México – El músculo digital del PRI opera intacto: crea fake news, infla tendencias, presiona, influye… – Por Ivonne Ojeda de la Torre

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Por Ivonne Ojeda de la Torre

Cuando los partidos políticos mexicanos despertaron, el Revolucionario Institucional (PRI) seguía allí, intacto, operando. Al menos en las redes sociales.

Crea y promueve tendencias; difunde noticias falsas o fake news; ataca a contrincantes, influye en la vida pública del país y, en tiempos electorales, busca hasta la compra de votos. Recurre a la creación de comunidades digitales específicamente para apoyar a candidatos; y emplea bots y trolls para distintos fines. El músculo priista de estrategia digital se ha alimentado por la opacidad en el uso de recursos del partido, y aprovecha coyunturas, como la de la tragedia en Puebla, para influir.

Las prácticas del músculo digital del PRI fueron identificadas en un informe de la Organización Artículo 12, titulado “Datos Personales e Influencia Política”, realizado con apoyo del Tactical Technology Collective (TTC).

Las comunidades que emergen recurren a la desinformación y la generación de contrapesos políticos que, ante su presencia minoritaria, optan por apropiarse de los malos hábitos, dice. Una muestra tuvo lugar durante el lunes 24 y martes 25 de diciembre con el surgimiento del hashtag #AMLOASESINO, con el que grupos de opositores a Andrés Manuel López Obrador lo señalaron como responsable del accidente aéreo que tuvo lugar en vísperas de Navidad y donde fallecieron la Gobernadora de Puebla Martha Erika Alonso, y su esposo, el Senador Rafael Moreno Valle.

La investigación que llevó al informe “Datos Personales e Influencia Política” encontró que el PRI ha sido pionero en las estrategias digitales artificiales que marcan la agenda política hoy en México, y ha vulnerado en numerosas ocasiones la democracia del país, e incluso han hecho uso de datos personales del electorado.

Entre el 22 y el 23 de diciembre, por ejemplo, la etiqueta #YoXELCAMPO fue movilizada en el interior del clúster priista. La activación del hashtag se produjo con el objetivo de ejercer presión en la Cámara de Diputados ante una reducción al sector agrario en la partida presupuestal para el 2019. La tendencia se movilizó en el interior de la extensa red de organismos priistas en donde grupos afines como la Confederación Nacional  Campesina  (CNC) tienen amplia participación. Fuera de esta red, la discusión fue diferente, y en menor volumen.

El posicionamiento de esta etiqueta es una muestra de la manera en cómo el PRI ejerce presión política desde las redes sociales. A través del empleo de estrategias sofisticadas de organización que ha adquirido a lo largo de casi una década de experiencia. Las redes priistas tienen capacidad para visibilizar sus intereses, pero no para generar interés orgánico.

La información que muestra Artículo 12 en el informe “Datos Personales e Influencia Política” describe cómo el PRI ha logrado articular esta red, qué prácticas han surgido de esta, y cómo es precursora de las formas en que emerge la agenda política de México a través de las redes sociales.

El pasado 21 de diciembre, la Diputada Tatiana Clouthier expresó a través de Twitter su preocupación por el cerco que un contingente conformado por miembros de la organización Antorcha Campesina, ligada al PRI, mantuvo para exigir que no se redujera la partida presupuestal al campo. La preocupación se debía a que los manifestantes amenazaron con agredir a quienes abandonaran las instalaciones del Palacio de San Lázaro.

Mientras la protesta tenía lugar, en las redes sociales, el PRI también promovía acciones. La movilización del clúster priista se conectó con las protestas en tierra. Esta articulación ha sido parte de las estrategias priistas desde hace tiempo para imponer su agenda. De acuerdo con el reporte realizado por Artículo 12 en el que se incluyeron entrevistas a estrategas y especialistas en marketin político, el PRI generó sus estrategias a partir de su amplia experiencia en campañas off-line.

Los tomadores de decisiones de los partidos políticos, generalmente por no comprender las características y funcionalidad es de la  tecnología, se limitan a migrar al ciberespacio las tácticas y estrategias tradicionales que han estado usando para campañas offline”, expresa el documento.

OFFLINE, ONLINE

De su experiencia offline han adquirido herramientas para operar en el entorno digital, al migrar su  experiencia en estrategias en tierra con las que buscan imponer la visión del partido, convocar e inducir al voto por sus candidatos. Al hacerlo, han generado un arsenal de prácticas que emplean otros partidos y comunidades. De acuerdo con el informe de Artículo 12, durante la campaña a Gobernador del Estado de México, el priista Eruviel Ávila impuso una estrategia sin precedentes en México que definió la manera de hacer proselitismo en el entorno digital.

“Nuestra hipótesis postula que el PRI, después de las elecciones para Gobernador del Estado de México del 2011, se convirtió en el partido que marcó la diferencia en el antes y el después de las campañas electorales en entornos digitales en México”, expone el informe.

De las campañas ha surgido también un ecosistema de comunidades que se manifiestan solo en las plataformas digitales. Estas comunidades emergen de la polarización acontecida durante los periodos electorales, con el objetivo no solo de hacer oposición crítica, sino también en muchos de los casos, de generar clientelismo y desinformación, así como hacer uso de datos personales. Artículo 12 considera que estar prácticas  serán cada vez más recurrentes durante los periodos electorales. Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral (INE) se mantiene al margen.

“Aunque el INE tiene la capacidad de auditar los gastos en publicidad digital de los partidos políticos, incluyendo redes sociales, el INE no tiene permitido restringir o incidir en la libertad de expresión en redes sociales o en las actividades de los usuarios de Internet. Como resultado, los partidos políticos adaptan actualmente prácticas tradicionales en entornos digitales, tales como el clientelismo, la publicación y difusión de noticias falsas y la contratación de empresas que ofrecen servicios de bots y trolls” menciona la ONG.

El fantasma del PRI no solo permeó en la morfología de la protesta, también fue a través del recurso de amplificación de la tendencia por medio de retuits simultáneos, y spam. Los tuits para señalar a AMLO también surgieron desde las bases priistas, donde las primeras cuentas que publicaron la etiqueta fueron de simpatizantes del PRI: @anajjj, @AlanPonce_29 y @kuliao_.

Que la cuentas que apoyan al PRI y vituperan a López Obrador no manifiesten una militancia abierta al tricolor, es parte de la manera en como el PRI conformó sus redes en la esfera digital desde el 2011. De acuerdo con el informe publicado este año por Artículo 12, el partido optó por no exigir a sus simpatizantes ser afiliados para formar parte de plataformas como @ObservatorioPRI, y la extinta PRIBook, una red social exclusiva del PRI, ambas estructuras pioneras en la esfera política digital de México.

“Para el PRI no es un problema que un simpatizante no se encuentra afiliado a su padrón oficial: su objetivo es hacer proselitismo en redes sociales lo más pronto posible y en cualquier etapa del proceso electoral”, explica la ONG en el documento.

Al ingresar al blog oficial del ObservatorioPRI, se solicitan varios datos personales, además de cuentas de redes sociales con al menos un año de antigüedad, desde las que se conforman las estrategias digitales, estas estructuras han proliferado también en otras comunidades como las que movilizaron #AMLOAsesino y otras más donde exentos de pronunciamientos partidistas pero con objetivos definidos, la mayor parte de crítica y repudio hacia AMLO.

De acuerdo con el blog http://observatoriodelpri.blogspot.com/, entre los requisitos para pertenecer a la red ObservatorioPRIen es aportar cuentas de redes sociales y enviar los siguientes datos:

-Nombre.

-Fecha de Nacimiento/Edad.

-Lugar de Nacimiento.

-Domicilio.

-Ocupación.

-Contacto (teléfono-whatsapp/correo).

-Cuentas de redes sociales (todas con las que se cuente).

-Tener cuenta de Twitter con más de 1 año de actividad y más de 500 tweets posteados  o de Facebook con más de 2 años de actividad (la actividad es para corroborar a través de sus publicaciones sus preferencias partidistas y su ideología en general).

-De preferencia estar afiliado al partido.

-Liderazgo y aspiraciones políticas.

-Que les guste la política y el periodismo.

-Que participen en el análisis político.

-Interés por las Redes Sociales y el marketing político.

REDES AL DESCUBIERTO

Las redes priistas están conformadas en mayor parte por cuentas de personas morales y cuentas oficiales del partido. De acuerdo con los datos recolectados por Artículo 12, al menos el 61.6 por  ciento de la red pertenece a cuentas con este perfil, es decir más de la mitad de los nodos priistas, no son militantes de carne y hueso.

“Todos  los  avatares  priístas  de  nuestra  base  de  datos  se mezclan  entre  estrategas  políticos,  digitales  y  líderes  de  organizaciones  históricas del  PRI  como  la  Confederación  Nacional  Campesina  (CNC),  la  Confederación Regional  Obrero  Campesina  (CROC),  la  Confederación  Nacional  Obrero  Popular (CNOP),  el  Instituto  de  Capacitación  y  Desarrollo  Político  (ICADEP,  la escuela nacional  de  cuadros  de  profesionalización  de  priístas  afiliados),  el  Movimiento Nacional de Mujeres del PRI (ONMPRI), la Red de Jóvenes del PRI, y los movimientos exclusivamente    cibernéticos    Campesinos    Cibernautas, un    movimiento    de campesinos  en  Internet,y  Observatorio  PRI, un  movimiento  para  la  presencia  de priístas en Facebook y Twitter”, explica el informe.

LA COMPRA DE VOTOS

En el informe “Datos Personales e Influencia Política”, publicado en junio del 2018, se denunció el empleo no sólo de cuentas robotizadas para influir en la decisión del voto de los usuarios, también la ejecución de prácticas como la recolección de datos personales y el empleo de instituciones como el Sector Salud para coptar el voto en el Estado de México durante las elecciones del 2017.

El informe revela que además de simular apoyo de simpatizantes en Twitter y Facebook, el PRI encontró en WhatsApp una herramienta para coaccionar el voto durante las elecciones para Gobernador en el Estado de México durante el 2017. La investigación arrojó que esta plataforma es empleada de diversas maneras, desde la búsqueda de acercamiento con el electorado, la organización y logística de redes políticas, la generación de desinformación y la compra de votos.

WhatsApp ha sido útil para establecer redes de compra de votos. En 2017, en la campaña electoral del priísta Alfredo del Mazo en el Estado de México, el equipo de campaña estableció un esquema de compra de votos por medio de programas sociales de la Secretaría de Salud del Estado de México. Funcionarios de dicha institución implementaron grupos en WhatsApp para coordinar la compra de voto”, explica Artículo 12.

El modo de operación de esta práctica descrita en el informe refiere que el PRI empleó datos recopilados de “credenciales de elector, dispositivos móviles y direcciones de ciudadanos de Ecatepec” a través del acceso a la red de servidores y programas del sector salud. De acuerdo con el documento, los operadores fueron funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Salud de aquella entidad, encabezados por  el asesor médico Miguel Muñoz.

“Miguel Muñoz creó grupos de Whatsapp para integrar a los doctores del sistema de salud a la organización del ayuntamiento de Ecatepec y del PRI que realiza acciones a favor de Alfredo del Mazo”, expresa el documento citando un reportaje del periodista Sebastián Barragán.

La investigación de Artículo 12 fue realizada como parte del programa de protección de datos personales “Son tus datos” y apoyada por la organización internacional Tactical Technology Collective (TTC). Este análisis se centró en el Revolucionario Institucional debido a que se trata del partido político con más presencia en las redes sociales, los resultados sirvieron como marco de referencia para una serie de estudios que la TTC lleva a cabo en otros países como Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Francia, Italia, India, Kenia, Malasia, México, Cataluña (España), Reino Unido y Estados Unidos.

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