Brasil: artistas realizan un video de repudio al ataque machista de Bolsonaro contra periodista

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Artistas fazem vídeo de repúdio à fala machista de Bolsonaro contra repórter

Márcio Bastos

O ataque de Jair Bolsonaro à repórter repórter Patrícia Campos Mello, da Folha, gerou revolta em vários setores da sociedade ao ser apontado como mais um exemplo do machismo do presidente da República. Para ressaltar seu repúdio ao posicionamento do presidente, várias artistas mulheres, entre elas Cláudia Abreu, Majur, Alinne Moraes e Zélia Duncan, gravaram um vídeo de protesto.

A ação foi promovida pelo coletivo 342 Artes, criado por Paula Lavigne. No vídeo, as artistas afirmam que Jair Bolsonaro não pode continuar quebrando o decoro exigido pelo cargo. «Nós, mulheres da sociedade civil, nos perguntamos: será que estamos mesmo vivendo em uma democracia?», questionou Cláudia Abreu.

Até o momento, o vídeo, que foi publicado na noite de quarta-feira (19), já tem mais de 18 mil visualizações na página do 342 Artes, além de outras milhares nas páginas das artistas e de outras contas.

ENTENDA O CASO:

Na última terça-feira (18), o presidente Jair Bolsonaro ofendeu a jornalista Patrícia Campos Mello, da Folha de São Paulo, ao fazer sugestões de conotação sexual. “Ela queria um furo. Ela queria dar o furo a qualquer preço contra mim”, afirmou o presidente.

A fala de Bolsonaro endossa as falas de Hans River, ex-funcionário da Yacows, que fez acusações contra a repórter na CPI das Fake News no Congresso. Hans afirmou que a repórter teria se insinuado sexualmente para ele com intuito de conseguir informações para sua matéria sobre o disparo de mensagens durante a campanha eleitoral de 2018. A Folha de São Paulo contestou as acusações e provou, através de mensagens e áudios, que a declaração de Hans era infundada.

JCOnline


Misoginia, ataques verbales y vulgaridades de Bolsonaro causan malestar en la prensa, la oposición y hasta en sus aliados políticos

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, acumuló otro desatino esta semana al insinuar que la periodista Patricia Campos Mello, del diario Folha de Sao Paulo, buscó información a cambio de sexo con el empleado de una empresa acusada de difundir noticias falsas durante la campaña de las elecciones de 2018, que ganó el exmilitar de ultraderecha.

Esa declaración se suma a los despropósitos misóginos a lo largo de su carrera, entre los que se incluyen decir a una diputada de izquierda que “no merece ser violada porque es muy fea”, o burlarse de la apariencia de Brigitte Macron, la esposa del presidente francés, Emmanuel Macron, en plena polémica bilateral durante los incendios en la selva amazónica.

Más allá de su aversión y desprecio por las mujeres, Bolsonaro acumula dislates en otras direcciones. En diciembre, le respondió a un periodista que lo interrogaba sobre las sospechas de corrupción que pesan sobre su hijo Flávio Bolsonaro: “Tú tienes una cara de homosexual terrible”, y antes, en agosto, burlándose de los defensores del medioambiente, propuso “hacer caca día sí, día no”.

“Cada día resulta más evidente que el presidente necesita un tratamiento terapéutico de urgencia”, afirmó Paulo Jerônimo de Sousa, presidente de la Asociación Brasileña de Prensa (ABI).

“Este comportamiento misógino desmerece el cargo presidencial y confronta a la Constitución”, añadió.

Ivar Hartmann, profesor de Derecho Público en la Fundación Getúlio Vargas (FGV), de Río de Janeiro, concuerda en que los exabruptos de Bolsonaro son “absolutamente deplorables”, pero duda de que puedan acarrearle “consecuencias legales” o exponerlo a un proceso de juicio político, cuya apertura debe ser aprobada por tres quintos de los escaños en la Cámara, algo poco factible actualmente, según la mayoría de los analistas.

“Es muy probable que políticos de izquierda consideren que la declaración de Bolsonaro sobre la periodista Campos Mello es suficiente […] para iniciar un impeachment”, pero “sabemos que ese es un proceso político y no veo actualmente al Congreso dispuesto a hacerlo”, afirma Hartmann.

Este mes, el mandatario les dedicó dos cortes de manga (gesto despectivo que se hace con ambas manos) a los periodistas que cada mañana le aguardan frente a su residencia oficial.

El presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, de un partido aliado de Bolsonaro, expresó el miércoles su preocupación por la señal negativa que ese clima político tóxico envía a los inversores, con los que el Gobierno cuenta para reflotar la economía.

La cronista política Vera Magalhaes, del diario O Estado de Sao Paulo, acusó a Bolsonaro de “degradar la imagen de la función presidencial para crear una cortina de humo” y desviar la atención de los brasileños de otros tema sensibles.

“Cuando Bolsonaro no puede dar una respuesta racional y mínimamente articulada, responde con bromas, en general bromas ofensivas, y eso siempre es una cortina de humo”, subraya Hartmann.

Esas salidas pueden tener una función electoral, a ocho meses de las municipales de octubre.

Sus agresiones verbales “le agradan a una parte de su electorado, que ven al presidente como alguien que dice la verdad, que no se oculta detrás del discurso políticamente correcto”, agrega.

Las últimas polémicas se dan con el telón de fondo de la muerte de un excapitán del cuerpo de élite de la Policía Militar (Bope) de Río de Janeiro, Adriano de Nóbrega, presunto jefe de una milicia paramilitar sospechosa de haber planeado el asesinato de la concejal Marielle Franco en 2018.

Nóbrega, que en 2005 fue condecorado por el entonces diputado regional y actual senador Flávio Bolsonaro (quien también contrató en su gabinete a la madre y la hermana del oficial), fue abatido en una operación policial el 9 de febrero en el estado de Bahía (nordeste), tras abrir fuego contra los agentes, según las autoridades locales.

Pero Jair Bolsonaro cuestionó esa versión y evocó una “ejecución sumaria” perpetrada, según dijo, por la Policía Militar a las órdenes del gobernador Rui Costa, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).

El lunes, una veintena de gobernadores pidieron más “equilibrio” y “diálogo” de la parte del jefe de Estado.

Cuba Debate


El ministro de Economía de Brasil pide disculpas por su frase sobre las empleadas domésticas

Por Guido Nejamkis

Más de una semana después de una declaración polémica por la que recibió críticas enfurecidas, el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes​, pidió disculpas a las empleadas domésticas, hacia las que mostró desprecio al asegurar que con el dólar barato hasta ellas estaban viajando a Disney.

Se espera que el pedido de disculpas del más poderoso ministro del presidente Jair Bolsonaro​ contribuya a reducir la alta tensión política e institucional que en las últimas horas se apoderó del país, avivada por cuestionamientos recíprocos entre altos funcionarios del gobierno y el Congreso, un sangriento motín policial en la región Nordeste que dejó herido de bala a un senador y una referencia vulgar del mandatario hacia una periodista.

“Aquel modelo antiguo con tasas de interés en el cielo transformaba a los empresarios y emprendedores brasileños en rentistas. En vez de invertir y crear empleos, rentistas. Y justamente también las familias más humildes, empleadas domésticas, inclusive, a quien yo pido disculpas si pude haber ofendido, diciendo que la madre de mi padre fue una empleada doméstica. ¿Cuál es el problema de hacer una referencia como esa?”, dijo Guedes en un acto en el Palacio del Planalto en el que junto a Bolsonaro presentó una línea de crédito inmobiliario con tasas fijas de 8% anual y financiamiento de hasta 80%.

Guedes, principal interlocutor del gobierno con las empresas y el mercado financiero y arquitecto de las ambiciosas reformas económicas de cuño liberal que impulsa Bolsonaro, también debió pedir disculpas días atrás tras calificar como “parásitos” a empleados públicos. Su declaración sobre las mucamas en Disney fue hecha al celebrar la depreciación del real registrada en las últimas semanas.

Las críticas a Guedes hicieron que el propio Bolsonaro saliera en defensa de su ministro más importante, garante de la credibilidad de la que goza ante el mercado financiero, y también llevaron al presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, a afirmar que el zar económico de Brasil “acierta más de lo que se equivoca”, destacando su empeño en trabajar junto con el Congreso en favor de esas reformas.

“Si Paulo Guedes tiene algunos problemas puntuales y sufre ataques es mucho más por su competencia que por posibles deslices, que yo también cometí muchos en el pasado. Paulo no pidió irse y tengo la certeza de que va a continuar con nosotros hasta el último día”, dijo Bolsonaro, garantizando la permanencia de Guedes en su administración hasta el 2022.

Al diseñar su gobierno tras ganar las elecciones del 2018, Bolsonaro dio a Guedes el estatus de superministro fusionando dentro de la cartera de Economía a los antiguos ministerios de Hacienda, Trabajo, Planificación y Presupuesto, Industria y Comercio Exterior y Seguridad Social.

A su manera, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso​, un sociólogo socialdemócrata crítico de Bolsonaro, también defendió el ímpetu reformista de Guedes, e indicó que su referencia a las empleadas domésticas tiene impregnada una profunda cuestión cultural en Brasil.

“En Estados Unidos, ellos consiguieron creer en la Constitución, en que todos son iguales ante la ley. Aquí no es exactamente así. Las personas no se sienten iguales. Todos tenemos en grados diferentes impulsos que no son de igualdad. No debería ser así”, dijo Cardoso en una entrevista con el diario Folha de Sao Paulo. “Considero que esas expresiones contra mujeres, contra pobres, vienen de ahí. De un desprecio de clase que es incompatible con las reglas democráticas”, agregó el ex mandatario.

Además de los tropezones retóricos del ministro de Economía, una agria discusión pública entre Maia y el ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, el influyente general Augusto Heleno, contribuyó al estruendo político de estos días en Brasil. Heleno se refirió a los parlamentarios como “chantajistas” y Maia le respondió calificándolo como un “radical ideológico”.

A ese escenario de disputas, Bolsonaro sumó la referencia soez con insinuaciones sexuales hacia una periodista de Folha de S.Paulo, una declaración que coleccionó repudios, emanados desde las autoridades del Congreso hasta organizaciones periodísticas.

Protesta de la Policía Militar

En tanto, en varios estados de Brasil la Policía Militar está subiendo el tono a sus reivindicaciones salariales y laborales. El peor caso se produjo en el estado de Ceará (nordeste), gobernado por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), donde policías vestidos de civil y con el rostro tapado, a modo de protesta, secuestraron patrullas de cuarteles para dejarlas abandonadas con las ruedas pinchadas en distintas ciudades del distrito.

El caso más grave ocurrió en la ciudad de Sobral, donde el senador en uso de licencia Cid Gomes fue baleado cuando intentaba enfrentar a los policías rebelados persiguiéndolos con una topadora. Gomes se recupera en terapia intensiva tras ese incidente.

Las disculpas de Guedes serán, en ese marco, un bálsamo tibio, al que el carnaval también aportará, ya que el país se paralizará y ninguna agenda pública relevante será tratada hasta la primera semana de marzo, cuando la rueda de las polémicas comenzará a girar otra vez.

Clarín


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