Argentina: Fernández y Kicillof lanzan programa en el que beneficiarios de planes sociales refaccionarán escuelas
Planes sociales por trabajo en las escuelas
El plan Argentina Unidad por la Educación y el Trabajo prevé que 12 mil cooperativas refacciones 752 escuelas durante febrero en Buenos Aires. Tambié se hará en el interior.
El Gobierno presentó ayer la iniciativa Argentina Unidad por la Educación y el Trabajo por la que beneficiarios de planes sociales trabajarán refaccionando escuelas, presentada en el escenario como «la principal política social del gobierno de Alberto Fernández». «Apunta a recomponer la solidaridad social y recuperar la dignidad del trabajo», definió el Presidente en el acto realizado en un club de Moreno, el municipio elegido como símbolo del deterioro de la infraestructura escolar sufrida durante el macrismo. En agosto de 2018, en la escuela municipal 49, murieron los docentes Sandra y Rubén por la explosión generada por un escape de gas. El gobernador Axel Kicillof destacó que el plan, presentado en medio de las negociaciones con los bonistas por la deuda provincial, servía para «poner en orden las prioridades» de la gestión.
«Nunca nos olvidemos que eso viene a avergonzarnos como sociedad: que alguien se muera en su lugar de trabajo», definió Fernández lo sucedido año y medio atrás. El recuerdo de «Sandra y Rubén» se mantuvo latente durante todo el acto. El propio Fernández se sumó al «presente» cuando el nombre de los docentes bajó desde las tribunas, ocupadas por militantes peronistas y de organizaciones sociales. «Esto es un enorme plan de integración. Porque uno puede concebir la Argentina como la concebían hasta el 10 diciembre, donde algunos creían que sobraban 20 millones de personas. En la Argentina cabemos todos, todos tenemos que encontrar nuestro futuro y nuestro destino», afirmó el Presidente.
Sobre el escenario en el club Los Indios de Moreno estuvieron los ministros Daniel Arroyo, Nicolás Trotta y Wado de Pedro, junto al jefe del bloque de diputados Máximo Kirchner, las ministras bonaerenses Fernanda Raverta y Agustina Vila y la intendenta Mariel Fernández, encargada de abrir el acto. En primera fila, varios funcionarios y dirigentes de movimientos sociales como Fernando «Chino» Navarro, Emilio Pérsico, Leonardo Grosso, Juan Grabois y Daniel Menéndez, entre otros. También estaba el titular de Suteba, Roberto Baradel.
El plan, explicó Arroyo, implica el trabajo de 12 mil cooperativistas en la provincia de Buenos Aires para arreglar un 752 escuelas deterioradas, a razón de unos 20 por establecimiento. En todo el país serán 30 mil los cooperativistas que tendrán una ocupación mediante este plan, para lo que serán capacitados por la UOCRA. «Se trata de reconstruir la Argentina desde abajo, la política social es trabajo», sostuvo el ministro de Desarrollo. Los integrantes de las cooperativas encargadas de acondicionar las escuelas cobrarán un complemento que, sumado a los 8500 pesos del Hacemos Futuro que perciben, llevará sus ingresos a 17 mil pesos. La conversión de los planes en trabajo genuino es una histórica aspiración de las organizaciones sociales.
Se conformarán cuadrillas que durante febrero trabajarán a buen ritmo para poner todos esos miles de escuelas en condiciones de abrir a partir del inicio de las clases, en marzo. Las provincias que adhieran al plan -hasta ahora ya hay inscriptas 14- deberán hacerse cargo de los insumos. En el caso de la provincia de Buenos Aires, el gasto será de unos 200 millones de pesos. Uno de los objetivos que Kicillof le había planteado a Alberto Fernández durante el reciente viaje que hicieron juntos a Israel era mostrar que los fondos que no iban ahora a los bolsillos de los bonistas -en muchos casos se trata de fondos especulativos extranjeros- se destinan en obras que benefician a los bonaerenses. El Presidente quiso estar presente en el acto.
«A la gobernadora (María Eugenia) Vidal se le empezó a caer la careta», recordó la intendenta Fernández a propósito del episodio en la escuela de Moreno. Recordó que la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar docente Rubén Rodríguez abrían la escuela los sábados para atender a los chicos. «Nosotros no le importábamos», concluyó Mariel sobre Vidal, no bien recordada desde las tribunas.
Pese a que se trató de una tarde de enero bastante soportable, adentro del club hacía mucho calor. Y eso que para que el clima continuara siendo respirable habían dejado afuera a la mayor parte de la militancia que se acercó hasta la sede, principalmente del Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Patria Grande, La Cámpora y la CTEP, que se quedaron cantando en la calle.
“La escuela pública es lo que nos eleva, lo que nos impulsa, lo que salva la vida, la trayectoria, los futuros de los y las bonaerenses. Eso es lo que queremos: recuperar no solo los edificios, sino el lugar prioritario que tiene que tener la educación en la provincia de Buenos Aires”, remarcó Kicillof, que destacó que este tipo de políticas las podía poner en marcha por las coincidencias que existían con el gobierno nacional. Por estos días, donde algunos analistas buscan ver diferencias entre la Rosada y La Plata por la estrategia de negociación de sus respectivas deudas, Kicillof y Fernández se esforzaron en dar una imagen de sintonía.
Así, el Presidente consideró que fue «la unidad del pueblo» la que permitió que «el mismo pueblo vuelva a la Presidencia de la Nación y a la gobernación de la provincia” de Buenos Aires, y destacó que su administración apunta a «recomponer la solidaridad social y recuperar la dignidad del trabajo». Cuando en algún momento se escuchó un agradecimiento de la tribuna por haber aceptado la invitación al acto, Fernández respondió que no había nada que agradecer. «Mi primer compromiso es con ustedes, somos lo mismo. Yo quiero lo mismo que ustedes», remarcó.