El presidente cubano concluye visita a la Argentina tras reunirse con Alberto y Cristina Fernández

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El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, concluyó una intensa visita a Argentina, donde palpó el amor infinito de dos pueblos en un momento histórico y esperanzador para este país, la asunción de Alberto y Cristina Fernández.

Fue esa la razón que lo trajo por vez primera a Buenos Aires en una estancia con jornadas imparables que selló la víspera en un encuentro bilateral en la Casa Rosada con el flamante mandatario de los argentinos y luego con su vicepresidenta, Cristina Fernández, quien lo recibió en el Congreso de la Nación.

Con Alberto Fernández ahondó en la disposición común de fortalecer las relaciones bilaterales y la importancia de impulsar las relaciones económico-comerciales. ‘Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba’, le señaló al mandatario argentino su homólogo cubano.

Acompañado por el canciller, Bruno Rodríguez, el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y otros funcionarios, el gobernante vivió momentos agitados en unos días marcados por la alegría y la fe de un nuevo comienzo para los argentinos, que terminan un duro año con un país que ahora sus nuevos dirigentes trabajarán para sacarlo de la crisis.

¿Quién dijo que todo está perdido? Cuba vino a traerles su corazón, apuntó en varios momentos de su visita el Jefe de Estado cubano, quien resaltó los indisolubles lazos que unen a dos países marcados por su historia.

Fueron jornadas imparables en medio de una temperatura sofocante, también mucho calor humano, una visita para la historia en la cual Díaz-Canel resaltó tanto amigos de la isla como a cubanos residentes que hoy el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos se ha recrudecido en los últimos meses.

También dejó otro mensaje muy claro: ‘Que lo sepan los imperialistas y los oligarcas, no hay fuerza en este mundo que pueda separarnos a argentinos y cubanos’ y se refirió a la convulsa situación en la región, tras alertar que hoy el escenario vuelve a ser de lucha por los derechos de los pueblos, por la unidad y la paz contra las dictaduras neoliberales.

Un importante encuentro con 50 empresarios argentinos, a los que invitó a impregnarle más dinamismo al intercambio en varias áreas y el reencuentro con varios queridos intelectuales amigos de toda la vida de la Revolución marcaron también su intenso programa.

Tuvo también en su agenda el mandatario el espacio para el homenaje al Libertador San Martín, para el Apóstol, José Martí, frente a la escultura que yace en el Rosedal de Palermo, tributó además a las víctimas del terrorismo de Estado y encabezó un enriquecedor intercambio con sus compatriotas residentes en este lado del Cono Sur.

Desde aquí lanzó la convocatoria a la IV Conferencia Nación y Emigración, como parte del proceso de fortalecimiento de las relaciones con los residentes en el exterior, que se realizará en La Habana en abril de 2020.

Además de su encuentro con Alberto y Cristina Fernández, el mandatario cubano selló su visita con un recorrido de más de dos horas por uno de los mayores centros clandestinos de la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), la antigua Escuela de Mecánica de la Armada, acompañado por varios de sus sobrevivientes.

Allí, al lado de esos rostros que sufrieron las más horrendas torturas, en un lugar donde el tiempo parece congelado, convertido hoy en Espacio de la Memoria, conoció de voz propia la historia de aquellos que lograron salir con vida, episodios horrendos de una de las épocas más grises de este país.

Ustedes son luz y amanecer, les dijo el presidente cubano, tras agregar que en ese lugar hay un testimonio enorme de lo que es la crueldad, el asesinato, el maltrato, la violación de los derechos humanos, lo nefasto de las dictaduras militares.

Esta memoria histórica que es Argentina, pero también de Nuestra América hay que compartirla, enseñarla, hacerla visible, para que la barbarie nunca más pueda tener espacio y obstaculice los sueños emancipadores para aportar a la construcción de un mundo mejor que es posible, subrayó.

Prensa Latina


Alberto Fernández a Díaz Canel: “Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba”

Sobre las 9:30 de la mañana de este miércoles 11 de diciembre, el presidente argentino Alberto Fernández, recibió en Casa Rosada al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez y al canciller Bruno Rodríguez Parrilla, durante poco más de media hora.

El presidente Alberto Fernández recibió ayer, en el Salón Eva Perón de Casa Rosada, al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Participó del encuentro el canciller Felipe Solá. También estuvieron presentes el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, y la vicejefa de Jefatura de Gabinete, Cecilia Todesca.

Durante el encuentro, los jefes de Estado destacaron la importancia de incrementar el intercambio de remedios y alimentos, con especial énfasis en medicamentos genéricos destinados a los adultos mayores de Cuba.

El presidente Fernández subrayó el fortalecimiento del vínculo entre ambos países, y señaló que «vamos a avanzar en la cooperación mutua» para robustecer el intercambio cultural y deportivo entre Argentina y Cuba.

«Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba», expresó. Por último, los mandatarios señalaron la importancia de intensificar el intercambio tecnológico y de investigación entre ambas naciones.

Dialoga Díaz-Canel con víctimas de la dictadura en Argentina

Desde Casa Rosada, Díaz Canel partió para el Espacio Memoria y Derechos Humanos, situado en las antiguas instalaciones de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA), tristemente célebre por radicar aquí uno de los mayores centros clandestinos de detención, tortuta y exterminio de la dictadura argentina (1976-1983).

El Presidente cubano estuvo en este sitio durante dos horas, y como parte de la visita conversó con sobrevivientes y familiares de desaparecidos, convocados por Alejandra Naftal, directora del Museo, uno de los 34 edificios del predio de 17 hectáreas donde hoy radican la Secretaría de Derechos de la nación y varios organismos y organizaciones dedicadas a rescatar la memoria y buscar justicia para los 30 000 desaparecidos por los crímenes de la dictadura.

«Hacemos esta visita coincidiendo con nuestra primera estancia aquí, inmediatamente después del encuentro con el Presidente Alberto Fernández y antes de reunirnos con Cristina en unos minutos», explicó el presidente cubano.

En sus palabras a los testimoniantes, el mandatario dijo que su esposa Lis Cuesta, quien visitó anteriormente la instalación, se había conmovido profundamente y le había pedido incorporar una visita al centro en ésta, su primera estancia en Argentina.

«Sepan todos ustedes y los que no están presentes pero estarán siempre, que son parte de la energía que nos ayuda a caminar y salir adelante».

Varios de los presentes contaron parte de sus historias a Díaz- Canel y sus acompañantes agradecieron la visita de representantes de la Revolución cubana justo en días especiales de reconstrucción de la esperanza y que ellos consideran como su Año Nuevo, su primero de enero, con la victoria de Alberto y Cristina, por su vínculo y sensibilidad con el tema.

Graciela García Romero, una de las sobrevivientes, apuntó uno de los significados más trascendentes de la visita: «Aquí vivía el jefe de este macabro plan, aquí donde ahora nos reunimos con el Presidente de Cuba. Entonces nosotros les ganamos.»

La delegación de la Isla recorrió el Museo, estremecedor testigo de un crimen tan horrendo, que se prohíbe la visita de niños menores de 12 años, mientras que los menores de 15 años sólo pueden acceder en compañía de adultos.

«El actual ministro de Defensa dijo en estos días que los militares de ahora deben conocer está historia y saber que los represores han pagado con juicio y prisiones comunes sus crímenes, aunque aún queda por develar mucho y hacer más justicia», resaltó la directora del Museo.

Al finalizar el recorrido de dos horas por el Museo, Alejandra Naftal le agradeció a Lis Cuesta por la iniciativa que llevó al mandatario hasta el Espacio Memoria y Derechos humanos, y le comentó:

«Otros han venido, pero no todos le dedican tanto tiempo, interés y comparten nuestras emociones como lo han hecho ustedes».

Cuba Información

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