Brasil: con casi 17 puntos de diferencia, arranca el camino hacia el balotaje entre Bolsonaro y Haddad
Bolsonaro ganó por amplio margen, pero deberá ir a balotaje con Haddad para definir presidente de Brasil
Jair Bolsonaro, el candidato de la derecha dura de Brasil, se impuso hoy categóricamente en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Con un 96% de las urnas escrutadas, obtuvo un 46,55% de los votos, un nivel impactante pero inferior a la mayoría necesaria para evitar un segundo turno. Así, se enfrentará el próximo domingo 28 con el postulante del Partido de los Trabajadores y heredero político de Luiz Inácio Lula da Silva, Fernando Haddad, que quedó con 28,58%.
«Quiero agradecer al Partido de los Trabajadores y al presidente Lula», dijo Haddad en San Pablo, rodeado de la euforia de sus simpatizantes. estos coreaban «Brasil, urgente, Haddad presidente», soltando un desahogo por el temor de los últimos días de campaña a una derrota irreversible.
«Queremos un proyecto amplio y democrático, pero que también busque la justicia social», añadió en tono sereno, el que seguramente usará en las próximas semanas para no espantar a quienes piden que Brasil supere la brecha insoportable en la que ha caído.
«Estas elecciones ponen muchas cosas en juego, incluso la Constitución de 1988», advirtió, a la vez que prometió unir al campo democrático y dar un debate respetuoso.
El hecho de que Bolsonaro, reciente víctima de un atentado y que se presentó a votar con un chaleco antibalas, se haya hecho con más de 48 millones de votos y la amplia ventaja que sacó lo posicionan como levemente favorito en la frenética campaña de tres semanas que se iniciará hoy mismo. Eso seguramente hará que el mercado financiero festeje.
Desde hace tiempo, buena parte de la comunidad de negocios se convenció de apoyarlo debido a las promesas de radical libre mercado y privatización total de quien sería su superministro económico, el ex banquero Paulo Guedes.
Sin embargo, hay que resaltar que semejante cosecha de votos lleva implícito un anticipo del segundo turno, dado el modo en que los datos de las encuestas orientaron el voto útil claramente en detrimento del exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin, quien quedó cuarto con un pobrísimo 4,81%.
#ResultadoTSE nas #Eleições2018
Apuração para Presidente às 20h45:
Bolsonaro, 46,8%; Haddad, 28,2%; Ciro, 12,5%; Alckmin, 4,8%; Amôedo, 2,6%; Daciolo, 1,24%; Meirelles, 1,21%; Marina, 1%; Alvaro Dias, 0,8%; Boulos, 0,5%; Vera, Eymael, João Goulart, 0%.
94,4% urnas apuradas.— TSE (@TSEjusbr) 7 de octubre de 2018
Su Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, liberal-conservador), dominante en tiempos de Fernando Henrique Cardoso y poderoso hasta ahora, quedó en ruinas y es la primera víctima política de la nueva coyuntura.
Las apuestas a una tercera vía contra la polarización son otras de las derrotadas de la jornada.
Para Haddad, la gran oportunidad de pescar votos está en lo obtenido por el laborista y exministro de Lula Ciro Gomes, que se hizo con un interesante 12,51%. Los contactos comenzaron anoche mismo, pero es un error suponer que todo eso será sumado por aquel. El rechazo a la corrupción en los gobiernos del PT es en buena medida transversal a todo el sistema político, lo que le plantea a Haddad la dificultad de fidelizar lo más posible el voto lulista y, a la vez, tratar de seducir al centrista. Algo parecido a encontrar la cuadratura del círculo.
Un dato a tener en cuenta es que las últimas encuestas anticiparon bastante bien el resultado final, más allá del corrimiento de última hora de votos de Alckmin a Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro. Así, cabe darles el crédito del escenario de balotaje que delinearon el sábado a la noche: ventaja para Bolsonaro pero dentro del margen de error.
Si Haddad tendrá dificultades en su llamamiento a una suerte de alianza republicana contra la extrema derecha, algo que funcionó muchas veces en Francia contra el Frente Nacional, tampoco todas serán rosas para Bolsonaro.
Su perfil agresivo, sus frecuentes declaraciones racistas, misóginas y homofóbicas, su culto a la tenencia de armas, su defensa del gatillo fácil policial, su elogio de la tortura y su apología de la última dictadura le siguen abriendo flancos débiles. Ahora que ya no habrá terceros candidatos, todo el debate girará, sin distracciones, en torno a los clivajes decisivos: la corrupción del PT y esos rasgos cuestionables del diputado y excapitán de paracaidistas.
Bolsonaro y su vice, el general de cuatro estrellas Hamilton Mourão, han amenazado varias veces con un autogolpe con apoyo del Ejército, pero esa posibilidad fue descartada por una alta fuente militar a ámbito.com. Sin embargo, esta sí reveló que la comandancia trabajó desde 2014 en el proyecto Bolsonaro presidente, orientándolo y convenciéndolo de convertirse al liberalismo. El plan apunta a restablecer un rol político activo para las Fuerzas Armadas, que participarían con varios oficiales de alta graduación en el gabinete de un eventual Gobierno del excapitán.
Si Bolsonaro se hizo fuerte en el Sudeste rico, especialmente en San Pablo y Río de Janeiro, Haddad resistió en los bastiones pobres del Norte y del Nordeste. Ese será otro clivaje de la campaña en ciernes: el modelo de Brasil que se impondrá.
Al liberalismo a ultranza que ahora defiende «El Mito», quien durante su carrera fue básicamente un nacionalista, el PT opone el modelo conocido: intervención del Estado en la economía y derogación de las reformas que impuso Michel Temer, la de flexibilidad laboral y la de congelamiento del gasto público por diez años. Habrá que ver qué gestos hace este último para, al menos, moderar esas ideas y no ponerse frontalmente en contra a la comunidad de negocios.
Para el PT se juega la posibilidad de volver al poder, claro, algo impensable hace algo más de dos años, cuando Dilma Rousseff era destituida por el Congreso y el cerco judicial se cerraba en torno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien finalmente fue preso en abril último e inhabilitado el mes pasado. Ahora bien, un eventual triunfo significaría para ese partido una fuga hacia adelante, pero en algún momento deberá encarar un saneamiento fuerte, que le permita comenzar a recorrer el camino de una reconciliación con una sociedad espantada por la magnitud de la corrupción en Petrobras.
La derrota en Minas Gerais fue especialmente dolorosa para la izquierda, ya que allí Dilma esperaba obtener su revancha política con su candidatura a senadora.
En tres semanas se cerrará el círculo. Entonces se sabrá si el asombroso ciclo reciente de escándalos, corruptelas, conspiraciones y violencia termina de sacar al PT de la cancha, reemplazándolo por un Gobierno conservador, o si el partido de Lula tiene todavía futuro.
Bolsonaro e Haddad se enfrentarão no segundo turno
O deputado fluminense Jair Bolsonaro (PSL) e o ex-prefeito paulistano Fernando Haddad (PT) se enfrentarão no segundo turno da eleição para presidente, no próximo dia 28.
A onda de apoios que impulsionou Bolsonaro, 63, na última semana antes do primeiro turno espraiou-se, mas não foi suficiente para finalizar o jogo neste domingo (7). Ele tem 46,04% dos votos válidos, com 99,95% das urnas apuradas. Uma série de candidatos associados a seu nome nos estados teve desempenho superior ao que as pesquisas indicavam.
Datafolha havia feito a projeção do segundo turno, com 87,91% das urnas apuradas.
Já Haddad, 55, amealhou até agora 29,26% dos votos válidos, conquistando endosso significativo na região Nordeste, berço do homem que o colocou na corrida, o ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT).
Será o sexto segundo turno em oito eleições presidenciais desde a redemocratização de 1985.
Se de 1994 a 2014 o que estava em jogo era avalizar ou rejeitar a gestão anterior, agora tanto Bolsonaro como Haddad são opositores ferrenhos da agônica e impopular Presidência de Michel Temer (MDB). O segundo turno, porém, vai se dar entre os dois candidatos de maior rejeição pelo eleitorado.
O deputado conseguiu associar-se à figura da novidade na política, mesmo sendo congressista desde 1991, e ganhou para si o rótulo de combatente principal contra o PT. Promete “quebrar o sistema”, sem dizer exatamente como o fará, apoiando-se na rejeição da política tradicional —algo que vai além de Lula, mas o inclui.
Já o ex-prefeito apresenta-se como um redentor de políticas de seu partido durante a era Lula, buscando esquivar-se do desastre econômico legado por Dilma Rousseff (PT), impedida e substituída por seu vice, Temer, em 2016.
Essa particularidade explica o fiasco experimentado pelo PSDB nessa eleição. O partido apoiou o impeachment e aliou-se a Temer até o ano passado, mesmo contra a vontade de seu candidato, o ex-governador paulista Geraldo Alckmin.
De porta-estandarte do combate à corrupção protagonizada pelo PT, simbolizado pela Operação Lava Jato, a sigla viu o seu quase vencedor de 2014, Aécio Neves, ser envolvido em investigações policiais.
O papel de bastião do antipetismo foi conquistado por Bolsonaro. Com tudo isso, Alckmin teve o pior desempenho da história do partido em eleições presidenciais, com 4,76% dos válidos até agora.
O ex-governador cearense Ciro Gomes (PDT) provou resiliência ao longo da corrida, mas a prevalência do PT e de Bolsonaro no seu reduto, o Nordeste, limitaram sua capacidade de ultrapassar Haddad como nome da esquerda —apesar de simulações de segundo turno o colocarem em posição mais confortável que a do petista. Tem 12,47% dos válidos até agora.
O voto mudancista vencedor neste domingo já foi representado em algum momento por Marina Silva, mas a candidata da Rede teve sua pior derrota nos três pleitos que disputou: mero 1% dos válidos. Foi ultrapassada por um neófito, João Amoêdo (Novo), com 2,50%, e por Cabo Daciolo, com 1,26%.
Henrique Meirelles (MDB), badalado ex-ministro da Fazenda, não teve como tirar a bola de chumbo representada por Temer de seu pé e amargou um sexto lugar, com 1,20%. Alvaro Dias (Podemos), que fez da defesa da Lava Jato sua bandeira, conquistou somente 0,80%.
O círculo eleitoral brasileiro, de certa forma, traz o país de novo a 1989. Lula, inelegível por ter sido condenado em segunda instância por corrupção, lançou Haddad como seu preposto após esticar até onde pôde a corda de sua candidatura na Justiça.
Se Haddad é um ator tradicional, apesar de ter sido um prefeito mal avaliado e derrotado em primeiro turno em 2016, Bolsonaro representa o surpreendente nessa campanha.
Ele coleciona polêmicas que lhe valem as pechas de fascista e radical, sendo réu por incitação ao estupro e um apologista da ditadura militar (1964-85). Seu ídolo político é o único torturador do período reconhecido assim pela Justiça, o coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, morto em 2015.
Nada disso impediu que sua campanha baseada em uso intensivo de redes sociais e grupos de mensagens instantâneas, a partir de 2015, o tornasse impenetrável a críticas dos apoiadores. Sem estrutura partidária ou tempo significativo de propaganda gratuita, virou fenômeno.
Cercou-se de colaboradores oriundos do Exército e de setores conservadores e admite sua ignorância sobre assuntos econômicos. Para tanto, escalou um economista ultraliberal, Paulo Guedes, para ser seu fiador junto aos mercados —mesmo com desconfianças, foi bem-sucedido dada a alergia que o mundo financeiro tem do PT.
Por fim, ou talvez para começar, houve o atentado de 6 de setembro. Ferido gravemente por uma facada no abdômen, Bolsonaro deixou fisicamente a campanha até o fim. Isso desorganizou a estratégia dos adversários de atacá-lo, embora seja incerto se isso se reverteria em apoio a nomes como Alckmin.
Bolsonaro só foi visto em parcas entrevistas e vídeos gravados para a internet, evitando a exposição ao contraditório em debates —só participou de dois.
Agora, terá tempo de exposição igual na propaganda gratuita e deverá enfrentar embates diretos com Haddad. A sabedoria convencional diria que será o tira-teima para a estratégia inusual de Bolsonaro, mas ela não foi boa conselheira até aqui neste 2018.
Haddad planeja «unir os democratas do Brasil» em torno de sua candidatura
Haddad fala ao povo brasileiro sobre disputa do segundo turno! #HaddadPresidente https://t.co/m8mATwIZBf
— Fernando Haddad 13 (@Haddad_Fernando) 8 de octubre de 2018
O candidato a presidente do PT, Fernando Haddad, se disse «extremamente honrado» pelos votos que recebeu no primeiro turno das eleições presidenciais, realizado neste domingo (7). Em pronunciamento após o anúncio de que haverá segundo turno entre ele e o candidato de extrema-direita Jair Bolsonaro (PSL), o ex-ministro da Educação ressaltou que «há muita coisa em jogo nesta eleição, é diferente do que aconteceu de 1989 para cá».
«O pacto da constituinte de 1988 está em jogo, por conta das ameaças que sofre quase diariamente. Queremos enfrentar esse debate muito respeitosamente. Vamos com uma única arma: o argumento. Nós não portamos armas, vamos com a força do argumento para defender o Brasil e o seu povo, sobretudo o povo mais dsofrido deste país, que espera responsabilidade social de todos nós», disse.
«Nós queremos unir os democratas do Brasil. Iniciaremos amanhã a campanha para sermos vitoriosos no segundo turno. Queremos unir o país em torno desse conceito», explicou Haddad, e concluiu celebrando «a democracia e a liberdade», «que são valores que tenho sempre, não abro mão dos meus valores. Vamos discutir frente a frente, olho no olho, sem medo de ser feliz. Viva o Brasil, viva a democracia e viva o povo brasileiro».
Nesta segunda-feira (8), Haddad segue para Curitiba, pela manhã, onde visitará o ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT), e à tarde volta para São Paulo, onde ainda não tem uma agenda definida.
Bolsonaro contra Haddad: «Si alguien amenaza la democracia es el PT»
El ultraderechista emitió un mensaje luego de imponerse en la primera vuelta donde cargó contra el partido de su opositor, Fernando Haddad.
Tras imponerse en primera vuelta, pero con la balotaje en el horizonte, el ultraderechista Jair Bolsonaro atacó a su oponente, Fernando Haddad al afirmar que «si hay alguien que amenaza a la democracia, ese alguien es el PT».
«El Partido de los Trabajadores financió dictaduras a través del BNDES, anuló al legislativo durante el mensalao, tienen a tesoreros, publicistas y un ex presidente condenados por corrupción, quieren acabar con el Lava Jato, además de que controlan a los medios de comunicación e Internet», fue la batería de acusaciones que lanzó el candidato desde Twitter.
Antes había apuntado que «lo que está en juego es la manutención del Lava Jato». «Vamos a presionar al Tribunal Supremo Electoral, si yo tuviera confianza en el voto electrónico, ya tendríamos presidente hoy”, afirmó.
“No podemos coquetear con el socialismo o el comunismo. Ellos fundieron a los bancos, destruyeron a los fondos de pensión», aseveró tras superar el 46% de los votos en la primera vuelta.
Ciro Gomes, sobre segundo turno: «Ele não, sem dúvida»
Em suas declarações após ficar em terceiro na disputa ao Planalto, Ciro Gomes, do PDT, adiantou que no segundo turno, é «Ele não, sem dúvida». «Uma coisa eu posso adiantar: minha história de vida é em defesa da democracia e contra o ‘fascismo'», garantiu o pedetista, que não chegou a verbalizar o apoio a Fernando Haddad, do PT.
Ele afirmou que vai «tomar uma» com Carlos Lupi, presidente do PDT, nesta noite e irá comemorar a vitória do governador Camilo Santana, do PT, e de seu irmão Cid Gomes ao Senado no Ceará.
Ele festejou também a excelente votação que recebeu de estado de origem, onde amealhou mais de 40% dos votos válidos. No Ceará, Haddad teve 33,1% dos votos, e Jair Bolsonaro, do PSL, 21,76%.
Ele disse estar cheio de gratidão «pelos milhões de brasileiros que aceitaram minha mensagem». «Agradecido especialmente ao povo do Ceará, que sabe dos meus defeitos, da minha humanidade. Esse é o sentimento.»
Ele afirmou que não demorará muito para indicar o que fará a partir do segundo turno. Pela sua declarações, fica claro que um acordo com Haddad é o mais provável.
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