Colombia: El Caribe Cuenta en Barranquilla
‘El Caribe Cuenta’: la fiesta de las palabras se vive en Barranquilla
Por Rodolfo Rodríguez – Radio Nacional Atlántico
Desde el 26 de agosto hasta el primero de septiembre, los magos de la oralidad de Camerún, España, México, Costa Rica, Cuba, Venezuela y Colombia, se reúnen para narrar esta región. Son cinco días, en los que se conocerán historias, tradiciones, mitos y sueños.
En esta ocasión, las mil y una historias que llegan al oído de los barranquilleros, tienen como eje principal a la mujer. Por esta razón, la imagen central de El Caribe Cuenta 2019 es una ilustración creada por la artista escénica, ilustradora y administradora, Francy García, recreada por el diseñador Joaquín Camargo.
«La ilustración enseña en primer plano un rostro femenino que es al mismo tiempo un paisaje que señala caminos, la geografía de huellas y marcas de lo vivido; un arco vegetal circunda la imagen para recordar que la fuerza y diversidad de la naturaleza vive en el alma de cada mujer», comenta el director del encuentro, Manuel González.
En la vigésima segunda edición del Festival Internacional de Cuenteros: “El Caribe Cuenta” participan 23 narradores orales.
«Entre los elegidos hay dos talentos de la oralidad del Caribe colombiano que compitieron para ganar un cupo en la programación oficial de este festival, y 8 más son ganadores del Concurso Intercolegial de Cuenteros, niños y niñas que integran el ‘semillero’ de esta fiesta de las palabras», anota González.
La sala Luneta 50, ubicada en la Cra. 63 #58-44 en el barrio Santa Ana, será escenario de una parte de la programación.
Esta es la agenda del evento, divulgada por la Fundación Luneta 50.
Lunes 26: El placer de escuchar, un verdadero regalo
A las 7:00 pm, en la gala de apertura se presentó Teresita Vásquez, cuentacuentos antioqueña de 82 años, que ha recorrido Colombia y varias ciudades de Latinoamérica demostrando por qué es considerada la ‘abuela de los cuentos’.
Francisco Pacheco, más conocido como “Compae Bactolo”, estudiante de ingeniería civil en la Universidad del Sinú, cuentero costumbrista ganador de la convocatoria Narradores en Proyección 2019 de ‘El Caribe cuenta’.
Carlos Julio Peña de Corozal, licenciado en Ciencias Naturales, profesor, locutor radial, líder del proyecto de fomento de lectura ‘Bibliocasas’ y ganador de la Convocatoria Nuevos Narradores 2019.
Cerró la velada Aldo Méndez, licenciado en filosofía, ganador del premio de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha por el Día de la Enseñanza (2007), y nominado a los Premios Grammy Latinos 2016.
Martes 27: El universo femenino, cuentos y verdades
A las 7:30 pm estará en escena Flora Ovalles de Venezuela, actriz profesional, que ha transitado por el teatro, los títeres, la danza y la narración oral de cuentos con propuestas individuales y colectivas.
Presentará el espectáculo ‘La llave de Josefina’, basado en el cuento del mismo título escrito por Iris Rivera, autora argentina, que cuenta la historia de una mujer que encuentra una llave que abre cosas, personas, animales y por supuesto historias habladas y algunas cantadas.
Este mismo martes a las 8:30 pm, se presentará Ana Griott de España, filóloga, editora y narradora oral escénica, quien ha trabajado en proyectos con mujeres de Casamance en Senegal (África), en el rescate de cuentos de tradición oral y en 2012 ganó el Diploma de Honor de la Fundación Dieta Mediterránea (premio que compartió con Michele Obama).
Miércoles 28: Cuentos de familias y más
A las 7:30 pm estará Ana Coralia Fernández de Costa Rica, con su espectáculo ‘Cuentos en blanco y negro’, donde abrirá un álbum familiar mientras repasa cada fotografía, y revelará al público las historias dormidas en cada rostro, cada objeto, cada rincón de la casa o de la vida.
Con este espectáculo Ana Coralia Fernández demostrará porqué es considerada una de las narradoras orales de mayor acogida en América Latina. Esta periodista y editora, hace 17 años decidió abandonar las salas de prensa para subir a los escenarios a contar cuentos.
A las 8:30 pm, el público se encontrará con Reynaldo Ruiz, ‘El Rey del costumbrismo’, quien en su espectáculo recoge historias y anécdotas del típico campesino cordobés, que permitirán a los espectadores, reconocer el gran valor que encierra la cultura oral del Caribe colombiano.
Jueves 29: Boleros, historias de amor y cuentos eróticos
A las 7:30 pm, la cita será con Martha Escudero, reconocida narradora oral de México, con una trayectoria de más de 20 años, presentará el espectáculo titulado ‘Cuando te hablen de amor… ’.
Tomando como punto de partida el bolero del cantante mexicano José Alfredo Jiménez, la narradora reflexionará sobre las diferentes facetas del amor, desde el humor y la ironía. Se mezclarán entre cuento y cuento, canciones de otros compositores mexicanos como Agustín Lara, José Alfredo Jiménez y Cuco Sánchez.
A las 8:30 pm, Andrea Chacón, de Costa Rica, presentará un espectáculo exclusivamente para público adulto, donde hablará de sexo, amor y seducción. Esta joven actriz y narradora oral escénica nació en Alajuela, también llamada la “Ciudad Palabra”.
Tiene el don de conectarse con el público con sus trabajos y participa por primera vez en ‘El Caribe cuenta’ con este espectáculo dirigido por Juan Madrigal, actor y director escénico costarricense.
Viernes 26: África erótica y cuentos de espantos y brujas
Y para cerrar con broche de oro la programación en la sala Luneta 50, a las 7:30 pm, estará en escena el narrador Boniface Ofogo de Camerún, con el espectáculo ‘África erótica’, la historia de un joven cuyo oficio es el arte de amar y demuestra a sus hermanos que se puede ganar la vida dignamente haciendo el amor, pero haciéndolo bien.
Para ello, apunta muy alto: ni más ni menos que a las distintas reinas de la zona, a las que consigue sacar de su aburrimiento palaciego, seduciéndolas y colmándolas de placer. Esta vieja historia llena de picardía y sensualidad es el punto de llegada de una incursión al mundo erótico del África tradicional, que sin embargo no está exento de humor. Una experiencia diferente.
A las 8:30 pm, se dará inicio a una velada especial, una ‘Narratón de cuentos de brujas y espantos’ en la que participarán varios de los narradores nacionales e internacionales que hacen parte de esta fiesta de las palabras.
El Caribe Cuenta, un evento que relata historias de tradición
Por Loraine Obregón Donado
El Caribe sí cuenta. Cuenta lo que somos y —en palabras del cuentero cubano Aldo Méndez— cuenta las ilusiones que nos sostienen y las patrañas que nos mantienen.
Es por esto que, desde hace 22 años, en Barranquilla se celebra la fiesta de las palabras, mejor conocida como el Festival Internacional de Cuenteros el Caribe Cuenta.
Méndez, uno de los invitados de esta edición, define la celebración como el espacio donde se tejen afectos, vínculos y “esa cosa que en el Caribe es tan importante”, que recibe el nombre de familia. Es, además, donde confluyen mil maneras de decir y mil maneras de ser.
“Es la cuarta o tal vez la quinta vez que asisto al festival y me parece que, desde la dinámica en la que se construye con los profesionales que venimos a contar, así como las cuenteras y los cuenteros nuevos que se suman al proyecto y la familia que hace el Caribe Cuenta, lo que se teje es la alegría, la fiesta, el júbilo, los miedos y un cúmulo de historias. El Caribe es esa maraña, el entresijo, el vaivén, el ser y el no ser”.
Agrega que este evento de ciudad ha crecido, pero no desde lo vertical sino desde lo horizontal. Para él hace que la palabra esté en un lugar de afecto, comunión y de iguales, donde puede estar al servicio de todos y al servicio de contar lo que somos y lo que sentimos.
La programación del festival busca llegar a distintas instituciones educativas y promover tanto la escucha como la narración oral escénica.
El príncipe camerunés Boniface Ofogo, otro de los invitados de este año, explica que ya con esta es la sexta vez que visita el festival y asegura que en este se cuenta la identidad del Caribe que va más allá de las fronteras.
“Llegar al Caribe es reencontrarme con África. Creo que un evento de esta magnitud tiene una raíz profunda, pues permite que los niños y las niñas tomen la palabra, se apropien de esta y aprendan a escuchar”.
Por su parte, Manuel Sánchez, director artístico del festival, explica que las actividades iniciarán este lunes 26, a partir de las 7:00 p.m., y finalizarán el 1 de septiembre en el Gran Malecón, a las 4:00 p.m.
Contará con aproximadamente 100 presentaciones y será, como él lo explica, una semana dirigida a todos los públicos, en la que valdrá la pena prestarles los oídos a los 23 “magos de la oralidad”, provenientes de España, Camerún, México, Costa Rica, Cuba, Venezuela y Colombia. A esta nómina se le sumarán los ganadores del Concurso Intercolegial de Cuenteros 2019.
“La mayoría de nuestros invitados son mujeres porque nos interesa compartir sus historias, sus sentires y sus pensamientos (…) haremos presencia en los barrios Lipaya, Las Flores y San Felipe. También estaremos en la biblioteca del barrio La Paz y en múltiples instituciones privadas y públicas de la ciudad y del Atlántico, así como en Sala Luneta 50. Ofreceremos actividades nocturnas y llegaremos a municipios para fortalecer las prácticas de la narración oral escénica y de la escucha”.
En esta oportunidad, el universo femenino tomará el papel protagónico en la programación, una idea que surgió hace años y que a través de tiempo fue trascendiendo hasta hacerse realidad en esta edición.
Así que, Sánchez asegura que en el evento las personas se preguntarán sobre lo femenino y cómo esto permea tanto a los hombres como a las mismas mujeres. “Se trata de ver si existe un pensamiento, una literatura y una narración femeninas”.
La narradora oral escénica Ana Griott cree en que la figura femenina siempre ha estado presente en la narración oral, desde el punto de vista tradicional, de modo que, para ella, las mujeres son las dueñas de la palabra.
“Somos las representantes de los saberes ancestrales y de relatos tradicionales contados. Las mujeres se juntan a lavar en los lavaderos, a pilar el maíz, a separar la paja del grano del trigo, a cocinar, a hilar y a cuidar de los niños y, mientras esto sucede, narran historias, cuentos, leyendas y eventos de su entorno, así que tradicionalmente somos nosotras las que contamos”.
Siguiendo con la temática, organizarán círculos de las palabras, abriendo espacios para escuchar las voces de mujeres de distintos ámbitos de la sociedad.
«El Caribe cuenta el ser y el no ser, la alegría, el júbilo, los miedos y todo el cúmulo de historias».
Aldo Méndez
Cuentero invitado al Caribe Cuenta.
Teresita Sánchez, la abuela de los cuentos
Por Ivonne Arroyo
Teresita Sánchez Sánchez aguardaba cada noche, en la hacienda de sus padres en Caldas (Antioquia), las historias del tío conejo que contaba y dramatizaba Andresito, uno de los campesinos del pueblo.
Andresito trabajaba en la cementera en la mañana, arreglaba el jardín en la tarde y salía después a correr, brincar y revolcarse como un conejo loco, mientras “los diez hermanos, tres primos huérfanos, padres y vecinos se maravillaban de oírlo y verlo”, recuerda Teresita, más conocida como la abuela de los cuentos.
“Mi abuela materna y mi padre también me contaban muchos cuentos cuando era niña. Crecí con ellos y eran mi mayor fantasía. De alguna forma tenía que terminar en esto”, dice Teresita, la cuentera mayor del Festival Internacional de Cuenteros El Caribe Cuenta que se celebra por estos días en Barranquilla.
Teresita –no le gusta que le digan Teresa– parece salida de clásicos como Caperucita roja, algo que algunos niños, en medio de su ingenuidad, le han preguntado al verla soltando versos, cuentos y leyendas detrás de su falda, gorro y chal. Teresita les responde, entre risas y para no romper el hechizo de las historietas, que sí se trata de ella.
Agujas y rompecabezas
Cuando no está tejiendo relatos por Colombia o algunos países de Latinoamérica, Teresita pasa los días tumbada en su silla reclinable de cuero. Una silla que, bromea, “ya le estoy celebrando los 15 años y me preocupa que pasar tirada ahí no sea ningún hobby sino alguna enfermedad, vicio, adicción o una cosa de esas”.
En su hogar en Medellín, la ama de casa y cuentera, madre de cuatro hijos y abuela de seis, se entretiene armando rompecabezas (tiene más de 25, de 300 y hasta 3.000 piezas), llenando crucigramas de periódicos sin necesidad de googlear, tejiendo con dos agujas y asistiendo a los encuentros musicales de sus amigas de la Iglesia.
“Soy un ser humano muy feliz”, asegura Teresita.
Pero –como en toda historia– ese sabor dulce de una vida que ella considera plena llega después de los tragos amargos. De joven, Teresita soñaba con estudiar y ser una profesional en literatura, algo a lo que renunció tras cumplir, en la víspera de sus 21 años, otro de sus anhelos: casarse.
“Me casé joven y comencé a tener hijos. Me habían enseñado en mi casa que tenía que ser mamá y esposa, así que yo cuidaba a los niños y mi marido nos sostenía. Tenía una familia preciosa y yo estaba muy enamorada hasta que un día, al llegar a los 25 años de casados, mi esposo me sentó en un sillón y me dijo “no vamos a celebrar las bodas de plata porque yo a usted no la quiero y me voy de casa. Fue durísmo y casi me muero”, recuerda Teresita.
En aquel entonces, su madre y sus amigas le aconsejaban que aguantara, que más moscas caían en un tarro de miel que un tarro de hiel y que no encontraría después un buen marido como ese, así que Teresita intentó recuperar su matrimonio durante un año. “Hasta que me convencí de que él no me quería y decidí salir adelante”. Tenía 46 años.
A partir de ahí, Teresita se inscribió en todos los talleres, cursos y concursos de literatura y cuentería que veía. Quedó finalista del festival Vení Contá (1999), participó del Festival de Poesía Ciudad de Medellín (1991), del Festival Entre Cuentos y flores (2000), fue invitada del Festival Internacional de Cuenta Cuentos en Chile (2003) y se graduó en Literatura de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín (2008).
“Ahora tengo 81 años y más de 20 contando. Soy la abuela de los cuentos y no he encontrado a nadie mayor y ojalá que no lo encuentre para que no me quite el puesto”.