El «Milagro de China», una oportunidad para América Latina – Por Yin Xiaotong
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Por Yin Xiaotong(*), especial para NODAL
Cuando la comunidad latinoamericana e internacional felicita a la República Popular China, la Nueva China, por los enormes logros alcanzados desde su fundación hace 70 años, en general se pregunta: ¿de dónde viene China y adónde irá? ¿Qué tipo de mundo está promoviendo China? ¿Cómo se llevará con el mundo?
Desde la fundación de la Nueva China, las relaciones con América Latina están sin duda en su mejor momento. En los últimos años ha aumentado la cooperación comercial, financiera, tecnológica, educativa, y con los años seguramente la cooperación será cada vez más profunda.
El gobierno chino publicó el viernes pasado su primer libro blanco integral «China y el mundo en la nueva era». Utilizando ejemplos y datos, revisó exhaustivamente los logros del desarrollo y las importantes contribuciones al mundo. Expuso de manera integral y sistemática las relaciones de China con el mundo, respondió a las principales preocupaciones de la comunidad internacional y declaró claramente que China siempre ha sido firmemente constructor de la paz mundial, contribuyente al desarrollo global, defensor del orden internacional, demostrando la sinceridad, la determinación y la responsabilidad de un gran país,
En el curso del desarrollo humano, 70 años es solo una gota en el océano, pero para la Nueva China, significa un gran cambio. El pueblo chino se ha apoyado en la autosuficiencia y el trabajo duro, y ha experimentado décadas en el proceso de desarrollo que los países desarrollados han experimentado durante cientos de años, creando un milagro de desarrollo sin precedentes en la historia humana e inyectando energía positiva en la paz y el desarrollo mundial. El libro blanco revisa con orgullo la historia de la fortaleza económica del país, la mejora de la calidad de vida de las personas y la influencia significativa del estatus internacional desde el 18° Congreso Nacional del Partido Comunista de China, señalando que China ha crecido interactuando con el mundo, promoviendo la paz y el desarrollo mundial.
China, como país de gran escala, avanzará hacia la modernización de manera pacífica, lo que inevitablemente traerá una influencia general al mundo. En este sentido, el libro blanco se ha elaborado tanto sobre el concepto de desarrollo como sobre la acción real.
En primer lugar, China se ha embarcado en un camino adecuado para su propio desarrollo. La elección del camino es crucial para el éxito o el fracaso de un país. En los tiempos modernos, muchos países en desarrollo han llevado a cabo arduas exploraciones al respecto y algunos han copiado el modelo occidental, pero tal vez este modelo no corresponde con sus características locales y esto ha causado serios problemas económicos y sociales. Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, la Nueva China ha encontrado un camino de desarrollo correcto para el socialismo con características chinas.
Otro aspecto de la historia de 70 años de la Nueva China ha sido acompañado por una «teoría de la amenaza de China». En este sentido, el Libro Blanco señaló que este argumento tiene malentendidos cognitivos, prejuicios profundamente arraigados, desequilibrios psicológicos causados por el crecimiento del poder y distorsiones deliberadas para salvaguardar sus propios intereses.»Cuando el mundo es bueno, China puede ser buena; cuando China es buena, el mundo es mejor». Esta es la verdad que ha demostrado la práctica de desarrollo de China en los últimos 70 años, y también es la tendencia de los tiempos. No importa cómo cambie la situación internacional, no importa cómo se desarrolle, China nunca buscará la hegemonía, nunca se expandirá, nunca buscará la esfera de influencia, y estará decidida a contribuir a construir un mundo mejor.
En los últimos años más países latinoamericanos establecieron relaciones diplomáticas con la República Popular China como Panamá, República Dominicana y El Salvador.A pesar del gran avance en las relaciones, sabemos que esto no es fácil ni sencillo debido a las grandes distancias geográficas, diferencias culturales y al desconocimiento mutuo que todavía aún persiste.
Pero el crecimiento de las relaciones ha sido rápido y constante. Por ejemplo, desde la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OMC), las exportaciones latinoamericanas a China han pasado de representar un 1,5 % del total en 2001 a un 10 % en 2017. Y con respecto a lo educativo, es considerable el aumento de la cooperación entre universidades que permiten que en un futuro cercano haya más intercambios de alumnos, docentes y de investigadores. Cada vez más latinoamericanos estudian el mandarín en China a través de becas de grado y postgrado para cursar en China, como el crecimiento de chinos que estudian español, habiendo al día de hoy casi 90 universidades que lo enseñan en todo el país.
China debe ser vista como una oportunidad y no como una amenaza para América Latina y el mundo. El avance del país en estos 70 años lo ha demostrado.
(*) Directora del Departamento de Español de la Radio Internacional de China.