Presidente español: «muy pronto los colombianos no necesitarán visa para entrar a España»
El pasado mes de agosto interrumpí mis vacaciones para llamar al presidente Santos el día de su cumpleaños y anunciarle que había llegado el momento de que España pidiera a la Comisión Europea y a los demás estados del espacio Schengen que se les retirara a Colombia y a Perú la exigencia de visado.
En vísperas de la visita del presidente Santos a España, tengo la satisfacción de recibirle con la misión cumplida. Los españoles hemos saldado una deuda pendiente con los colombianos. Nunca nos gustó ese visado para los nacionales de un país tan amigo y tan entrañable para todos los españoles, sin duda uno de los más estrechos aliados de España en el mundo.
El acuerdo político alcanzado con los demás estados miembros de la Unión Europea para retirar próximamente el visado a los colombianos ha sido fruto de una intensa y larga ofensiva diplomática de España en las instituciones de la UE y en todas las capitales de los estados miembros.
Mi gobierno y todos los embajadores de España hemos explicado con convicción y eficacia la nueva realidad de Colombia y de Perú. Quiero destacar que ha sido un esfuerzo multipartidista, de España en su conjunto, unida.
Solo queda la confirmación por el pleno del Parlamento Europeo de lo que ya ha aprobado casi por unanimidad en su Comisión de Libertades Públicas, así como el preceptivo informe técnico de apoyo de la Comisión Europea, que se ha de tramitar con la mayor diligencia.
Hemos demostrado que con una causa justa, buenos argumentos y determinación, hasta las iniciativas que parecen más difíciles se convierten en realidad. La política exterior debe ser valiente y no limitarse al éxito asegurado.
Hemos conseguido juntos que no se discrimine a Colombia y a Perú en la Unión Europea.
No podíamos permitir que fueran los únicos países a los que se les seguía exigiendo visado, no obstante tener un tratado de libre comercio en vigor con la Unión Europea. Se impide así que los visados frenen lo que el libre comercio fomenta: una mayor relación a todos los niveles, incluyendo la movilidad de talentos y de pequeñas y medianas empresas.
Como recalqué en Bruselas al término del último Consejo Europeo, se trata también de un reconocimiento expreso a los aproximadamente 400.000 colombianos que viven en España. Su contribución a nuestro desarrollo y su integración en nuestra sociedad es una realidad que vivimos todos los días. Me limitaré a dar una cifra que habla por sí misma: solo desde el año 2000 hemos concedido la nacionalidad española a 170.000 colombianos. La crisis no ha frenado este proceso.
Quiero subrayar y agradecer el compromiso de los colombianos en España con nuestras causas comunes. Me refiero en particular a los miles de colombianos que vienen participando en las ‘operaciones de mantenimiento de la paz’ de nuestras Fuerzas Armadas, muchos de los cuales han dado su vida por los valores que nos unen. La última fallecida en combate, en Afganistán, es Niyireht Pineda Marín, oriunda del Tolima. Su alteza real el príncipe de Asturias le impuso la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo, una distinción excepcional al sacrificio y al valor. A sus familias les envío el cariño y el recuerdo de todos los españoles.
Aliados en el mundo
Sobre la base de tantos vínculos, Colombia y España somos aliados no solo en América Latina sino también en el mundo. Desde España observamos con satisfacción cómo Colombia se convierte en la confirmación de la emergencia de las potencias medianas en el siglo XXI. Colombia ya es un actor global en la escena internacional. Ampliando su agenda más allá de los derechos humanos y del narcotráfico, Colombia está aportando mucho en temas como educación, ciencia y tecnología, energía o cambio climático, entre otros.
España siempre apoyará a Colombia, también en sus nuevos ámbitos de proyección, como lo ha venido haciendo, por ejemplo, para su próximo ingreso en la Ocde, el club de buenas prácticas económicas y gubernamentales.
Colombia también ayuda a España, en particular en el seno de la Alianza del Pacífico, aprovechando su presidencia pro témpore. En la cumbre de Cali, mi segunda visita a Colombia en dos años consecutivos, enfaticé en el deseo de España de ser un Estado observador activo y solidario.
Con la Alianza del Pacífico, España refuerza su apuesta latinoamericana por la apertura comercial y la seguridad jurídica y al mismo tiempo vuelve a una realidad que nunca le ha sido ajena. No en vano, el comercio global nace en el siglo XVI con la ruta marítima del marino vasco Urdaneta y el galeón de Manila, que hicieron posibles los intercambios estables entre América y Asia y la triangulación con Europa.
Esa primera globalización supuso una apertura del mundo que hoy nuestras sociedades y empresas han sabido convertir en un valor añadido que nos enriquece a todos y estrecha aún más nuestros vínculos. En esta relación de doble vía, cabe subrayar que las firmas españolas son hoy cada vez más latinoamericanas, y algunas también de la zona de Asia-Pacífico.
Superar la adversidad del conflicto
Termino con Guillermo Cano Isaza, otro gran héroe de la libertad en un país repleto de ellos (Luis Carlos Galán, Álvaro Gómez, el brigadier general de la Policía Antinarcóticos, Jaime Ramírez, etc.).
Guía y maestro de toda una generación de periodistas por su coraje y valentía, el Premio Mundial de la Libertad de Prensa de la Unesco lleva su nombre. En el último editorial que le dejaron escribir, vaticinó, el 17 de diciembre de 1986:
“Así como hay fenómenos que compulsan el desaliento y la desesperanza, no vacilo un instante en señalar que el talante colombiano será capaz de avanzar hacia una sociedad más igualitaria, más justa, más honesta y más próspera”.
Como Guillermo Cano Isaza, quiero resaltar la capacidad de los colombianos y de sus últimos gobiernos de progresar y superar la adversidad del conflicto con determinación, esfuerzo, perseverancia y sacrificio, sin perder nunca la esperanza y el anhelo de paz.
Como Presidente del Gobierno de España, no vacilo un instante en apoyar a Colombia, empezando con hechos concretos que benefician directamente a los ciudadanos: muy pronto los colombianos ya no necesitarán visado para entrar en la mayor zona de libre circulación del mundo. Se lo merecen: era una cuestión de justicia.
MARIANO RAJOY BREY
Presidente del Gobierno de España
Especial para EL TIEMPO
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