El Supremo Tribunal de Brasil frenó el traslado de Lula a San Pablo tras apelación del PT

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El PT apeló y el máximo tribunal de Brasil frenó el traslado del ex presidente

Por Eric Nepomuceno

La jueza Carolina Lebbos ocupa en Curitiba, capital de la sureña y muy conservadora provincia de Paraná, el mismo sillón que perteneció a su entonces colega Sergio Moro. De aquel sillón se profirió la sentencia que condenó, sin prueba alguna, el ex presidente Lula da Silva a la cárcel.

Temprano hoy Carolina Lebbos atendió a una petición de la Policía Federal para que Lula, quien se encuentra detenido en una sala de la superintendencia regional del órgano, sea transferido para San Pablo.

La Policía Federal está bajo el ministerio de Justicia y Seguridad Pública. El sillón de ministro es ocupado por Sergio Moro, premiado por el ultraderechista presidente Jair Bolsonado con el cargo. Al fin y al cabo, Bolsonaro fue electo porque Lula, favorito absoluto en todas las encuestas electorales del año pasado, no pudo disputar.

Material que la publicación digital ‘The Intercept’, del periodista Glenn Greenwald, viene goteando desde principios de junio deja más que claro que el juicio que condenó a Lula fue totalmente manipulado por el entonces juez Moro y la fiscalía. Concretamente, el juzgador coordinó todos los pasos de la acusación, violando las reglas más elementales del derecho.

Su conducta, así como la del supuesto coordinador de la acusación, Deltan Dallagnol, ha sido como mínimo indecente. Y absolutamente ilegal.

En abril pasado el ahora ministro cambió el superintendente de la Policía Federal en Curitiba. El nuevo superintendente, Luciano Flores, fue quien pidió el traslado de Lula a San Pablo.

Lebbos, que reemplazó a Moro en el tribunal, acató y rechazó el pedido de la defensa para que, una vez transferido para San Pablo, Lula fuese conducido a instalaciones similares a las que ocupa en Curitiba. Dijo que el tema estaría a cargo de la justicia de San Pablo.

El juez encargado, Paulo de Almeida Sorci, hace meses fue nombrado por el ministro Moro para un consejo nacional de justicia.

Su decisión fue radical: determinó que Lula sea conducido a la cárcel de Tremembé, ciudad en el interior de la provincia de San Pablo, famosa por abrigar algunos de los criminales de peor fama en el país. La muchacha que mató a los padres, la pareja que tiró una nena de cuatro años por la ventana de su departamento, el ginecólogo que violó un sin número de pacientes, un ex seminarista que asesinó al padre, esa clase de gente.

Como ex mandatario, Lula tiene derecho a prisión especial. Pero tanto la jueza de Curitiba como su par de San Pablo decidieron que no.

Al fin y al cabo, normas son normas, pero Lula es Lula. Y Moro le tiene encono.

Es decir: por donde quiere que se mire el absurdo de la decisión, todo gira alrededor del actual ministro de Justicia, que ya comprobó claramente que desconoce los más mínimos principios de ética. Inescrupulosa es un adjetivo demasiado suave para describir su conducta.

Resulta evidente que ni el superintendente de la Policía Federal en Curitiba, ni la jueza encargada del caso, adoptarían semejante decisión – brutal e injustificable bajo cualquier punto de vista – sin al menos informar previamente a Moro. Y que Moro no dejaría de informar al ultraderechista totalmente desequilibrado que preside este pobre país.

Lo más probable, sin embargo, es que todo haya sido al revés: que haya partido de Jair Bolsonaro, en su psicopatía cada vez más evidente, la determinación de que Moro y sus secuaces trasladasen a Lula a una cárcel donde su vida estaría en riesgo permanente.

Al final de la tarde de hoy el Supremo Tribunal Federal vetó, por diez votos contra uno, la transferencia de Lula da Silva en las condiciones determinadas por Moro o, vaya a saber, Bolsonaro.

Luego de meses y meses de silencio omiso y poltrón, la Corte Suprema decidió frenar los absurdos de toda esa historia alrededor de Lula.

Pero, atención: la saña de Bolsonaro, Moro y otros esperpentos contra el ex presidente no tiene límites. Y no hay señal de que alguna vez tendrá fin.

O esa misma Corte Suprema anula de una vez el juicio plagado de vicios y determina que se abra otra acción contra el ex presidente, o la indecencia no cesará.

Página 12


Jueces brasileños califican a Lula de preso político

Miembros de la Asociación de Jueces para la Democracia (AJD) de Brasil arribarán hoy a la sureña ciudad de Curitiba, donde entregarán una carta al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en la que lo califican de preso político.

Una nota en la página oficial del Partido de los Trabajadores (PT) indica que más de 20 magistrados de la AJD cumplirán una nueva visita a la Vigilia Lula Libre, en la capital del estado de Paraná.

Por segunda vez en 2019, integrantes de la Asociación se acercarán al combativo espacio instalado desde el 7 de abril de 2018, día que comenzó la prisión política de Lula, a las afueras de la sede de la Policía Federal (PF) de Curitiba. Anteriormente realizaron una primera visita en abril.

El escrito debe ser entregado al exdirigente obrero por Raduan Nassar, literato galardonado con el Premio Camões, y el reconocido periodista Fernando Morais, quien tiene programado un encuentro con el fundador del PT.

Citada por el portal Brasil de Fato, la jueza laborista jubilada y miembro de la AJD Raquel Braga afirmó que la carta estaba motivada por el hecho de que ‘el acusado ya estaba penado y, a partir de este veredicto, se edificó todo un camino para confirmar la condena’.

Según Braga, ‘fue un proceso utilizado como lawfare (guerra jurídica), es decir, usado contra aquel considerado enemigo (político). Un proceso que extrapoló toda norma legal. El debido proceso legal no fue obedecido’, indicó.

Detalló que con las filtraciones recientes del sitio The Intercept ‘todo este entendimiento es ratificado. Este proceso, a diferencia de todo el rito, comienza con la sentencia’, refirió.

En una celda especial de la PF en Curitiba, Lula cumple una condena de ocho años y 10 meses de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero. El expresidente niega todas las acusaciones.

Prensa Latina


Juízes entregarão carta a Lula em que o qualificam como «preso político»

Um grupo de magistrados fará uma nova visita à Vigília Lula Livre em Curitiba, capital paranaense, na próxima quinta-feira (8). Será a segunda vez que integrantes da Associação Juízes para a Democracia (AJD) visitam o espaço em 2019. A primeira visita ocorreu em abril.

Os juristas entregarão a Luiz Inácio Lula da Silva uma carta aprovada pela assembleia da AJD na qual qualificam o ex-presidente como preso político. No dia da visita, a mensagem deve ser levada a Lula por Raduan Nassar, escritor condecorado com o Prêmio Camões, e o jornalista Fernando Morais, que têm visita marcada com o petista.

A AJD estima que entre 20 e 30 juízes e ex-magistrados comparecerão à Vigilia.

Raquel Braga, juíza do Trabalho aposentada e integrante da organização, afirmou ao Brasil de Fato que a carta foi motivada pelo fato de que “o acusado já estava condenado, e a partir desse veredito se arquitetou todo um caminho para confirmar a condenação”.

“Foi um processo utilizado com lawfare, ou seja, usado contra aquele considerado inimigo [político]. Um processo que extrapolou toda a regra legal. Não foi obedecido o devido processo legal. Com os vazamentos recentes, ratifica-se todo esse entendimento. Esse processo, ao contrário de todo o rito, começa pela sentença”, aponta.

Partidarismo?

Juízes que têm se manifestado de forma contrária aos desvios da Lava Jato ou às ações de Sérgio Moro enquanto ministro muitas vezes sofrem pressões institucionais sob a acusação de que também se posicionam de forma político-partidária. Braga rejeita esse tipo de discurso, afirmando que a postura da AJD é uma “manifestação cívica, justamente contra a politização da Justiça”.

“É uma irresponsabilidade achar natural [por exemplo] que o Moro, sendo investigado, esteja no comando da Polícia Federal. Quem defende o afastamento de Moro não está tendo posicionamento partidário, está com posicionamento em defesa das instituições, do papel de cada uma. É irresponsável afirmar que é posição partidária quem defende a Constituição”, rebate.

Brasil de Fato


Dois pedidos que podem tirar Lula da prisão ainda aguardam julgamento

A defesa do ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva aguarda o julgamento de dois pedidos que podem tirar o petista da prisão, ao menos provisoriamente. Um deles, para que Lula seja transferido do regime fechado para o aberto, foi apresentado em maio ao Superior Tribunal de Justiça (STJ) e ainda não foi julgado. O outro, em que os advogados questionam as decisões do ex-juiz Sergio Moro , hoje ministro da Justiça, no processo do tríplex do Guarujá, corre no Supremo Tribunal Federal (STF) e aguarda decisão de mérito do caso.

O pedido de progressão de pena do ex-presidente foi apresentado pela defesa após a Quinta Turma do STJ reduzir a pena de 12 anos e um mês de prisão para oito anos, dez meses e 20 dias de reclusão. Os advogados argumentam que o tempo em que Lula está preso — desde abril de 2018 — deve ser abatido da pena. Com isso, o tempo restante de reclusão ficaria inferior a oito anos e já possibilitaria a progressão de regime.

A Procuradoria-Geral da República (PGR) opinou no embargo que corre no STJ pela possibilidade de o ex-presidente cumprir o restante de sua pena em regime semiaberto, deixando o regime fechado na carceragem da Polícia Federal (PF), em Curitiba. Uma possibilidade colocada no recurso do MPF é que a Vara de Execuções trate da progressão de regime em razão da redução de pena e do tempo suficiente de prisão cumprido pelo ex-presidente.

Nesta quarta-feira, a Justiça de São Paulo determinou a transferência de Lula para a Penitenciária II de Tremembé , no interior de São Paulo. A defesa recorreu ao STF contra a decisão de transferência do ex-presidente. Em julgamento nesta tarde, a Corte suspendeu, por 10 votos a 1 , a decisão da juíza Carolina Lebbos, até que a Segunda Turma do tribunal conclua a análise do pedido de suspeição de Moro, apresentado pela defesa do petista. Apenas o ministro Marco Aurélio Mello votou contra.

No Supremo, a Segunda Turma retomou o julgamento, antes do recesso, do pedido de suspeição. Os advogados do petista questionaram o trabalho de Moro enquanto juiz na 13ª Vara Federal Criminal de Curitiba. Para os advogados de Lula, o ex-magistrado, que tocou os processos da Operação Lava-Jato, foi parcial no processo. Por maioria, os ministros adiaram o julgamento para data ainda indefinida e negaram a proposta do ministro Gilmar Mendes de dar a Lula o direito aguardar em liberdade o julgamento do segundo habeas corpus. O julgamento ainda não tem data para ser retomado.

O caso começou a ser analisado em dezembro do ano passado, antes da divulgação das mensagens trocadas entre o então juiz federal e o procurador Deltan Dallagnol. Segundo o site, Moro deu orientações ao procurador sobre como atuar em processos da Lava-Jato, inclusive em um que investigava o ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Procuradores também teriam discutido como barrar uma entrevista do líder petista à «Folha de S. Paulo», autorizada pelo ministro do STF Ricardo Lewandowski.

Em dezembro, o relator, Edson Fachin, e a ministra Cármen Lúcia votaram contra a defesa do ex-presidente, mas Gilmar Mendes pediu vista.

Julgamento sobre o sítio pode manter Lula preso

Enquanto os dois pedidos da defesa de Lula ainda não são julgados, outros processo contra o petista correm nas cortes inferiores. O recurso da defesa contra a condenação em primeira instância no caso do sítio de Atibaia ao Tribunal Regional Federal da 4ª Região (TRF-4) pode ser julgado em breve.

Lula já foi condenado na primeira instância e, se tiver a condenação confirmada pelo TRF-4, terá nova ordem de prisão expedida. Pela regra do STF, réus condenados por tribunais de segunda instância já podem começar a cumprir pena.

O Globo


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