FMI aprueba préstamo de 594 millones de dólares para Guatemala

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FMI aprueba préstamo por US$594 millones; Ministro se pronuncia y economistas cuestionan

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un préstamo por US$594 millones para Guatemala, destinados para paliar los efectos de la pandemia del COVID-19, sin embargo, economistas cuestionaron que se den más prestamos con la poca capacidad de ejecución que hay en la actualidad y el destino de los mismos.

Mientras que el ministro de Finanzas, Álvaro González Ricci, explicó que dichos recursos son un instrumento de préstamo que ofrece el FMI para apoyar a los países que están afrontando los efectos que ha causado la pandemia del COVID-19.

González Ricci también explicó se trata de un préstamo por US$594 millones (unos Q4 mil 500 millones, considerando el tipo de cambio del Banco de Guatemala), y que tendrá una tasa de interés del 1.5% “para un plazo de 5 años y con 3 años de gracia”.

“Será utilizado para apoyar el Presupuesto General de la Nación para gasto social, bienes y servicios, compensando la caída de la recaudación tributaria”, dijo González Ricci.

Respecto para qué se quiere más dinero si no se ha logrado ejecutar lo suficiente o que la deuda sigue aumentando, González Ricci respondió que los Q13 mil millones de ampliación que aprobaron para hacer frente al COVID-19 se van a ejecutar, aunque se haya comenzado semanas tarde debido a temas de plataformas tecnológicas.

En tal sentido, el ministro dijo que en tres meses se tendrá “una ejecución altísima” y puso como ejemplo el tema del Bono Familia, donde casi se han ejecutado Q1 mil millones, por lo que indicó que la ejecución con y sin COVID-19 son dos cosas distintas.

“Esta deuda (con el FMI) no es más deuda para ahorita, yo te diría que este préstamo lo estamos viendo nosotros, diría que, en condiciones normales, para financiar el presupuesto del otro año, no es que nos estemos endeudando ahorita porque nos falte dinero, en Finanzas tenemos el 100 por ciento de la disponibilidad en todos los recursos que se van a utilizar para el COVID”, dijo.

Ricci dijo que esto es parte del ejercicio para el presupuesto del próximo año, además de que estos recursos podrán ser utilizados en dado caso la pandemia se extienda más tiempo, lo que por ende llevaría a los programas sociales que se han implementado.

BARRIENTOS: LENTITUD EN EJECUCÍÓN

Ricardo Barrientos, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), señaló que si bien el préstamo es positivo para paliar los efectos de la crisis del COVID-19, en Guatemala hay un problema de capacidad para ejecutar rápidamente los recursos.

“Eso hace que surja la crítica, si con la plata que tienen están teniendo dificultad para ejecutar, ¿qué va a pasar con casi 600 millones de dólares adicionales? Entonces, claramente tenemos un problema de ejecución”, dijo Barrientos.

Por otro lado, Barrientos mencionó que existe otro problema, que es el tema de la corrupción, como ya se ha visto en el Ministerio de Salud Pública durante el tiempo de la crisis, donde se hicieron cambios en varios viceministros.

“Desde estas perspectivas, capacidad de ejecución, corrupción y lentitud surge la crítica, si ya con lo que les aprobó el Congreso se tardaron más de un mes entre la aprobación y la carga en el Presupuesto, ¿para qué más plata?”, dijo.

Aunque Barrientos aseguró que al ver las necesidades actuales debido a la pandemia se necesita eso y más, pero que el problema radica en la capacidad de ejecución del gobierno.

COYOY: FONDOS DEL FMI NO SON PARA GASTO PÚBLICO

Por su parte Erick Coyoy del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Rafael Landívar, señaló que los fondos que destina el FMI no están destinados para gasto público, asegurando que los $594 millones deben ser destinado al Banco de Guatemala en caso de que haya una escasez de divisas.

Coyoy también explicó que estos fondos que el FMI no son para gastos de funcionamiento del gobierno, sino para que el banco central, en caso haya una escasez de divisas en el país si la crisis de agudiza, este cuentea con una reserva de divisas para cumplir con compromisos del país.

Además, mencionó que el FMI no existe para prestar a los gobiernos, ya que no es algo que sea parte de sus funciones, pero señaló que esto puede deberse a que sea algo que están evaluando debido a las crisis en la que han caído muchos gobiernos, como el caso del gobierno de El Salvador.

“Realmente el gobierno (de Guatemala) debiera evitar usar recursos del Fondo Monetario Internacional para este propósito (gasto social) primero, porque no fueron creados para eso y segundo, porque el presupuesto público ya fue aumentado casi un 20 por ciento y realmente no habría justificación para aumentarlo en gastos regulares”, dio Coyoy.

Por lo anterior, Coyoy dijo que el gobierno debería cumplir su parte en suprimir gastos innecesarios, asegurando que esto aún no se ha cumplido, pese a que el presidente Alejandro Giammattei lo había mencionado.

La Hora


Préstamo del FMI se podría usar en salarios, gasto social, bienes y servicios, según el Minfin

Mencionó que las condiciones del préstamo son favorables, ya que tiene una tasa de interés de 1.5%, al plazo de 5 años y con 3 años de gracia..

El funcionario atribuye su aprobación a que el país es buen pagador, además que se ha logrado aprobar varios préstamos en el Congreso.

Mencionó que el destino que el gobierno de Guatemala pidió para el préstamo es amplio y relacionado a necesidades que de alguna forma se han derivado del impacto derivado del covid 19.

Se prevé destinarlo para apoyo presupuestario y apoyar la brecha de recaudación, debido al monto que no se vaya a recibir, y puede destinarse a salarios, adquisición de bienes y servicios e inversión en gasto social.

“Más que el FMI nos hubiera puesto condiciones, nos permitieron a nosotros poner los destinos para donde necesitamos direccionar esos recursos”, dijo González Ricci.

Agregó que no es todo para funcionamiento, sino también para bienes y servicios, además de que de la recaudación fiscal no todos los fondos son para el gobierno central porque se debe pagar a las municipalidades, a la USAC y otros entes.

El ministro considera que en un mes se podría trasladar al Congreso la iniciativa de ley.

Expuso que no van a buscar una aprobación de urgencia sino quieren socializarlo y explicarlo en el Congreso, sin embargo, dijo que sí desean que se logre la aprobación este año para tenerlo, de ser necesario disponible para el presupuesto del 2020 y para el 2021.

Esto dependerá de cómo continúe el impacto del covid 19 y las necesidades que se deriven de este.

El funcionario explicó que Guatemala no pidió ni está buscando en forma individual un stand by o diferimiento de pagos al FMI, sino que se trató de solicitud de forma regional. Sin embargo, dijo que la respuesta del FMI es que pudiera efectuarse otras operaciones y no un diferimiento de pagos.

¿Es beneficioso ese préstamo?

Ricardo Barrientos, analista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) mencionó que el otorgamiento del préstamo se puede analizar desde dos perspectivas.

Expuso que desde el punto de vista de la necesidad generada por el covid 19, es positivo poder contar con esos recursos para atender la emergencia. Sin embargo, desde la perspectiva de las capacidades del gobierno, es criticable ya que la administración ha mostrado lentitud e ineficiencia para ejecutar los recursos de otros préstamos y fondos aprobados para enfrentar la emergencia.

“De los Q600 millones de apoyo que se incluyeron en el decreto 12-2020 no se ha ejecutado nada. Los fondos se aprobaron a principios de abril, cobraron vigencia a mediados de ese mes, pero se tardaron más de mes y medio en cargarlos al presupuesto, por eso surgen las críticas hacia el gobierno”, dijo Barrientos al indicar que en un momento de emergencia es recomendable cierto grado de flexibilidad respecto a la deuda pública, pero se requiere capacidad de ejecución y transparencia.

El saldo de la deuda respecto del Producto Interno Bruto (PIB) está en alrededor del 28% que está aún en el margen tolerable, explicó. Comentó Barrientos que el saldo de la deuda sigue siendo bajo al compararse a otros países, pero al relacionarlo a los ingresos tributarios está en un escenario insostenible ya que capacidad de pago es demasiado baja porque ésta se mide con base a la carga tributaria. Pero además no se están haciendo mayores esfuerzos por lograr recaudar más, agregó.

Hugo Maul, del Centro de Investigaciones Económicas y Sociales (Cien) comentó que “los préstamos de apoyo presupuestario tienen el riesgo potencial de que se utilicen para cualquier cosa” y que desconoce si el FMI impone algún tipo de condiciones como lo hace el Banco Mundial, el cual le exige al país que cumplan con ciertos indicadores.

Espera que cuando llegue la iniciativa al Congreso se especifique de manera más detallada para qué se ve va a usar. A su criterio hablar de un préstamo de apoyo presupuestario dado en el contexto de la pandemia no le da al gobierno libertad de usarlo en cualquier cosa, sino que se debe focalizar hacia una buena gestión y a temas relacionados con la emergencia.

“Sería doloroso que destinara para financiar el pacto colectivo de los maestros, si el gobierno no denuncia el pacto colectivo tendrá que pagarlos, pero no debería ser con esos fondos. Políticamente sería muy costoso”, agregó.

Por aparte, Juan Pablo Carrasco, presidente de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (Amcham), opinó que una de las grandes ventajas que ha tenido el país para atraer inversiones es la estabilidad macroeconómica, pero considera que ya se efectuó un alto endeudamiento este año debido a la crisis y tener otro endeudamiento de esa naturaleza en tan corto plazo haría al país retroceder en esos indicadores macroeconómicos.

Carrasco considera que cuando se hace inversión en infraestructura y proyectos se genera inversión y desarrollo, pero ante el riesgo de que ese préstamo se destine solo, o la mayor parte, a funcionamiento “eso no representa un crecimiento económico a largo plazo y tenemos nuestras reservas respecto a que se destine a salarios y bienes consumibles y se no dejan ningún beneficio al desarrollo del país”.

Banguat: Economía de Guatemala podría caer entre 2% a 2.5%

El Banco Mundial proyectó el comportamiento de la economía en Guatemala a la baja en el 2020. En abril ese ente mencionó que la caída en el año sería de 1.8%, pero modificó sus previsiones en junio indicando que tendría una caída de 3%. Mientras que el FMI lo estimó hace alrededor de un mes la baja en 3%.

Al respecto de esos datos Sergio Recinos, presidente del Banco de Guatemala (Banguat) dijo que no descarta que la economía en Guatemala pueda caer en 2% y 2.5%.

Sin embargo, indicó que el 3% lo ve muy extremo, porque el paquete de medidas anticíclicas ayudaría a evitar más impacto.

El escenario que tiene el Banguat hasta este martes 10 de junio, es una caída de entre -0.05 a -1.5% al cierre del 2020.

Recinos participó el miércoles 10 de junio en la videoconferencia Perspectivas Económicas del segundo semestre 2020, organizado por la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (Amcham).

Explicó que el FMI revisará en una semana o semana y media la economía de Estados Unidos y se prevé que sea a la baja, aspecto que impactaría la economía mundial, incluyendo la de Guatemala porque se trata de nuestro principal socio comercial.

La JM revisará en las próximas dos semanas las proyecciones, para ello están a la espera de la revisión que mencionó del FMI a EE. UU.

Prensa Libre


El Directorio Ejecutivo del FMI aprueba US$ 594 millones en asistencia de emergencia para Guatemala para abordar la pandemia del COVID-19

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la solicitud de Guatemala de asistencia financiera de emergencia bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) equivalente a DEG 428.6 millones (100 por ciento de la cuota, o alrededor de US$594 millones al tipo de cambio actual). El IFR ayudará al país a cumplir con las necesidades urgentes de balanza de pagos derivadas de la pandemia COVID-19 y a catalizar fondos adicionales de otros socios para el desarrollo.

A pesar de los sólidos fundamentos, el modelo económico y social de Guatemala ha demostrado ser vulnerable al brote de COVID-19. La gran dependencia de las remesas y las medidas de cierre necesarias están amplificando los efectos económicos de la pandemia. La cobertura médica limitada, especialmente de las poblaciones pobres y rurales, plantea un desafío sustancial para la contención del virus. Para mitigar los efectos de la pandemia, las autoridades están aumentando oportunamente el gasto y las transferencias de atención médica para los más vulnerables, y procurando una flexibilización de la política monetaria, una mayor provisión de liquidez y medidas cautelares de apoyo.

Tras la discusión del Directorio Ejecutivo sobre la solicitud de Guatemala, el Sr. Mitsuhiro Furusawa, Director Gerente Adjunto y Presidente Interino, emitió la siguiente declaración:

“La pandemia de COVID-19 está afectando severamente a Guatemala. La débil demanda externa, la disminución de las remesas y las medidas de confinamiento y distanciamiento social para contener el virus, han interrumpido la actividad económica y han empeorado gravemente las posiciones externas y fiscales. El apoyo del FMI en virtud del Instrumento de Financiación Rápida ayudará a abordar las necesidades urgentes de balanza de pagos y fiscales, mejorará la confianza y catalizará el apoyo de otros socios externos.

“Las autoridades han emprendido una respuesta fiscal considerable y bien dirigida para contrarrestar COVID-19, apuntalar las instalaciones de atención médica, proteger a los más vulnerables y mitigar el impacto en las empresas y los empleados. Los bajos niveles de deuda de Guatemala permiten este apoyo fiscal temporal al tiempo que preservan la sostenibilidad de la deuda. Reducir la brecha fiscal sigue siendo una prioridad junto con la racionalización del gasto no esencial para contener el déficit fiscal. Las autoridades se comprometen a mantener la monetización del déficit de manera temporal y limitada.

“Para apoyar la recuperación y contrarrestar los shocks futuros, las autoridades tienen la intención de mantener una postura de política monetaria acomodaticia y flexibilidad cambiaria. Si bien las regulaciones de riesgo crediticio se han suavizado temporalmente para facilitar la reestructuración de préstamos, las autoridades están monitoreando de cerca las exposiciones de los bancos y los niveles de aprovisionamiento para garantizar la estabilidad del sistema financiero.

“Las autoridades guatemaltecas han reafirmado su compromiso de garantizar que el financiamiento de emergencia se use de manera efectiva, transparente y mediante mecanismos de gobernanza reforzados.”

FMI


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