Un paraíso bajo el microscopio – Por Trevor Brown, especial para NODAL
Un paraíso bajo el microscopio – Por Trevor Brown, especial para NODAL
Por Trevor Brown *
Jamaica, con sus décadas de subdesarrollo capitalista, se halla registrada como uno de los estados del Caribe y de América Latina con los mayores niveles de desigualdad entre las diferentes clases sociales. Esto, junto con un programa de ajuste estructural del FMI de casi dos décadas exacerbó aún más las desigualdades estructurales características de estos países.
Vale la pena decir que, aparte del período de socialismo democrático del régimen del PNP de Michael Manley, por él liderado entre 1972 y 1980, en que se realizó un deliberado esfuerzo por emprender reformas sociales apremiantemente necesarias y que fuera uno de los ‘detonantes’ de la ‘impía” alianza entre la burguesía local y la CIA como una nueva versión del derrocamiento de Allende’ en 1973, el status quo se mantiene firme en el lugar.
Altos niveles de desempleo, especialmente entre los jóvenes, mayores niveles de pauperización de los ‘trabajadores pobres’ tanto en las áreas rurales como en las urbanas, una tasa de homicidios similar a la de una zona en guerra que nos sitúa entre los 5 primeros países del mundo en el tema, una clase financiera capitalista (bancos, compañías de seguros, compañías de inversión, etc.) que rompe individual y anualmente el récord de sus propias compañías, en una economía cuyo crecimiento oscila entre el 1% y aún menos durante las últimas 2 décadas. Un país donde el 40% de sus habitantes vive en «tierras ocupadas» (por la fuerza social, pero sin ningún derecho legal). Una economía en la que el turismo y las remesas de los jamaiquinos que viven en el extranjero representan la mayor parte de nuestras ganancias en divisas,que vuelven a salir a través del pago de las importaciones de alimentos que ascienden a casi mil millones de dólares por año, mientras que nuestras ganancias por la exportación están entre unos miserables 200-250 millones de dólares al año.
La red de seguridad social que ofrece el gobierno a los más vulnerables de la sociedad es lamentablemente inadecuada para satisfacer sus necesidades, limitado como está por las restricciones de un programa del FMI, que terminó en el último trimestre del año pasado, pero tan enamorada está la actual administración JLP de la llamada ‘prudencia fiscal’ que les impuso ese gendarme del imperialismo, que le ha pedido que sigan ejerciendo un papel de vigilancia de la economía. La situación del crimen fuera de control con sus feminicidios ha llevado al gobierno a decretar los estados de emergencia (SOE) como su principal “herramienta de lucha contra el crimen” en la mayoría de las divisiones policiales de la isla, que ha conducido al abuso generalizado de una fuerza policial militarizada con exceso de trabajo y escasos recursos que trabaja aliada al ejército (Fuerza de Defensa de Jamaica), especialmente contra los desempleados y los jóvenes “solteros”, apenas mitigado por la persistente intervención de grupos de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos, especialmente los relacionados con los aspectos legales. La constitucionalidad del uso de los “estados de emergencia” por parte del JLP de centroderecha está siendo en parte cuestionada, pero sin embargo, es aceptada por grandes sectores de la población, visiblemente traumatizados por la situación de crisis general, pero aceptando el alivio temporal que les brinda el poder ir a desarrollar sus actividades diariamente.
La pandemia ha empeorado la situación anteriormente descripta y le otorga un crédito al gobierno al haber recurrido a la utilización de algunos de los fondos disponibles, aunque restringidos por una relación deuda / PBI del 94%, destinados a aliviar especialmente el cierre de nuestra economía en marzo. Se creó un Covid Disaster Relief Fund para ayudar a los más vulnerables de la sociedad y se amplió incluyendo a las personas cuyos negocios habían cerrado y aaquellas que hubieran perdido su única fuente de ingresos.
La profundidad de esta exacerbación del Covid-19 y la pauperización de nuestra población se puso claramente de manifiesto cuando, por ejemplo, el gobierno decidió realizar un pago único por aproximadamente 2 meses desde su implementación en abril, pero tuvo que cerrarse después de apenas 3 días cuando se estaban haciendo las inscripciones debido a la gran cantidad de personas que lo estaban solicitando. Es de notar que se habían establecido criterios muy claros que había que cumplir en línea y ser verificados antes de iniciarse la consideración de cada solicitud con el objeto de que se pudiera considerar si se trataba de una necesidad genuina y no simple oportunismo.
El turismo, que representa el 40% de los ingresos en divisas de Jamaica sumado a las industrias que le son directa e indirectamente vinculadas, desempeña un papel muy importante en la vida de unas 300 000 (trescientas mil) personas empleadas. De modo que fueron en particular las crecientes presiones de este sector las que llevaron al gobierno a realizar una apertura gradual de la economía, lo que a primera vista fue una “apuesta”, debido a que nuestro principal mercado turístico es América del Norte, epicentro de la pandemia mundial del Covid-19. El corolario de esta acción también fue que esta relajación de nuestros estándares de protección covid-19 tuvo que hacerse extensiva a otros importantes sectores de nuestra economía centrados en las personas.
Y así fue, que Jamaica, cuyo manejo general de la pandemia fue la admiración de la comunidad internacional, fue testigo de una tasa de infección y muerte que llevó a una trayectoria ascendente en que la mayoría de los nuevos casos de infección estuvieron relacionados directamente con los visitantes relacionados con el turismo.
Un ejemplo de esto es que en junio, previo a la apertura paulatina, el país tuvo una cantidad de 10 muertos y un recuento positivo de 650 infectados mientras que actualmente estamos registrando las siguientes cifras: 1732 infectados, 19 muertes, 29700 personas en cuarentena y una infección que se ha extendido a nivel nacional en todas nuestras 14 parroquias y ha afectado a todos los grupos demográficos de nuestra población de menos de 3 millones de habitantes.
Por lo tanto, el llamado de atención del Primer Ministro debe considerarse en el contexto de que las proyecciones para la economía son nefastas, en palabras del ministro de Finanzas, Nigel Clarke, de modo que podrían pasar varios años antes de que la economía vuelva a su posición original debido a los golpes provocados por el Covid-19 y a las limitaciones de los recursos financieros disponibles. En segundo lugar, nuestra capacidad de atención de la salud y la hospitalización se ve gravemente afectada por la falta de una adecuada cantidad de camas hospitalarias y de ventiladores y salvo la participación del equipo de Salud de Cuba que actualmente cuenta con 430 especialistas en salud, el número más alto en toda la historia de colaboración con nuestro país hermano, que incluye 141 de la brigada Henry Reeves internacionalmente reconocida que llegó en abril para tratar específicamente con Covid-19, y sin la que estaríamos en una situación significativamente peor. En tercer lugar, la creciente situación de desempleo sin un final claro a la vista y la situación delincuencial que hasta ahora no cuenta con la adopción de medidas significativas que puedan contenerla como parte del acuerdo con el opositor PNP en que las elecciones generales no se celebrarían con la coercitiva del Estado de Emergencia, la principal herramienta de «lucha contra el crimen» de la administración JLP.
Entonces, aunque las encuestas nacionales ubican con más de dos dígitos al JLP gobernante con relación al PNP ha sido un ‘frígido consuelo’ para el partido gobernante en relación a las perspectivas que le esperan, “la diferencia es, por lo tanto, una alerta de peligro”. Lo que también podría estar preocupando al primer ministro, es el hecho de que cuando logró llegar al gobierno con una victoria por mayoría de un escaño sobre el PNP para formar el gobierno en 2016, fue en contra de las elecciones nacionales que vieron luego a Portia Simpson liderar el partido con márgenes de encuesta similares. Es importante señalar también que, dado que el estado actual de los distritos electorales que asciende a 63 en total, el JLP tiene 7 distritos electorales marginales que necesita superar para asegurar un período consecutivo de 5 años mientras que, por otro lado, el PNP necesita 4 para formar el próximo gobierno. Una circunscripción se considera marginal si la victoria es inferior a 500 votos. Por último, existe una creciente preocupación de voces influyentes por el aplazamiento de las elecciones, dados los mayores niveles de riesgo para la salud que plantea la reunión de personas normal en el proceso de votación, que se complica aún más por la inexistencia del “voto por correo“, que no forma parte de nuestros acuerdos electorales. Esta preocupación se ve reforzada por un cinismo público igualitario que considera que todas las demás áreas de nuestra vida nacional relacionadas con la reunión de personas están siendo atacadas por las restricciones del gobierno COVID-19 que incluyen restricciones a iglesias, funerales, eventos relacionados con el entretenimiento, reuniones de todo tipo, etc. La respuesta del primer ministro es blanco de la burla entre nuestra gente “no se puede permitir que su institución colapse” … no se puede permitir que la democracia fracase debido al COVID mediante trucos de prometer vacunas gratuitas contra el COVID a todos los jamaiquinos poco después de recibir sus nominaciones el martes 18 de agosto.
Para el pueblo jamaiquino, es lamentable saber que no hay mucha diferencia entre ambos partidos, ya que el partido del período socialista democrático de Michael Manley está muy lejos del PNP actualmente existente. Ambos apoyan un enfoque neoliberal del desarrollo económico del país y han adoptado el programa del FMI. Esto fue magnificado por el estatus de “niño del cartel” que le fue otorgado por la principal portavoz del imperialismo Christianne Lagarde, jefa del FMI y el presidente Barak Obama, quien visitó nuestro amado país durante el período en que el PNP lideró el gobierno de centroizquierda.
La distinción más clara existente entre ambos partidos se encuentra en el área de las relaciones exteriores, ya que la postura del PNP es progresista y no alineada, lo que contrasta fuertemente con el JLP de centro derecha, internacionalmente conocido como un defensor pro-Trump y un “niño del coro” para cualquier tema que sea apoyado por el imperio, incluido el del estado paria de Israel. Sin embargo, lo que resulta interesante destacar es la posición del actual líder del PNP, el Dr. Peter Phillips, quien, junto con otros integrantes de la dirección, han estado impulsando una plataforma socialista democrática que contiene apoyo para el fortalecimiento de la clase trabajadora y de la clase baja.
Sin embargo, dentro de las alianzas multiclasistas que componen este partido, ha habido resistencia por parte de los intereses pro-capitalistas a la izquierda de las articuladas posiciones de centro.
La composición de ambas partes refleja los intereses de nuestra sociedad de una manera general, con diferencias de la clase dominante en un momento dado de la existencia de las partes. El JLP dejó en claro desde su formación que «están con Occidente» en palabras de su fundador, Alexander Bustamante, a pesar de tener una sólida base en la clase trabajadora. Es el partido en el que los grandes terratenientes y los de la clase capitalista encuentran comodidad y capacidad para ejercer su influencia sin mucha resistencia. Los elementos de la clase obrera se adecuan incorporándose desde el punto de vista de aportar los números necesarios para el apoyo electoral y cualquier otro tipo de acción de masas que se requiera de vez en cuando.
El PNP, por otro lado, si bien contiene elementos de la clase capitalista en sus filas, está sujeto a una fuerte alianza que incluye a las clases intelectuales y profesionales que normalmente proporcionan a la dirección el apoyo de la dirección sindical. Esta posición se remonta a la fundación del partido como socialista pero que en 1952 sintió la necesidad de purgarse de una dirección de izquierda marxista que representaba en ese momento la principal fuerza del partido entre la clase trabajadora. Curiosamente, el socialismo democrático de Michael Manley fue la expresión más profunda que ha hecho el partido hacia la expresión práctica de este concepto de organización más humano
El bipartidismo es necesario en áreas clave de la vida del país y contribuye a la reducción de la tensión política en una sociedad, donde la táctica de dividir y vencer de nuestros antiguos amos británico-coloniales ha conspirado para retrasar las posibilidades de lo que nuestro amado país pudiera ser.
Traducción Susana Merino
* Especialista en comunicación