Argentina | Desaparición de Facundo Castro: investigarán allanamiento ilegal y tortura policial

648

A diferencia de los policías de Villarino, que borraron la mayoría de las comunicaciones de sus teléfonos, la ex novia de Facundo Astudillo Castro lo puso a disposición de manera espontánea; no ahora que la desaparición forzada del joven está en los medios y en la justicia federal sino apenas comenzó la investigación, hace más de cien días. Daiana González y Cristina Castro no tenían la mejor de las relaciones, sin embargo la familia dijo que su actitud fue de permanente colaboración en la búsqueda de su ex pareja, aportando su teléfono sin modificar su contenido y prestando declaración en varias oportunidades. En el escrito con que rechazó la detención de los policías de Villarino que estuvieron con Facundo el día que desapareció, 30 de abril, el fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez admitió que «la ex novia del joven desaparecido sufrió apremios ilegales por parte de policías bonaerenses», y emitió una denuncia para que el hecho sea investigado por la justicia provincial.

Martínez remitió actuaciones a la justicia provincial; recayeron en el fiscal Marcelo Romero Jardín, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°8 bahiense, y en Leila Scavarda, de la UFI N°12, que tiene jurisdicción en Villarino, Punta Alta, Saavedra, Tornquist y Puán.

«Así descuartizan el expediente con una causa por aquí otra por allá, cuando en realidad esos episodios forman parte de la asociación ilícita para encubrir el crimen que estamos denunciando. Una vez más lo que hace el fiscal es una trampa, abrir una causa paralela sólo debilita la investigación principal para saber dónde está y qué le pasó a Facundo», dijo el abogado Leandro Aparicio a Página12. Esto sucedió durante la primera etapa del caso, cuando se investigaba una «averiguación de paradero» por parte del fiscal Dimas García y otros que fueron pasando, cuando los oficiales de la Bonaerenses amenazaron a la ex novia de Astudillo Castro, Daiana González, y a su hermano para forzar la confesión de algún delito que no habían cometido, además con el allanamiento ilegal de su casa en Bahía Blanca.

Ni aún así pudieron obtener nada en su afán de fabricar la tan mentada «otra hipótesis» basada en la ausencia de Facundo como producto de un problema con su ex pareja y su entorno. Incluso van más allá porque hablan de «narco». «Acá los narcos están en otro lado, el eventual consumo de una o dos personas no tiene nada que ver con lo que pretendieron instalar», había dicho Aparicio en plaza Rivadavia la semana pasada, cuando un medio local volvió a la carga con esa «versión».

«El 15 de junio los policías Grilloni y Dumrauf concurren a Bahía Blanca a presionar a la ex novia de Facundo y a sus hermanos, hostigándolos a que reconozcan la existencia de algún crimen para con Facundo», reza el escrito de la querella particular al describir las fases del encubrimiento, y remite a la foja 146 del expediente.

Así como la jueza federal María Gabriela Marrón al leer los diálogos publicados ayer por este diario interpretó que los policías implicados estaban «nerviosos» porque los medios empezaban a dar sus nombres, el fiscal entendió que los policías Grilloni y Dumrauf se mandaron a Bahía Blanca y destruyeron la vivienda de Daiana «en su afán por encontrar al desaparecido». Escribió el fiscal Santiago Ulpiano Martínez, cuya segunda recusación será analizada en una audiencia por Zoom mañana con la jueza federal María Gabriela Marrón, que «un hermano incluso ‘accedió’ -bajo una evidente coacción por parte de los agentes- a que ingresaran en su domicilio y registraran el inmueble en su búsqueda. Tal proceder se condijo más con la voluntad de hallarlo, antes que con la intención de ocultar su desaparición forzada. Al menos eso es lo que surge a primera vista». Al otro hermano de Daiana lo llevaron hasta Villarino, lo tuvieron esperando una hora en la comisaría y luego lo llevaron a una habitación en la cual lo «apretaron», dicho en términos legales, sufrió «apremios ilegales».

Las declaraciones testimoniales de Daiana González y sus hermanos de la chica evidencian algo muy diferente. La joven dio testimonio por última vez el 21 de julio, y ratificó que fue presionada por los policías Dumrauf y Grillón para incriminarla en el crimen. «La chica no tiene nada que ver con la desaparición, y una vez más La Brújula está difundiendo material privado de ella para ensuciarla en este mismo momento», había dicho el abogado Aparicio ese día de la declaración, tal como publicó Página12 .

«El hostigamiento narrado por los testigos, claramente delictivo, que dio lugar al pertinente requerimiento de instrucción y por el cual -en su caso- habrán de responder penalmente los numerarios, pareció más bien un accionar tendiente a despejar el manto de sospecha con el que fueron cubiertos a raíz de la desaparición de Facundo», se expresó en el comunicado de la fiscalía federal. Es decir, para Martínez los uniformados torturaron a Daiana y sus hermanos para despejar las dudas sobre su participación en el hecho y hallar a Kufa, como le decían a Facundo. «Claramente expresó la ex novia que la pregunta insistente que le hacían era sobre el paradero de Astudillo; las presiones y vejámenes a las que fue sometida –junto con su hermano–, se orientaban más bien a encontrarlo. En todo caso coincidió en lo que expresó la querella respecto de que le exigían ‘que reconozcan la existencia de algún crimen para con Facundo’, pero en el sentido de si ellos -los testigos- le habían hecho algo, o si sabían qué le podría haber pasado», dijo el cuestionado fiscal. «Hay que ser retorcidos, éste es el nivel de perversión que estamos enfrentando, dan vuelta hasta lo más evidente», dijo Cristina Castro.

El informe de la Policía Federal sobre lo que pudieron rescatar de los teléfonos transcribe cada uno de los diálogos en orden cronológico y entre uno y otro aparece todo el tiempo frases como «envía link que fue borrado» o «envía audio e imagen a las que no se puede acceder porque fueron borradas». La justicia determinará si alguno de ellos los incrimina, pero es evidente que lo que eliminaron son pruebas y al menos podría haberlos convocado para que expliquen qué es lo que falta y por qué destruyeron casi la totalidad de los mensajes entre ellos y sus jefes. La actitud de la ex novia de Facundo estuvo en las antípodas desde el minuto cero del caso, y aún así padeció el hostigamiento de la Bonaerense que, para la familia Castro buscó incriminarla y para el fiscal Martínez fue una «sobreactuación en la honesta búsqueda».

Página 12

Más notas sobre el tema