembros del Congreso sobre sus comunicados de prensa, los datos que utilizó o cómo llegó a sus conclusiones”.
Los congresistas estadounidenses recuerdan que en febrero, el gobierno de México recibió el respaldo de otros gobiernos para que Almagro autorice una revisión independiente de la auditoría de la OEA, a la par de una evaluación sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos en el mandato de Áñez que derivaron precisamente de las “afirmaciones erróneas” del organismo multilateral sobre los comicios bolivianos; un pedido que aún no obtuvo respuesta de Almagro.
“A la luz del hecho de que la OEA ha sido invitada a monitorear las próximas elecciones presidenciales de Bolivia, es particularmente preocupante que el secretario Almagro y sus colegas continúen evitando respuestas por las declaraciones y acciones que puedan haber contribuido a la erosión de la democracia y los derechos humanos en Bolivia. El Congreso de los Estados Unidos aporta con la mayor parte del presupuesto de la OEA. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de garantizar que los dólares de los contribuyentes estadounidenses se utilicen para respaldar organizaciones que funcionan de manera transparente y que defienden las normas democráticas en lugar de socavarlas”.
“La OEA está preparada para tomar una determinación sobre la libertad, la justicia y la integridad de las próximas elecciones en Bolivia, incluso cuando bajo el gobierno no electo de Áñez, varios opositores políticos de alto perfil, incluido el principal candidato presidencial Luis Arce (MAS), enfrentan cargos dudosos que incluyen corrupción, terrorismo y sedición. Los críticos del gobierno en los medios de comunicación y los líderes indígenas y sindicales también han sido detenidos y amenazados, mientras que se ha desplegado fuerza militar contra manifestantes no violentos”, subraya el documento.
“Dada esta preocupante situación, lo instamos (a Pompeo) a utilizar los recursos diplomáticos del Departamento de Estado para buscar de inmediato una revisión completa e independiente de las declaraciones e informes de la OEA sobre las elecciones de 2019 en Bolivia. Además, nuestro gobierno debe trabajar con otros miembros de la OEA para asegurar que se tomen medidas correctivas para asegurar que las futuras misiones de observación electoral de la OEA desempeñen sus funciones de manera independiente, imparcial y profesional”.
La carta lleva la firma de los congresistas demócratas Bernard Sanders, Jan Schakowsky, Henry C. Johnson y Deb Haaland, y la adscripción de otras dos docenas de colegas.
La CIDH completa misión que verificará, tras las elecciones de octubre, violación a los DDHH en Bolivia
Por Miguel Gómez
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) nombró a Magdalena Correa Henao como la quinta integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que llegará al país una semana después de las elecciones del 18 de octubre para indagar las denuncias de violaciones a los derechos humanos en el conflicto poselectoral de 2019.
“Felicito a la profesora Magdalena Correa Henao. Ella fue nombrada como quinto miembro del #GIEI de la @CIDH, creado para investigar las graves violaciones a los derechos humanos en #Bolivia y anunciado para instalarse en la semana siguiente a las elecciones en el país”, escribió en su cuenta de Twitter Paulo Abrao, exsecretario ejecutivo de la entidad que es parte de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Correa Henao es doctora en Derecho y experta en Derecho Constitucional Económico. Es asesora jurídica para temas constitucionales de entidades del Estado y organizaciones del tercer sector de Colombia. Actualmente es catedrática e investigadora universitaria, directora del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia.
El GIEI fue propuesto por la CIDH al gobierno transitorio de Jeanine Áñez como un “mecanismo de investigación, con garantías de autonomía e independencia, para asegurar el derecho a la verdad e identificar debidamente a los responsables de violaciones de los derechos humanos”. La firma del acuerdo para su creación, entre la canciller Karen Longaric, a nombre del Estado boliviano, y la CIDH fue el 23 de enero en Washington DC. Y se nombró a Julián Burger, Juan Méndez, Patricia Tappatá Valdez y Marlon Weichert como integrantes del GIEI.
La conformación de este grupo se dio tras la protestas del Gobierno boliviano sobre un primer informe de la CIDH que denunció “graves violaciones de los derechos humanos” y condenó las “masacres de Sacaba y Senkata”, ocurridas el 15 y el 19 de noviembre, respectivamente, en medio de operaciones conjuntas de las Fuerzas Armadas y la Policía, salvaguardadas por un decreto supremo de Áñez que garantizaba la “impunidad” de los uniformados.
Aparte, “personas entrevistadas por la delegación de la Comisión reportaron la participación directa en la violencia de grupos privados de diferente tamaño y con distintos niveles de armamento”, indicó el documento de la entidad internacional.
Luego, el gobierno de Áñez objetó la presencia de Tappatá y Méndez en la comisión investigadora por haber calificado los sucesos ocurridos en octubre y noviembre del año pasado en Bolivia como un “golpe de Estado”, y señaló que estas opiniones son un riesgo para la parcialidad del GIEI y muestran una “peligrosa tendencia política de ambos integrantes”.
Tras las elecciones de octubre de 2019, el discurso del fraude fue alimentado por un informe preliminar de la OEA, que fue el tiro de gracia para el entonces presidente Evo Morales, que renunció el 10 de noviembre, asfixiado por las protestas cívicas, un motín policial y la sugerencia de las Fuerzas Armadas para que presente su dimisión.
La alianza Juntos se disuelve y anula aspiraciones de más de 300 candidatos
La alianza Juntos resolvió, por unanimidad, disolverse y los partidos que eran parte de la ahora extinta fuerza política decidieron retirar a sus candidatos al Legislativo, según anticipó el alcalde de La Paz, Luis Revilla, y jefe de Soberanía y Libertad (SOL.Bo).
“Con la disolución de la Alianza ningún candidato va poder participar en el proceso electoral. No vamos a participar del proceso”, dijo.
Precisó que esta determinación no obedece a supuestas negociaciones que se tendría con otras organizaciones políticas que aún están en carrera electoral, por tanto dependerá de estas agrupaciones conformar un frente de unidad.
Además de SOL.Bo, en la alianza estaba Unidad Nacional (UN), el Movimiento Demócrata Social (Demócratas), la agrupación TODOS y UNIR y UD-A de Tarija, entre otras agrupaciones de alcance regional.
Más temprano el vocero de Juntos informó que la decisión de disolver la alianza fue unánime y asumida tras el anuncio de la presidenta Jeanine Áñez de declinar a su postulación.
Los exaliados enviaron una nota al Tribunal Supremo Electoral (TSE) para que sus postulaciones no sean tomadas en cuenta para los comicios del próximo 18 de octubre, lo que significa dejar sin efecto su registro.
Está previsto que hoy se formalice la decisión, mediante una carta notariada y se espera una respuesta pronta del Órgano Electoral para confirmar que Juntos queda disuelta y todas sus candidaturas fuera de carrera.
Choquehuanca descarta que exministros vuelvan al gobierno si el MAS retorna al poder
Por Carlos Corz
De volver al poder el MAS, los exministros que acompañaron al expresidente Evo Morales no volverán a ocupar esos cargos y se apostará, por el contrario, a la renovación para que jóvenes sean los protagonista en la nueva administración, aseguró el candidato a la vicepresidencia del MAS y excanciller David Choquehuanca.
“Los mismos campesino y fabriles nos dicen de que los exministros ya no tienen que volver a ser ministros, había prepotencia en algunos, según algunas organizaciones”, sostuvo sin mencionar el nombre de aquellas exautoridades cuestionadas.
De esa forma, la candidatura de Luis Arce y Choquehuanca apunta a distanciarse de lo que fue el gobierno de Morales, quien se encuentra asilado en Argentina, desde donde dirige la campaña de su partido, como jefe de campaña.
Arce y Choquehuanca formaron parte del gobierno de Morales. Fueron las personas que más tiempo estuvieron en el Ministerio de Economía y la Cancillería, respectivamente.
“Los exministros ya no tienen que ser ministros, vamos a dar oportunidad a los jóvenes, tiene que haber renovación”, insistió.
Del equipo ministerial de Morales, Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca, Javier Zavaleta y Héctor Arce se encuentran asilados desde noviembre en la residencia mexicana sin poder abandonar Bolivia porque no se les extiende el salvoconducto debido a procesos abiertos en su contra.
Antes que al MAS, Camacho apunta a bajar a Carlos Mesa
Por Erika Segales
Desde el tercer lugar en la preferencia, Creemos no apunta toda su artillería contra el Movimiento Al Socialismo (MAS), sino que emprende una estrategia para desplazar a Comunidad Ciudadana (CC) del segundo lugar. Analistas ven que esa estrategia podría facilitar el retorno del partido azul al poder.
Hace seis días, el bloque “anti-MAS” pasó de estar fraccionado de siete a seis candidaturas. La alianza Juntos decidió bajarse de la contienda electoral y convocó a la unidad para evitar que el MAS retorne al poder. Creemos, que cobró más protagonismo tras la salida de Juntos, descartó un diálogo con CC.
“El MAS y CC son parte de lo mismo. Es evidente que la propuesta de Carlos Mesa respeta enormemente todo el proyecto país que montó el masismo, no ofrece crítica, no ha planteado puntos de vista radicalmente distintos. Estas situaciones hacen que no sea posible en absoluto una alianza”, dijo en conferencia Centa Rek, candidata a primera senadora de Santa Cruz por Creemos.
Por su parte, Erik Morón, candidato de la misma alianza a la tercera senaduría cruceña, como suplente, señaló: “Creemos es la única garantía de que el MAS no vuelva a gobernar el país. Si no ganamos esta elección, Evo Morales vuelve al país. La única diferencia es que con el MAS vuelve en 24 horas y con Mesa, en 72”.
Morón enfatizó que antes de que se inscriban las alianzas se propuso un frente único y sólo Luis Fernando Camacho puso su candidatura en blanco. “Ellos mostraron que no querían ningún acuerdo. Hoy la alianza Creemos se consolida y tenemos la certeza de que no solamente vamos a ganar a Carlos Mesa, sino de que vamos a ganar la elección”, manifestó.
Al respecto, Ricardo Paz, coordinador nacional de la campaña de CC, indicó que Creemos repite la misma estrategia de los Demócratas de 2019, y afirmó que la alianza naranja no entrará en la polémica, para no debilitar el campo democrático.
“Ellos están repitiendo lo que hicieron los Demócratas con Óscar Ortiz el año pasado. Están jugando exactamente el mismo papel y han comenzado una tarea altamente deleznable que va a devenir con toda seguridad en una guerra sucia y acusaciones infundadas (…). Dejamos a la población que los juzgue y hacemos un llamado a la ciudadanía para que concentre su voto y evite el riesgo de retorno del MAS”, expresó Paz.
Por su parte, el candidato a diputado por la circunscripción 6 de La Paz por CC, Beto Astorga, recordó que Mesa es el único candidato que inició un proceso contra el MAS por el fraude electoral de 2019, y considera que la estrategia que emprende Creemos puede beneficiar al MAS.
“Vemos que se está reproduciendo la guerra sucia que ha existido contra CC, no vamos a responder a los insultos. Se tienen que dar cuenta que el enemigo no es CC. La ciudadanía va a depositar su voto en la única alternativa que puede derrotar al MAS”, sostuvo.
Para la socióloga Sonia Montaño, la estrategia a la que apunta la alianza que postula a Camacho puede captar un voto muy importante en Santa Cruz, pero subraya que puede favorecer al partido azul.
“La estrategia de Camacho va a contribuir a dividir el voto. Lo ideal era que se retire. Mesa va a terminar congregando una pérdida importante en Santa Cruz, lo que va a obligar a llevar en el mejor de los casos a una segunda vuelta”, señaló.
En la misma línea, el excanciller Ronald MacLean señaló que el mayor riesgo que se corre es el retorno del MAS al poder. “Cuánto me gustaría que Luis Fernando Camacho vaya adelante, pero no creo que logre pasar a Carlos Mesa, y va a dividir el voto en dos grupos. Creo que eso es un peligro que puede facilitar el retorno del MAS y de Evo Morales”, sostuvo.
Por su parte, el exalcalde Juan del Granado apuntó a que más allá de la dispersión del voto, los frentes anti-MAS no están siendo capaces de expresar las demandas y perspectivas de la mayoría de la población.
“La gran mayoría de los bolivianos están preocupadas por un eventual retorno del MAS a la estructura del poder, pero en mi criterio el problema no solamente está en que haya seis candidaturas, sino en que los frentes del bloque democrático no están siendo capaces de convocar, de entusiasmar a la mayoría del país que no quiere volver a los 14 años de Evo Morales, pero tampoco quiere retroceder 20 años atrás”, indicó.