Que no nos utilicen para enviar sus amenazas – El Espectador, Colombia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Una confrontación militar con Venezuela sería nefasta para Colombia. La vulnerabilidad del país por su cercanía, la pérdida de vidas y los costos económicos son motivos más que suficientes para que no se abandone la estrategia diplomática (y exclusivamente diplomática) que ha adoptado la administración de Iván Duque sobre el tema.

Por eso, que el consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, John Bolton, se haya dejado fotografiar con un mensaje de “5.000 tropas a Colombia”, después de una conferencia de prensa discutiendo la situación del país vecino, es altamente preocupante. ¿Por qué se siente cómodo un alto funcionario de la administración de Donald Trump utilizando nuestro territorio para enviar amenazas veladas?

Aunque durante la mencionada conferencia Bolton no se refirió al envío de tropas a Venezuela, sí insistió en que, para el gobierno Trump, “todas las opciones están sobre la mesa”. Fuentes de The Intercept en la Casa Blanca dijeron que no se han discutido planes puntuales para ubicar militares en nuestro país, pero cuando CNN preguntó específicamente por los comentarios de Bolton, no lo desautorizaron, sino que repitieron el mensaje: todas las opciones están sobre la mesa.

El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, dijo que “con respecto a la mención a Colombia en el cuaderno de notas que tenía en sus manos el señor John Bolton, se desconoce el alcance y la razón de dicha anotación”. Y agregó que “el Grupo de Lima ha reconocido al presidente Juan Guaidó para que lidere el proceso de restablecimiento del orden institucional y democrático en Venezuela”.

Celebramos esa postura. Si algo ha caracterizado la política exterior del gobierno Duque, con respecto al tema de Venezuela, es la firmeza diplomática y el rechazo al intervencionismo militar. Es una estrategia que ha dado resultados, pero, tal vez más importante aún, que tiene en cuenta los intereses colombianos. No estamos logrando finalmente salir de nuestros conflictos internos para entrar a una confrontación sin final determinado, ni mucho menos para servir de punta de lanza en una guerra ajena.

No haría mal la Cancillería en solicitar una aclaración por parte del gobierno estadounidense. Incluso si fue un descuido dar a conocer la anotación, ¿por qué Bolton está siquiera hablando sobre la presencia de tropas en nuestro país? ¿De dónde sale la cifra? ¿Cuál es la posición oficial de Estados Unidos? ¿Es un tema que se ha discutido con funcionarios colombianos? Esas son algunas de las preguntas que quedan, pese a las declaraciones del canciller Trujillo.

La presión política y económica está funcionando. Las grietas en el régimen dictatorial de Nicolás Maduro han quedado al descubierto y no hacen más que crecer. Hay, además, un revitalizado movimiento popular dentro de Venezuela que está luchando por el restablecimiento de las condiciones propicias para la democracia. Nadie ganaría con una confrontación militar. Esa carta no debería estar sobre la mesa.

El Espectador


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