Unos 2.500 migrantes quedaron varados en la selva panameña

El Universal - archivo
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Migrantes, bajo el acecho del Covid-19 y atrapados en la selva

Unos 2 mil 500 cubanos, haitianos, africanos y asiáticos que, en ruta a México y Estados Unidos, quedaron atrapados en el primer trimestre de 2020 en una jungla del oriente de Panamá tras un peligroso viaje por Guyana, Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, amenazan con entrar por el sur de Costa Rica y detonar una explosiva mezcla política, social y sanitaria de migración irregular y coronavirus.

Panamá, que sufre un fuerte azote del Covid-19, planea sacar a esos migrantes y que Costa Rica los reciba para que prosigan hacia el norte de este país rumbo a Nicaragua. Los indocumentados arribaron a Panamá por tierra y por mar a la selva del Tapón del Darién, procedentes de Colombia, con una meta: llegar a la Unión Americana vía México. El conflicto se agravó por el decreto que firmó ayer el presidente estadounidense Donald Trump para suspender la inmigración ante la pandemia del coronavirus.

El temor en Costa Rica es que el gobierno de Nicaragua opte por bloquearlos y busque ganar la simpatía de Washington al impedir el tráfico de ilegales hacia Estados Unidos, por lo que serían retenidos indefinidamente en suelo costarricense en el fragor de la crisis sanitaria global.

A consulta de EL UNIVERSAL, la Cancillería de Costa Rica respondió anoche que esa materia es “competencia” de la Dirección de Migración y Extranjería y que el gobierno mantendrá cerradas las fronteras nacionales. No hubo reacción de parte del gobierno panameño.

La presencia de los 2 mil 500 inmigrantes en Panamá fue confirmada a este diario por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

La información surgió con versiones contradictorias acerca de que, como factor de mayor riesgo, el virus ya habría contagiado a algunos de esos migrantes.

El presidente de la Caja Costarricense de Seguro Social, Román Macaya, reconoció que existe ese grupo en Panamá y que “eso es algo que está en el radar todos los días en las discusiones” de las autoridades de Costa Rica en la lucha contra el Covid-19.

“Lo que hay hoy no es una ola [migratoria] tan grande, pero sí hay que ponerle mucha atención. Panamá tiene más casos confirmados [del padecimiento] que nosotros. Estos podrían ser casos importados (…) que ingresen al país si entraran” estos migrantes desde el lado panameño, declaró Macaya al programa radiofónico Horizontes, de esta ciudad.

“Obviamente que cuando algo así sucede tiene que haber una claridad de qué va a pasar cuando ellos ingresen”, anticipó.

A finales de 2016 e inicios de 2016, cuando Nicaragua cerró su sector limítrofe con Costa Rica al tránsito de cubanos desde América del Sur, esos migrantes irregulares “se quedaron pegados en la frontera norte y eso es algo que podría volver a pasar” ahora con este bloque, admitió Macaya.

El lío desafió la decisión del gobierno de Costa Rica de blindar fronteras terrestres, marítimas, aéreas y fluviales al ingreso de foráneos desde hace un mes para evitar que la enfermedad se propague y autorizar solo el de costarricenses. Honduras, El Salvador y Guatemala también sellaron sus puestos fronterizos.

Blindaje de Costa Rica. Costa Rica desplegó a inicios de este mes a miles de policías en su límite terrestre con Nicaragua para obstaculizar la filtración en especial de nicaragüenses.

Pese a que Macaya admitió el problema, la vicepresidenta costarricense Epsy Campbell lo ignoró ayer y alegó que “en este momento no tenemos una presión migratoria”.

“Sin embargo, debemos estar preparados para cualquier escenario, en el momento en que decidamos reabrirlas”, alertó al dejar entrever trastornos, pero sin referirse a los migrantes que ansían avanzar de Panamá a Costa Rica.

El Universal


Cancillería: 5,718 migrantes están detenidos en centros migratorios de EE. UU.

Por Hedy Quino

De acuerdo con información proporcionada por el ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Brolo, al diputado de Semilla, Luis Fernando Pineda, hasta el 20 de abril un total de 5,718 migrantes de origen guatemalteco se encuentran detenidos en centros migratorios bajo el resguardo de ICE.

Según los datos que proporcionó el canciller, 4,613 connacionales se encuentran en custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

Además, 1,105 menores de edad, entre niños, niñas y adolescentes también se encuentran bajo custodia de esta entidad migratoria estadounidense.

En el oficio que Brolo le envió al congresista, hace la salvedad que estas cifras varían constantemente, ya que las detenciones se realizan constantemente.

El diputado Luis Fernando Pineda, calificó de lamentable esa situación, ya que los migrantes guatemaltecos corren el riesgo de contagiarse de COVID-19, pues no cuentan con la atención médica adecuada. “Tenemos conocimiento que ya hay casos ahí de coronavirus, también hemos conocido que han fallecido personas en esos centros”, afirmó.

“Es lamentable para nosotros como país tener a guatemaltecos en estos centros expuestos y que reciban tratos inhumanos”, añadió.

Además, el congresista criticó al secretario del Consejo Nacional de Atención al Migrante (Conamigua), Carlos Narez. “Esta es una institución altamente cuestionada que tiene a su disposición un presupuesto anual de Q34 millones. Es una vergüenza que el año pasado ejecutaron solo el 18% de su presupuesto”, afirmó.

“Este año el secretario se enfoca en compra un vehículo nuevo de Q180 mil para su uso personal y no en destinar recursos para velar los derechos de los migrantes”, declaró Pineda.

Por último, el congresista indicó que las instituciones que encargadas de los migrantes deben unir esfuerzos para que se garanticen los derechos de los migrantes tanto en los centros de detención como al momento de ser retornados al país, para que al momento de que lleguen a Guatemala el Estado les dé un trato digno.

La Hora


Trump suspende por 60 días los permisos de residencia a inmigrantes

El presidente Donald Trump anunció que suspende por 60 días los permisos de residencia permanente en Estados Unidos por la pandemia del coronavirus. El mandatario hizo el anuncio en Twitter y más tarde justificó su decisión en conferencia de prensa para «proteger al trabajador estadounidense».

En paralelo, miembros de la oposición y el oficialismo en el Congreso anunciaron un acuerdo político para sancionar una nueva ley de rescate económico. La misma sería por 500 mil millones de dólares y estaría enfocada en ayudar a los pequeños comerciantes. El número de personas infectadas con coronavirus en Estados Unidos ya superó la barrera de los 800 mil. En las últimas 24 horas el gobierno reportó 18.719 nuevos casos con la covid-19.

«El enemigo invisible»

La pandemia del coronavirus ya dejó 44.414 muertos sólo en Estados Unidos. La economía se encuentra paralizada. Desde mediados de marzo 22 millones de personas pidieron subsidios de desempleo tras perder su trabajo. Esta caída económica le juega en contra a Trump, que aspira a la reelección en noviembre. La lucha contra la inmigración fue uno de los ejes históricos de su gestión. Por eso volvió a poner el tema en agenda. «En vista del ataque del Enemigo Invisible, además de la necesidad de proteger el empleo de nuestros GRANDIOSOS ciudadanos estadounidenses, voy a firmar una orden ejecutiva para suspender la inmigración hacia Estados Unidos», manifestó el mandatario en un tweet.

La Casa Blanca dio pocos detalles sobre cómo va a llevar a cabo la medida. Sin embargo el anuncio habría sido hecho para intentar reducir la competencia por empleos entre nativos e inmigrantes a medida que la economía se vaya reacomodando, informó The New York Times. El gobierno dejará de otorgar permisos de residencia permanente (Green Cards) a extranjeros que quieran establecerse en el país.

Según responsables citados por el diario The Wall Street Journal, el decreto podría prever excepciones para trabajadores agrícolas y migrantes que se desempeñan en el sector de la salud. Según cifras oficiales, el número de visas de inmigración otorgadas en el año fiscal 2019 fue de 462.000, en retroceso respecto a las 617.000 de 2016.

El gobierno del magnate mantiene una línea dura contra la inmigración irregular y también busca limitar las llegadas de inmigrantes legales al país. Su gobierno decretó en 2018 una política de «tolerancia cero» contra migrantes ilegales. Esto llevó a la separación de miles de niños de sus padres en las fronteras, medida que fue suspendida tras una ola de indignación mundial.

Bajo su administración también cerró un controvertido acuerdo con México para que los demandantes de asilo permanezcan en ese país mientras se tramita su solicitud. También logró acuerdos migratorios con El Salvador, Honduras y Guatemala, luego de presionarlos con sanciones económicas. Estos pactos, muy criticados por organizaciones de derechos humanos, lograron que el número de personas detenidas en la frontera bajara drásticamente: de 144.000 en mayo del año pasado a 33.000 en marzo.

Nuevo paquete de ayuda económica

Más de 22 millones de personas perdieron sus trabajos desde el inicio de la pandemia en el país, mostrando los escasos derechos laborales de los estadounidenses. Una muestra de esto se da en el Estado del Nueva York. Durante la jornada del martes el gobernador, Andrew Cuomo, reconoció que el departamento de Trabajo se encontraba colapsado. Cuomo indicó que a pesar de que hay 1.000 personas atendiendo la línea telefónica y la página web, siguen siendo incapaces de atender todo el flujo de solicitudes. Sin embargo, el gobernador intentó llevar tranquilidad anunciando que las ayudas para desempleo serán retroactivas. La tasa de desempleo en todo el país creció del 3,5 por ciento en febrero al 4,4 en marzo. Los expertos avizoran que el indicador se disparará en abril a medida que se vaya acumulando el impacto negativo de la pandemia.

Para paliar esta crisis tanto demócratas como republicanos buscan consensos amplios en el Congreso. Chuck Schumer, líder de la bancada demócrata en el Senado, anunció un acuerdo político en torno a un nuevo proyecto de salvataje económico. El mismo destinará 500 mil millones de dólares en ayuda a pequeños comercios afectados por el brote de coronavirus. La asistencia también estará dirigido a hospitales y buscará adquirir más test del virus. Schumer dijo que de las reuniones también participaron funcionarios del ejecutivo, incluyendo el jefe de gabinete Mark Meadows. “Se resolvió cada uno de los asuntos más importantes. Así que sí, creo que tenemos un acuerdo», declaró Schumer. Se esperaba que ley se voto durante la jornada del martes.

La mayor parte del dinero, más de 300 mil millones de dólares, serán destinados a un programa crediticio para pequeños comercios que se había quedado sin fondos la semana pasada. El resto de la ayuda será destinada a hospitales y a aumentar la capacidad de testeo para coronavirus, algo clave para reforzar la confianza y reabrir la economía del país. De ser aprobada, esta será la cuarta ley de ayuda económica en medio de la crisis provocada por el coronavirus.

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