Miles de chilenos y chilenas despidieron al “cura obrero” Mariano Puga

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Desde las 17 horas del sábado hasta las 3 de la mañana del domingo la comunidad Cristo Liberador en Villa Francia abrió sus puertas para despedir al cura obrero, posteriormente este domingo desde muy temprano comenzó el movimiento para trasladarlo a su última despedida. Ni el sol ni la larga distancia, fueron impedimento para que una multitud se reuniera a acompañar a un hombre que hasta el último minuto defendió el derecho a vivir.

Primero la peregrinación se trasladó desde Villa Francia hasta el bandejón de la Plaza Los Héroes donde se realizó el primer homenaje. Iban niños y adultos con banderines y poleras estampadas con el rostro de Mariano Puga y frases alusivas a derechos humanos, muchos adultos mayores en sillas de ruedas o con muletas, avanzaban llorando y rezando todo el viaje.

La camioneta que trasladaba el ataúd del sacerdote que dedicó su vida a los más pobres y a la defensa de los derechos humanos iba rodeada de muchas personas entonando cánticos. Por momentos la procesión se detenía y hacían un minuto de silencio.

En un momento pasamos por afuera del palacio de La Moneda, estaban los piquetes de Fuerzas Especiales apostados y la gente comenzó a gritar, se puso un poco tenso, pero no llegó a mayores. Al llegar a la iglesia de San Francisco, cientos de personas lo esperaban. Se formaron cordones humanos, todo muy bien organizado.

Comenzaron a llegar con arreglos florales, con la Biblia, los jóvenes que iban sosteniendo el ataúd no dejaban de llorar y rezar, curas de otras congregaciones también iban con una rosa en sus manos, ayudando a la gente y rezando todos juntos. Personal de voluntarios de la salud que están en la primera línea ayudando a los chiquillos allá en Dignidad, muchas mujeres, enfermeras, doctoras, levantaron sus cascos cuando pasó el ataúd.

Llegó un momento en que solo se veían manos para recibir el féretro intervenido con distintos dibujos que pintaron jóvenes y niños de Villa Francia. Todos querían recibirlo, aparecieron muchas manos y se vio el aguante de la gente para despedirlo.

En la iglesia se hizo una misa de despedida y hubo como una explosión; todos querían tocar el ataúd. Fue muy impactante ver a un miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez con su boina negra y una capucha, un pañuelo del Frente, haciendo el último saludo de honor frente al cajón del padre Mariano.

La procesión siguió a Villa Grimaldi, son varios kilómetros desde Villa Francia, con un calor inmenso, la gente tuvo mucho aguante para despedir a una persona tan valiosa, que hizo muchas cosas por los obreros, por los trabajadores, por la gente de población, en Chiloé también. Una despedida muy bonita para alguien que hizo cosas tremendas, que fue un defensor de los derechos humanos en dictadura y hasta las últimas horas antes de su muerte defendió el derecho a vivir.

El Desconcierto

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