Según el Banco Mundial, la economía de América Latina y el Caribe caerá 4,6% en 2020

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Banco Mundial: La economía de América Latina y el Caribe caerá 4,6 % en 2020 por la COVID-19

La pandemia del coronavirus provocará un crecimiento económico negativo en América Latina y el Caribe del 4,6 % este año, con las caídas más pronunciadas en Ecuador y México que verán contraer sus economías en un 6 %, según las previsiones del Banco Mundial (BM).

«Se prevé que el Producto Interno Bruto de la región de América Latina y el Caribe (excluyendo Venezuela) caiga un 4,6 % en 2020. Para 2021 se espera un retorno del crecimiento de 2,6%», señaló el último informe semestral de la Oficina del Economista en Jefe del BM para la región, Martín Rama.

Entre los más afectados, figuran México y Ecuador, que verán cómo sus economías se desploman un 6 %; seguidos por Argentina y Brasil, con contracciones previstas del 5 % este año.

«Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos – dijo Rama – Esto requerirá políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente».

La actividad económica también caerá, aunque en menor medida, en Colombia, un 2 %; en Bolivia, -3,4 %; en Perú, -4,7 %; y en Chile, -3,3 %, según las proyecciones del BM.

Solo República Dominicana escapará a esta tendencia y no entrará en recesión, aunque se prevé que cierre 2020 con un crecimiento plano del 0 %.

Sectores perjudicados

Rama subrayó que «la pandemia del coronavirus está provocando un gran shock de oferta», por lo que «se prevé que la demanda de China y los países del G7 decaiga abruptamente, impactando a los países exportadores de materias primas en América del Sur y a los países exportadores de servicios y bienes industriales en América Central y el Caribe.

Asimismo, advirtió que «un colapso del turismo tendría un impacto muy severo en algunos países caribeños».

Para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar estas dificultades económicas, el BM indicó que «los actuales programas de protección y asistencia social deben ampliarse rápidamente, así como también su cobertura».

De hecho, recomendó que los gobiernos asuman «la mayor parte de las pérdidas» y aseveró «la socialización de estas pérdidas podría demandar una participación accionaria en las instituciones financieras y en los empleadores estratégicos, a través de su recapitalización».

La pandemia de coronavirus que tiene al mundo entero en vilo ha causado 102.193 muertes, según el recuento global de víctimas que acaba de actualizar la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo con sede en Ginebra (Suiza).

Cuando el número de infectados se eleva a 1.654.247 y sólo nueve días después de superarse el primer millón de casos, la organización confirmó este domingo que se ha superado la barrera simbólica de las 100.000 víctimas mortales.

Las curvas de incidencia de la pandemia muestran estabilización en Europa y Asia, pero no en América donde la epidemia sigue una tendencia ascendente, con más de 580.000 casos.

RPP


¿Cómo está impactando el coronavirus en la economía de América Latina?

La crisis económica será sin dudas el primer aspecto a pensar luego, o al mismo tiempo, de la cuestión sanitaria. Lo principal hoy es salvar vidas ante esta crisis sanitaria sin precedentes, pero también, habrá que reflexionar acerca de la economía y el impacto negativo que esta situación tendrá sober ellas.

Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América Latina, ha participado en una mesa redonda en la que varios expertos han debatido sobre el impacto del COVID-19 en las economías de América Latina. El encuentro, organizado por CAF- Banco de desarrollo de América Latina, estuvo moderado por Lino Solís de Ovando, editor general de América Economía, y contó con la participación de Adriana Arreaza, directora de Estudios Macroeconómicos de CAF y Carlos de Sousa, economista líder de Mercados Emergentes de Oxford Economics.

Los expertos trataron cuestiones como la eficacia de las políticas públicas para paliar el impacto económico de las medidas de aislamiento, y la importancia de proteger tanto a la clase media, como a la población más vulnerable, de las consecuencias de esta crisis.

Los mercados financieros, y especialmente los activos en economías emergentes se están viendo muy afectados por el impacto del COVID-19, además el costo del crédito en emergentes se ha disparado y el precio de las materias primas ha sufrido una fuerte caída.

Sobre las medidas llevadas a cabo por los gobiernos de los diferentes países, los expertos coincidieron en afirmar que es esencial que estas medidas estén enfocadas al mantenimiento del tejido empresarial, a dotar de liquidez a pequeñas y medianas empresas, a fortalecer los seguros de desempleo y las transferencias a las personas más vulnerables. Las medidas deben facilitar la recuperación, y que las empresas que antes de esta crisis tenían una buena posición, puedan seguir funcionando con normalidad. Para ello es necesario asegurar la liquidez y solvencia de familias y empresas y complementarlo con estímulos, tanto por el lado monetario, como por el lado fiscal, aunque algunos países parten con altos niveles de déficit y deuda pública, que dejan poco margen fiscal.

Salud y economía

Juan Ruiz quiso hacer hincapié en la importancia de dejar atrás la disyuntiva entre salud y economía. “Es una falsa disyuntiva. Cuanto más se controle la curva de contagios, más fuerte será la recuperación posterior”. El economista jefe de BBVA Research para América del Sur señaló los resultados de un reciente estudio que encuentra que, en la pandemia de la gripe de 1918, en las zonas en las que las medidas de precaución fueron mayores, la recuperación económica posterior fue también más sólida.

Ruiz también habló sobre la retroalimentación existente entre la informalidad laboral en muchos países de la región, y el impacto sanitario de la crisis. “La informalidad dificulta el confinamiento, y su vez, la prolongación de estas medidas sanitarias puede hacer que, debido a la destrucción de empleo, esta informalidad crezca”. Por ello es crucial romper ese círculo vicioso entre informalidad y contagio a través de un programa de transferencias dirigidas a los grupos más vulnerables (por lo general empleados en el sector informal) y que los programas de garantías de crédito se extiendan también al sector informal, que por lo general no tienen acceso al sistema financiero.

Es inevitable comparar esta crisis, con la crisis financiera vivida en 2009. En este sentido el economista jefe de BBVA Research para América del Sur afirmó que, a diferencia de hace poco más de una década, tenemos un choque de oferta, por el cierre de actividades para contener la epidemia. La producción colapsa no porque no se quiera consumir o gastar, sino porque no se puede trabajar o producir. Eso, por su parte, tiene un impacto de segunda ronda de menor demanda de esos sectores afectados. “El impacto que estamos recibiendo es más parecido al de un desastre natural, que está destruyendo las redes y relaciones económicas que hemos creado”, afirmó Juan Ruiz. Añadió que “en ese sentido, hay que tener políticas de impulso monetario y fiscal para prevenir esa caída adicional de demanda, pero no se puede revertir todos los efectos sobre la producción sólo con políticas de demanda. Ahí es donde es importante que entren las políticas de apoyo a familias y empresas, por el lado de liquidez e incluso de solvencia en algunos casos”.

Para poder abrir poco a poco la economía, los expertos coincidieron en afirmar que era necesario hacer pruebas aleatorias para identificar a los portadores del virus y a los que ya están inmunizados y un programa de trazabilidad de contactos de los nuevos infectados, para evitar una segunda ola de contagios tras esa reapertura.

Diario Responsable


Coronavirus en América Latina y el Caribe: con más de 56.000 casos, la región le rogó a la virgen de Guadalupe

América Latina, con más de 50.000 personas contagiadas por coronavirus y más de 2.000 muertos, se acerca poco a poco al pico de la epidemia en la región con duras expectativas por delante tanto en lo sanitario como en lo económico. Y con sus plegarias puestas en la virgen de Guadalupe, patrona de las Américas.

Por eso el domingo, cierre de la Semana Santa, el papa Francisco pidió unidad para afrontar estos momentos difíciles en un mensaje leído durante una ceremonia en la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, que fue retransmitida en Internet para que todos los católicos de la región rezaran juntos por la salud del mundo y el fin de la pandemia.

Mientras, los gobiernos seguían tomando medidas perentorias para enfrentar el golpe del coronavirus: Perú echará manos de médicos extranjeros y Chile inyectará créditos a las micro y pequeñas empresas aturdidas por la crisis.

Pero el Banco Mundial, en un informe publicado el domingo, auguraba lo peor al prever que las economías de América Latina y el Caribe podrían caer un 4,6% este año por el coronavirus, lo que obligaría a sus gobiernos a tomar participaciones en las principales empresas en dificultades.

Los más religiosos optaron por rezar este Domingo de Pascua y presenciar virtualmente un acto de Consagración a la virgen Guadalupe que se realizó al mediodía en su basílica en Ciudad de México, que fue acompañado por el sonido de las 12 campanadas en distintas catedrales del continente y el vacío de las iglesias, muchas cerradas a los fieles por las órdenes de aislamiento que imperan en la gran mayoría de países.

Franco Coppola, nuncio apostólico en México, fue el encargado de leer un mensaje del papa en el que Francisco bendijo a todos los latinoamericanos en estos «momentos de oscuridad» y a los que llamó a estar juntos en la lucha contra la pandemia.

«No podemos salvarnos cada uno por nuestra cuenta sino solo unidos», dijo Coppola ante un templo vacío en el que solo estaban los sacerdotes que oficiaron la ceremonia retransmitida en Internet, el lugar donde se han dado cita todos los actos de esta Semana Santa tan peculiar debido al encerramiento exigido por las autoridades para intentar contener la expansión del coronavirus.

Por su parte, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, el peruano Miguel Cabrejos, en un mensaje grabado, recordó que «en pestes y guerras» los latinoamericanos han suplicado a la virgen como lo hacen ahora con la pandemia, y pidió rezar sobre todo por los más vulnerables, «los ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas y los migrantes».

En muchos lugares de la región se suprimieron las misas y procesiones por las cuarentenas, que en varios países se acaban de prolongar o las autoridades prevén hacerlo en breve.

En México, con más de 4.200 contagios y al menos 273 muertes por la enfermedad, se anunció el domingo el fallecimiento de Jaime Ruiz Sacristán, el presidente del consejo de administración de la Bolsa Mexicana de Valores y que fue uno de los primeros personajes públicos confirmados con COVID-19 a mediados de marzo y cuya muerte se hace pública.

Según la prensa local, Ruiz Sacristán, de 70 años, se contagió en Vail, Colorado, destino de al menos 400 mexicanos de la elite más adinerada del país a quienes las autoridades rastreaban porque temían que pudieran ser un importante foco de la enfermedad. Al menos 17 dieron positivo a COVID-19.

Brasil, considerado el país con más católicos en el mundo, celebró el final de una Semana Santa atípica. Por primera vez en la historia, el Santuario de Nuestra Señora Aparecida, patrona de los brasileños, lució sin fieles en la misa del domingo de pascua. El arzobispo de Aparecida, Orlando Brandes, pidió a los creyentes que permanezcan en sus casas siguiendo las recomendaciones médicas para enfrentar al nuevo coronavirus.

El presidente Jair Bolsonaro, cercano a las iglesias evangélicas, participaría de una videoconferencia junto a pastores que será transmitido por redes sociales, reportó la prensa brasileña. Perú, mientras tanto, se convirtió momentáneamente en el segundo país de Latinoamérica con más infectados después de Brasil. De acuerdo con cifras oficiales difundidas el domingo se contabilizan 7.519 contagiados y 193 muertos, mientras que Ecuador sumaba 7.466 infectados, aunque más fallecidos que Perú, y Chile 7.213 contagiados con 80 defunciones.

El gobierno peruano autorizó la contratación de médicos y enfermeros extranjeros para combatir la pandemia que ha infectado a casi 200 galenos locales y ya mató a uno, lo que podría abrirles las puertas a profesionales venezolanos del ramo radicados en el país.

En Chile, el gobierno anunció que entregará créditos a las micro, medianas y pequeñas empresas en función de las ventas, que contarán con seis meses de gracia y tasas preferenciales.

«Estamos también plenamente conscientes de los dolores, las angustias, los temores que afectan a la inmensa mayoría de las familias chilenas que han visto su vida alterada producto de esta pandemia», señaló el presidente Sebastián Piñera.

La cifra de contagiados en Venezuela, en tanto, aumentó a 181 tras confirmarse seis nuevos casos, anunció el presidente Nicolás Maduro. El nuevo coronavirus ha causado nueve muertes en el país sudamericano.

La víspera, el gobierno de Maduro acordó prolongar por 30 días más el «estado de alarma constitucional» y la cuarentena, vigente desde el 16 de marzo, como parte de los esfuerzos para romper la cadena de transmisión de la enfermedad.

El gobernante también expresó su molestia que después de cuatro días de dar la orden de hospitalizar a todos los afectados por el COVID-19, la cifra de personas en «aislamiento domiciliario» apenas se redujo de 16 a 9 personas.

En Guatemala, entretanto, subió a cinco el número de muertos por coronavirus y a 152 el de contagiados. Una mujer positiva dio a luz a una pareja de gemelos, quienes estarían libres del virus, según las autoridades del país centroamericano.

En Ecuador, el número de contagiados reportados hasta el domingo era de 7.466 y de 333 fallecidos a causa del COVID-19, aunque las autoridades sospechan que otras 384, a las que no se les tomaron pruebas,áprobablemente murieron por la misma causa. La provincia de Guayas, cuya capital es Guayaquil, sigue siendo el epicentro de la pandemia en el país andino coná5.381 casos. Ecuador es el país más golpeado de momento por la pandemia en la región, después de Brasil.

En Latinoamérica y el Caribe se reportaban más de 56.700 contagiados y más de 2.300 fallecidos por el coronavirus.

La pandemia ha infectado a más de 1,7 millón de personas y causado la muerte a más de 103.870 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.

En la mayoría de la gente este virus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. Pero en algunas personas, sobre todo los adultos mayores y quienes padecen trastornos de salud subyacentes, puede causar enfermedades más graves e incluso la muerte.

Clarín


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