Tecnologías de apoyo y el acceso a la Educación Superior – Por Nahuel Gonzalez

Manos de diferentes colores se acercan al centro y cubren todo el recuadro visual.
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Por Nahuel Gonzalez *

Vivimos en un mundo globalizado, y en el contexto de una pandemia de características únicas, la desigualdad se ha hecho cada vez más evidente. En estos años, Latinoamérica ha transitado caminos sinuosos de políticas neoliberales que no han hecho otra cosa que cercenar derechos. Estas políticas han sido combatidas por propuestas populares que buscan reivindicar la empatía, la solidaridad y la equiparación de oportunidades para todos y todas.

El desarrollo de una persona puede verse limitado o favorecido por las oportunidades que tenga a lo largo de su vida. Estas oportunidades se encuentran vinculadas con el acceso a la educación, a la salud, al ocio, a la cultura, al trabajo, es decir, áreas transversales de la vida, las cuales pueden asociarse con el pleno ejercicio de derechos. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, propone que la discapacidad es un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.

En la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa, las políticas públicas deben diseñarse contemplando las necesidades de la sociedad sin caer en un mero determinismo, en el cual la tecnología surge como respuesta a todas las preguntas, en este camino resulta necesario abrir la “caja negra” y preguntarse: ¿por qué utilizamos ciertas tecnologías y no otras?, ¿por qué las grandes multinacionales buscan “facilitar” el acceso a la educación?, ¿por qué los programas de acceso digital contemplan como una cuestión complementaria al colectivo de personas con discapacidad?Y en ese sentido, ¿qué barreras encuentran los usuarios y otros actores para utilizar los diferentes recursos tecnológicos?

En una época donde se intenta trasladar, la presencialidad de las aulas a un nuevoterritorio, se busca hacer frente a las exigencias institucionales, y a los mecanismos de  exclusión quemuchas veces son ejercidos bajo el imperativo tecnológico, de forma que podamos reflexionar sobre nuestras prácticasy repensar la tecnología como un medio equiparador de oportunidades. La pandemia ha visibilizado cuestiones que probablemente ya sabíamos, no es posible entender la educación en línea como el traslado de la presencialidad, no es posible realizar las mismas prácticas, presentaciones y ejerciciosen forma acrítica, sin reflexión de por medio, realizando extensas clases por videoconferencia frente a un público silenciado por nuevos mecanismos de exclusión (González, 2019).

¿Acaso los MOOC, el video-streaming o los tutoriales garantizan o democratizan, por si mismos, elacceso a la educación?

En general, al pensar, diseñar y elaborar recursos digitales en la actualidad, nos encontramos con prácticas que consideran a los destinatarios en forma homogénea, como si no existiese diversidad en cada uno de nosotros y nosotras. Al mediar nuestras actividades con la tecnología encontramos diferentes barreras que se dan por la interacción con plataformas, equipos y contenidos.  El acceso a la educación se ve mediado por las rampas digitales, es decir, programas que permiten derribar las barreras de acceso, como así también por tecnologías de apoyo específicas, las cuales buscan favorecer la interacción entre el usuario y los recursos digitales.

A nivel institucional o gubernamental, muchas veces se intenta “imitar” o “replicar”experiencias “exitosas” desarrolladas en otras latitudes. Al pensar enreaplicar estas propuestas, debemos pensar en forma estratégica en el otorgamiento de un nuevosentido a las tecnologías implementadas, readecuadas en función del conocimiento previo, elterritorio, la población, sus necesidades, tensiones e intereses, bajo una mirada crítica y una concepción socio-técnica (Juarez et alli, 2017).

Por un lado, encontramos en este camino, estrategias donde se imponen aplicaciones con licencias privativas/educativas que los gobiernos pagan en desmedro de los intereses de la sociedad o recursos de “acceso gratuito” garantizado por grandes multinacionales donde nuestros datos se convierten en mercancía, sin embargo, existe también otro camino.

Una mirada estratégica “desde el sur”,  posibilita el desarrollo de plataformas, recursos, rampas digitales y otros apoyos que atiendan a las necesidades de la sociedad y del colectivo de personas con discapacidad en particular, y se apoyen para su desarrollo en la co-creación y el software libre, posibilitando su auditoría, mejora, reutilización y ajustes en funciones de necesidades específicas y puntuales.

* Ingeniero en Electrónica egresado de la Universidad Tecnológica Nacional. Docente universitario e investigador en tecnologías para la inclusión.  En los últimos años se ha especializado en Autismo y los TEA, trabajando en forma interdisciplinaria con equipos de diferentes instituciones. Es especialista en Educación y Nuevas Tecnologías (FLACSO) y actualmente se encuentra finalizando la maestría en Ciencia, Tecnología y Sociedad (Universidad Nacional de Quilmes).


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