Argentina: Macri firma 30 acuerdos con Xi Jinping tras la Cumbre del G-20

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De la depredación a más de treinta acuerdos

Luego de quedar en el incómodo lugar de ser ubicado por el gobierno de los Estados Unidos como parte de un frente contra la “actividad depredadora china”, Mauricio Macri tuvo ayer un encuentro bilateral con el mandatario de China, Xi Jinping. Los malabares que debió hacer el Gobierno argentino para desmentir suavemente a Trump, concluyeron con una declaración de Macri que no dejó lugar a dudas: “Cuanto más se desarrolle China, mejor les va a ir a la Argentina y al mundo”, sostuvo. Para los macristas, fue la coronación de días en que se movieron en arenas internacionales con una felicidad que no tienen en las locales. De hecho, Macri tiene previsto hoy dar una conferencia de prensa para hacer un balance de la cumbre del G-20.

Xi Jinping se quedó tras la cumbre del G-20 para el último encuentro bilateral en Buenos Aires: con el anfitrión argentino. El encuentro llegó luego de que China acordara con Estados Unidos una tregua de tres meses en la guerra comercial. Como parte de su visita oficial, el presidente chino estuvo ayer por la mañana en la quinta de Olivos y, tras el encuentro junto a las delegaciones de ministros, firmó treinta acuerdos de cooperación, de un amplio abanico de áreas, que incluyó desde comercio bilateral, política, economía y finanzas, hasta energía, transporte, infraestructura, comercio electrónico, ciencia, tecnología, educación y cultura, entre otras. Los acuerdos incluyen la ampliación del swap chino (ver aparte).

Como parte de la visita de Xi Jinping, hubo un homenaje al general San Martín en la Plaza de las Armas de la residencia presidencial, donde el jefe de Estado chino entregó una ofrenda floral. Este acto se suele hacer en Plaza San Martín, pero ese lugar fue objetado por los custodios chinos.

Macri y Xi Jinping tuvieron una reunión bilateral y, posteriormente, compartieron un almuerzo, que incluyó además un número de tango a cargo de la bailarina Mora Godoy, quien ya había participado el viernes en el espectáculo de la gala en el Teatro Colón, a la que asistieron todos los mandatarios del G-20 y donde el Presidente lloró lágrimas de economía en crisis.

“Somos países complementarios y hay pocos países en el mundo que pueden comprar tantos de los productos que nosotros somos capaces de hacer y que tienen tanta calidad”, indicó Macri en la declaración conjunta ante la prensa que hicieron con Xi Jinping. “Queremos seguir trabando codo a codo, apostando a que esta amistad va a traer una mejora en la calidad de vida de nuestros pueblos”, afirmó. “Mantuvimos una excelente reunión en que repasamos todos los proyectos que tenemos en común, planteándonos una agenda de largo plazo que siempre tiene como foco el beneficio mutuo de nuestra gente, los argentinos y los chinos”, remarcó Macri.

El Presidente agradeció la visita y destacó que es la primera que Xi Jinping realiza en América Latina luego de haber sido reelecto en marzo de este año. Macri precisó que en la reunión se “repasaron todos los proyectos que hay en común” y agradeció “el apoyo que les da el gobierno chino a sus empresas que quieren venir a invertir”. “Tenemos una tarea por delante para intentar potenciar y diversificar el comercio y lo mismo con las inversiones”, sostuvo.

Aunque todavía está muy cerca el haber perdido la oportunidad de una superfinal de la Copa Libertadores en la Argentina, Macri destacó el deporte “como un puente” para unir a ambas naciones y resaltó una iniciativa argentina para “reinstalar el polo en China” con la intención de que esa disciplina deportiva se popularice en el país asiático y comenzar a venderles caballos especializados. Macri sostuvo que el polo se practicaba hace “mil años en China” y que lo jugaban “las mujeres”, por lo que Macri consideró a ese país un pionero en igualdad de género… En ese plan, desde la Asociación Argentina de Polo le regalaron al mandatario chino un caballo de polo. Macri le otorgó, además, la Orden del General San Martín.

En tanto, Xi Jinping sostuvo que China y la Argentina “siempre mantuvieron una relación de respeto como amigos y socios solidarios. Argentina es muy famosa por sus productos agrícolas y ganaderos de gran calidad como vinos, carnes y frutas. Seguro seguirá ganando cuotas en el mercado chino”. “En el transcurso de los próximos cinco años el objetivo es intensificar la cooperación en distintos campos como la energía, infraestructura y minería”, indicó. Destacó que “la economía china ha mantenido un desarrollo excelente en esas cuatro décadas”. El presidente chino cometió una gaffe al atribuirle a Domingo Faustino Sarmiento la frase “el camino se hace al andar”, versos del español Antonio Machado. Y siguió: “Deseo que caminemos con pies fuertes y firmes en la tierra. Con pasos agigantados en la nueva era de expedición de la cooperación bilateral para abrir un nuevo capítulo de la relación entre China y Argentina”.

Tras el encuentro, el canciller Jorge Faurie reveló que la Argentina busca que China sea uno de los posibles destinos de lo que exporte el yacimiento de Vaca Muerta. “La participación de empresas chinas en Vaca Muerta es de un potencial enorme. Su producción va a exceder la demanda del mercado argentino, por lo que Vaca Muerta se puede ofrecer como proveedor de energía para el abastecimiento chino”, indicó. Por las dudas, Faurie aclaró que Xi Jinping “no preguntó sobre el comunicado de los Estados Unidos”. Menos mal.

Página 12


Argentina y China: estos son los principales acuerdos firmados

La Argentina y la República Popular China firmaron este domingo una serie de acuerdos comerciales, de infraestructura y de cooperación aduanera durante la reunión que mantuvieron los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping, en Residencia de Olivos.

Los convenios, una treintena, cerraron la visita de Estado de cuatro días de Xi al país, en simultáneo con su participación en la cumbre del G20, que se realizó en Buenos Aires el viernes y el sábado últimos.

El Plan de Acción Conjunta abarca temas relacionados con inversiones, infraestructura, agricultura, minería, energía, asuntos financieros, transporte, turismo, cultura, educación, ciencia y tecnología, salud, asuntos espaciales y deportes, entre otros.

Fue firmado por el canciller Jorge Faurie en representación de la Argentina y por el consejero de Estado de China, Wang Yi.

Además, durante el acto se firmó una ampliación del intercambio de monedas (Swap) por más de 10.000 millones de dólares.

Por la parte argentina lo suscribió el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y por China el gobernador del Banco Popular de ese país, Yi Gang.

Otros acuerdos

– Ampliación de la validez del memorándum de entendimiento para el establecimiento de un mecanismo de diálogo estratégico para la cooperación y coordinación económica.

– Convenio para la eliminación de la doble imposición con respecto a los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio y la prevención de la evasión fiscal.

– Memorándum de entendimiento para el fortalecimiento de la cooperación fiscal y financiera entre el Ministerio de Hacienda de China y el Ministerio de Hacienda de Argentina.

– Memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Producción y Trabajo de Argentina y el Ministerio de Comercio de China sobre la promoción de la cooperación comercial y de inversiones.

– Memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Comercio de China y el Ministerio de Transporte de la Argentina sobre el fortalecimiento de la cooperación en los sectores de infraestructura.

– Protocolo de requisitos fitosanitarios para la exportación de cerezas frescas argentinas a China entre la Administración General de Aduanas de China y la Secretaría de Gobierno de Agroindustria del Ministerio de Producción y Trabajo de Argentina.

La nómina de 30 acuerdos incluye, asimismo, convenios en materia de bienes culturales, reconocimiento de títulos superiores, cooperación cultural, ciencias sociales, cooperación en materia de lucha contra la corrupción, medio ambiente, medios públicos, seguridad y capacitación pública.

En la esfera del comercio se firmaron acuerdos para la adquisición de granos y aceites de soja, creación de un fondo de capital de trabajo por 1.000 millones de dolares y de comercio electrónico y de servicios.

También se rubricaron acuerdos de inversión para proyectos de Participación Pública y Privada (PPP) en rutas y energía y sobre apertura de mercados para carne ovina y equinos en pie.

Se destacan, además, los acuerdos referidos a infraestructura energética para la provincia de Jujuy y para la recuperación del ferrocarril San Martín Cargas.

Ámbito


Macri cerró el G20 con un documento flojo y la vista en 2019

Cómo dejar conformes a todos. Esa fue la consigna que guió la actividad de los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri en las 48 vertiginosas últimas horas de la presidencia argentina del G20, el foro de naciones que combina la presencia de las superpotencias con las potencias medias y que deliberó en Buenos Aires entre el viernes y el sábado.

El resultado de esta decisión fue la emisión de un documento, llamado «Declaración de los líderes del G20: Construyendo consenso para un desarrollo justo y sostenible», de apenas cinco páginas y media, considerado como superficial en algunos aspectos, contradictorio en otros y como un retroceso respecto de los objetivos de libre mercado y desreguladores propios del G20.

El tema comercial, quizá el más candente de todos a nivel global, quedó circunscripto a una minúscula mención en el punto 4: «También tomamos nota de los problemas comerciales actuales».

La fórmula pone de relieve la nula posibilidad de que las partes hubiesen llegado a un acuerdo que enfatizara el libre comercio o condenara las barreras comerciales, que son las guías del G20. En ese sentido, el foro se rindió ante la política de hechos consumados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que permite prever que será cada vez más difícil sostener una posición comercial común sin chocar con las políticas de alguno de sus miembros.

«Nadie duda que el comercio impulsa el crecimiento económico. Pero es el comercio justo», dijo el presidente Macri, en la conferencia de prensa final del sábado, en Costa Salguero, luego de concluir las sesiones con los demás presidentes y jefes de gobierno.

Esta declaración presidencial llamó la atención, porque es, calcada, la que emplea el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien reclama «un comercio justo» y como no lo halla impone tarifas a las importaciones que ingresan a EE UU, sean de sus socios comerciales Canadá y México, sus socios políticos de la Unión Europea, Corea del Sur y Japón, o su enemigo estratégico, China.

Macri también se acercó a la posición estadounidense ante una consulta sobre la falta de la palabra «proteccionismo» en la declaración final. «Estados Unidos no acepta ese encasillamiento, más cuando claramente es la economía más abierta del mundo. No acepta ese etiquetado. El comunicado marca con claridad que todos apostamos al comercio creciente, estamos tratando de ver cómo con la reestructuración de la OMC logramos que sea en términos equitativos», explicó.

En la cumbre del G20 de Hamburgo, en julio de 2017, la declaración final, de 15 páginas, sostuvo: «Mantendremos los mercados abiertos, señalando la importancia de los marcos de comercio e inversión recíprocos y mutuamente ventajosos, y el principio de no discriminación, y continuaremos la lucha contra el proteccionismo, incluidas todas las prácticas comerciales desleales, y reconocer el papel de los legítimos instrumentos de defensa comercial a este respecto».

Notablemente, el presidente Macri derivó la solución de la guerra comercial a un cambio específico en la Organización Mundial de Comercio (OMC), consignado en el punto 27 de la declaración de la cumbre, que afirma: «El comercio internacional y la inversión son importantes motores del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleo y el desarrollo. Reconocemos la contribución que ha tenido el sistema multilateral de comercio para ese fin. Actualmente, el sistema no cumple con sus objetivos y hay espacio para mejora. Por lo tanto, apoyamos la reforma necesaria de la OMC para mejorar su funcionamiento. Nosotros revisaremos el progreso en nuestra próxima cumbre».

Para el presidente, «los acuerdos alcanzados involucran el comercio, donde hay acuerdo en el sentido de que la OMC tiene un gran desafío que es modernizarse, eliminar las trabas burocráticas y tener un mecanismo más simple de resolución de conflictos. Hay una coincidencia unánime que cuando se plantea un conflicto comercial lleva mucho tiempo su resolución y genera frustración entre los que se consideran sus damnificados».

Pero la realidad del problema comercial son los 450 mil millones de dólares en valor de productos de origen chino a los que la administración Trump le impuso tarifas de entre el 15% y el 25%. El gobierno de EE UU ya aplicó esas subas a la mitad de los productos mientras que los impondría a la otra mitad el próximo 1 de enero. Según fuentes chinas escuchadas en el G20 en Buenos Aires, la aplicación de esa decisión sería «un giro del que no habría retorno».

Sobre eso es de lo que hablaron Trump y el presidente chino, Xi Jinping, en la cena en el Palacio Duhau, tras la cumbre del G20 (ver páginas 6 y 7). «Todos tienen muchas expectativas en la reunión entre Trump y Xi», aseguró Macri.

La guerra comercial entre las potencias cruzó toda la cumbre. Implicó posicionamientos de unos y otros. Durante 48 horas, los funcionarios argentinos hicieron malabares para evitar declaraciones que hirieran los sentimientos de China o de EE UU.

Aunque Macri se posicionó claramente en la vereda de EE UU, aprovechó el momento para aclarar que durante la reunión bilateral que mantuvo con Trump en la mañana del viernes no se usó el término «depredador» para referirse a las prácticas económicas de China. «Respecto de las palabras que salieron publicadas, no fue así, no hablamos en esos términos. La presencia de China no es una amenaza para Argentina sino una oportunidad de trabajo y desarrollo de los argentinos», dijo.

En ese mismo sentido señaló en otro tramo de la conferencia que «se plantea que uno va a tener que elegir (entre Estados Unidos y China) y no es así. Hemos mostrado en estos días que somos capaces de tener muy buenas relaciones con todos los países. Nunca la Argentina ha estado más conectada al mundo como ahora. Tenemos una excelente relación con Estados Unidos, siempre ha sido el principal inversor en Argentina y la mayor cantidad de turistas provienen de ese país. Y ahora tenemos la visita de Estado de Xi, quien está encantado con Argentina, es un fanático de nuestro país».

El clima de París

La declaración tuvo un punto en el que las diferencias son evidentes, el del cambio climático, punto 20 de declaración. Allí se lee: «Reafirmamos que el Acuerdo de París es irreversible y encomienda a su total implementación».

Un párrafo más abajo, se dice: «Los Estados Unidos reiteran su decisión de retirarse del Acuerdo de París y reafirma su fuerte compromiso con el crecimiento económico y el acceso a la energía y la seguridad de suministro, utilizando para ello todas las fuentes energéticas y tecnologías, al tiempo que protege el medio ambiente».

En cambio, China quedó en la mira del documento final en varios puntos, sin posibilidad de marcar su posición con un párrafo propio. Sucedió en el punto 23, donde se ubica al Fondo Monetario como «el centro» de la «red financiera internacional». Allí se pide el trabajo conjunto del FMI y el Banco Mundial para monitorear las deudas públicas y privadas. China es acusada por EE UU y el FMI de aplicar en Venezuela y Pakistán una política de endeudamiento encubierto.

En campaña

A lo largo de la conferencia de prensa de cierre del G20, el presidente enfatizó que su realización era un respaldo a su gestión en la Argentina: «Es una muestra de apoyo a las transformaciones que están sucediendo en la Argentina, al cambio que eligieron los argentinos tres años atrás», dijo en el inicio de su intervención.

Luego, tras mencionar que el diálogo era una marca del G20, indicó que «nuestra responsabilidad era seguir esta senda, de consensos y diálogos, algo que hacemos en un nuestra realidad, hacemos esto porque somos un gobierno en minoría».

También trajo el escenario local al mencionar una de las iniciativas que la Argentina incorporó a la agenda del G20, el desarrollo de un mercado financiero basado en las obras de infraestructura. «Tenemos que entender la importancia de infraestructura, sino no hay equidad ni justicia. Queremos mecanismos nuevos para canalizar la inversión privada en infraestructura. Y eliminar la corrupción porque se desvirtúa todo el proceso. Lo sabemos porque hemos sufrido esos problemas».

Con todo, la iniciativa oficial en este punto no avanzó prácticamente en todo el año. La declaración final reafirma «el compromiso» en ese proyecto, pero no avanza mucho más.

Macri utilizó a fondo el G20 para buscar una mejora de su imagen de cara a la próxima campaña electoral. Habrá que ver si esta gestión, que dio a luz un documento que se dobla ante los hechos consumados, puede tapar los problemas económicos cotidianos que enfrentan los argentinos.

Tiempo Argentino

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