Entrevista a Milagro Sala: «Se horrorizan de ver negros organizados luchando por sus derechos”

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“Se horrorizan de ver negros organizados luchando por sus derechos.”

Entrevista a Milagro Sala. Por Constanza Estepa

Milagro Sala es una dirigente social argentina, referente del proceso de protestas y resistencias populares contra las reformas neoliberales durante la década de los ‘90 en el noroeste del país. Es una de las líderes de la Organización Barrial Tupac Amaru (OBTA) emergente en dicho período como un movimiento social para la articulación de demandas frente a la crisis política del 2001. Milagro está privada de su libertad desde el 16 de enero del 2016, y en la orden de detención dictada durante la feria judicial jujeña se la criminaliza por organizar un acampe en el espacio público situado frente a la Casa de Gobierno. Se la acusa en carácter de autora penalmente responsable de instigación pública a cometer delitos y tumulto (art. 209 y 230 inciso 2 del Código Penal).

Constanza Estepa: ¿Qué implicancias tiene para vos el uso del espacio público en una acción de protesta?

Milagro Sala: Estamos en democracia y cada uno tiene que aplicar las herramientas que tiene para hacerse escuchar. Nosotros llevamos adelante medidas de protesta porque necesitamos que nos escuchen los gobiernos de turno, usamos el espacio público porque en democracia no hay que pedir permiso: si nos organizamos usamos el espacio que es de todos para hacer escuchar nuestros reclamos. Es lamentable que ahora en democracia se diga que esto es ilegal, el pueblo está organizado y por más leyes que pongan, la gente va a seguir saliendo a la calle. Hay que tomar medidas cuando no te escuchan, nosotros antes de hacer cualquier protesta nos cansamos de pedir reuniones, pero sistemáticamente somos desoídos.

CE: El acampe en la Plaza Belgrano por el cual te detuvieron fue un hecho que tuvo repercusiones no sólo en el ámbito nacional sino también en el internacional: mientras el sistema judicial de la Provincia de Jujuy te señala como coautora de un delito, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU (GTDA) considera a tu detención como el resultado del ejercicio de tus derechos humanos. En razón de que es evidente el menoscabo a tus derechos que trajo el acampe, y que del mismo participaron las personas que integran las cooperativas de trabajo de la OBTA, quisiera preguntarte: ¿Cómo vivenciaron el acampe en la Plaza Belgrano del 10 de diciembre?

MS: El acampe comenzó el 10 de diciembre y duró hasta el 16 de enero. El acampe fue completamente pacífico, no se hizo nada violento, pero nos estigmatizaron por reclamar, nos insultaron, nos hicieron quedar como mafiosos en los medios de comunicación y el 16 de enero me metieron presa. Desde ese día me armaron 17 causas, de las cuales 4 están en juicio y 13 en proceso. La fiscal me acusa de cortar la calle molestando a la sociedad, cuando los padres llevan a sus hijos al colegio o cuando la gente va a trabajar. Esa es la sociedad de ella, esa es la sociedad que se horroriza de ver a los negros organizados luchando por sus derechos, se horrorizan de las personas que viven en los barrios humildes. Uno no corta la calle porque es un loquito, las cosas no se hacen por eso, la realidad es que te cansás de pedir reuniones y te ignoran. En Argentina estamos viviendo un retroceso muy grande en el sistema de los derechos: en Jujuy no hay remedios en los hospitales, ha aumentado la desocupación y existe una incertidumbre permanente sobre qué va a pasar con tu puesto de trabajo.

Cuando hacemos una protesta nos liberamos, también nos liberamos de nuestra forma de pensar, porque podemos reconocer una injusticia y tomar una medida para enfrentarla. En definitiva, los compañeros se liberan porque pueden sentir y expresar lo que les está pasando. Lo que actualmente sucede con la protesta es peor que en 2001, porque no sólo están usando a las fuerzas policiales para reprimirnos, sino que también cuentan con el brazo del Poder Judicial: a los dirigentes y líderes sociales nos judicializan por cualquier cosa, quieren a los dirigentes con miedo y sin posibilidad de reacción. Antes de que Morales sea gobernador, nosotros hacíamos protestas, negociábamos, a veces nos escuchaban y otras no, pero nunca nos metieron presos por protestar como sucede ahora, haciendo uso el poder judicial.

CE: ¿Cómo se tomó la decisión de realizar el acampe de diciembre del 2015?

MS: El 10 de diciembre de diciembre del 2015 comenzamos un acampe pacífico en la Plaza Belgrano de Jujuy frente a la gobernación. Cualquier decisión importante la tomábamos mediante la Asamblea con la participación de más de 900 delegados (en su mayoría mujeres). De la misma manera, las medidas de protesta eran discutidas en el seno de la Asamblea, donde determinábamos, según el caso, si era necesario realizar o no una acción en particular: a veces decidimos esperar respuestas de los gobiernos y otras movilizarnos. En la Asamblea se decide qué hacer, cómo, cuándo y por qué.

CE: ¿Por qué eligieron realizar el acampe y no otra medida de protesta? ¿Cuál es la razón por la cual el acampe se organizó en la Plaza Belgrano? ¿Quiénes participaron de la medida?

MS: La Plaza Belgrano es la plaza del pueblo, es el lugar natural para hacer reclamos. El espacio público siempre lo hemos usado para reclamar por causas públicas porque existe para eso. Al acampe tuvimos que llegar porque anteriormente habíamos hecho movilizaciones y marchas, pero no nos daban bolilla. Del acampe participamos cerca de 5000 personas, y ya los primeros días nos enteramos que el gobierno de Jujuy, a través de militares y servicios de inteligencia, iba a la casa de los cooperativistas y amenazaba a sus familias, le exigían que desistan de la medida de protesta para no ser privados de su libertad. Los amenazaban con terminar en la cárcel si no abandonaban la plaza Belgrano.

CE: ¿Considerás que el acampe del 10 de diciembre fue legítimo?

MS: El acampe fue legítimo porque nosotros estábamos pidiendo audiencias con Morales [Gobernador de Jujuy] desde el día en que ganó las elecciones, al acampe llegamos porque no nos recibían, y ya desde finales de octubre del 2015 estábamos pidiendo entablar un diálogo para saber qué iba a pasar con los puestos de trabajo de las compañeras y los compañeros de las cooperativas. Sin embargo, las audiencias con Morales eran negadas permanentemente. La incertidumbre de los integrantes de las cooperativas aumentaba a medida que el gobierno ignoraba nuestros pedidos de audiencia, y no brindaba respuesta alguna a nuestra solicitud. El acampe surgió como contrapropuesta a la falta de diálogo del Estado para con los compañeros. Para ese entonces, el gobierno no recibía a ninguna organización social. Comenzó a reunirse con algunas luego de mi arresto y trató de cooptarlas realizando divisiones internas mediante acusaciones entre las unas y las otras.

CE: ¿Cuál es tu valoración de la reacción del Estado frente al derecho a la protesta social?

MS: A nosotros el Estado nunca nos dio nada, todo lo conseguimos mediante la lucha. En Jujuy, el Estado nunca nos ha dado ningún beneficio, todo lo que logramos fue mediante la lucha de todos los compañeras y las compañeras: por eso decimos que nosotros no somos políticos sino luchadores sociales. Hoy estamos viviendo una democracia tapada porque no existe el derecho a manifestarte libremente en las calles. Te quedás sin trabajo y no podés organizarte para reclamar, faltan medicamentos en los hospitales y no hay espacio en ningún medio local para denunciarlo; te persiguen, te paran en la calle y te piden el documento para investigar quién sos; la policía abusa de vos y te cagan a palos.

CE: Hace unos días, durante los alegatos de acusación en la causa Pibes Villeros la fiscalía dijo: “todos conocemos la actividad de Milagro Sala y la Tupac Amaru, que cortaban las calles manteniendo de rehenes a la sociedad jujeña.” Dado que el corte de ruta y de calle tiene sus antecedentes en el movimiento de desocupadxs argentinxs de los años noventa y toma una fuerte notoriedad social durante el 2001/2002, período en los que podemos ubicar los orígenes de la OBTA, quisiera detenerme y preguntarte: ¿Cuál era el sentido de cortar la calle? ¿Por qué optaban por esa medida y no por otra?-

MS: Cortábamos las calles cuando las personas que protagonizaban los reclamos no eran escuchadas, y las medidas las tomábamos para negociar con los gobiernos de turno. Cuando me refiero a negociar, estoy haciendo mención a sentarse en un espacio en común, establecer un diálogo entre las personas que reclaman y los que tienen las posibilidades de resolver el reclamo, de encontrar las soluciones a los problemas que motivaron el reclamo.

CE: Anteriormente te referiste a que en democracia no hay que pedir permiso para usar el espacio público, también hablás de la necesidad de diálogo entre los gobiernos de turno y las personas que reclaman. ¿Qué es la democracia?

MS: La democracia es respeto, respeto por el otro, y respeto al Estado. Pero para respetar al Estado, éste tiene que respetar a uno, respetarte con trabajo, con salud y con educación. Que te dejen decir lo que pensás, y que eso que vos pensás no sea coaptado, que no te oculten la información, que no persigan a los dirigentes y líderes políticos para sembrarles miedo. La democracia para nosotros es salud, educación, trabajo y libertad, libertad en la calle y libertad en las ideas. Los medios de prensa no pueden ser únicamente un instrumento de los empresarios. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual debe renacer: necesitamos medios comunitarios que muestren lo que pasa en los barrios.

CE: Se están por cumplir 3 años desde que te privaron de tu libertad. Nos encontramos en tu lugar de detención, en la entrada se encuentra un operativo de Gendarmería de más de 25 agentes; para ingresar aquí me revisaron, prohibieron el ingreso de mi grabador, de mi cámara, de mi teléfono celular. ¿Por qué estás detenida?

MS: No me dan la libertad porque saben que si salgo, al día siguiente estoy con los compañeros y compañeras haciendo reclamos. El Gobierno de Jujuy y Gerardo Morales creen que manteniéndome presa, la gente en Jujuy no va a salir a protestar. Nosotros realizábamos cortes de calle, nunca realizamos cortes de rutas como así tampoco ocupamos terrenos: siempre mantuvimos una estrategia en realización a la protesta que tenía que ver con el uso de las plazas y los espacios públicos, las manifestaciones y los cortes de calles de Jujuy.

Carolina (hermana de Milagro Sala): La flaca ante cualquier injusticia que veía te paraba Jujuy, y a la mayoría de los gobernadores no le gustaba eso. Ella reclamaba cosas justas. La venían a buscar desde distintos lugares de Jujuy para organizar reclamos cuando los dirigentes políticos de turno no querían negociar con los afectados. Vos veías mucha gente que apoyaba los reclamos en particular, incluso cuando no los afectaba de manera directa. Donde había un problema ahí estaba la flaca. A muchos compañeros les duele mucho que ella esté presa, lo sufren.

MS: No me quieren dar la libertad porque piensan que soy peligrosa, y no me quieren dar el arresto domiciliario en mi casa de San Salvador porque no pueden armar todo este circo de gendarmes en la puerta (como sí lo hacen en El Carmen). Me quieren aislar. La clase alta de Jujuy es muy racista, a los negros yo les enseñé a anteponerse para que no los traten como a unos negritos de mierda, para que los traten de igual a igual y sé que eso les molesta. Les molesta que no bajemos la cabeza ante las desigualdades. Ellos creen que nosotros, los coyas, somos ignorantes, nosotros le hemos dejado creer eso, pero no importa que lo sigan pensando, así hemos sobrevivido años y años.

* Entrevista realizada el 13 de diciembre de 2018 en El Carmen, Jujuy, Argentina. En el entonces lugar de detención de Milagro.

Fuente Universidad Nacional Revista Bordes


 

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