Argentina: marcha de movimientos sociales y gremios contra las políticas de ajuste

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Una movilización por otro modelo

“Tenemos las mejores expectativas para la movilización, que creo será importantísima y va a poner el acento en la discusión de un modelo de país distinto al que lleva adelante este gobierno”, aseguró el dirigente de la CGT Héctor Daer, a horas de la marcha por la Unidad, la Producción y el Trabajo Argentino. Convocada por la dirección cegetista y los gremios de la industria, la protesta sumó la participación del Frente Sindical para el Modelo Nacional –donde están la Corriente Federal y Camioneros–, de los distintos sectores de la CTA, las comisiones internas de la izquierda y los movimientos sociales. Aunque hoy pararán algunos gremios –como los docentes–, el llamado a una huelga nacional sigue estando fuera del menú. De todos modos, la marcha mostrará una amplia confluencia contra el programa económico.

La CGT difunde hoy, mediante una solicitada (ver página 9), un documento sobre “la realidad de la industria, de las pequeñas y medianas empresas, de la producción y del empleo en todo el país”. “Hay que tener una mirada de largo plazo, la situación social es preocupante, viene en caída libre y no le vemos salida”, planteó Daer.

La marcha va a salir de Once a las 14 horas. La cabecera, presidida por los integrantes del consejo directivo de la CGT detrás de gran bandera de color celeste. Otras organizacions sindicales, como la UOM, se concentrarán en Misiones y avenida Belgrano para luego sumarse a la movilización. A la altura del Congreso harán una escala para entregar un proyecto de ley de defensa de las Pymes industriales y luego seguirán camino hasta Avenida de Mayo y 9 de Julio.

Daer y Carlos Acuña, su coequiper en la conducción de la CGT, resolvieron no hacer acto ni armar escenario para la lectura del documento, un modo de evitar que se repita la incómoda experiencia que vivieron el 7 de marzo de 2017, cuando los manifestantes le exigieron que pusiera fecha para una huelga nacional. De la misma manera, fijaron lejos de la Plaza de Mayo el punto final de la marcha.

Los reclamos a la CGT para que llame a un paro nacional, con todo, serán un elemento fuerte en la jornada, planteado por los cegetistas disidentes, Camioneros, las CTA y las agrupaciones sindicales de la izquierda.

La Corriente Federal fijó como punto de encuentro la Avenida Entre Ríos e Hipólito Irigoyen, a las 12.30. Sergio Palazzo habló de la necesidad de medidas que vayan más allá de la marcha: “Con eso solo no alcanza, hay que hacer más desde el consejo directivo de la CGT. Desde el Frente Sindical estamos planteando la necesidad de un paro nacional y de un plan de lucha para que este Gobierno cambie sus políticas de hambre”.

La CTA de los Trabajadores que conduce Hugo Yasky convocó a concentrarse en el Congreso desde las 13 horas. “Hay que ir a la marcha y hay que ir al paro nacional. Quienes no lo hagan están jugando para el Gobierno”, definió el dirigente.

Pablo Micheli, de la CTA Autónoma, llamó a “marchar en unidad” aunque marcó que tras la movilización “tiene que haber un paro nacional”. La CTA-A que dirige Ricardo Peidro convocó a marchar y a generar “las condiciones para la construcción de un paro general que ponga freno al ajuste”. El MST junto a gremios como la Cicop anunciaron que van a marchar a las 14 horas desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo.

Los movimientos populares del llamado triunvirato de San Cayetano (CTEP, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa), más los del Frente Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha van a movilizarse al Congreso a las 13 horas, para ser parte del reclamo junto a las centrales obreras. Luego irán al Ministerio de Desarrollo Social, donde van a hacer un acto, como continuidad de su plan de lucha por alimentos y planes sociales.

Página|12


Macri solicitó un «perdón» al FMI por metas incumplidas

En medio de la crisis que generaron las últimas corridas cambiarias, el Gobierno le solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) un “waiver” por los incumplimientos con las metas acordadas con el organismo de crédito internacional. Se trata de un “perdón” que el Fondo analizará el próximo viernes.

El plenario del FMI de esta semana tenía previsto analizar la aprobación de un nuevo desembolso para la Argentina de 10.870 millones dólares.

A esa agenda se suma ahora la “solicitud de waiver sobre la aplicabilidad de los criterios de rendimiento, revisión de las garantías de financiamiento y solicitud de modificación de los criterios de rendimiento”, según publica este miércoles El Cronista.

Las causas y argumentos del “perdón” o “dispensa” por el incumplimiento en las metas fijadas con el organismo se conocerá una vez que el Fondo se pronuncie tras analizar la presentación en su reunión del viernes.

Tiempo Argentino


2019: esperan inflación del 36% y caída del 1,2% en el PBI

La aceleración del dólar de las últimas semanas, a partir de la mayor presión cambiaria, y los diversos aumentos de tarifas (aplicados y/o anunciados) generaron un fuerte incremento en las expectativas para la inflación futura. De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de marzo, publicado ayer por el Banco Central, la inflación esperada para los próximos doce meses se ubicó en 30,7%, 1,7 p.p. por encima del informe anterior, mientras que para 2019 se espera un aumento del costo de vida del 36% (+4,1 p.p.). Si bien el aumento de precios será menor que el de 2018 (47,6%), el dato se encuentra lejos de lo que proyectaba el oficialismo para este año (28%) a comienzos de 2019. Por su parte, las proyecciones para el componente núcleo aumentaron en 2,7 p.p. para los próximos doce meses al 29,9%, de modo que terminaría el año en 35,1% (+5 p.p.).

En este marco, los especialistas estimaron que la inflación de marzo se ubicó en 3,8% mensual, lo que dejaría para el primer trimestre un incremento cercano al 11% (10,9%, de acuerdo con estas cifras). No obstante, para el segundo trimestre esperan una inflación mensual promedio del 2,9%, mientras que en el tercero caería al 2%. Vale remarcar que los contextos de elevada inflación suelen generar mayores complicaciones para realizar proyecciones, lo que termina generando complicaciones al momento de tomar decisiones y conlleva a que se acorten los plazos de los contratos.

A pesar de la mayor inflación esperada, los analistas recortaron la caída esperada para el PBI real este año, al señalar que la economía se contraería un 1,2% (+0,1 p.p.), pero redujeron el crecimiento previsto para 2020 del 2,5% al 2,4%. De todas formas, elevaron sus expectativas de variación trimestral sin estacionalidad para el primer trimestre del 0% al 0,3%, al tiempo que redujeron lo esperado para el período abril-junio del 1,5% al 1%. Desde el oficialismo trabajan con la premisa de que la economía alcanzó finalmente un piso en noviembre y que de a poco está comenzando a crecer. Pero todavía quedan unos meses de variaciones negativas en términos interanuales, principalmente por el buen desempeño de la economía durante el primer trimestre del año pasado y por los efectos de la crisis cambiaria posterior.

Con respecto a la evolución de la tasa de interés de las Leliq, la mayor presión sobre el tipo de cambio y la inercia inflacionaria llevaron a que el BCRA debiera convalidar en las últimas semanas un fuerte aumento del rendimiento de referencia para captar una mayor cantidad de pesos de la economía (ayer terminó en 67,981% promedio). Para abril, los analistas esperan que la tasa se ubique en 65% (+17,9 p.p. con respecto al REM de febrero). Ésta mantendría una tendencia decreciente, a medida que se vaya desacelerando la inflación, y terminaría el año en torno al 45%. Mientras tanto, el tipo de cambio mayorista se ubicaría en abril en $43,2, lo que implicaría cierta “pax cambiaria” para el mes, pero terminaría el año en 50%, avanzando más o menos en línea con la inflación.

Por otra parte, a pesar del compromiso oficial con el FMI de alcanzar la meta de “déficit cero” en 2019, el sector público terminaría el año con un déficit primario cercano a los $80.000 millones, en medio de una floja recaudación y de un contexto recesivo. Pero para 2020 se espera un saldo positivo de $138.600 millones. En los últimos años, las previsiones del REM han sido más optimistas de lo que los datos efectivos luego terminaron mostrando. Pero habrá que esperar unos meses para ver cómo sigue avanzando la economía, con el adicional de que 2019 es un año electoral.

Ámbito Financiero


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