Chile: día decisivo para el proyecto que busca reducir la jornada laboral a 40 horas

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Este lunes se votará en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a 40 horas a la semana, para despacharlo a sala y, de esta forma, cumplir con su primer trámite legislativo.

El proyecto impulsado por la diputada comunista Camila Vallejo, que pretende reducir la jornada laboral a 40 horas a la semana, se votará este lunes en la Comisión de Trabajo de la Cámara, instancia a la que fue invitado el ministro Nicolás Monckeberg.

A pesar que la oposición pretende despacharlo a sala este mismo lunes, el Gobierno ha insistido en declarar la iniciativa inadmisible por inconstitucionalidad. El oficialismo incluso recordará que cuatro presidentes de la Cámara y el Senado han descartado mociones sobre rebaja de jornada laboral.

Se trata en específico de sendos informes de los socialistas Osvaldo Andrade y Fidel Espinoza de marzo y abril de 2017, quienes en ejercicio de la presidencia de la Cámara señalaron a la sala que la iniciativa era inadmisible.

El diputado de Renovación Nacional, Francisco Eguiguren, integrante de la Comisión de Trabajo, apuntó a una posible inconstitucionalidad del proyecto y llamó a generar acuerdos desde las distintas colectividades.

“Es inconstitucional, no tiene cómo arribar a buen puerto (…) Tenemos que trabajar para los grandes trabajos, que significa ceder por todos lados”, opinó.

A pesar de esto, la diputada del Frente Amplio, Gael Yeomans, presidenta de la Comisión de Trabajo, anticipó que los partidos que impulsan la medida mantendrán una reunión previa a la sesión, con el fin de lograr acuerdos que permitan despachar el proyecto.

“Nosotros en la mañana vamos a juntarnos con la Democracia Cristiana y los distintos partidos que estamos impulsando el proyecto de ley, para llegar a un acuerdo en materia de indicaciones y sobre todo en lo que tiene que ver con gradualidad, poder tener una postura conjunta”, adelantó.

A esto se refirió el diputado DC, Gabriel Silber, quien aseguró que buscarán generar consensos, añadiendo que la gradualidad en la implementación de la normativa será fundamental en las negociaciones.

“Esperamos que la oposición se allane a buscar acuerdos, pero hemos sido majaderos en que el éxito de ésta depende de no afectar la pequeña y mediana empresa, y que la gradualidad en la implementación de esta reforma hace la diferencia en términos de tener una reducción de jornada laboral”, opinó.

La comisión discutirá y votará, en dos sesiones, el proyecto de 40 horas, para despacharlo a la sala. La iniciativa del Gobierno de flexibilidad laboral, en tanto, aún no recibe la indicación que reduciría la jornada a 41 horas en promedio a la semana.

40 vs 41 horas “promedio”

La reducción de la jornada laboral se tomó durante las últimas semanas el debate político en Chile, provocando en la ciudadanía grandes expectativas respecto a una materia sumamente sensible como es el posible aumento de las horas de descanso.

Por un lado, reflotó el proyecto impulsado desde 2017 por la diputada comunista, Camila Vallejo, que busca reducir el tiempo de trabajo de 45 a 40 horas semanales.

En paralelo, el Ejecutivo arremetió con otra moción que reduciría la jornada a “41 horas promedio”, a través del proyecto de flexibilidad laboral ingresado al Senado y que cuenta con suma urgencia.

Actualmente el Código del Trabajo fija en 45 el máximo de horas semanales que puede durar la sumatoria de jornadas laborales por semana.

En ese sentido, el Ejecutivo busca modificar el Código del Trabajo permitiendo a empresas poder distribuir en 4, 5 o 6 días el tiempo de trabajo semanal, fundamentando esta postura en el aumento de las solicitudes excepcionales para lograr ese cometido que, desde hace algunos años, está recibiendo la Dirección del Trabajo.

Por su parte, la propuesta de Vallejo, que incluso encontró apoyo en algunos parlamentarios del oficialismo como el senador RN, Juan Manuel Ossandón y la diputada del mismo partido, Francesca Muñoz, no apunta a flexibilizar o adaptar la jornada laboral al gusto del empleador o trabajador.

En concreto, se remite a reducir el tiempo semanal que se dedica al trabajo con el fin de acercarse al nivel de los países de la OCDE, asegurando que la modificación traerá consigo también un aumento de la productividad, tal como ocurrió en esos países cuando se implementó.

Ambas iniciativas, en la teoría, traerían como beneficio para el trabajador una reducción del tiempo que éste dedica a trabajar, lo que se traduce en más cantidad de tiempo libre para destinar al descanso o la entretención. Al mismo tiempo, las dos mociones pretenden dar tiempo para que las Pymes adopten los cambios con un margen mayor para concretarlos.

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40 horas: oficialismo acusará este lunes vulneración de reglamento para impedir votación

Una fuerte ofensiva ha venido preparando el oficialismo en los últimos días para enfrentar este lunes lo que será una jornada clave para el proyecto que busca rebajar la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, cuya votación en particular está fijada para las 14.30 en la Comisión de Trabajo de la Cámara.

Con el objetivo de afinar los detalles de la estrategia, el ministro Nicolás Monckeberg se reunirá este lunes en la mañana con los diputados oficialistas de esa instancia, cita en la que se coordinará la ofensiva que activarán en la sesión de la tarde, que consiste -explican en el sector- en acusar una vulneración, por parte de la presidenta de la Comisión de Trabajo, Gael Yeomans, del reglamento de la Cámara. Esto, para intentar impedir que se vote la iniciativa.

En el oficialismo acusan a la parlamentaria del Frente Amplio de haber incumplido su obligación de tramitar los mensajes que el Ejecutivo tiene con suma urgencia, como la reforma laboral que moderniza la Dirección del Trabajo y el Sence, antes de avanzar en la moción parlamentaria. Esto, pese a que la votación del proyecto fue citada para una sesión especial.

De hecho, la semana pasada el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, se contactó con el presidente de la Cámara, Iván Flores (DC), para manifestarle su preocupación. Y, en paralelo, los diputados Patricio Melero (UDI) y Francisco Eguiguren (RN) encargaron un informe a la secretaría de la corporación que les permitiría defender hoy este punto. “Para las sesiones ordinarias debe respetarse el orden establecido en el artículo 265 del reglamento para conformar la tabla del orden del día de dichas sesiones”, dice el informe firmado por el secretario, Miguel Landeros, agregando una advertencia para las sesiones especiales. “En caso de darse la circunstancia de que estén radicados en la comisión respectiva (…) uno o más proyectos con urgencia calificada de suma o discusión inmediata, dichos proyectos deben figurar en el primer lugar de la tabla”, se lee en el escrito.

El diputado Alejandro Santana (RN) -miembro de la Comisión de Trabajo- advirtió que “si la oposición insiste mañana (este lunes) en ver el proyecto del Partido Comunista, sería ir en contra del reglamento y la Ley Orgánica del Congreso. Y, por lo mismo, no tiene viabilidad que el proyecto siga siendo votado”. Y agregó: “El llamado es a la responsabilidad y a que no sea votado este proyecto”. En la misma línea, Melero aseguró que en la sesión va a pedir “que se dé cuenta del informe del secretario de la Cámara en que señala que siempre y en todo evento tienen prioridad los proyectos que están calificados con urgencia por sobre los que no la tienen”.

En la oposición, en todo caso, dicen que Yeomans tiene la facultad para citar a una sesión especial mientras se avanza, en paralelo, en el resto de los proyectos.

La apuesta de Monckeberg

En la reunión que sostendrá este lunes el ministro del Trabajo con diputados oficialistas también se verá qué postura adoptarán los legisladores en caso de no resultar la ofensiva que prepara el sector. Así, fuentes del gobierno dicen que el Ejecutivo pedirá a sus parlamentarios que voten alineados, ya sea rechazando o absteniéndose de aprobar la moción impulsada por la diputada Camila Vallejo (PC), que desde La Moneda han calificado como “inadmisible”, “irresponsable” e “inconstitucional”.

En el gobierno, además, aseguran que Monckeberg llegará con una serie de antecedentes a la comisión con el objetivo de defender la postura del Ejecutivo. El secretario de Estado, a quien se le dará espacio para intervenir, espera dar cuenta de un informe que se encargó a la Dirección de Presupuestos (Dipres) para sustentar el argumento de que el proyecto de 40 horas irroga gasto fiscal y, por tanto, solo podría haber sido presentado por el Ejecutivo.

Además, más allá de la votación del lunes, en el oficialismo no se descarta que puedan acudir al Tribunal Constitucional para que sea ese organismo el que zanje el debate, mientras que en el gobierno no desestiman un eventual veto presidencial.

Al cierre de esta edición, en tanto, estaba previsto que Vallejo y el integrante DC de la Comisión de Trabajo, Gabriel Silber, se reunieran para acercar posiciones. Desde la DC esperan que, en vista del voto dirimente de Silber, el resto de la oposición respalde las indicaciones que presentará este lunes la colectividad para introducir gradualidad en la iniciativa.

“Una buena reforma sobre reducción de jornada laboral demanda gradualidad y proteger a las pymes. Por ello es importante escuchar a la DC”, sostuvo ayer Silber.

La Tercera

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