Haití conmemora 10 años del devastador terremoto
Conmemoran en Haití décimo aniversario del devastador terremoto
El Gobierno de Haití, conmemoró este domingo el décimo aniversario del devastador terremoto que azotó al país el pasado 12 de enero de 2010, donde causó más de 300.000 muertos, así como un mayor número de heridos y unas 1,5 millones de personas desplazadas.
El jefe de Estado, Jovenel Moïse, depósito dos ofrendas florales, una en la comunidad de Saint-Christophe, sitio donde fueron sepultadas en una fosa numerosas víctimas de la catástrofe, y la otra en los jardines del Panteón Nacional haitinano.
Las autoridades de Puerto Príncipe declararon la fecha como el día de conmemoración y reflexión en Haití, dedicado a honrar la memoria de las víctimas del desastre natural; en respeto a los fallecidos y heridos, la bandera nacional ondeó a media asta, los sitios de entretenimiento permanecen cerrados.
Dépôt de gerbe de fleurs devant la stèle funèbre érigée sur la cour du Palais national à la mémoire des employés de l’institution tués lors du séisme dévastateur du 12 janvier 2010. pic.twitter.com/qIXPzGWEqW
— Président Jovenel Moïse (@moisejovenel) January 12, 2020
La organización de defensa y promoción de los derechos humanos Collectif Défenseurs Plus, hizo un llamado a la población para participar en una «inusual» marcha en algunas calles de Puerto Príncipe en conmemoración de los diez años del mortífero seísmo.
«El objetivo es sensibilizar a los ciudadanos en torno a las amenazas que pesan sobre la población debido a las malas condiciones de las viviendas, así como instar a las autoridades estatales a tomar las medidas necesarias para reducir los riesgos y los daños que este tipo de fenómeno puede provocar», indicó el co-director de la entidad, Antonal Mortimé.
Igualmente, está prevista una representación artística alegórica al impacto físico de la tragedia en las víctimas, en la que se ha invitado al público a participar.
Haití sigue en ruinas 10 años después del terremoto
Este domingo se cumplieron 10 años del devastador terremoto sufrido por Haití, durante el que murieron alrededor de 316 mil personas, mientras el dolor se mezcla con la ira y la amargura por los esfuerzos fallidos de reconstrucción y la continua inestabilidad política del país.
Miles de haitianos acudieron en masa a las iglesias del país para celebrar misas en memoria de las víctimas.
El presidente de Haití, Jovenel Moise, acompañado de miembros de su Gobierno y con presencia de diplomáticos extranjeros, participó en una entrega floral a las afueras de la capital, Puerto Príncipe, donde están enterrados miles de los fallecidos en el terremoto.
«Comimos juntos, dormimos juntos, lloramos juntos, rezamos juntos» después del terremoto, rememoró Moise. Pero ahora, añadió, «el odio y la discordia ha llenado nuestros corazones… Hoy necesitamos esa solidaridad, esa unidad».
Cuando Moise apareció, un grupo de manifestantes antigubernamentales se acercó para protestar, una muestra del resentimiento entre la sociedad por los fracasos del gobierno y de los grupos de ayuda internacional desde el devastador terremoto de hace 10 años.
Durante unos 35 largos segundos, un terremoto de magnitud 7 transformó la capital, Puerto Príncipe, y las ciudades cercanas de Gressier, Leogane y Jacmel en ruinas polvorientas. Más de 1,5 millones de haitianos quedaron sin hogar, dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un desafío colosal en un país que carece de un registro de tierras o de reglas de construcción.
«Ha sido una década perdida, totalmente perdida», dijo el economista haitiano Kesner Pharel a la AFP. «La capital no ha sido reconstruida, pero nuestra mala gobernanza no es responsabilidad exclusiva de las autoridades locales; a nivel internacional no hemos visto un mecanismo para administrar la ayuda que permita que el país se beneficie».
Los miles de millones de dólares prometidos por los donantes internacionales en las semanas posteriores a la catástrofe parecen haberse desvanecido, alimentando la amargura de los sobrevivientes que están hoy expuestos a los mismos peligros que existían antes del terremoto. «El país nunca fue reconstruido y estamos de vuelta en el punto de partida», aseguró.
El terremoto destruyó cientos de miles de hogares, así como edificios administrativos y escuelas, sin mencionar el 60% del sistema de salud.
Haití se ha visto también afectado por una grave crisis sociopolítica.
En 2018, los escándalos de corrupción que implican al presidente Moise y a todos los gobiernos posteriores al terremoto provocaron una fuerte y violenta reacción. Los cascos azules, por otra parte, fueron denunciados por cantidades de violaciones a mujeres y de haber desatado epidemias, como la de cólera, que provocó 7 mil muertes más.
Las protestas fueron protagonizadas sobre todo por jóvenes -más de la mitad de los habitantes de Haití son menores de 30 años- que viven con pocas posibilidades de empleo en un país marcado por una creciente inseguridad en medio de frecuentes enfrentamientos entre pandillas armadas.
El cólera en Haití: superado pero no olvidado
Por Carissa Etienne(*)
El brote de cólera que comenzó en Haití en octubre del 2010 causó alrededor de 820.000 casos y 9.79 2muertes. Gracias al arduo trabajo que han realizado el gobierno y el pueblo de Haití, en asociación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otros organismos, no se ha registrado ningún caso confirmado desde fines de enero del 2019. Ahora que el país está a punto de cumplir un año sin cólera, la enfermedad puede haber desaparecido, pero ciertamente no ha pasado al olvido. Este es el momento de actuar para que el cólera en Haití siga siendo un recuerdo lejano.
El cólera es una enfermedad de la inequidad.
Los casos y las muertes se concentran de manera desproporcionada entre los más pobres y vulnerables, que no tienen acceso a servicios de agua potable y saneamiento. Causa cuadros de diarrea y deshidratación tan graves que, en cuestión de horas, pueden llevar a una persona sana a la muerte. Mientras persistan enfermedades como el cólera, claramente no lograremos la meta de la salud universal ni avanzaremos en el eje central de la Agenda para el Desarrollo Sostenible. La muerte por cólera se puede prevenir con las herramientas que tenemos hoy en día. Se han establecido centros de atención primaria de salud en todo Haití con personal capacitado, tratando de salvar vidas por medio de la rehidratación y la atención adecuadas. Se han establecido mecanismos de vigilancia para detectar y responder a posibles brotes.
Además, hay una vacuna disponible, y la OPS/OMS puede movilizar lotes de la reserva mundial.
La detección temprana es clave. El proyecto Labomoto de la OPS/OMS facilita la labor sobre el terreno, puesto que permite que las enfermeras transporten rápidamente en motocicleta las muestras de los pacientes desde los centros de tratamiento a los laboratorios.
Gracias a esta iniciativa, en el 2019 se hizo la prueba de detección del cólera a 95% de los casos sospechosos.
Sin embargo, para garantizar que el cólera siga siendo un recuerdo lejano, también debemos acelerar la inversión en los servicios de agua potable y saneamiento adecuado. Además, mejorar la inocuidad de los alimentos fue un factor clave para controlar el brote del cólera que se registró en los años noventa en Perú y es un factor igualmente importante en Haití.
Garantizar el derecho a la salud de todas las personas, en todas partes, requiere un enfoque multisectorial que permita abordar muchos de los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. Garantizar el agua potable y el saneamiento es solo uno de los objetivos que determinarán si logramos alcanzar la meta de salud y bienestar universales.
Más de un tercio de la población (35%) carece de servicios básicos de agua potable; y dos tercios (65%) tienen servicios de saneamiento limitados o inexistentes.
Estas cifras se encuentran muy por debajo de los promedios regionales de 3% y 13%, respectivamente. Además, implican que, aunque el cólera por ahora esté bajo control, debemos responder colectivamente y permanecer alertas y listos para mantener esta situación y verificar su eliminación.
Solo podremos respirar tranquilos cuando todos en Haití tengan acceso a servicios de agua potable y saneamiento. También es esencial mantener la vigilancia epidemiológica y las pruebas de laboratorio, y se mantenga un mecanismo efectivo de respuesta inmediata, que incluya la vacuna oral contra el cólera.
Hemos llegado a este punto gracias a los enormes avances alcanzados, pero el proceso de documentar y verificar la eliminación requiere al menos dos años más.
Poco avance en agua potable
A pesar del progreso alcanzado, Haití sigue estancado con respecto al resto de América Latina y el Caribe en términos de acceso al agua potable y saneamiento.
La meta.
Juntos lograremos que el cólera sea superado.
(*) La autora es directora de la Organización Panamericana de la Salud.
Haïti-Séisme/10 ans : Une commémoration officielle, le 12 janvier 2020, sur fond d’inquiétudes politiques
Sur fond d’inquiétudes et d’incertitudes politiques, le président Jovenel Moïse a participé, ce dimanche 12 janvier 2020, à Port-au-Prince, à plusieurs activités officielles, visant à commémorer le 10e anniversaire du terrible tremblement de terre du mardi 12 janvier 2010, a observé l’agence en ligne AlterPresse.
Accompagné du chef du gouvernement démissionnaire (depuis le 18 mars 2019), Jean Michel Lapin, et du président du sénat, Carl Murat Cantave, entre autres, Jovenel Moïse a déposé une gerbe de fleurs sur le site mémorial (inachevé) du Morne Saint-Christophe (à 8 km au nord de la capitale), en mémoire des nombreuses victimes du séisme, qui avait fait environ 300 mille morts et d’immenses destructions matérielles.
« Dix ans après, les plaies sont encore béantes. Le temps peut apaiser, mais rien ne nous autorise à oublier. Je suis venu à Saint-Christophe me recueillir devant les tombeaux des milliers de compatriotes et d’étrangers, disparus dans la catastrophe épouvantable du 12 janvier 2010 », s’est-il exprimé, sur son compte Twitter.
Jovenel Moïse s’est ensuite dirigé, avec sa délégation, au Musée du panthéon national haïtien (Mupanah), où il a tenu un discours en mémoire des personnes disparues.
Il a appelé chacune et chacun à suivre l’exemple de la solidarité citoyenne, affichée lors de la catastrophe du 12 janvier 2010, pour manifester l’amour et l’espoir l’un envers l’autre.
« Dans les moments difficiles, que nous traversons actuellement, nous avons besoin plus que jamais de cette solidarité, de cette unité et fraternité, qui faisaient notre force, qui nous ont empêchés de perdre l’espoir, en nous donnant le courage de croire dans la reconstruction du pays, le changement et la relance de la croissance économique ».
Une fois encore, Jovenel Moïse a exhorté les protagonistes politiques à mettre de côté l’orgueil, la haine et l’envie d’incendier et de détruire, pour dialoguer, décider et construire ensemble l’avenir du pays.
A l’occasion de la commémoration des 10 ans du séisme, l’urgence est de se mettre ensemble pour reconstruire la nation et la jeunesse, estime Jovenel Moïse, invitant à nouveau les forces politiques, sociales et économiques au dialogue, dans la perspective d’une grande réforme constitutionnelle, économique et sociale, en Haïti.
L’aile dure de l’opposition radicale continue d’exiger la démission de Jovenel Moïse, de plus en plus décrié pour sa mauvaise gestion du pays et son implication dans un scandale de corruption, lié au gaspillage des fonds PetroCaribe(plus de 3 milliards de dollars américains / US $ 1.00 = 96.00 gourdes ; 1 euro = 111.00 gourdes ; 1 peso dominicain = 2.00 gourdes aujourd’hui) de l’aide vénézuélienne à Haïti.
Comme annoncé, une maquette du plan de reconstruction du Palais national (détruit dans le tremblement de terre du mardi 12 janvier 2010), par Raco Deco – la firme gagnante du concours d’architecture, lancé par l’État haïtien à travers l’Unité de construction de logements et de bâtiments publics (Uclbp) et le Groupe de travail et de réflexion pour la reconstruction du Palais national (Gtrrpn) – a été dévoilée, ce dimanche 12 janvier 2020, à l’occasion des activités commémoratives au Mupanah.
Une gerbe de fleurs a également été déposée devant une stèle funèbre, érigée sur la cour du Palais national, à la mémoire des employés de l’institution, tués lors du séisme dévastateur du mardi 12 janvier 2010.