Investigación denuncia que el presidente Hernández lavó más de 163 millones de dólares

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JOH y su esposa lavaron más de cuatro mil millones de la corrupción y narcotráfico

(Por equipo de investigación – primera parte) Nadie se imaginó que la advertencia que hizo en 2013 la exembajadora de EE.UU. en Honduras, Lisa Kubiske, al entonces presidente Porfirio Lobo de no apoyar a un candidato a la presidencia –a thief (ladrón)– que después de cinco años en el poder dirigiría la más grande de las redes criminales en el país, con la complicidad del sistema financiero nacional.

Para llegar a la titularidad del Ejecutivo, Juan Orlando Hernández, más conocido con el mote de JOH, articuló desde el Parlamento una serie de mecanismos que le permitieron una vez siendo presidente de la república mantener el control absoluto de los tres poderes estatales y, para ello, tanto JOH y su estructura criminal comenzó corrompiendo a los diputados al darles millonarias cantidades de dinero drenado del Estado mediante una red de oenegés operadas por cuadros de confianza del actual gobernante.

“Sé que en la campaña se sacrificaron y hay que compensarlos”, dijo el jefe de la red criminal a los diputados nacionalistas y que hoy están siendo enjuiciados por varios casos de corrupción, entre ellos, la denominada Red de diputados, Pandora, Planeta Verde y otras que serán ventiladas en el futuro. La verdad es que Hernández no quería compensarlos, sino corromperlos y cooptarlos a fin de someterlos a chantajes para que les aprobara todo lo que quisiera.

RED CRIMINAL CREADA POR JOH, ESPOSA Y HERMANOS. Para poder limpiar el dinero sucio o subterráneo, proveniente del saqueo institucional y del narcotráfico, JOH y sus compinches montaron toda una estructura empresarial, con complicidad de algunos bancos del sistema financiero nacional que, conscientes o no, facilitaban multimillonarias sumas de dinero, considerados como préstamos inusuales debido a que el solicitante no tenía las garantías de créditos que exige el sistema. Bajo este método, Hernández y sus socios construyeron compejos holdings o conglomerados de empresas, cuya empresa matriz es Inversiones del Río, constituido el 1 de diciembre de 2010 -a un año de la presidencia de su marido-, teniendo como gerente general a Ana Rosalinda García, y cuyas actividades van desde desarrolladoras urbanísticas, agroindustrias, ganadería, comunicaciones y hasta líneas aéreas, todas dedicadas al lavado de dinero de la corrupción y criminalidad organizada. Esa sociedad también fue integrada por Juan Antonio Hernández, según la documentación.

Gran parte de los fondos sucios, provenían de dinero sustraído de las arcas del Estado mediante un complejo sistemas de oenegés que fueron habilitadas y, para ello, utilizaron a varios personajes, entre estos, a Geovanny Castellanos, quien manejaba firmas en cuentas de distintas organizaciones no gubernamentales. El jefe del Ejecutivo, recién estrenado en su gestión enero 2014-enero 2018, lanzó una sistemática campaña de culpar a sus antecesores de la grave crisis que atraviesa el país. Esta excusa le sirvió para decir que todos eran culpables, menos él, pero el objetivo de ese discurso estaba encaminado a seguir sosteniendo la estructura de corruptela que lo llevó al gobierno y, para vender esa idea, cooptó a la mayoría de los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil que se convirtieron en correa de transmisión del mensaje.

El proceso de enajenación de compañías estatales como la ENEE, Hondutel, Empresa Portuaria y la creación de Coalianza más la cacería de brujas en contra de capos y otros empresarios a quienes les aseguraron bienes, fue el escenario útil para que JOH y sus cómplices instalaran un complejo holding para el lavado de dinero.

CODICIA Y PILLAJE. Mientras JOH, en el proceso electoral, con miras a ganar la presidencia, anunciaba los nuevos dogmas de la economía y que él llamó el nuevo paradigma para gobernar un país, que al final fueron una suerte de mentiras encaminadas a ocultar las verdaderas intenciones del entonces candidato y, a un año de asumir la presidencia del Congreso 2010-2014, junto con su hermano Tony Hernández, quien para esa fecha, según afirmaciones del Departamento de Justicia de EE.UU., era un gran narcotraficante (explica el documento 5215 Cr. 379, PKC) constituyeron la empresa Inversiones del Río S. de R.L. ante el notario Abraham Alvarenga, bajo registro 262 y que está debidamente certificado.

Inversiones del Río se convirtió en la sociedad mercantil y de allí se crearon empresas satélites constituidas para lavar más de cuatro mil millones de lempiras provenientes del saqueo al Estado mediante oenegés y el narcotráfico.

Ya siendo presidente del Congreso y a pocos meses de las elecciones generales que lo llevarían a la presidencia de Honduras, JOH, su hermana Hilda Hernández y Ana Rosalinda García Carías, esposa del jefe del Ejecutivo, acudieron ante el mismo notario, o sea, Alvarenga Urbina –nombrado a la postre como procurador general de la república– y según el instrumento 159, constituyeron la empresa Inmobiliaria Monte Verde S. de R.L. El control de la empresa la mantiene Inversiones del Río ya que fue esta empresa, dirigida por la primera dama, aportó 60 mil lempiras de los 100 mil de constitución de sociedad y los otros 40 mil los desembolsó, según la escritura, la fallecida hermana del presidente.

Con esta inmobiliaria, JOH y su parentesco pretendió desarrollar una urbanización en dos etapas, en Gracias, Lempira, además del proyecto urbanístico, la empresa desarrolló un proyecto de construcción en el sitio denominado Jícaro Río Grande, siempre en Gracias; unos corrales con bebederos, comida para ganado en la propiedad de Hernández.

Confidencial HN


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