Jorge Taiana, excanciller argentino: «Argentina hoy acepta la hegemonía de Estados Unidos sobre el conjunto de la región»
Entrevista a Jorge Taiana, excanciller argentino y parlamentario del PARLASUR
Por Nicolás Retamar, redacción NODAL
¿Por qué Argentina decidió denunciar el Tratado Constitutivo para retirarse del organismo?
El gobierno de Macri denuncia ahora el Tratado de UNASUR luego de haberse opuesto, de haberlo paralizado y de parar las contribuciones a la institución. Además boicotea y reduce la importancia de otras instituciones de integración como la CELAG, que también está paralizada y abarca el conjunto de América Latina y el Caribe, y del propio MERCOSUR del cual han sacado a Venezuela y al mismo tiempo han impedido el ingreso de Bolivia, han evitado el desarrollo de los fondos estructurales del FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del MERCOSUR) y han desarmado toda su área social. Es decir, se trata de una política que, siguiendo los lineamientos de los EEUU, no busca la integración latinoamericana sino que busca desarmar los organismos de la región que nos dan posibilidades de autonomía y más decisión soberana. Vuelve con eso a un panamericanismo tradicional que acepta la hegemonía de los EEUU sobre el conjunto de la región y que no cree en una construcción regional.
Bolivia le entregó la Presidencia Pro Tempore de UNASUR a Brasil, cuyo gobierno está en línea con la constitución de PROSUR. ¿Cuál piensa que será el objetivo de Brasil durante su presidencia con Jair Bolsonaro?
Bolivia entrega hoy la Presidencia Pro Témpore a Brasil porque se cumple el año de la PPT y porque siente que está siendo víctima de una maniobra de los países que están boicoteando a la UNASUR y que la dejan a Bolivia como «responsable» de la etapa final de organismo. ¿Por qué se lo pasa a Brasil? porque le corresponde en la sucesión alfabética que es Argentina, Bolivia, Brasil pero además porque Bolivia sabe que Brasil fue uno de los grandes gestores de la UNASUR desde aquella primera reunión Pre UNASUR que se desarrolló en Brasilia en el año 2000 y que dio origen a lo que sería el plan IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) y luego la reunión del 2004 de la Comunidad Sudamericana de Naciones hasta que en Río de Janeiro en 2008 se firma el Tratado Constitutivo de la UNASUR. Brasil, que fue el gran entusiasta y uno de los principales creadores de la UNASUR, se enfrenta ahora al desafío de haber ido a Chile y apoyado la iniciativa de Chile y Colombia de liquidar la UNASUR y darle nacimiento a un PROSUR que nadie sabe exactamente qué es, si es una institución, si es una iniciativa política, si es simplemente un mecanismo de diálogo o, como se propuso en un momento, un grupo de Whatsapp.
¿Donde radica la importancia de UNASUR? ¿Hay forma de reconstruir el organismo?
La construcción de la UNASUR, que ahora los gobiernos de derecha de América del Sur quieren liquidar, no fue una cuestión que se hizo de un día para el otro ni fue el resultado del deseo de uno, dos o tres presidentes o de uno, dos o tres gobiernos. Es un proceso largo que tardó demasiado tiempo en ponerse en marcha. Hay que tener presente que la UNASUR, es decir la Organización de los Estados de América del Sur, a pesar de que la mayoría son países independientes de la segunda del siglo XIX, nunca se habían reunido los presidentes ni nunca habían creado un mecanismo de concertación y de integración. Eso se logró recién en el primer encuentro en el año 2000 por iniciativa de Fernando Henrique Cardoso en la reunión de Brasilia donde se puso en marcha IIRSA que era un plan de infraestructura, caminos, puentes y ferrocarriles para facilitar la integración física.
Luego de esa reunión, en 2004 se creó la Comunidad Suramericana de Naciones, que fue otro paso en esa dirección hasta que finalmente en 2008 en Río de Janeiro se firma el Tratado Constitutivo de UNASUR. Es decir, este fue un proceso que pasó por diferentes etapas, diferentes momentos y que cumple con un objetivo obvio si uno mira simplemente el mapa: América del Sur es una región en sí misma y no es comprensible, salvo el seguimiento del divide y reinarás, que no tenga una organización propia en sí misma.
Si hay forma de reconstruir el organismo, ciertamente. Las denuncias son denuncias políticas, en la mayoría de los países tienen que ser aprobadas por los congresos, vamos a ver cómo les va. Lo cierto es que pensar que en el siglo XXI podemos tirar por la borda años de trabajo en pos de una construcción de integración que había puesto en marcha el Instituto de Salud de San Pablo, el Centro de Estudios Estratégicos de la Defensa en Buenos Aires, en fin que había hecho un trabajo, me parece que es una política irresponsable cuando pensamos que el mundo se está manejando más en bloque. Por último, quiero señalar que el argumento de que UNASUR era una organización conducida por uno o dos líderes más de izquierda o más de otra posición es absurdo. La UNASUR tenía como regla básica el consenso así que no se avanzaba si no estaban todos de acuerdo y eso fue algo que se aprobó y tuvo el apoyo de los doce países, entre ellos Chile y Colombia, los dos que iniciaron el boicot.