Universidades chilenas critican los fondos destinados en del presupuesto 2019

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CUECH llama al Mineduc a cumplir los acuerdos establecidos en las reformas para fortalecer las universidades estatales y califica de preocupante el presupuesto para el 2019

En el inicio de la discusión parlamentaria sobre el Presupuesto 2019 y, en especial, lo que concierne a las Universidades del Estado, en su reunión mensual realizada en la Universidad de Aysén, el Consorcio de Universidades del Estado de Chile acordó expresar su preocupación a la Ministra de Educación, Marcela Cubillos, por el diseño del presupuesto para los programas 29 y 30, de la partida 9 correspondiente al Mineduc.

Al respecto, el presidente del CUECH, Ennio Vivaldi, señaló que “habiendo examinado la partida 09 correspondiente al Ministerio de Educación, en particular el programas 29 que incluye recursos entregados al sistema de universidades estatales y CFTs estatales (Aporte Fiscal Directo, Plan de Fortalecimiento, Aporte Institucional) y el programa 30 (becas, gratuidad, CAE) hay inquietud porque no se cumplen los compromisos por el Estado, a través de las leyes recientemente aprobadas”.

El CUECH recordó que los años 2017 y 2018 se aprobaron las leyes 20.996 y 21.094 que establecían recursos adicionales para incentivo al retiro y un plan de fortalecimiento de las universidades estatales por 10 años. Sin embargo, el presidente del CUECH, Ennio Vivaldi afirmó que “la inversión actual del programa 29 no representa crecimiento alguno con respecto al año 2018. Lo que significa reasignar cuantiosos recursos al interior de las universidades para afrontar estos gastos que debían ser financiados en la Ley de Presupuesto. Esto inevitablemente repercutiría en la calidad de la oferta académica”.

Sobre el fondo de fortalecimiento de las universidades estatales, el presupuesto asigna partidas pero a costa de reducciones de otras líneas presupuestarias, precisó el presidente del CUECH.

Universidades de Aysén y O´Higgins

El Consorcio de Universidades Estatales también se manifestó preocupado porque el presupuesto que no asigna recursos nuevos para continuar la implementación de la nueva institucionalidad pública contemplada en la Ley 20.842 que crea las Universidades de Aysén y O´Higgins; así como la Ley 20.091 que crea nuevos centros de formación técnicas regionales.

Finalmente, el programa 30 contiene un fuerte incremento en los aportes institucionales concursables para instituciones de educación superior privadas. Se destaca una mayor disponibilidad de recursos para instituciones no pertenecientes al CRUCH. En esta línea, hay un importante incremento en los recursos asignados a Becas Bicentenario y Nuevo Milenio que fortalece el sistema privado no adscrito a gratuidad. Las Becas Bicentenario aplican muy minoritariamente a las universidades del CRUCH cuyos estudiantes van a preferir la gratuidad. Las Becas Nuevo Milenio son solamente para los IPS y CFTs que son mayoritariamente privados.

CONICYT

El Consorcio de Universidades de Chile, CUECH, se manifestó muy preocupado por la partida presupuestaria para Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, (CONICYT) que según el informe de la Unidad Técnica del Senado, sería de un 4,6% menos.

Consorcio de Universidades Chilenas-Universidad de la Frontera


Presupuesto en educación superior

La discusión del presupuesto nacional en educación superior es siempre álgida. En años anteriores estuvo fuertemente marcada por la política de gratuidad, que fue inicialmente una glosa presupuestaria. Si bien el erario en esta materia presentado por el Ejecutivo para 2019 está enmarcado en las restricciones financieras que enfrenta el país, logra cumplir con el gran volumen de recursos que la implementación de las reformas del gobierno anterior involucra.

En términos generales, lo aumentos más relevantes corresponden a la gratuidad para los institutos profesionales y centros de formación técnica (13,9%), el incremento de las becas bicentenario (5,1%), el plan de fortalecimiento de las universidades estatales (42,1%), y los fondos de desarrollo institucional para universidades privadas del Cruch (226%) y privadas fuera del Cruch y el mundo técnico superior (2019%). La interpretación de estos aumentos muestra un panorama que en general son buenas noticias.

Para empezar, el aumento de la gratuidad técnico profesional en más de 44 mil millones, comparada con 12 mil millones en el caso de las universidades, muestra que esta política –aunque mal diseñada y nociva para el sistema– al menos está priorizando la educación TP, algo en lo que hay en general bastante acuerdo. El aumento de las becas bicentenario es muy bienvenido por dos razones. En primer lugar, se trata de la beca de mayor cobertura entre las disponibles (cubre hasta un arancel de referencia) por lo que se trata de un beneficio neto para los estudiantes que la reciban. En segundo lugar, trae aparejado la eliminación de una odiosa discriminación: hasta hace dos años, solo los estudiantes que elegían instituciones del Cruch tenían acceso a esta beca. El año pasado, mediante un acuerdo parlamentario, ésta se hizo accesible en un número de cupos muy limitado. Este proyecto de presupuestos la amplía aún más, haciendo las becas de libre acceso para los estudiantes de primer año de instituciones de calidad fuera del Cruch. Es de esperar que, en la tramitación, este beneficio se haga extensible también a alumnos de años superiores. Es importante señalar que estos dos aumentos –gratuidad y becas bicentenario– benefician a estudiantes matriculados tanto en instituciones estatales como privadas.

El resto de los aumentos más destacados viene a cumplir leyes y emparejar en algo la desnivelada cancha de nuestro sistema de educación superior. El aumento en los fondos de desarrollo institucional puede interpretarse como un reconocimiento de la autonomía de las instituciones: se trata de fondos concursables para proyectos de carácter general, como también para fines específicos y estratégicos como el desarrollo curricular, la nivelación académica, la vinculación con el medio o la formación de docentes. Estos fondos aumentan para todos los grupos de instituciones. El aumento de 2019% para las universidades privadas acreditadas fuera del Cruch, que puede sonar alto, es simplemente el efecto de tratar de igualar el monto a repartir entre las 21 casas de estudio privadas acreditadas y 31 IP y CFT (algo más de 4.000 millones de pesos) a los de las nueve universidades privadas dentro del Cruch (3.800 millones de pesos) que también aumenta en más del doble. Sin embargo, estas cifras son bajas cuando se comparan con los fondos de fortalecimiento de las 16 universidades estatales, que aumentan en 42% y totalizan casi 13.000 millones de pesos.

Es difícil, en consecuencia, entender el análisis que hacen las universidades del Estado, al afirmar que han sido perjudicadas. Argumentan que el presupuesto para su fortalecimiento no aumenta, y que no se respeta el espíritu de las leyes anteriores, además de hacer una crítica velada al gobierno por presuntamente favorecer al sector privado. Estas tres afirmaciones requieren ser aclaradas. Es cierto que el programa de fortalecimiento a las instituciones estatales se mantiene en el grueso, pero ahí no se incluyen el aumento de la gratuidad que también las involucra (nótese que, en 2017, 35,9% del presupuesto de la gratuidad fue para las universidades estatales) ni el aumento de las becas bicentenario, a las cuales también tienen acceso. El presupuesto respeta plenamente la letra y espíritu de las leyes vigentes, aumentando en más de 40% los fondos de fortalecimiento y en más de 80% los incentivos al retiro, todo para las instituciones estatales. Finalmente, resulta incomprensible que se afirme que el presupuesto beneficia a las instituciones privadas. Según datos de la Contraloría, las 16 universidades estatales recibieron un tercio de los recursos fiscales del sistema, cuando logran atraer solo al 15% de la matrícula. Y esto no ha variado.

La Tercera


Universidades públicas no estatales también se quejan por el Presupuesto 2019: “No vemos ningún apoyo”

Las universidades públicas no estatales agrupadas en la Red G9, se sumaron a las señales de molestia por el Presupuesto 2019 para el sector.

El rector de la Universidad Católica (PUC), Ignacio Sánchez, afirmó que «en este Presupuesto no vemos ningún apoyo a las universidades del G9, tampoco vemos ningún incremento en el presupuesto de ciencia e investigación, son dos aspectos que nos parecen bien preocupantes».

«En el gobierno anterior se privilegió apoyar el desarrollo de universidades estatales, no hubo mayor preocupación por universidades de compromiso público que no le pertenecen al Estado, como el grupo G9 (…) eso no se vio en el gobierno pasado y tampoco lo hemos visto en este Presupuesto», criticó Sánchez.

EL Grupo G9 integra a la Pontificia Universidad Católica de Chile, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad de Concepción, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad Austral de Chile, Universidad Católica del Norte, Universidad Católica del Maule, Universidad Católica de la Santísima Concepción y la Universidad Católica de Temuco.

Con estas críticas, los rectores de estos planteles se sumaron a los reparos del Consorcio de Universidades Estatales (CUECh), entidad que acusó que con el diseño del presupuesto “no se están cumpliendo los compromisos del Estado”.

Según el Cuech,” la inversión actual no representa crecimiento alguno con respecto al año 2018. Lo que significa reasignar cuantiosos recursos al interior de las universidades para afrontar estos gastos que debían ser financiados en la Ley de Presupuesto. Esto inevitablemente repercutiría en la calidad de la oferta académica”.

Desde el Gobierno, la ministra de Educación Marcela Cubillos ha puesto paños fríos, señalando que «siempre, en las discusiones presupuestarias, por supuesto que hay restricciones y limitaciones».

Sin embargo, aclaró que «si uno analiza el Presupuesto en materia global, se fortalecen las universidades estatales y se fortalecen también ayudas estudiantiles para los estudiantes de todas las instituciones de educación superior».

El Mostrador


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