Crisis sanitaria en Colombia: protestas y renuncias de médicos por falta de pagos y medidas de seguridad

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Renuncia masiva de médicos en el único hospital público de Amazonas

Cerca de 30 profesionales de la salud, entre médicos generales y de especialidades como medicina interna, ginecología, pediatría y cirugía general, presentaron este lunes su renuncia masiva al hospital público departamental San Rafael de Leticia.

El personal sanitario denuncia que no cuenta con elementos de protección personal suficientes para atender a los pacientes de coronavirus en el Amazonas, departamento que ya presenta cuatro casos confirmados, uno de ellos un médico de la Clínica Leticia. Asimismo, que su situación laboral es crítica y no brinda garantías para sus familiares en medio del ejercicio de la profesión.

Jaider Saurith, médico internista de la institución, le explicó a EL TIEMPO que actualmente casi el 100 por ciento del personal de este centro médico está vinculado por prestación de servicios o tercerizado. Y lo que es aún peor, no se están aplicando los protocolos de bioseguridad para el manejo de casos sospechosos de covid-19.

Saurith, de Valledupar, contó que este fin de semana, por ejemplo, llegó un paciente de 56 años con hipertensión y alta sospecha de tener coronavirus. “Para atenderlo tocó improvisar una instalación aislada, pues requirió de ventilación mecánica. No tenemos las instalaciones precisas para atender este tipo de casos y tampoco elementos necesarios como el gasómetro, equipos portátiles de rayos X de tórax y déficit de medicamentos. El señor lamentablemente falleció requiriendo mejor atención”, contó el médico.

Si bien se esperan los resultados de la prueba, el cadáver aún permanece en el hospital, contra el protocolo de cremarlo inmediatamente para evitar la exposición del personal de la salud.

Saurith afirma que los elementos de protección personal son insuficientes para todos los profesionales y para el aumento de pacientes que se espera en los próximos días.

“Hemos sostenido reuniones con la Gobernación y con la Secretaría de Salud para tomar medidas, pero los tiempos de las adecuaciones que necesita el hospital no se han cumplido”, asegura.

“Les tenemos miedo al virus, a las represalias que esto pueda tener y al tipo de contratación. Si alguien llega a fallecer, nuestras familias quedan desamparadas. Tenemos toda la disposición del mundo de atender a nuestros pacientes, pero necesitamos garantías para ellos y para nosotros como médicos, y así brindarles la atención que ellos merecen”, remató el especialista.

El Tiempo


Médicos en Urabá protestan por falta de pago y de elementos de protección

Por segunda vez en menos de una semana, los médicos de la Clínica Apartadó salieron a protestar porque aseguran que desde hace tres meses no reciben salarios y que, además, ni la IPS que los contrató ni la ARL que los asegura les han entregado los implementos de protección necesarios para atender casos relacionados con el coronavirus.

Kevin Díaz Tapias, médico general del servicio de urgencias, señaló que la situación es crítica pues en esa clínica privada se atienden más de 22.000 usuarios de la EPS Medimás que hay en Urabá. “No han pagado febrero, marzo y ahora abril. Nos deben el pago de julio de 2017, la cesantías, los intereses de las cesantías. Y además no nos están dando implementos de protección personal”, dijo.

La auxiliar de enfermería, Olga Cardona, apuntó que ella y sus compañeras están sobreviviendo de la solidaridad. “Ya tenemos el crédito cerrado en la tienda. Yo soy madre cabeza de familia, respondo por mi madre que es adulta mayor, por mis dos hijas (…) a veces llego sin alimentación y entre todas nos regalamos lo que podamos traer”, narró la mujer.

Hasta presentarse a trabajar se les convirtió en una odisea en medio de la pandemia. Cardona vive en Currulao, a 20 minutos en bus del pueblo, pero desde que se decretó la cuarentena tiene que salir con una hora y media de anticipación para conseguir transporte: “Antes una buseta me cobraba $2.600, ahora me toca piratear (ir en mototaxi informal) porque la única opción que queda es un taxi, que cobra $15.000 por persona. Muchos no han podido presentarse, por lo mismo”.

Sobre los elementos de protección con que cuentan, en caso de que lleguen pacientes sospechosos de coronavirus, el médico Tapias señaló que son insuficientes. “Le exigimos a la IPS Génesis y al Gobierno, que se apersonen de la situación para que echen un vistazo, no tenemos con qué transportarnos ni comer, ni cómo prevenir infección a la que podamos estar expuestos”.

La enfermera Cardona aseguró que la ARL le entregó un kit que consta de pañitos húmedos, dos pares de guantes, una máscara de alta eficiencia, una bata manga corta desechable y gorro. “De ahí para allá nos toca a nosotros tener cuidado con nuestra protección”, aclaró.

EL COLOMBIANO intentó contactarse con la IPS Génesis. En la sede de Apartadó indicaron que la información administrativa solo se suministra en Medellín, pero en ninguna de las líneas habilitadas en la capital antioqueña hubo respuesta.

La Alcaldía de Apartadó tampoco se pronunció sobre el particular, pese a los requerimientos hechos a través de la oficina de comunicaciones.

Entre tanto Beatriz Elena Lopera, funcionaria del área de Calidad de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia, reportó que recibieron la queja de los empleados de la IPS Génesis en Apartadó sobre la falta de pago y elementos de protección.

“Como la parte del pago no es competencia nuestra, lo remitimos a la oficina de Trabajo. A ellos les enviamos respuesta donde les hacemos claridad en que la responsabilidad inicial es de la empresa que los contrató. Les adjuntamos la circular que envió esta Secretaría en relación a la obligatoriedad que tienen las ARL de proporcionar esos elementos a los trabajadores”, señaló.

Mientras llegan las soluciones, estos profesionales de la salud pidieron que se valore su trabajo con el salario, en lugar de aplausos. “No es justo pasar por tantas necesidades y que nos llamen héroes. En los supermercados nos miran feo, y si vengo con el uniforme (los mototaxistas) no me traen”, sentenció la enfermera Cardona.

El Colombiano


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