Argentina: la marea verde por aborto legal vuelve a las calles con más de cien pañuelazos simultáneos
Pañuelazo por el #19F: hoy habrá un nuevo reclamo por el aborto legal junto a las autoras de “un violador en tu camino”
Por Florencia Illbele
Distintas mujeres forman fila en hileras. Miran al frente, pero tienen los ojos vendados. Algunas llevan un pañuelo verde en la muñeca; otras, atado al cuello. Extienden el brazo hacia arriba y se mueven hacia la derecha y hacia la izquierda; hacia la derecha y hacia la izquierda. Todas al mismo tiempo. Mientras tanto, entonan la letra del tema “Un violador en tu camino”: “El violador eres tú”, repiten, señalan, estremecen.
Así fue el #proyectorazo en la Legislatura porteña ??? #19F El Proyecto está en las calles #AbortoLegal2020 ? Julianite pic.twitter.com/vGGYr9rNSB
— ?? #SeguimosenCampaña (@CampAbortoLegal) February 19, 2020
La secuencia sucede en Chile a fines de 2019 y la encabeza el colectivo feminista “Las Tesis”. El video se viraliza y recorre el mundo. Esta tarde volverán a repetirlo durante el “pañuelazo” frente al Congreso de la Nación pero con una adaptación de la letra a la problemática local, de la que participó la escritora argentina Claudia Piñeiro y que ya circula en redes sociales, para que cualquier persona pueda aprenderla y sumarse a la movida.
El grupo chileno integrado por Dafne Valdés, Paula Cometa, Sibila Sotomayor y Lea Cáceres llegó a nuestro país el domingo invitado por la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. El lunes, durante una conferencia de prensa en el auditorio del Hotel Héctor Quagliaro, hablaron acerca del impacto mundial de su performance, cuya letra fue adaptada y traducida a diferentes idiomas, entre ellos, portugués, griego, alemán, francés, inglés, turco y árabe. También se ha adaptado al lenguaje de señas.
Su objetivo, explicaron, es llevar teorías de autoras feministas a un formato escénico. En el caso de su hit, se inspiraron en la tesis de la antropóloga argentina Rita Segato, quien analizó los factores que estructuran la violencia sexual ejercida contra las mujeres.
“No esperábamos semejante repercusión. Cuando la hicimos por primera vez a modo de protesta, frente a la Segunda Comisaría de Carabineros de Valparaíso, estábamos muy nerviosas. Los pacos (N. de la R.: como en Chile llaman a los carabineros) se quedaron helados. No sabían qué hacer. ‘¿Qué es esto?’, decían. Mientras nosotras bailábamos y cantábamos vestidas con brillos y transparencias», recordó Sibila Sotomayor.
¿Querés saber que va a pasar el 19F en el Congreso de la Nación desde las 17 hs? Talleres-Artivismo-Picadito-Música-Libros-Audiovisuales y mucho más! pic.twitter.com/X12rA2W2pr
— ?? #SeguimosenCampaña (@CampAbortoLegal) February 17, 2020
“Se siente, se siente: aborto legal 2020”
La frase se repite en los tuits con el hashtag #19F. La expectativa está latente y no es para menos. Por tercer año consecutivo -y a días de que el gobierno presente su propio proyecto de ley para legalizar el aborto-, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito convocó a un nuevo “pañuelazo” para hoy.
Se tomarán las calles frente al Congreso de la Nación y en más de 100 ciudades del país para exigir el tratamiento urgente y la aprobación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), presentado el 28 de mayo de 2019.
“El objetivo es mostrarnos en las calles. Estamos a la espera del proyecto que va a presentar el presidente Alberto Fernández. Nos gustaría que sea lo más parecido posible al que construimos desde el movimiento feminista”, explica a Infobae Laura Salomé Canteros, periodista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que, este 2020, cumple quince años.
Las palabras de Canteros hacen referencia a lo que Alberto Fernández dijo el 5 de febrero en el Instituto de Estudios Políticos de París, durante el cierre de su gira por Europa. “En la Argentina el aborto es un delito. ¿Cuál es el problema? Que todo aborto se vuelve clandestino y en la clandestinidad el riesgo de vida y de salud de la mujer aumenta. El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de quién practica el aborto. Voy a mandar una ley que termine con la penalización del aborto y permita la atención de cualquier aborto en cualquier centro público”, indicó el presidente y, sostuvo que el hecho de legalizar el aborto no lo vuelve obligatorio.
Jenny Durán, otra de las integrantes de la Campaña, pone énfasis en el acceso. “Queremos que la práctica esté permitida en los sistemas de salud tanto públicos como privados, así como también dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO)«.
El Proyecto de Ley es resultado del consenso de las más de 700 organizaciones feministas, de mujeres y disidencias, políticas, sindicales, artísticas, académicas y de Derechos Humanos, que confluyen en la Campaña. Recoge el debate parlamentario y social de 2018, cuando “la marea verde” salió a las calles a exigir “aborto legal ya”.
“Desde la Campaña presentamos el proyecto ocho veces consecutivas. El más reciente garantiza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 y consagra derechos constitucionales, adecuándose a las exigencias de organismos internacionales de Derechos Humanos de los que Argentina forma parte”, destacan ambas activistas feministas.
¿La novedad? A diferencia de lo que sucedió los años anteriores, esta vez, habrá un escenario en la Plaza de los dos Congresos. “Es la primera vez que vamos a tener la plaza para nosotras. Anteriormente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dividía el espacio en dos por pedido de algunas iglesias. Finalmente entendieron que no hacía falta hacerlo porque es una fecha feminista. No hay lugar para otros reclamos”, concluye Laura Salomé Canteros.
Cronograma de actividades y horarios
“¡Vení a ser parte de la historia!”, invitan desde la Campaña. Y predicen que “la calle será una fiesta”. Además de talleres con diferentes actividades artísticas, del evento participarán varias bandas de música, entre ellas, Ignacia, Masqueun3, Eruca Sativa y Femigangsta.
En todo el país:
Pañuelazo Federal simultáneo a las 19.
En CABA, frente al Congreso de la Nación:
De 17 a 18.30: Radio abierta, picadito de fútbol, presentación de libros y audiovisuales y carpas con talleres y actividades de colectivas artísticas.
A las 18.30: Lectura de la declaración de la Campaña.
A las 19: “Pañuelazo” con Las Tesis.
A las 19.30: Festival de música: Ignacia, Masqueun3, Eruca Sativa y Femigangsta.
A las 21 hs. Cierre sorpresa.
Aquí la programación completa:
Ecuador, Chile, Venezuela, España y República Checa, entre los países que se suman al pañuelazo federal
Organizaciones de mujeres de Ecuador, España, Chile, Venezuela y República Checa replicarán mañana en plazas y embajadas de esos países el Pañuelazo Federal convocado por organizaciones de la Argentina para exigir al Congreso la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
«Tenemos la necesidad de ser parte de esta acción global, sobre todo para visibilizar también lo que sucede en Ecuador con el tema del aborto», explicó a Télam Belén Valencia, referente de Ruda Colectiva Feminista.
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Rassemblement Place de la République pour le droit à l’avortement sûr légal et gratuit en #Argentina ??#AbortoLegal2020 #SeraLey?? #SeguimosEnCampana ?? pic.twitter.com/1yhpHOyHMo— Le Planning Familial (@leplanning) February 18, 2020
En Ecuador, el aborto está criminalizado al igual que en la Argentina.
«Las mujeres entran en la cárcel incluso por abortos espontáneos», lamentó Valencia y subrayó que «criminalizar el aborto es criminalizar la pobreza».
La acción, la segunda en las calles de Ecuador en lo que va de 2020, tendrá lugar mañana a las 17 (las 19 de la Argentina) frente a la embajada argentina en Quito y espera reunir a un grupo «amplio, diverso y plural» de personas.
«Se espera una pañuelazo democratizador, donde todas podamos identificarnos con el color verde sin pensar en una institución o un logo que medie en esta lucha», explicó.
La convocatoria, que se realizó por primera vez en 2018 al iniciarse las sesiones legislativas, incluirá el pañuelazo simultáneo y en algunos casos asambleas.
A continuación, la lista de los países en los que habrá actividades.
Ecuador: frente a la embajada argentina, en Quito.
Venezuela: frente al Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas.
Chile: frente al consulado argentino en Santiago y en la plaza Pentagonal, en Coyhaique, en la región sureña Aysén.
España: frente a la embajada argentina, en Madrid; frente a la biblioteca Francesca Bonnemaison, en Barcelona, y en la Casa do Matadoiro, en Galicia.
República Checa: en una calle de Brno, a unos 205 kilómetros al sudeste de Praga. (Télam)
#19F: El acceso al Aborto Legal como política de DDHH
Por Ana Paula Marangoni
Este año se volverá a presentar en el congreso la ley que garantizaría el acceso legal a la interrupción voluntaria del embarazo. A pesar de que su tratamiento histórico durante 2018 habilitó el debate público y social por primera vez de forma masiva, todavía circulan muchos mitos en relación al tema. La legalización del aborto es un asunto de DDHH con relevancia internacional y, contrariamente a dichos infundados, se sostiene a través de sólidas argumentaciones.
Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se realizó una convocatoria para este miércoles 19 de febrero a las 18 horas. La propuesta es realizar un pañuelazo simultáneamente frente al Congreso de la Nación en CABA, y en distintos puntos del país, en el marco de una jornada federal y mundial y de cara a la apertura de las sesiones del Congreso Nacional, el próximo 1 de marzo.
A partir de la asunción del nuevo gobierno, tanto el presidente Alberto Fernández como Ginés González García, el actual ministro de Salud de la Nación, se pronunciaron a favor del tratamiento de la ley en el Congreso, así como también expresaron públicamente la voluntad de que fuera aprobado.
La problemática del aborto en clandestinidad, que se instaló a partir de férreos debates y masivas movilizaciones por parte de la Campaña, diversos colectivos feministas y mujeres que se pronunciaron espontáneamente, aún despierta sospechas en algunos sectores. La expectativa por su tratamiento por segunda vez nos convoca a superar prejuicios y falsas argumentaciones, con el fin de saldar de una vez falsas grietas y dicotomías.
El acceso legal al aborto como derecho humano
Un punto de vista necesario y fundamental para evitar tergiversaciones es el derecho internacional. Existe un consenso por parte de organismos internacionales en reconocer la violencia contra las mujeres y cuerpos gestantes como una problemática de derechos humanos. Cuando el Estado impide el acceso pleno a la salud reproductiva, incurre en políticas de violencia hacia este sector de la población. Las leyes restrictivas en relación al aborto y la realización de abortos inseguros y clandestinos generan altas tasas de mortalidad y morbilidad (entiéndase por morbilidad, enfermedades y problemas de salud) materna.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) señala que en los países donde el acceso al aborto es legal, los índices de salud en mujeres y cuerpos gestantes mejoran sustancialmente. De hecho, desde 1980, los abortos clandestinos son la primera causa de mortalidad materna y representan un tercio de esas muertes (cifra relevada por Amnistía Internacional).
En los países donde el acceso al aborto es legal, la tasa de mortalidad materna es mucho más baja. Un ejemplo notable es el caso de Uruguay, que cuenta con la tasa de mortalidad materna más baja de América Latina y el Caribe, con apenas 15 muertes cada 100 mil nacidos, cifra que se redujo notablemente a partir de la legalización del aborto en 2012 (dato de la OMS).
Curiosamente, en Argentina, a pesar de que el acceso es legal a partir de ciertos causales (Protocolo ILE), las cifras de mortalidad materna son de 52 muertes cada 100 mil nacidos, comparables a países donde el aborto está totalmente prohibido.
Si se revisan las estadísticas por provincia, se observa que en más de la mitad de las provincias (17 de 24) el aborto es la principal causa individual de mortalidad materna. En Salta, Jujuy y Chaco, se duplica el número nacional de mortalidad materna (según el Ministerio de Salud de la Nación en 2016). Estos datos ponen en evidencia que los índices de mortalidad son mucho más críticos en provincias con menor acceso a recursos, y se asocian directamente a la inequidad y a la pobreza.
Otra cuestión de relevancia es el hecho de que la penalización del aborto no tiene incidencia en la disminución de la práctica. Solo aumenta el riesgo, afectando a la salud reproductiva de quienes lo practican. Por el contrario, la legalización de la práctica no aumenta la cantidad de abortos. Este es un aspecto que se suele utilizar habitualmente en la mitología sobre el tema. Quienes temen una ola masiva de abortos a partir de su legalización, solo expresan su profundo desconocimiento sobre el tema. Legalizar el aborto salva vidas y aumenta el control de enfermedades y problemas de salud asociados a la gestación; condenarlo a la clandestinidad, no disminuye la cantidad de abortos, y vulnera el acceso de mujeres y gestantes a la salud reproductiva como derecho humano.
La penalización del aborto como exposición a la tortura
Otra cuestión importante es que la penalización del aborto somete a gestantes a situaciones de violencia institucional que pueden derivar en malos tratos, e incluso en tortura. Hay una cantidad de prácticas generalizadas en nuestro país, que implican desde negar el acceso al aborto por causales, demorarlo burocráticamente para impedir el derecho, impartir malos tratos, hasta infringir el secreto médico y la confidencialidad, llegando a situaciones de vulneración y tortura extremas. Una de estas situaciones recurrentes ha sido la difusión pública y mediática de la identidad de niñas que intentaban acceder al aborto luego de haber sido violadas. En estos casos, no solo se violan los derechos de las mujeres sino que también se vulnera la integridad de niñas, violendo los Derechos Internacionales del Niño (promulgados por la CDN).
En Abril de 2011 el Comité de Derechos Humanos de la ONU condenó a Argentina por el caso llamado “LMR” por la injerencia ilegítima de la justicia al judicializar su derecho al aborto, expulsándola del sistema público de salud y poniendo en riesgo su salud y su vida.
El inicio de la vida y la categoría de persona
Otra falacia corriente suele ser el debate por el inicio de la vida. Ningún organismo internacional de derechos humanos ha reconocido al embrión como objeto de protección en virtud del derecho a la vida. A su vez, no existe consenso en ningún campo o disciplina acerca de cuándo comienza una vida.
El derecho sí regula el comienzo de la existencia de la persona, estableciendo una diferencia entre la vida y la condición de persona. Nuestro Código Civil y Comercial debe interpretarse conforme a la Constitución Nacional y a los tratados internacionales de derechos humanos.
Para los organismos internacionales, el derecho a la vida no es absoluto, sino gradual e incremental, y debe ser ponderado con otros derechos en juego.
Frente Art. 4 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH), que establece que el derecho a la vida debe estar protegido “en general, desde la concepción”, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) plantea que dicha protección no es absoluta y que el objeto directo de protección es la persona embarazada.
A su vez, para la CIDH no se interpreta que el embrión sea persona ni del artículo mencionado como de otros artículos de diversos organismos. Según los estándares internacionales de DDHH, en cambio, los estados sí tienen la obligación de tomar medidas para garantizar que la vida y la salud de la persona gestante tengan prioridad sobre la protección del embrión.
Además, la ley de legalización del aborto en Argentina no propone el debate por el comienzo de la vida, dado que en nuestro país el aborto ya es legal con causales (a pesar de que este derecho no se respeta en muchas provincias y hospitales públicos). Lo que sucede es que quienes se niegan a tratar el tema por creencias religiosas buscan empantanar la cancha con discusiones que se encuentran ya saldadas, intentando apelar a la moral y a la confusión de quienes oyen.
La frase “el derecho a la vida del niño por nacer” es una de las principales falacias que pretenden generar confusión, al margen de toda legislación nacional e internacional. Un niño o niña es una persona, y eso no está en discusión. Hablar del “niño por nacer” implica la omisión del término “embrión” ( recordemos que la ley habla del acceso al aborto hasta la semana 14 de gestación), de su asociación retorcida a un niño nacido, de la suspicaz falacia de que quien aborta, mata a un “niño”, y por lo tanto, cometería un crimen, y de la omisión absoluta de la persona gestante, de sus condiciones simbólicas y materiales para llevar a cabo no solo la gestación, sino la crianza y el cuidado de un niño o una niña.
El aborto, un tabú religioso y patriarcal
Algunas malas (¿o buenas?) lenguas afirman que si los hombres gestaran, el aborto ya sería legal, y estaría avalado además por la Iglesia Católica, dirigida y representada curiosamente solo por hombres en los cargos jerárquicos. Ciertamente, el aborto ha sido y continúa siendo un tabú para nuestra sociedad porque es un problema que atañe a la mitad de la población, pero no a la más poderosa. Mientras que el aborto reúne toda suerte de falacias, mitologías y superticiones, la maternidad y la crianza continúan siendo tareas que recaen principalmente sobre las mujeres, mientras que esta última parece ser optativa para varones, no solo desde lo moral sino desde nuestro sistema de derechos y obligaciones.
Quienes se escandalizan por los embriones en materia de aborto, hacen la vista gorda sobre la manipulación genética de embriones y su congelación en el marco de prácticas de fertilidad. ¿Por qué en algunos casos se trata ya de una “vida” y en otros no? Y curiosamente, se indignan mucho menos por paternidades abandónicas, así como por la problemática de madres que deben asumir las tareas de crianza y cuidado prácticamente sin acompañamiento del Estado.
Por otro lado, quienes lideran estos grupos pro clandestinidad suelen referirse a la maternidad sin tener en cuenta la importancia del consentimiento y la voluntad de ser madre; y sobre cómo esto influye en un vínculo que será para toda la vida, lo cual es condición necesaria para la salud mental de quien decide ser madre, así como del niño o niña, ambos considerados personas.
Mientras que el acceso al aborto es legal en todos los países llamados desarrollados, y contradice con sus índices todos los prejuicios existentes, aún es objeto de escándalos en países donde las Iglesias Católica y Evangélica(s) tienen mayor influencia. Los mismos países donde estos grupos vinculados a la esfera religiosa también obstaculizan el acceso a la información desde la niñez y adolescencia a la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, a la concientización y prevención de abusos en la infancia y adolescencia, así como de la maternidad y paternidad en forma consciente y voluntaria (que se debería instrumentar en nuestro país a través de la Ley de Educación Sexual Integral en las escuelas).
Parece increíble que las creencias oscurantistas aún circulen en espacios públicos de debate, y obtengan incluso legitimación. Pero así sucede, y los ejemplos froliferan en ámbitos judiciales, legislativos, institucionales y mediáticos.
Para muchas mujeres y personas con capacidad de gestar, este año podría ser el definitivo en materia de avances de derechos en Argentina. La Campaña Nacional por el derecho al Aborto supo integrar tres conceptos claves en la ley propuesta: “Educación Sexual para Decidir, Anticonceptivos para no Abortar, y Aborto Legal para Decidir (y no morir)”. Esta leyenda histórica resume con demasiada precisión el fundamento de la propuesta y de una larga lucha.
*Este artículo fue realizado con material bibliográfico brindado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en el marco de Jornadas de Formación gratuitas realizadas en 2019 en el Congreso de La Nación.
Una lectura de escritoras para apoyar la ley del aborto
Muchas ellas serán las autoras de los libros que se están leyendo este verano. Y hasta de alguna serie que veremos pronto. Algunas causaron impacto, algunas ganaron premios, algunas son viejas conocidas y otras están llegando. Son distintas, pero este miércoles las unirá una causa: un grupo de autoras está organizando una jornada de lectura que se hará durante el «pañuelazo», que reclamará que se trate y se apruebe el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Entre ellas están Claudia Piñeiro, Diana Maffia, Gabriela Cabezón Cámara, Claudia Aboaf, Belén López Peiró, Cecilia Szperling, Gabriela Franco y Florencia Alcaraz, entre otras. La lectura se hará a partir de las 17 en una carpa frente al Congreso de la Nación, en la calle Hipólito Yrigoyen.
La acción de las escritoras no es nueva: en abril de 2018 más de 200 autoras se reunieron para firmar por la sanción de la ley, que finalmente no pasó la votación del Senado.
De 17 a 18 se leerán textos de ficción y desde las 18, de no ficción. Piñeiro -una de las autoras argentinas con mayor llegada al público- adelantará fragmentos de Catedrales, su última novela, que sale a la venta en marzo
«Las escritoras acompañamos la discusión y el debate porque es un problema de salud pública. Nos organizamos y elegimos, dentro de la inmensidad de escritoras, algunas que escribieron textos feministas, de disidencia o con el tema del aborto. Porque queremos que el pañuelazo del 19F sea mucho más grande y ojalá el último», dijo Piñeiro, una de las voces referentes del reclamo.
Después de aquella firma, el grupo nPliteratura (Nosotras proponemos literatura) estuvo todos los martes con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto frente al Congreso.
A dos años del pañuelazo que fue la antesala de un debate legislativo histórico, Claudia Aboaf, -autora de El ojo y la flor y otra de las escritoras responsables de esta tarea de organización- cree que la reivindicación «nos unió a las escritoras y trascendió al tema del aborto: comenzamos a cuestionar el canon, las universidades, los cupos en los jurados, la inclusión de los géneros no binarios, fue el fogonazo para seguir por más derechos y reivindicar la figura del escritor como trabajador».
«Se está rompiendo el universal masculino -apunta Cabezón Cámara, autora de Las aventuras de la China Iron-, en ese sentido diría que sí hay una nueva genealogía gestándose, en tanto y en cuanto la presencia de los feminismos en el mundo logró que las mujeres seamos publicadas, no todavía en la misma proporción pero mucho más que antes. Es un momento en que la institución literatura deja de ser la expresión sublime del hombre para pasar a ser expresión y apuesta estética de los cuerpos y los espíritus de hombres, mujeres y disidencias».
Para Dolores Reyes «los temas que están en la calle son también nuestros materiales de escritura». En su novela Cometierra fueron los «feminicidios», algo que la obsesiona desde mucho tiempo antes de que el tema fuera abordado siquiera con ese término: «La escritura permite crear ficción desde problemáticas no resueltas, que en este caso coinciden con la agenda feminista. Pero la ficción impone desarrollar historias, personajes, un uso de lengua particular, un mundo propio que nos dice mucho de la jungla machista a la que sobrevivimos afuera».
Por su parte, María Inés Krimer, activista en el gremio de escritores, aseguró que «las relaciones de dominación son materiales y sobre ellas se establecen discursos. Es imposible que la realidad no se filtre en la pantalla a la hora de escribir. Un día estaba charlando con una amiga sobre el lugar de las mujeres en los sindicatos y de pronto dijo: ‘cuando hacemos uso de la palabra los hombres salen a fumar un pucho o van al baño’. Fue el inicio de mi última novela, Cupo.
«El estado de alerta -agrega la creadora de la detective Ruth Epelbaum -un personaje femenino en un género universalmente masculino- es continuo. Rita Segato habla de un poder rapiñador sobre los cuerpos. Rape, en inglés, es violación y ahí tenemos el inicio de nuestra literatura con El Matadero. Nunca el lenguaje dijo tanto».
Mariana Komiseroff, autora de «Una nena muy blanca» que aborda la problemática de las violencias, se posiciona: «No puedo separar mi militancia en las calles de mi escritura. Soy la misma que escribe y que marcha con la Campaña desde hace mucho. La escritura de ficción tiene ciertas reglas que me obligan a preguntarme cuál es el universo de los personajes, qué cosas pueden pensar y cuáles no. Cuando me preguntan si las mujeres de mis novelas son feministas la respuesta es: no. Yo soy feminista, no mis personajes».
Con la novela de no ficción Por qué volvías cada verano, Belén López Peiró contó el abuso que sufrió en la adolescencia y su libro pasó del refugio propio a ser una herramienta para muchas, como para la actriz Thelma Fardin. «Creo que la literatura también puede ser un lugar donde podemos reunir nuestra experiencia, hacer algo con ella» dice Peiró.
Para la periodista y escritora, «escribir es una forma de poner el cuerpo, la literatura es un hecho corpóreo, escribimos con los oídos, con el olfato, con el tacto, con todos los sentidos» y también «ponemos el cuerpo con el reclamo del aborto o las marchas del 8M, una forma de militar la no violencia hacia las mujeres o la igualdad de derechos, tiene que ver también con incluir la perspectiva de género en nuestras novelas».
Cabezón Cámara, en cambio, tiene otra posición: «En la literatura no milito, escribo acerca de las cuestiones que me afectan y me llevan a pensar cosas, escribo sobre lo me interesa, me interpela, me calienta, me gusta o no. Cuando escribís sos vos y no, hay algo del sujeto que se funde en algo más grande, que tal vez sea la función poética del lenguaje».
«La literatura -piensa Aboaf- es poner en palabras y articular el lenguaje, es decir lo que no se ha dicho» y en ese sentido la militancia en las calles «a pesar de que pueda parecer que nos roba tiempo de escritura, que nos saca de nuestra supuesta soledad, lo que estamos creando es un corpus que ha impulsado literatura de no ficción, lecturas y antologías. Ponemos el cuerpo en la calle y creamos un corpus literario. Y tal vez a más militancia, más escritura. A más cuerpo, más corpus».
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