Más de 900 niños migrantes fueron separados de sus padres en EEUU en el último año

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EU sigue separando a niños migrantes de sus familias; van 911 en un año

Más de un año después de que el presidente Donald Trump pusiera fin oficialmente a las separaciones familiares de migrantes en la frontera sur, las autoridades migratorias continúan separando a las familias de forma rutinaria por razones menores, como un padre que no cambia el pañal de un bebé o tiene una citación de tráfico por conducir sin licencia, según nuevos documentos presentados el martes en un tribunal federal.

Más de 900 niños han sido separados de un adulto, generalmente uno de sus padres, con quienes llegaron a la frontera sur desde junio de 2018, según el recuento proporcionado por el Departamento de Justicia a la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU).

“La administración (de Trump) todavía está recurriendo a la separación familiar bajo el pretexto de que están protegiendo a los niños de sus propios padres, a pesar de que el historial criminal que están citando es incorrecto o sorprendentemente menor”, dijo Lee Gelernt, del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU. “Esto sólo está eludiendo la orden de la corte”.

Los nuevos datos se presentaron ante la jueza Dana M. Sabraw en San Diego, California, como parte de la supervisión continua del tribunal sobre el tema de la separación familiar.

En su moción del martes, el grupo de derechos civiles pidió a la jueza que aclarara un conjunto de estándares para tales separaciones, para garantizar que los niños sean separados de sus padres sólo cuando haya evidencia de que el padre es un peligro genuino para el niño o que no es apto para brindarle atención.

Las separaciones familiares comenzaron a ocurrir en grandes cantidades en la primavera de 2018 bajo la política de “tolerancia cero” del gobierno de Trump, que exigía que casi todos los adultos que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos se enfrentan a un proceso penal.

Los niños que los acompañaban fueron colocados en refugios u hogares temporales. Las familias migrantes a menudo terminaron separadas por cientos o miles de kilómetros de distancia durante semanas o más.

Después de que Trump puso fin a esa política y la jueza Sabraw emitió una orden para reunificar a todas las familias separadas, los casos de separaciones cayeron precipitadamente. Pero recientemente han estado subiendo rápidamente, dijo Gelernt, con un total de 911 separaciones en un año.

Las últimas separaciones se deben principalmente a crímenes cometidos por los padres, según los nuevos documentos, pero los abogados de ACLU argumentan que muchas de las violaciones son tan leves como las multas de tránsito.

“En este momento, el gobierno puede separar (a las familias) en función de cualquier historial criminal, independientemente de la gravedad, y en función de criterios subjetivos”, dijo Gelernt. “Queremos que sólo se separen en circunstancias específicas”.

Las separaciones fueron fundamentales para los primeros esfuerzos del gobierno de Donald Trump para disuadir a las familias migrantes de intentar ingresar a Estados Unidos después de viajar por tierra a través de México.

Las llegadas de familias disminuyeron mientras la política estaba en vigencia, y aumentaron de nuevo sustancialmente durante el otoño y la primavera.

Proceso


Baja flujo de migrantes en México, hay 87 mil 648, asegura Ebrard

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, destacó que sigue a la baja el flujo migratorio en México hacia Estados Unidos, y anunció que se prepara la primera conferencia internacional de países donantes para apoyar a Centroamérica, como parte de la estrategia para enfrentar la migración.

Durante la conferencia de prensa encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el canciller afirmó que dicha conferencia internacional, prevista para octubre próximo y a la que se invitará a diversas naciones, entre ellas Estados Unidos, será un respaldo global para el plan de México.

Al dar un reporte de las acciones para enfrentar el fenómeno migratorio, Ebrard Casaubón informó que sigue bajando el flujo pues se estima que al cierre de julio hay 87 mil 648 migrantes, lo que representa una reducción considerable, luego de los 144 mil 278 que se registraron en mayo.

Ebrard indicó que somos el único país del mundo que está creando un número de empleos mayor al de las personas que estamos regresando, de acuerdo a la ley mexicana, a sus países de origen.

A su vez, el presidente López Obrador indicó que se ha avanzado en las acciones para enfrentar la migración e informó que luego de la primera evaluación del acuerdo con Estados Unidos en esta materia, la cual fue buena, en septiembre se hará una nueva valoración.

El Sol de México


Guatemaltecos siguen llegando a EEUU pese a restricciones en México, cuyas ciudades fronterizas están en crisis por devolución de migrantes

A los migrantes guatemaltecos poco les ha importado toda la bulla mediática que se ha hecho en torno a la migración, las amenazas del presidente Donald Trump, la inevitable firma de un convenio para convertir a Guatemala en tercer país seguro, que se concretó en la protección de refugio la semana pasada, ni mucho menos los llamados que hacen los gobiernos de EE. UU. y Guatemala para no viajar ya que miles continúan llegando a aquel país.

Si bien es cierto las medidas restrictivas en México y Guatemala que se han implementado este año, y con más fuerza desde principios de junio, han causado una disminución en las cifras de detenciones, de alguna manera miles de migrantes se las han ingeniado para llegar cerca de EE. UU.

De esa cuenta, según cifras oficiales de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP en inglés), en junio pasado, 18 mil 23 unidades familiares guatemaltecas se entregaron a las autoridades estadounidenses, un 47 por ciento menos que mayo pasado; además, dos mil 530 menores no acompañados fueron interceptados, un 46% menos que el mes anterior.

Cada unidad familiar está integrada por un padre o madre, o ambos, y uno o más hijos. Es decir, cómo mínimo cada una de estas 18 mil 23 hay que multiplicarla por dos.

El actual año fiscal ha sido el más abrumador en cuanto a la migración irregular en la historia reciente, y desde el 1 de octubre del 2018 hasta junio pasado, la CBP había detenido a 167 mil 104 familias guatemaltecas y a 27 mil 168 menores no acompañados también de esta nacionalidad.

Por no haber finalizado julio aún, la CBP no publica las estadísticas de este mes; sin embargo, voces consultadas refieren que, en efecto, se ha registrado una disminución, y las autoridades de El Paso, Texas, por ejemplo, han pasado de detener mil migrantes diarios a hacerlo con grupos de 200 o 300 al día, aunque grupos humanitarios afirman que durante el verano suelen bajar las cifras.

Con información recibida de los consulados fronterizos, la oficina de Comunicación de la Cancillería indicó que el flujo de migrantes irregulares durante julio “ha venido en descenso debido a la coyuntura actual migratoria”.

En Arizona, el flujo también ha bajado

Jesús Vasavilbaso, oficial fronterizo de la Sección de Tucson, encargada de vigilar 421 kilómetros de la frontera con México, informó que el cruce irregular ha bajado un 20% en comparación con las mismas fechas del 2018, y un 19.8%, al comparar junio con mayo de este año.

Esta disminución, añadió el oficial de la CBP, se atribuye a las acciones policiales que ha emprendido el Gobierno de México.

“La cantidad de grupos numerosos ha disminuido, permitiendo que los agentes de la Patrulla Fronteriza regresen a la misión de proteger la frontera”, destacó Vasavilbaso.

Fenómeno cíclico

La académica Úrsula Roldán, directora de Proyección y Dinámicas Globales de la Universidad Rafael Landívar, coincide en que la disminución de los cruces irregulares en la frontera México-EE. UU. se debe a la coyuntura actual, por lo cual en un mediano plazo las cifras podrían aumentar, aunque tendrá que ver con la sostenibilidad de las medidas restrictivas que ha impulsado EE. UU.

Roldán explicó que los migrantes se informan de lo que ocurre alrededor de la migración por medio de las redes de tráfico de personas, quienes a su vez esperan los momentos idóneos para volver a migrar.

Añadió que otras personas podría optar por buscar rutas no controladas y hacer la travesía en “zigzag” para no ser detectados por la Patrulla Fronteriza.

“Todos sabemos que son medidas electoreras; sin embargo, también sabemos que corremos el riesgo de que Trump pueda ser reelegido”, subrayó Roldán, para quien “la gente va a seguir moviéndose porque ya no tiene futuro en sus países”.

“Lo más sensato es que se aborde el tema de la situación migratoria de Centroamérica a fondo, sobre las condiciones políticas y sociales que hay, pero no estamos ante una racionalidad de la política, sino en una pura discusión de intereses políticos electorales y ese es el problema”, lamentó la experta.

Crisis en México

Y mientras el debate sobre la firma del acuerdo que firmó Guatemala continúa, en las ciudades mexicanas fronterizas con Estados Unidos se mantiene una crisis por la implementación de la política Quédate en México, la cual, en la práctica, es lo mismo que una tercera nación de protección para migrantes, lo que se convertirá el país para los migrantes hondureños y salvadoreños.

Ciudad Juárez -fronteriza con El Paso, Texas- es un claro ejemplo de esta situación.

Desde que se implementó Quédate en México, más de 10 mil solicitantes de refugio han sido devueltos a la ciudad mexicana para que esperen la gestión de su petición de asilo que en algún momento hicieron en EE. UU.

Marisa Limón Garza, subdirectora del Instituto Fronterizo Esperanza, calificó la situación por la que atraviesan los migrantes en Ciudad Juárez de “muy grave” y “una crisis” toda vez que los habitantes de esta ciudad mexicana tienen sus propios dramas y problemas y ahora, a esta sociedad, se le añaden grandes grupos muy vulnerables de migrantes que necesitan ayuda.

“Los albergues tienen capacidad para no más de tres mil personas, entonces siete mil no tienen dónde quedarse. Hay algunos grupos de hasta tres familias que se quedan en un pequeño departamento, y otros se quedan en las calles”, lamentó Limón Garza, para quien la situación empeora toda vez que se vive en constante incertidumbre porque la administración de Donald Trump constantemente cambia las reglas.

La activista precisó que Quédate en México ya se ha expandido a casi todas las ciudades fronterizas de EE. UU. y puso en duda la seguridad que los solicitantes de asilo puedan tener en el lado mexicano. Por ejemplo, en Ciudad Juárez se conoce que varios han sido víctimas de la delincuencia.

“Tenemos historias de gente que ha sido extorsionada, que las han querido violar y robarles, porque -los delincuentes- quieren el dinero de sus familiares -de los migrantes- y eso es muy malo, todo lo que está pasando en la frontera”, señaló Limón Garza.

En una reciente entrevista con la cadena alemana DW, la subdirectora del Instituto dijo, respecto a los solicitantes de asilo, que son devueltos: “La política de permanecer en México ha sido difícil. Están tratando a la gente que está migrando casi como basura, como personas que no valen nada, y para nosotros la dignidad humana es lo más importante”.

Muchos guatemaltecos

En la frontera Tijuana-San Ysidro también se cuentan historias de drama.

En esa ciudad del estado de Baja California hay muchos guatemaltecos que llevan meses de radicar ahí, algunos en espera de su cita en las cortes y otros porque simplemente no están preparados para ir ante las autoridades estadounidenses y presentar su caso.

La organización Red Migrante Guatemalteca hace visitas periódicas a los grupos de connacionales en Tijuana, a quienes les lleva ropa, alimentos y un pedazo de su país. En diciembre, por ejemplo, celebraron un convivio navideño al estilo guatemalteco.

Walter Batres, connacional que vive en Los Ángeles y quien preside el movimiento, expuso que un grupo de por lo menos 40 guatemaltecos está en Tijuana desde octubre del año pasado cuando arribaron con la primera caravana.

Después de vivir en albergues de la sociedad civil, contó Batres, lograron mudarse a una colonia a una hora de Tijuana donde hay varias casas abandonadas. Algunos han logrado conseguir un permiso de trabajo, otros que no cuentan con este documento se han tenido que conformar con trabajos informales en los que muchas veces no reciben el pago mínimo o no les pagan.

Otro caso involucra a dos hermanos de Raxruhá, Alta Verapaz, indígenas de 30 y 32 años, que están en Tijuana desde enero. Hallaron trabajo como guardianes de una bodega, el mayor tiene una hija a quien sueña con darle un futuro mejor. “Los dos son muy trabajadores, humildes y educados”, destaca Batres.

Denuncia

El activista guatemalteco dio a conocer que en la reciente visita que efectuaron a Tijuana se encontraron una familia de migrantes hondureños que habían ingresado a EE. UU. por McAllen, Texas, en el sureste del país, y que aseguró que las autoridades migratorias estadounidenses no les preguntaron nada, los subieron a un avión y los mandaron para San Diego, California, y luego, una noche, los enviaron en un bus a la fronteriza ciudad mexicana.

“Los mandaron sin entrevistas, ni chequeos médicos y un niño iba con una fractura en un brazo. La primera noche en Tijuana la familia durmió en una plaza hasta que dimos con ellos. No habían comido nada y estaban deshidratados, luego los llevamos a comer, les dimos ropa y los atendimos”, contó Batres.

Ahora, luego de la firma del acuerdo migratorio entre EE. UU. y Guatemala es incierto qué pasará en la frontera sur del país norteamericano. Analistas apuntan a que subirán los costos y riesgos para los migrantes y sus familias que no desistirán en llegar a aquella nación.

Prensa Libre


Kevin McAleenan, Secretario de Seguridad de EE. UU., visitará Guatemala para dar seguimiento al acuerdo migratorio

Fuentes oficiales confirmaron la visita del Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, a Guatemala para reunirse con las máximas autoridades y darle seguimiento al acuerdo de tercer país seguro que tanto rechazo a generado por parte de organizaciones pro migrantes.

La visita será cuatro días después que Enrique Degenhart, ministro de Gobernación, haya viajado a Washington para firmar, a nombre del  gobierno de Guatemala, dicho acuerdo que brindará asilo a hondureños y salvadoreños.

Aún no se sabe la hora que arribará el Secretario McAleenan a territorio guatemalteco, pero según lo dicho por el ministro Degenhart, el lunes por la noche llegó al país la primera delegación de funcionarios estadounidenses.

Extraoficialmente también se supo que la delegación de Estados Unidos se reuniría con los presidenciables Sandra Torres y Alejandro Giammattei, y con algunos empresarios.

Guatevisión


 Costa Rica y Panamá desarticulan red de tráfico de migrantes a México y EEUU 

Costa Rica y Panamá desarticularon una de las más poderosas redes de tráfico de migrantes irregulares cubanos, haitianos, africanos y asiáticos de Centroamérica a México y Estados Unidos, con el despliegue de 57 allanamientos y con el ataque a una cadena que cobró de 7 mil a 20 mil dólares por el contrabando de seres humanos del sur al norte de América.

El operativo coordinado por autoridades de ambos países pero que se ejecutó por separado, dejó 38 personas detenidas en Costa Rica luego de 36 allanamientos en sectores limítrofes del norte y del sur, y 10 en Panamá tras 21 operativos similares en la capital y en Chiriquí, provincia (estado) del occidente y fronteriza con suelo costarricense, según los informes oficiales de las dos naciones después de que corrigieron y actualizaron los comunicados preliminares.

En un reporte que envió a EL UNIVERSAL, la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica informó que se lanzó “un operativo de desarticulación de una organización criminal dedicada al tráfico ilícito de migrantes” que mantenía operaciones en distintas zonas del país, desde la sur (fronteriza con Panamá) hasta la norte (limítrofe con Nicaragua), para traficar personas provenientes de África, Asia, Cuba y Haití, entre otras.

“La organización cobraba sumas de dinero (de) entre siete mil hasta veinte mil dólares, dependiendo del país de origen, o el perfil de la persona extranjera objeto de tráfico. La investigación determina que el grupo traficaba a personas provenientes de países como Bangladesh, Sri Lanka, Angola, Camerún, Nepal, Congo Brazzaville y República Democrática de Congo, así como de Angola, India, incluso de Cuba”, agregó.

El operativo fue ejecutado por la Policía Profesional de Migración de Costa Rica (PPM) y la Fiscalía Adjunta Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes de la Fiscalía General de este país ayer a las 05:00 horas locales (06:00 en el centro de México), precisó.

Del lado panameño, y en forma simultánea, la Fiscalía Primera Superior Contra el Crimen Organizado de Panamá y la Policía Nacional de ese país realizaron 21 allanamientos en la capital y en Chiriquí y capturaron a 10 personas “de una estructura criminal ramificada de la organización criminal acentuada” en suelo costarricense, detalló.

El ataque al aparato delincuencial se logró con apoyo de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) del Departamento de Seguridad Interior de EU, confirmó. “Mediante el intercambio de información y acciones operativas con las autoridades panameñas y el apoyo de la Agencia ICE-HSI (por sus siglas en inglés) del gobierno de EU, se desarrolla esta operación conjuntamente entre autoridades panameñas y costarricenses, para desarticular esta estructura criminal transnacional”, admitió.

Por su posición geográfica en el sur de Centroamérica y cerca de Colombia y otros países de América del Sur, Costa Rica y Panamá son piezas claves para el traslado de migrantes irregulares de varias partes del mundo a Nicaragua para que prosigan a Honduras, El Salvador y Guatemala en ruta a México y EU.

El subdirector de Migración de Costa Rica, Daguer Hernández, dijo a este diario en abril pasado que, tras someterse a controles fronterizos de seguridad y antecedentes penales, unos 4 mil 500 cubanos, haitianos, asiáticos y africanos ingresan al mes a territorio costarricense, procedentes de Panamá, y pasan a Nicaragua para seguir a Honduras, El Salvador y Guatemala rumbo a la frontera guatemalteca—mexicana para intentar avanzar a EU.

No obstante, siempre existió un flujo movilizado por los “coyotes” o traficantes de personas.

El movimiento se unió a una crisis migratoria regional que se agravó desde octubre de 2018, al surgir en suelo hondureño las caravanas de viajeros irregulares centroamericanos en desafío a las políticas del presidente de EU, Donald Trump, de rechazo a los migrantes en especial de Honduras, Guatemala y El Salvador.

Trump exigió parar la movilización de guatemaltecos, salvadoreños y hondureños a EU, en un escenario que se mezcló con el constante tránsito de cubanos, haitianos, africanos y asiáticos y de nicaragüenses y venezolanos que huyen de las crisis socioeconómicas, políticas y de inseguridad en sus países.

Los entretelones

De acuerdo con Migración de Costa Rica, la PPM inició la indagatoria en enero de 2018, al obtener información acerca de que en la zona norte costarricense operaba una red criminal dedicada a traficar personas extranjeras, liderada por cinco personas. En enero del año pasado fueron detenidos 10 miembros de la organización.

Migración explicó que en la investigación se detectó que dos mujeres, de apellidos Ruiz Umaña y Bejarano Morales, actuaron como lideresas del “coyotaje” en el grupo criminal en la zona sur de Costa Rica.

Las indagaciones determinaron que la cadena del norte fue dirigida por una mujer de apellidos López Martínez y conocida con el alias de “Mamá África”, y por dos hombres, identificados como Hernández Salgado, alias “Tamuga” y Murillo Salgado, funcionario del Ministerio de Salud de Costa Rica.

Los cinco “lideraban las acciones criminales”, para lograr que los migrantes irregulares no solo cruzaran el territorio costarricense “sino avanzar en su camino” hacia EU, describió el reporte.

“Ambas estructuras criminales (en el norte y en el sur), operaban de forma conjunta, teniendo una clara distribución de funciones, logrando el ingreso de las personas extranjeras al territorio nacional”, recalcó.

Al exponer el “modo de operar”, Migración aseguró que “las personas traficadas llegaban al continente (americano) vía aérea, utilizando como puerto de entrada alguno de los aeropuertos de Brasil, Ecuador, Colombia y Perú; ya en el interior, eran captados nuevamente por la organización para movilizarlos vía terrestre” por Panamá hasta Costa Rica.

“Una vez ingresaban al país de manera lícita o ilícita, eran trasladados hasta Liberia (principal ciudad costarricense del norte), utilizando en algunos casos servicios de transporte público, logrando así movilizar una mayor cantidad de personas de la frontera sur hasta la frontera norte”, indicó.

Al llegar al norte, los migrantes eran recibidos por personas al servicio de la red y que indicaran “Mamá África”, “Tamuga” y el funcionario de Salud, “para posteriormente trasladarlos en un vehículo de transporte público a casas de seguridad”, añadió.

Por mar. Según el recuento, tras ser ubicados en viviendas de seguridad, la mujer y los dos hombres jefes del norte “coordinaban sus salidas, y eran distribuidos según el pago que realizaran, a través de diferentes rutas” por mar desde puerto Soley o playa El Morro, sitios del noroccidente de Costa Rica sobre el litoral del Océano Pacífico, hacia Honduras.

Los migrantes ingresaban a suelo hondureño por el golfo de Fonseca, cuya soberanía es compartida por Honduras, Nicaragua y El Salvador. De allí proseguían vía terrestre hasta Guatemala, en movilizaciones coordinadas con miembros de a organización en esos países, señaló el reporte.

Los allanamientos en Costa Rica fueron respaldados por efectivos de las distintas policías de antidroga, fronteras, vigilancia aérea, control fiscal y judicial, con la coordinación de la Fiscalía y del Juzgado Penal de Liberia.

El Universal


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