La Liga de la Ciencia fue elegido como el mejor Programa Cultural/Educativo de 2018
La Liga de la Ciencia, el mejor Programa Cultural/Educativo de 2018
El domingo 9 de junio, el ciclo de divulgación científica de la Televisión Pública Argentina La Liga de la Ciencia fue galardonado en la 49º entrega de los Premios Martín Fierro como el mejor Programa Cultural/Educativo de 2018.
Pablo Esteban, docente Investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), participa como guionista-contenidista en el Programa de la Televisión Pública. Este espacio le otorga especial protagonismo a aquellos que producen investigaciones en ciencia y tecnología.
La Liga de la Ciencia, una creación del Oso Producciones, cuenta con la dirección de Claudio Martinez; la conducción de Andrés Rieznik y María Eugenia López; la producción de Paola Campodonico, Elizabeth Alegre y Alejandro Burlaka y las columnas de Valeria Edelsztein, Mariano Ribas, Gabriel Gellon, Pedro Bekinschtein, Sergio Wischñevsky, Pablo Pazos y Natalia Zuazo.
Fuente: Universidad Nacional de Quilmes
Un Martín Fierro para la ciencia
Por: Belén Drugueri
Utilizando diferentes formatos muy copados -como experimentos en vivo, animaciones, clases prácticas, y columnas divertidas- «La Liga de la Ciencia» busca poner en primer plano las ideas, la creatividad y la pasión de todos aquellos que se dedican a producir investigaciones en Tecnología y Ciencia con el fin de no solo entretener, sino también de educar desde la diversión.
Es conducido por Andrés Rieznik y María Eugenia López. Andrés -entre muchas cosas- es físico, »matemago», y autor de los libros Neuromagia, Atletismo Mental y Retos Asombrosos; y Eugenia es bióloga, produce en la asociación civil «Expedición Ciencia», y también la encontrás en «Ciencia a la Carta», otra apuesta colectiva por el fomento de la cultura científica, entre muchos de sus proyectos. Participan también de La Liga: Valeria Edelztein, Fernando Lombardo, Mariano Ribas, PedroBeckinstein, Sergio Wischñevsky y Pablo Pazos, entre muchos más.
Desde Filo.News, le preguntamos a los protagonistas de estas desopilantesaventuras un par de cosas en la siguiente entrevista.
Protón: Para arrancar un poco sentimentales, ¿qué les produce formar parte de La Liga de la Ciencia?
Andrés Rieznik: Poder formar parte de esto es una alegría enorme. Pongámoslo así: Imagínate que te gusta jugar al fútbol. Estás jugando en un potrero, y un día te ve alguien del club que sos hincha, y te invitan a jugar en primera división de tu equipo preferido. ¡Y encima después, salís campeón de Argentina! A mí me paso eso. Me gustaba charlar de ciencia, comunicarla en espacios más under. De repente me invitaron a conducir un programa en TV pública, que para mí es el lugar más apropiado si se quiere transmitir el conocimiento de los científicos y científicas argentinas. Y después ganar el Martin Fierro…..salimos campeones. O sea, para mí es eso, la alegría de que se me haya cumplido el sueño del pibe.
Eugenia López: En lo personal me flashea mucho ser pare de La Liga de la Ciencia. Primero porque con Andrés somos súper cercanos, y con él y un montón de amigos más nos juntamos a charlar de ciencia, a ver videos , contarnos cosas y flashear. Lo hacíamos ya antes de que exista el programa, y ahora poder hacer lo mismo pero en tele, y compartirlo con más gente es buenísimo. Muchas veces se habla más en profundidad de lo que termina saliendo al aire, y son charlas que a mí me enriquecen mucho y me hace muy feliz. Nuestro equipo es súper diverso. Es como un paraíso para nerds poder hablar de tantas cosas. Tanto Gabriel Gellon como Pedro Bekinschtein, que hoy son compañeros en el programa, fueron coordinadores míos deExpedición Ciencia cuando tenía 16 años. Por ellos, me terminé decidiendo a estudiar biología. Así que cada tanto me pellizco, quien iba a saber que dentro de 15 años íbamos a poder hacer ciencia, experimentos, contar historias, hablar de neurociencia, en la televisión pública.
P: ¿Cómo hacen para transformar los datos duros de la investigación científica y tecnológica en material periodístico que a la vez sea entretenido?
A.R: Es un proceso larguísimo. Primero, los productores hacen un primer contacto con los investigadores, en base a eso armamos un guión de contenidos y preguntas, después muchas veces Euge y yo entrevistamos al investigador, y después inclusive le mostramos todo a los mismos entrevistados para confirmar que todo lo que contamos está bien. Es fundamental que haya gente muy capacitada para entender lo que los científicos quieren decir y bajarlo a tierra. Si bien a veces es largo, siempre es muy divertido. En parte, es como ser buen profesor. Un buen docente no es el que estudio la teoría sobre cómo enseñar, si no el que con la experiencia estuvo atento a ver que funciona y que no. Hay una teoría de cómo es que tenes que ir y contactar y después chequear info, pero es eso, pura teoría.Después de un poco de experiencia, te das cuenta qué está bueno para contar y se entiende, y qué no.
E.L: Es un proceso de mucha charla. Hay cosas que se resignan o palabrerías que en tele no funcionan, y decidir es un ejercicio que hacemos en equipo todo el tiempo, hablando. Aprendemos de los mejores, como decíamos antes. Soy fan de los chicos con los que trabajo y hago el ejercicio de leer estos papers con información dura, y transformarlos en historias de ciencia que al público le llegue y lo conmueva.
El desafío de comunicar ciencia
P: ¿Cómo es el desafío de llegar a tener un consumo masivo, que no solo desarrolla contenido, sino qué también crea un pensamiento crítico en el espectador? ¿Cómo se juega con la curiosidad de la gente?
A.R: Creo que el desafío es de alguna forma facilitado por la propia naturaleza de la ciencia. La gente quiere saber cosas. Me parece que en la medida que cuentes cosas interesantes y copadas, eso genera ganas de ver el programa, y vas a estar dando un montón de pensamiento crítico aunque no lo muestres, aunque no lo llames así. Cada vez que a un investigador se le ocurre una forma nueva de investigar un fenómeno, está de alguna formaaplicando el pensamiento critico a ese fenómeno que observa. O sea que a través de muchos ejemplos, inevitablemente se transmite un poco de lo que es el pensamiento crítico de las personas. Y si eso se puede aplicar bien, es bien recibido, porque a la gente le gusta aprender cosas que no sabe. Lamentablemente en el mundo estamos viviendo una época bastante opaca y muy oscura en su razonamiento. Filósofos o sociólogos que hablan en una lengua inentendible, incluso con materias que bordean lo humano y lo exacto/biológico, como la psiquiatría. Hubo muchas teorías muy chantas que siguen vigentes hasta el día de hoy, como la teoría lacaniana de que el autismo es fruto del deseo inconsciente de aborto de la madre, para darte un ejemplo.
Entonces hubo tantos años de tratar de explicar cosas que eran completamente fantasiosas explicadas como verdades académicas, que se terminó creyendo que es imposible desarrollar pensamiento crítico de forma masiva porque los conceptos son difíciles y oscuros y opacos. Y es lo contrario.
La ciencia es transparente y linda. La ciencia es hermosa.
Y cuando el investigador entiende bien lo que está haciendo, puede explicarlo de forma clara y transmitir sus ideas. De hecho, lo hizo el físico Juan Martín Maldacena, con un paper que fue el más citado en la historia de la física, y es argentino. El publicó hace poco un paper que vos y yo no entendemos ni el titulo ¡Y yo soy doctor en física! Y no entiendo nada, ni una frase del abstract.Pero el tipo se encargó de plasmar sus analogías entre su razonamiento y la economía, y se encargó de bajarlo a tierra. Eso es un desafío, pero a veces parece más complicado de lo que realmente es.
E.L: Es difícil crear ese pensamiento crítico, pero es parte del desafío nunca subestimar a las personas que te miran. El conocimiento es algo que atrae y no que repele.
¿No es algo que todos queremos? ¿Conocer más? Saber desde datos inútiles, hasta cosas que son reveladoras y que todos nos preguntamos: el cosmos, el universo, la vida, la mente. Todos nos hacemos estas preguntas.
Algo de lo que estamos muy seguros con Andrés y con la productora, es nunca subestimar la curiosidad del conocimiento y las ganas del querer saber de la gente. Somos muy conscientes de que es muy real y nosotros de cierta forma lo que aportamos es encender esta llama. Nosotros somos muy genuinos, porque es lo que hacemos fuera de cámara. Andrés y yo no somos muy de la tele y los ritmos a veces se complican, no podés quedarte charlando con los invitados ¡Y nosotros queremos charlar con todos sobre todo! Imagínate, viene una especialista en pastillas anticonceptivas para hombres. Y claro, viene el corte, y nosotros los matamos a preguntas fuera del guión. Nos dicen: “¡Chicos, ya está! ¡Se tienen que ir!” Eso pasa siempre, somos entusiastas. Y así como celebrar la curiosidad ajena, también estamos muy orgullosos de la nuestra.
P: Por último, felicitaciones por el merecidísimo Martin Fierro. ¿Cómo se sintió ganar el premio más importante de la televisión Argentina en una época donde la ciencia no siempre recibe el reconocimiento que merece, al menos no en televisión abierta?
A.R: Ganar un Martin Fierro se sintió como un pequeño acto de justicia. Como vos decís, es una época donde la ciencia no siempre recibe el reconocimiento que merece y sentí que me dio una pequeña luz de esperanza. Yo me sentía sapo de otro pozo al principio. Euge es bióloga y yo soy físico, no es que venimos del palo de la tele, y tampoco somos periodistas. Que nos reconozca la asociación de periodistas que más sabe sobre cómo funcionan los medios, para mí fue una pequeña gota de esperanza para la ciencia. Sobre todo en este mal momento que estamos viviendo a nivel mundial, con personalidades importantísimas como Bolsonaro y Trump atacando tan burdamente al conocimiento científico. Tal vez sea solo un mal pasaje que recordaremos en el futuro como esos años surreales que vivimos, y que por suerte, pasamos. Apuesto por un futuro así, y ganar este premio me da esperanzas de que así lo será.
E.L: Ganar éste premio fue increíble. Ya estar nominados nos dio una felicidad enorme. No solo significa reconocimiento, sino también la posibilidad de continuar el trabajo que nos gusta. Para nosotros, y para toda la gente que hace el programa, es como asegurarse que lo que uno quiere y disfruta pueda seguir existiendo. Es como ganarte la sortija, ganarse otra vueltita.
P.: ¿Lo esperaban?
E.L: No nos lo esperábamos. Yo estaba ahí mirando con quienes competíamos, que era todo buenísimo y era como: “Bueno, ya está, ya ganamos por estar nominados, la fiesta está re buena, estamos acá todo es re lindo”. Y cuando vimos que nos enfocaban muchas cámaras en la mesa decíamos: «¿Por qué nos enfocan tanto? ¿Será que puede pasar? ¿Será que tenemos posta la chance de ganar?» Nos agarramos fuerte de la mano y en el momento anuncian por altavoces » ¡LA LIGA DE LA CIENCIA!» No podíamos creerlo. Nos abrazamos fuerte y no pidamos parar de sonreír.
Es re empoderante poder decir “Hola, soy científica y estoy en la tele” Es un momento que da visibilidad y necesitamos hablar de la falta de mujeres científicas en los medios.
Me habló una compañera de colegio en Uruguay que tiene un proyecto de plataformas de mujeres y nos dimos cuenta que nos podemos ayudar entre nosotras, y así miles. Me acuerdo que cuando estábamos por arrancar, hace dos años, me daba vergüenza. Había hecho lo de Ciencia a la Carta, pero un programa así implicaba una exposición que nunca había tenido. Pero hay que jugársela si queremos que haya más curiosidad, más disfrute de esta manera de ver el mundo que nos encanta. Hay mucha gente que quiero y admiro tirando para el mismo lado, y eso me hace saber que estamos yendo por el camino correcto.
La liga de la ciencia -Programas
La Televisión Pública Argentina presenta un ciclo dedicado al mundo del conocimiento que busca poner en primer plano las ideas, la creatividad y la pasión de todos aquellos que producen investigaciones en ciencia y tecnología.
Un programa periodístico que muestra el potencial de la ciencia argentina y, al mismo tiempo, echa luz sobre las incógnitas del mundo del conocimiento, utilizando diferentes formatos como animaciones, experimentos en vivo, columnas y clases magistrales compactas.
La liga de la ciencia” es un programa de divulgación científica conducido por Andrés Rieznik y María Eugenia López, dos jóvenes científicos en actividad que representan a una generación de divulgadores que, además de los medios tradicionales, utilizan la web y las redes sociales para transmitir su mensaje de curiosidad y reivindicación del pensamiento crítico.
Participan del ciclo: Valeria Edelztein, Fernando Lombardo, Mariano Ribas, Pedro Beckinstein, Sergio Wischñevsky y Pablo Pazos.
Para ver los progrmas clickear aquí
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