Balotaje presidencial: Guatemala elige hoy entre Sandra Torres y Alejandro Giammattei
Más de ocho millones de guatemaltecos están llamados a las urnas para elegir en segunda vuelta al nuevo presidente y vicepresidente de Guatemala este domingo 11 de agosto.
Dos son los candidatos que disputarán voto a voto la preferencia de los ciudadanos: Sandra Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza, que actualmente figura como el principal partido de la oposición y Alejandro Giammattei, del partido VAMOS.
Torres le apuesta a los programas sociales y de ganar sería la primera mujer en ocupar la presidencia en Guatemala.
Giammattei, por su parte, se ha postulado a la presidencia en tres ocasiones anteriores y buscaría atraer más inversión, promover las exportaciones y el desarrollo de la niñez.
Según una encuesta realizada por la Fundación Libertad y Desarrollo, Giammattei aventaja a Torres en la intención de voto. El 39,5% de quienes afirmaron que sí irían a votar, lo harían por Giammattei, frente a un 32,4% que manifiesta que votará por Torres, lo que hace una diferencia de 7 puntos porcentuales.
La abstinencia al voto es otro tema que preocupa a los analistas. La primera vuelta electoral que se realizó el 16 de junio cerró con un 60,3% de participación y según este estudio, más del 60% de los encuestados dijo que sí irá a votar el próximo domingo.
Según los resultados, el problema que más preocupa a los guatemaltecos es la inseguridad que ha incrementado en los últimos meses y sumó un 36,9% de las respuestas, seguido por la falta de empleo, el alto costo de la vida y la corrupción.
Los centros de votación estarán abiertos de 7 de la mañana a 6 de la tarde, hora local.
¿Quiénes son los candidatos a la Presidencia de Guatemala?
Los guatemaltecos están llamados a participar este domingo en la segunda vuelta electoral para elegir al nuevo presidente o presidenta de la República entre los candidatos Sandra Torres y Alejandro Giammattei.
Estos comicios se realizarán en el marco de protestas que rechazan el acuerdo migratorio suscrito entre el Gobierno actual de Jimmy Morales y Estados Unidos (EE.UU.), así como denuncias por presuntos actos de corrupción y demandas sociales.
La primera vuelta estuvo caracterizada por cuestionamientos durante el proceso electoral y presunto fraude en los resultados, que dieron a Torres como primera opción con el 25.67 por ciento de los votos, mientras que Giammattei logró 13.93 por ciento.
Sandra Torres
La política guatemalteca y exprimera dama, de 63 años de edad, pertenece al partido socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
En septiembre de 2011 se divorció del expresidente Álvaro Colom para postularse a la Presidencia, ya que la legislación del país establece que la cónyugue de un expresidente no podía ser candidata. Sin embargo, no logró la candidatura por trabas legales.
Posteriormente, en las elecciones presidenciales del 6 de septiembre de 2015, obtuvo el segundo lugar y pasó a la segunda ronda electoral.
Torres asegura que su gestión se enfocaría en cuatro ejes: La reactivación económica; trabajar para garantizar la seguridad y la justicia; protección social y extremar los esfuerzos para garantizar la transparencia de su Gobierno.
Alejandro Giammattei
El político guatemalteco, también de 63 años de edad, fue director del Sistema Penitenciario en el año 2006. Participó en las elecciones presidenciales de Guatemala en 2007, 2011, 2015 y 2019; y se postuló en las elecciones para alcaldía metropolitana de Guatemala en dos ocasiones.
El representante del partido Vamos afirma que Guatemala requiere un plan integral de desarrollo y un plan de país para ser implementado a lo largo de 15 años.
Asimismo, considera cambiar el modelo económico para hacer de Guatemala un país exportador que permita atraer capital extranjero, así como el fortalecimiento de la seguridad ciudadana, la profesionalización y dignificación de la Policía.
Torres y Giammattei, quiénes son los candidatos a la presidencia de Guatemala (y por qué representan un regreso a la «vieja política»)
No hubo sorpresas y, como preveían las encuestas, el modelo de la considerada «vieja política» se impuso para disputarse la presidencia de Guatemala en las elecciones de este domingo.
Sandra Torres, quien fuera primera dama durante el gobierno de Álvaro Colom (2008-2012), fue la más votada en primera vuelta al superar el 25% de los votos.
El segundo puesto, que era el que se planteaba mucho más disputado, fue finalmente para el líder del partido Vamos, el médico Alejandro Giammattei, con casi el 14% de los votos.
Los dos se enfrentarán en la segunda vuelta electoral que se celebra este domingo y en la que Guatemala elegirá a su presidente para el el período 2020-2024 con la pobreza, violencia, crisis migratoria y una corrupción enquistada en buena parte del sistema político como preocupaciones principales.
Diversos analistas coinciden, sin embargo, en que ambos candidatos dejan lejos cualquier posibilidad de cambio o renovación que buena parte de la población asegura desear para el país.
De hecho, el conocido como «antivoto» — el rechazo que muestran los electores hacia candidatos por los que nunca votarían — podría llevarnos en estas elecciones a un escenario similar al que se vivió en las de 2015, cuando Torres fue derrotada por el mandatario saliente, Jimmy Morales.
Las encuestas apuntan en esa dirección. Según un sondeo de la Fundación Libertad y Desarrollo y CID Gallup divulgado el pasado 17 de julio (un mes después de la primera vuelta), Giammattei es ahora quien encabeza la intención de voto con el respaldo del 40,6% de los votantes frente al 33,4% de Torres.
Según la Encuesta Libre elaborada por ProDatos y publicada este jueves por el diario guatemalteco Prensa Libre, Giammattei obtendría la victoria con el 50,3% , mientras que Torres se quedaría con el 3 2,1%.
Pero ¿quiénes son los dos candidatos que se disputarán sustituir a Morales como presidente a partir de enero de 2020?
Sandra Torres, la ex primera dama de los programas sociales y blanco del «antivoto»
La ex primera dama Sandra Torres, de 63 años, busca por tercera vez la presidencia del país tras quedarse a las puertas en las pasadas elecciones.
Licenciada en Ciencias de la Comunicación y empresaria, Torres ya había buscado la silla presidencial en 2011, pero debido a su entonces reciente divorcio del expresidente Álvaro Colom su candidatura fue inhabilitada por la ley que no permite presentarse a familiares directos del presidente en turno.
Esta vez llegó a la primera vuelta como la candidata que atraía mayor intención de voto, especialmente después de que la Corte de Constitucionalidad eliminara de la carrera electoral a fuertes rivales como Zury Ríos, hija del expresidente de facto Efraín Ríos Montt; y a la exfiscal general Thelma Aldana.
Torres concurre como candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), una formación de estructura fuerte en el país con la que gobernó su exmarido y que se define como «socialdemócrata», si bien los analistas la sitúan en una transición del centro-izquierda al centro-derecha.
El politólogo guatemalteco Renzo Rosal destaca que Torres cuenta con apoyo de la población —sobre todo en zonas rurales— gracias a la propuesta de «programas sociales asistencialistas que ya impulsó como primera dama» en materias como salud, seguridad alimentaria o educación.
Además de retomar este tipo de programas «con fuerza», Torres apuesta por enfocarse en acciones de prevención y persecución de delitos como la extorsión.
«Torres se ha erigido como una líder política relativamente fuerte. Se caracteriza por ser autoritaria, con una personalidad bastante fuerte en la que todo el partido gira alrededor de ella, impositiva y poco abierta al diálogo», le dice Rosal a BBC Mundo.
Según el analista político, estas características hacen de Torres «el personaje político que más animadversión despierta en el país», tal y como refleja su alto porcentaje de «antivoto» (49% de guatemaltecos le muestran su rechazo y nunca votarían por ella, según la Encuesta Libre publicada en abril por los medios Prensa Libre y Guatevisión).
El Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) solicitaron retirarle la inmunidad como candidata para juzgarla por presunto financiamiento ilícito en su campaña presidencial de 2015, pero la Corte Suprema de Justicia no accedió a ello.
Pese a ello, Torres evitó pronunciarse claramente en campaña sobre la Cicig —creada por el acuerdo firmado entre la ONU y el gobierno de Guatemala y cuyo mandato termina en septiembre por decisión del ejecutivo de Morales— y cuyo futuro es claramente incierto en el país.
Alejandro Giammattei, el exdirector de presidios y eterno candidato a la presidencia
Alejandro Giammattei, médico de 63 años, es un viejo conocido de los electores guatemaltecos tras haber buscado la presidencia hasta en tres ocasiones (bajo las siglas de diferentes partidos) y la alcaldía de Ciudad de Guatemala en otras dos.
«Claramente no es un hombre de partido, sino un hombre interesadísimo en ser presidente a toda costa que definen como alguien autoritario, operativo y de fuerte carácter», subraya Rosal.
Esta vez compite con un partido con mayor identificación en su persona, Vamos, una formación de derechas con propuestas «promilitares, autoritarias y que tienen calado en una sociedad bastante conservadora», según destaca Rosal.
Entre ellas, apuesta por la creación de un Consejo Nacional de Seguridad o la reactivación de la pena de muerte para hacer frente al crimen y el narcotráfico con «mano dura».
En lo económico, propone crear «un muro de inversión» en la frontera con México para frenar la migración.
Previamente, Giammattei trabajó en diferentes organismos como el Cuerpo de Bomberos, el Tribunal Supremo Electoral o el Sistema Penitenciario que dirigió entre 2005 y 2007.
Durante este período fueron asesinados en la Granja Penal Pavón siete reos durante la llamada Operación Pavo Real, organizada oficialmente para recuperar el control del centro penitenciario.
Años después, el Ministerio Público y la Cicig concluyeron que la toma había sido una cortina de humo para ocultar una operación de limpieza social, y acusaron a Giammattei y otros funcionarios de participar en la presunta ejecución extrajudicial de los reos.
Tras diez meses en prisión, un juzgado cerró el caso y Giammattei recuperó la libertad, pero su oposición a la Cicig sigue siendo más que notoria al afirmar que Guatemala no necesita apoyo de organismos como la ONU para combatir la corrupción.
«No se puede renovar algo que se venció. Habría que sentarse con los órganos de justicia a evaluar sobre el proceder de la Cicig», le dijo el candidato a BBC Mundo, convencido como Morales de que este organismo cometió excesos en su trabajo.
¿Qué puede pasar este domingo?
Los analistas coinciden en que, gane quien gane, no se espera que ninguno de los candidatos —veteranos y ampliamente conocidos por la población— protagonice un cambio notable en la política conocida hasta ahora en Guatemala.
«La población se enfrenta a una encrucijada porque las opciones que hay no representan esa renovación que muchos esperaban, son candidatos que no provocan ese sentimiento de cambio «, le dice a BBC Mundo Juan Carlos Sanabria, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) de Guatemala.
Rosal pronostica que con «este regreso a la vieja política» el país tendrá «un sentir de retroceso» tras la jornada electoral y alerta que un escenario similar al de los comicios de 2015 podría llegar a repetirse este año.
«Dado el gran nivel de «antivoto», Morales no ganó las pasadas elecciones por la aceptación que tenía, sino por el gran rechazo que había entonces hacia Sandra Torres. Esta lógica probablemente se repita esta vez», pronostica.
«Es lo que llamo «escenario de la repetición» o el «escenario reciclado 2015″», asegura, pronosticando la dificultad de que la UNE logre más apoyos por ser un partido «no muy abierto a los pactos».
De hecho, en un artículo de Prensa Libre publicado este jueves con el título «Probable triunfo de Giammattei sería gracias a debilidades de Torres», el periódico destaca cómo según su última encuesta al menos un 15% de quienes dicen apoyar al candidato de Vamos lo harían «por no votar por Sandra Torres».
Sanabria coincide en que este escenario similar a 2015 «tiene muchas posibilidades», pero destaca la diferencia que pueda suponer que Torres llegó en segunda posición a la última ronda de los comicios de hace cuatro años, mientras que esta vez lo hace como candidata más votada.
También hay que destacar la diferencia de que, en las pasadas elecciones, Morales —entonces un actor sin experiencia política— era considerado un outsider visto por parte de la población como una opción nueva y diferente.
Este domingo, sin embargo, los dos candidatos tienen una extensa trayectoria política y son bien conocidos por los guatemaltecos.
Sanabria cree, sin embargo, que algo a tener en cuenta de cara a este domingo son las habilidades que ambos candidatos hayan tenido para atraer aliados estas semanas, ya que «ninguno tiene los votos suficientes para ganar en segunda vuelta sin alianzas».
«Puede que la experiencia pese en este caso, dado que la UNE tiene más trayectoria y cuadros ya formados. Las posibilidades de Giammattei para generar alianzas sí que se van a poner a prueba», opina.